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Jueves, 27 de Febrero de 2025 Tiempo de lectura:

LA PIRUETA POLÍTICA DE MILEI: DE ABRAZAR A ZELENSKI A APOYAR A RUSIA COMO VASALLO DE TRUMP (VÍDEO)

Circunstancias concomitantes: de Javier Milei a la izquierda putinista

La política exterior de Javier Milei ha dado un giro inesperado tras su reciente abstención en la votación de la ONU sobre la retirada de las tropas rusas de Ucrania. Este cambio contrasta con su postura inicial de apoyo incondicional a Zelenski y Occidente. ¿Responde esta decisión a una nueva estrategia diplomática o a presiones externas?

 

POR MÁXIMO RELTI PARA CANARIAS SEMANAL.ORG

 

    La política internacional, en un mundo hegemónicamente capitalista, es una suerte de complicado tablero de ajedrez.  Sin embargo, no pocos juegan sobre ese mismo tablero como si se tratara de un partido de pinball: dando tumbos, rebotando de un lado para otro, o cambiando de dirección según la inclinación puntual hacia la que se deslice el tablero.

 

    Javier Milei, que en sus iniciales efluvios como presidente de Argentina había jurado fidelidad eterna a Volodímir Zelenski  y odio eterno a Rusia, acaba de realizar toda una estrambótica pirueta, digna de un magistral equilibrista. 

 

[Img #83087]

 

 

    No hace mucho, Milei se paseaba por el Foro Económico Mundial de Davos con una misión clara: ratificar su amor incondicional por Occidente y expresar su inquebrantable respaldo a la causa ucraniana. Pero claro, en política exterior, como en el mercado financiero que él tanto idolatra, las acciones suben y bajan según el humor de los grandes jugadores. Y si uno de esos jugadores se llama Donald Trump, la lealtad tiene siempre una fecha de caducidad.

 

"En política internacional, como en el mercado, las acciones suben y bajan. Milei apostó todo a una, y ahora se ha quedado sin fichas"

 

 

 

DE ABRAZAR A ZELENSKI A “YO A USTED NO LO CONOZCO, CABALLERO”

 

     El volantazo de Milei quedó en evidencia con su reciente abstención en la Asamblea General de la ONU, cuando Argentina decidió no acompañar una resolución que exigía la retirada de las tropas rusas de Ucrania

 

    La foto que ha dejado como testimonio esta votación de la ONU resulta realmente desternillante. Milei, el autoproclamado paladín del "mundo libre", el cruzado del capitalismo más extremo, el hombre que escupe fuego contra el "comunismo", de repente aparece cómodamente acompañado por un club de amigos que, hasta ayer, consideraba que formaban parte del Eje del Mal: Bielorrusia, Corea del Norte, Eritrea, Malí, Nicaragua, Rusia y los representantes de la nueva Siria, hoy inexplicablemente (?) gobernada por los yihadistas.

 

   En esa instantánea fotográfica para la Historia, aparece el profeta del anarco-capitalismo codeándose en la votación con Kim Jong-un, Lukashenko o Daniel Ortega, entre otras personalidades que, según su propia lógica, representaban todo lo que él había jurado combatir. A ver si ahora los libertarios anarco-capitalistas se deciden a imprimir la instantánea fotográfica resultante y la cuelgan en los muros de la Casa Rosada de Buenos Aires, junto a las de von Mises y Hayek, porque vaya ironía: el supuesto abanderado de Occidente y de la "sociedad abierta" terminó, en los papeles, alineado con el "bloque autoritario" y supuestamente "zurdo" que tanto ha proclamado  detestar

 

 

   Milei, que tanta matraquilla nos daba con la "batalla entre el bien y el mal", ha terminado posando para la Historia en el lugar menos esperado. Si sigue así, no nos sorprendería que en su próxima gira internacional en lugar de visitar Miami lo veamos pidiendo permiso para tomar té en Pyongyang.

