
PEDRO SÁNCHEZ ECHA EN CARA AL PP NO CUMPLIR CON EL GASTO MILITAR, YOLANDA DÍAZ LE APLAUDE (VÍDEO)
El Gobierno de coalición reproduce la "propaganda del miedo" con la que la UE pretende justificar sus planes bélicos
Durante una reciente intervención parlamentaria, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aprovechó su turno de palabra para "reprender" al Partido Popular (PP) por no haber cumplido con el compromiso adquirido en 2014 de elevar el gasto militar hasta el 2% del PIB.
Por EUGENIO FERNÁNDEZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Durante una reciente intervención parlamentaria, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aprovechó su turno de palabra para "reprender" al Partido Popular (PP) por no haber cumplido con el compromiso adquirido en 2014 de elevar el gasto militar hasta el 2% del PIB.
Con tono enfático, Sánchez recordó que fue bajo el gobierno de Mariano Rajoy cuando se tomó la decisión de concretar este incremento, pero la inversión real se mantuvo en un exiguo 0,9% del PIB hasta su llegada al poder en 2018. “Eso es lo que pasa con el PP cuando gobierna: prometen, pero luego incumplen”, sentenció.
Pero tan llamativo como el reproche de Pedro Sánchez al partido de la derecha tradicional española fue el aplauso cómplice que su justificación de la escalada militarista que ya ha comenzado a implementar su Gobierno recibió de la vicepresidenta Yolanda Díaz, líder de Sumar, y presunta representante del ala "izquierda" de Ejecutivo.
El respaldo explícito de Díaz vino a confirmar lo que ya era un secreto a voces, que su formación parlamentaria no sólo no cuestiona la política de rearme impuesta por la Unión Europea, sino que está lista para sumarse a estos planes, blanqueando ante la opinión pública una orientación belicista que poco tiene que ver con la tradición pacifista y antimilitarista del movimiento obrero y popular, del que ella misma dice provenir.
UN ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN TRANSFORMACIÓN
Obviamente este episodio parlamentario no ha tenido nada de casual. Forma parte de una reconfiguración más amplia del papel de Europa en el mundo. La UE, que durante décadas delegó la vertiente militar de las políticas injerencistas de Occidente en el poderío de los Estados Unidos, parece ahora dispuesta, ante el abandono de Trump, a intentar ejercer este papel directamente.
La narrativa oficial repite que el rearme es necesario por la supuesta "amenaza rusa", pero esta explicación no resiste el más mínimo análisis crítico. El proceso actual responde a la necesidad del capital europeo de ganar posiciones en una lucha feroz contra otros bloques económicos: por un lado, el estadounidense —ahora cada vez más volcado hacia sus propios intereses estratégicos— y por otro, las potencias capitalistas emergentes como China, India, Brasil o incluso potencias intermedias con capacidad regional. La carrera armamentística no es más que una expresión militar del declive económico europeo.
LA PROPAGANDA DEL MIEDO COMO HERRAMIENTA POLÍTICA
Para hacer aceptable este viraje, las élites europeas han recuperado uno de los recursos más utilizados durante la Guerra Fría: la propaganda del miedo. La reciente recomendación de la UE a las poblaciones europeas para que “se preparen en casa para una posible guerra o catástrofe” busca crear un estado de alarma permanente. El objetivo es evidente: generar un consenso social en torno a la necesidad de rearmarse y justificar recortes sociales a favor de la industria militar.
En España, el Ministerio del Interior ya ha comenzado a mover ficha en la misma dirección, difundiendo guías ciudadanas de preparación ante riesgos bélicos. Estas medidas, que bajo otro contexto serían objeto de un profundo debate público, han pasado sin apenas oposición mediática ni parlamentaria.
UN BLOQUE POLÍTICO Y MEDIÁTICO EN FAVOR DEL REARME
Este rearme y la agresiva propaganda bélica de la UE y el Gobierno español se están produciendo con la ausencia total de un debate real al respecto. Los grandes medios de comunicación están cumpliendo a la perfección su papel como caja de resonancia de los argumentos oficiales. Titulares que enmarcan el aumento del gasto militar como “compromiso con Europa” o como parte de una “nueva política de seguridad” ante la "amenaza rusa", refuerzan la idea de que no hay alternativa posible.
Por otro lado, la aparente polarización política entre PSOE y PP no es más que un teatro de sombras. En lo esencial, ambas formaciones comparten la misma hoja de ruta. El PP, aunque finge crítica por cálculo partidista, nunca ha cuestionado el aumento del gasto en defensa. De hecho fue bajo su mandato, en efecto, cuando se adquirió el compromiso con la OTAN del 2% del PIB. El juego parlamentario entre Gobierno y oposición es solo eso: una representación para disimular el consenso real existente en torno a los intereses de las élites.
PODEMOS Y SU “PACIFISMO” TARDÍO
En este contexto de engaños y farsas políticas convendría recordar también, finalmente, cuál fue la postura sobre este tema central del partido fundado por Pablo Iglesias que, tras haber quedado fuera del actual Gobierno, intenta presentarse como la única izquierda consecuente y pacifista. Desde sus inicios, Podemos se encargó de dejar meridianamente claro que "la OTAN es necesaria" y que esta formación respetaría los compromisos de España con la Alianza Atlántica.
Por si ello no fuera suficiente, el propio Iglesias promovió al ex Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), Julio Rodríguez, corresponsable de la destrucción de Libia por las fuerzas de la OTAN , como figura política dentro de la formación, evidenciando una clara voluntad de insertarse en el aparato institucional y militar del Estado.
