Según informaba este jueves el semanario alemán "Der
Spiegel", el pasado miércoles por la noche, dos colectivos activistas, el alemán Zentrum für politische Schönheit y el británico Led by Donkeys, realizaron una acción que ha causado revuelo en Alemania y fuera de sus fronteras.
La fachada de la fábrica de Tesla en Grünheide se convirtió en un lienzo para una proyección que unía el nombre de la compañía con una simbología inquietante: las palabras "Heil Tesla" aparecían junto al logo de la marca, mientras imágenes de Elon Musk realizaban un gesto idéntico al saludo nazi. Este acto ha desatado un debate que combina arte, política y los límites de la provocación.
![[Img #82421]](https://canarias-semanal.org/upload/images/01_2025/2468_tesla2.jpg)
Contexto de la acción
Según sus organizadores, la proyección duró aproximadamente una hora y media, tiempo suficiente para grabar videos y fotografías que luego fueron ampliamente compartidos en redes sociales. El objetivo declarado de la acción era llamar la atención sobre la supuesta proximidad ideológica de Elon Musk hacia sectores de la extrema derecha. Los colectivos activistas utilizaron el performance como una crítica a lo que consideran posiciones nazifascistas del magnate, quien en varias ocasiones ha sido acusado de promover discursos polarizantes o de apoyar figuras controvertidas en la política global.
Inicialmente, la policía alemana descartó la autenticidad del acto, calificándolo como un montaje digital. Pero un día después, tuvo que tragarse sus propias palabras: la versión oficial cambió. Ya no podían descartar que la proyección realmente hubiera tenido lugar.
La investigación ahora está en manos del Estado, en el que se enfrenta a un caso complejo donde se entrecruzan la libertad de expresión, la legalidad y la interpretación simbólica.
El trasfondo de la polémica
En Alemania, el uso de símbolos relacionados con el nazismo está estrictamente prohibido por la ley, salvo en contextos específicos como la educación o el arte. Paradógicamente, el Estado no investiga ahora a Elon Musk, sino a quienes realizaron el acto.
Según las autoridades, la proyección de una imagen contiene una "gestualidad sacada de contexto que se asemeja peligrosamente al saludo nazi". De manera que las pesquisas se dirigen a investigar a quienes lo denunciaron
Esto ha llevado a plantear interrogantes sobre la intencionalidad detrás del gesto de Musk, así como sobre los límites de los actos performativos de los activistas.
Por su parte, el colectivo Zentrum für politische Schönheit declaró que el desempeño del equipo de seguridad de Tesla es cuestionable, dado que la proyección tuvo lugar en una de las áreas más visibles de la planta, donde el logo de la empresa brilla intensamente. Para los activistas, la acción cumplió su propósito al visibilizar una problemática que, en su opinión, merece un escrutinio más amplio.
Elon Musk y la controversia política
La figura de Elon Musk no es en absoluto ajena a la controversia. En los últimos años, el dueño de Tesla y X (antigua Twitter) ha polarizado a la opinión pública debido a su retórica y a su cercanía con movimientos o líderes políticos de derecha. Esto ha llevado a algunos analistas a debatir si sus comentarios son meramente provocativos o si reflejan una ideología más concreta.
Por ejemplo, Musk ha permitido el regreso de figuras de extrema derecha a la plataforma de X tras ser suspendidas anteriormente, lo que muchos consideran una normalización del discurso de odio.
Libertad de expresión y sus límites
Aunque los activistas que realizaron la acción defienden que esta fue una forma legítima de protesta política, la investigación abierta por el gobierno alemán podría sentar precedentes sobre cómo se regula este tipo de intervenciones artísticas en el espacio público.
La proyección en la fábrica de Tesla, en Grünheide, es mucho más que un acto de provocación: es un punto de encuentro entre arte, política y ética social. Al criticar a Elon Musk -según Der Spiegel- señalar su supuesta proximidad a la extrema derecha, los activistas han generado un debate necesario sobre la influencia de las grandes figuras empresariales en el discurso público.
Sin embargo, el uso de simbología asociada al nazismo, incluso con fines críticos, parece suscitarles problemas de interpretación a las autoridades germanas.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.98