 

[Img #83088]   ¿Qué es lo que ha pasado con aquel aguerrido fervor libertario que prometía rendir apoyo imperecedero al payaso Zelenski? ¿Dónde quedó su encendida retórica sobre la “defensa de Occidente frente al "autoritarismo ruso”

 

    En realidad, el punto de inflexión llegó justo en el momento en el que Donald Trump comenzó a cuestionar abiertamente a Zelenski, calificándolo de “dictador” y sembrando dudas sobre la utilidad de seguir enviando cheques en blanco a las camarillas corruptas instaladas en Kiev. La Casa Blanca ya no ve en Ucrania una causa sagrada, sino un suculento negocio en el que, habiendo cumplido ya su ciclo, lo que correspondería ahora sería comenzar a recoger los dividendos. 

 

    Y como Milei, por acendradas convicciones propias, ha decidido que su misión histórica es ser el perrito faldero  del imperio del Norte, no tuvo otra alternativa que borrar rápidamente sus numerosos  tuits de apoyo a Zelenski en su cuenta de X  y...  hacerse el despistado.

 

    Pero el pragmatismo, (o vasallismo, para ser más rigurosos) de Milei no lo ha llevado solo a borrar tuits y a cambiar de bando en la Asamblea General de la ONU. También ha quedado en pelota picada ante su propio pueblo dejando a la intemperie la pornográfica fragilidad estructural de su política exterior. En lugar de construir una estrategia propia, coherente y beneficiosa para su país, este clown irremediable no puede evitar moverse como una alocada veleta, dependiendo siempre de lo que dicte la agenda de Washington.  

 

EL COSTO DE SER UN PEÓN EN EL TABLERO IMPERIALISTA

 

      En su afán por obtener la bendición de Trump, Milei ha quedado en una situación paradójica: su supuesta convicción ideológica es tan frágil que puede desmoronarse en cuestión de semanas si así lo dicta la coyuntura. Antes vendía una imagen de líder decidido, motosierra en mano, con principios claros y alineado con los “defensores de la libertad”. Ahora, su papel no pasa de ser el de un mal actor secundario en el drama de la política internacional, acomodándose al guión que otros le escriben.

 

 

     El caso de Milei ilustra a la perfección cómo los conflictos interimperialistas no son más que una partida en la que los peones pueden ser sacrificados en el momento más inesperado. La guerra en Ucrania, que durante tres años fue el símbolo de la “batalla del mundo libre contra el autoritarismo”, ha dejado de ser una prioridad en la agenda de determinados  sectores de Wall Street. Y Milei, que creyó que su alineamiento automático con Kiev le iba a garantizar los favores de la Casa Blanca, puede constatar ahora que su apuesta ha caducado mucho antes de lo que pensaba.

 

 

"Algunos parecen haber olvidado que los oligarcas multimillonarios que hoy dominan Rusia, no cayeron del cielo".

 

 

UNA IZQUIERDA DESMEMORIADA

 

    Pero Milei no es el único que anda dando saltos mortales sin red. En este conflicto interimperialista, donde Estados Unidos y la OTAN, fieles a su tradición, han jugado sucio promoviendo el avance hacia las fronteras rusas, Putin ha respondido con la brutalidad de una invasión reaccionaria. La excusa de que el objetivo consistía en proceder a la ‘desnazificación’ de Ucrania solo resulta creíble para los más forofos. Sin embargo, en medio de este escenario, sectores de una cierta izquierda han terminado abrazando unas banderas que probablemente, en otras circunstancias, cuando menos les habrían provocado arcadas. 

 

    No son desgraciadamente pocos los que, movidos por su justificado odio a Washington, han terminado también justificando la invasión rusa a otro país. Y en un difícil y retorcido retruécano parecen haber olvidado que los oligarcas multimillonarios que hoy dominan Rusia no cayeron del cielo. Son los mismos que un día de hace más de treinta años saquearon y liquidaron la Unión Soviética, usurpando la propiedad colectiva de la clase trabajadora y desmantelando las valiosas conquistas políticas, económicas y sociales logradas con la Revolución de Octubre.

 

   No deja de ser amargamente irónico que ahora algunos defiendan a la Rusia de Putin en nombre de la lucha contra el imperialismo occidental,  ignorando que  su gobierno es un producto directo del capitalismo mafioso instaurado tras el colapso de la URSS, y que Vladimir Putin, - por qué no recordarlo-, fue un aventajado ahijado dilecto del borrachín que, con el asesoramiento de los EEUU, patrocinó aquella operación de desmantelamiento.  Un peculiar capitalismo, por cierto, en el que los ex burócratas del aparato del Estado y ex agentes de la KGB se repartieron, a precio de saldo, las riquezas nacionales, dejando a la clase trabajadora rusa en un estado de miseria que, aún hoy después de tres décadas, resulta estremecedor describir.