Esta política de integración con el “establishment” alcanzó su máxima expresión durante la cumbre de la OTAN celebrada en Madrid, en la que Podemos formaba parte del Ejecutivo y guardó un prudente silencio ante una reunión que simbolizaba el alineamiento de España con los planes de expansión militar del bloque atlántico.
Por EUGENIO FERNÁNDEZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Durante una reciente intervención parlamentaria, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aprovechó su turno de palabra para "reprender" al Partido Popular (PP) por no haber cumplido con el compromiso adquirido en 2014 de elevar el gasto militar hasta el 2% del PIB.
Con tono enfático, Sánchez recordó que fue bajo el gobierno de Mariano Rajoy cuando se tomó la decisión de concretar este incremento, pero la inversión real se mantuvo en un exiguo 0,9% del PIB hasta su llegada al poder en 2018. “Eso es lo que pasa con el PP cuando gobierna: prometen, pero luego incumplen”, sentenció.
Pero tan llamativo como el reproche de Pedro Sánchez al partido de la derecha tradicional española fue el aplauso cómplice que su justificación de la escalada militarista que ya ha comenzado a implementar su Gobierno recibió de la vicepresidenta Yolanda Díaz, líder de Sumar, y presunta representante del ala "izquierda" de Ejecutivo.
El respaldo explícito de Díaz vino a confirmar lo que ya era un secreto a voces, que su formación parlamentaria no sólo no cuestiona la política de rearme impuesta por la Unión Europea, sino que está lista para sumarse a estos planes, blanqueando ante la opinión pública una orientación belicista que poco tiene que ver con la tradición pacifista y antimilitarista del movimiento obrero y popular, del que ella misma dice provenir.
UN ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN TRANSFORMACIÓN
Obviamente este episodio parlamentario no ha tenido nada de casual. Forma parte de una reconfiguración más amplia del papel de Europa en el mundo. La UE, que durante décadas delegó la vertiente militar de las políticas injerencistas de Occidente en el poderío de los Estados Unidos, parece ahora dispuesta, ante el abandono de Trump, a intentar ejercer este papel directamente.
La narrativa oficial repite que el rearme es necesario por la supuesta "amenaza rusa", pero esta explicación no resiste el más mínimo análisis crítico. El proceso actual responde a la necesidad del capital europeo de ganar posiciones en una lucha feroz contra otros bloques económicos: por un lado, el estadounidense —ahora cada vez más volcado hacia sus propios intereses estratégicos— y por otro, las potencias capitalistas emergentes como China, India, Brasil o incluso potencias intermedias con capacidad regional. La carrera armamentística no es más que una expresión militar del declive económico europeo.
LA PROPAGANDA DEL MIEDO COMO HERRAMIENTA POLÍTICA
Para hacer aceptable este viraje, las élites europeas han recuperado uno de los recursos más utilizados durante la Guerra Fría: la propaganda del miedo. La reciente recomendación de la UE a las poblaciones europeas para que “se preparen en casa para una posible guerra o catástrofe” busca crear un estado de alarma permanente. El objetivo es evidente: generar un consenso social en torno a la necesidad de rearmarse y justificar recortes sociales a favor de la industria militar.
En España, el Ministerio del Interior ya ha comenzado a mover ficha en la misma dirección, difundiendo guías ciudadanas de preparación ante riesgos bélicos. Estas medidas, que bajo otro contexto serían objeto de un profundo debate público, han pasado sin apenas oposición mediática ni parlamentaria.
UN BLOQUE POLÍTICO Y MEDIÁTICO EN FAVOR DEL REARME
Este rearme y la agresiva propaganda bélica de la UE y el Gobierno español se están produciendo con la ausencia total de un debate real al respecto. Los grandes medios de comunicación están cumpliendo a la perfección su papel como caja de resonancia de los argumentos oficiales. Titulares que enmarcan el aumento del gasto militar como “compromiso con Europa” o como parte de una “nueva política de seguridad” ante la "amenaza rusa", refuerzan la idea de que no hay alternativa posible.
Por otro lado, la aparente polarización política entre PSOE y PP no es más que un teatro de sombras. En lo esencial, ambas formaciones comparten la misma hoja de ruta. El PP, aunque finge crítica por cálculo partidista, nunca ha cuestionado el aumento del gasto en defensa. De hecho fue bajo su mandato, en efecto, cuando se adquirió el compromiso con la OTAN del 2% del PIB. El juego parlamentario entre Gobierno y oposición es solo eso: una representación para disimular el consenso real existente en torno a los intereses de las élites.
PODEMOS Y SU “PACIFISMO” TARDÍO
En este contexto de engaños y farsas políticas convendría recordar también, finalmente, cuál fue la postura sobre este tema central del partido fundado por Pablo Iglesias que, tras haber quedado fuera del actual Gobierno, intenta presentarse como la única izquierda consecuente y pacifista. Desde sus inicios, Podemos se encargó de dejar meridianamente claro que "la OTAN es necesaria" y que esta formación respetaría los compromisos de España con la Alianza Atlántica.
Por si ello no fuera suficiente, el propio Iglesias promovió al ex Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), Julio Rodríguez, corresponsable de la destrucción de Libia por las fuerzas de la OTAN , como figura política dentro de la formación, evidenciando una clara voluntad de insertarse en el aparato institucional y militar del Estado.
Esta política de integración con el “establishment” alcanzó su máxima expresión durante la cumbre de la OTAN celebrada en Madrid, en la que Podemos formaba parte del Ejecutivo y guardó un prudente silencio ante una reunión que simbolizaba el alineamiento de España con los planes de expansión militar del bloque atlántico.
Chorche | Miércoles, 26 de Marzo de 2025 a las 11:05:25 horas
Ese año, el gasto militar de Rusia fue de 109.000 millones, el 4,5
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