 

      Confundiendo el culo con las témporas, no pocos han interpretado el actual enfrentamiento entre Rusia y Estados Unidos como un extraño revival de la Guerra Fría, aquella que sí fue ideológica y enfrentó a dos modelos antagónicos de sociedad: la URSS y el gigante americano. En esta confusión, algunos se han empeñado en ver en el presidente ruso a una suerte de ‘campeón antiimperialista’, lo que ha llevado a ciertos sectores a autodefinirse como ‘hijos de Putin’ y ‘nietos de Stalin’, un parentesco que, de existir, haría revolver en su tumba al líder soviético al verse genealógicamente vinculado con el representante político de la nueva burguesía rusa.

  

   "La política hace extraños compañeros de cama", reza un conocido dicho popular. Y así es, siempre que ésta represente los intereses de una clase social que no conoce más principio que el de la ganancia y que lo mismo disfraza sus intereses particulares como "defensa de la democracia", "patriotismo", "antiimperialismo", " solidaridad" o  "desnazificación".  Este es, sin duda, el caso que hoy nos ha empujado a hacer la presente reflexión.

 

 

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  • Chorche

    Chorche | Domingo, 02 de Marzo de 2025 a las 12:02:10 horas

    Los argentinos que viven en España, que yo conozco, los considero cultos e inteligentes. Tengo amigos entre ellos y les he preguntado en alguna ocasión que como puede ser que un pueblo tan culto como ellos representan vote tan mal. Y me dicen " por eso nos tuvimos que ir", dándome a entender que en Argentina hay mucha ignorancia.
    ----------------
    Los anarquistas, que yo sepa, es la izquierda más radical.
    Yo creo que deben estar más que furiosos con este grotesco e impresentable payaso de que se autodenomine anarquista.
    Tienes razón: Rusia no es la URSS, la Rusia de hoy, igual que China, también es capitalista.
    Al comunismo consiguieron mandarlo a mejor vida; pero ojo que también muchos ciudadanos de la URSS querían consumir y vivir como Occidente. Ahora ya lo tienen. Que comparen.
    Aún con los oligarcas mafiosos que hoy gobiernan de hecho Rusia, aún con su presidente Putin, yo no podría comparar jamás el grado de peligrosidad, de perversidad, de agresividad, de Ingerencias y desestabilización en los países que no se dejan someter por el imperio, de apoyo a los más grandes genocidas, de idear golpes de estado contra presidentes electos para poner amiguetes-vasallos en el poder, de saquear, de entrenar terroristas, de invadir países y declararles la guerra inventándose pretextos. Con decir que el derribo de las Torres Gemelas parece ser que fue obra de ellos....
    Son seres más que maquiavélicos, diabólicos.
    "La economía norteamericana depende en gran parte del complejo militar para subsistir. Rusia desde 1991 ha participado en 5 operaciones militares fuera de su territorio. EEUU lo ha hecho en 215.
    Los junta-letras al servicio de los poderosos acusan a Moscú de imperialista" (Eduardo Luque, "Zelenski lo tiene muy mal")


    Resumo: "quien roba al banco más poderoso y ladrón, "los amos del mundo", tiene cien años de perdón".

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  • Mfernandez

    Mfernandez | Viernes, 28 de Febrero de 2025 a las 01:16:02 horas

    Totalmente de acuerdo con el autor de lo que él llama la "izquierda putinista". Corriente es un verdadero extravío ideológico peligroso, porque confunde lo que es el antiimperialismo con el apoyo acrítico a cualquier potencia enfrentada a Estados Unidos. Olvidan que la Rusia actual no es heredera de la Unión Soviética, sino de los oligarcas que saquearon el patrimonio los trabajadores una vez que acabaron conla URSS. Parece incapaces de analizar los conflictos desde el materialismo histórico, por eso se pierden y suelen quedar colgados sin asideros de la brocha

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  • Lorenzo Natillas

    Lorenzo Natillas | Jueves, 27 de Febrero de 2025 a las 19:14:51 horas

    Milei por que no pide la nacionalidad estadounidense y deja en paz a los argentinos... increíble lo de este sujeto.

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