"EL CIERRE DEL RASTRO DE STA. CRUZ DE TENERIFE ES UNA MUESTRA DE LA APOROFOBIA DEL AYUNTAMIENTO"
El colectivo Acampada Reivindicativa Lolo Dorta denuncia:
Mediante un comunicado remitido a la redacción de Canarias Semanal, el colectivo Acampada Reivindicativa Lolo Dorta ha denunciado el cierre del Rastro dominical en Santa Cruz de Tenerife por parte del Ayuntamiento. La medida, que según el consistorio se debe a problemas de seguridad, ha sido calificada como aporofóbica e injusta, ya que afecta principalmente a familias trabajadoras de la ciudad.
Por A. RAMÍREZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Mediante un comunicado remitido a la redacción de Canarias Semanal, el colectivo Acampada Reivindicativa Lolo Dorta ha denunciado un presunto episodio de "aporofobia" por parte del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, en esta ocasión, que afectaría a las familias trabajadoras del Rastro dominical de la ciudad.
El colectivo denuncia que la decisión del Consistorio de suspender esta actividad, bajo argumentos de “problemas de seguridad y reiterados incumplimientos”, constituye una medida arbitraria y dañina para las economías de los vendedores y sus familias.
Alegaciones de seguridad y cierre del Rastro
Según ha informado el Ayuntamiento de Santa Cruz, la decisión de suspender el Rastro responde a una acumulación de infracciones a la normativa y a supuestos problemas de seguridad en el entorno del Mercado Nuestra Señora de África.
Carlos Tarife, Primer Teniente de Alcalde y miembro del Partido Popular, justificó esta medida como una necesidad de regular y mejorar la seguridad de la actividad.
Sin embargo, desde la Acampada Reivindicativa Lolo Dorta afirman que estas razones son exageradas y que los problemas existentes podrían resolverse fácilmente con fiscalizaciones específicas y mínimas intervenciones policiales en casos puntuales.
De acuerdo con Carmen Tejera, presidenta de la Asociación del Rastro, no existen riesgos graves en la actividad y los problemas de seguridad son mínimos:
"Por unos pocos no podemos pagar todos”, declaró Tejera, destacando que la mayoría de los comerciantes cumple con las normas y que el Rastro funciona bajo las regulaciones municipales vigentes.
Según la presidenta, el impacto de esta suspensión es devastador para más de 400 familias dependientes de esta actividad económica cada domingo, un efecto que califica como "injusto y desproporcionado".
Un sesgo contra la economía de los más desfavorecidos
Desde el colectivo Acampada Reivindicativa Lolo Dorta, la denuncia apunta a que este cierre es solo una muestra más de una política recurrente de “aporofobia” en la administración local, lo que significa, según el colectivo, un odio o desprecio hacia las personas con menos recursos económicos. “Este tipo de políticas afectan siempre a los sectores más precarios”, afirman desde el colectivo, señalando que el cierre del Rastro se une a una serie de medidas previas que excluyen de los espacios públicos a quienes menos recursos tienen, tales como las personas sin hogar o quienes viven en vehículos o viviendas ocupadas.
Eloy Cuadra, portavoz de la Acampada Reivindicativa, expresó su preocupación ante lo que considera una persecución reiterada de personas en situación vulnerable en Santa Cruz: "El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife es un suma y sigue de persecución continuada a las personas que peor están en el municipio".
Para Cuadra, el cierre del Rastro no solo tiene impacto económico, sino que refleja un “sesgo sistemático” en la política municipal hacia los sectores empobrecidos. En este sentido, desde el colectivo subrayan que, de tratarse de un caso similar en las zonas comerciales de alto poder adquisitivo, como la Avenida Anaga, la medida no habría sido siquiera considerada.
Sospecha de privatización encubierta
Otra de las preocupaciones manifestadas en el comunicado es que el cierre del Rastro pueda estar motivado por intereses privatizadores, que buscan controlar la gestión de esta actividad actualmente llevada por los propios comerciantes. Desde Acampada Reivindicativa Lolo Dorta temen que el Ayuntamiento pueda estar planeando la externalización de la administración del Rastro a empresas afines o al propio consistorio. "Para nosotros, esto es otro intento más de controlar o privatizar el Rastro, al igual que han hecho en otros municipios, limitando el control de los propios comerciantes y reemplazándolo por una red clientelar", denuncian desde el colectivo.
La presidenta del Rastro, Carmen Tejera, ha expresado también su desconfianza ante las intenciones de la administración municipal y alertó sobre el peligro de que una actividad tradicional y autogestionada, como el Rastro de Santa Cruz, pase a estar en manos externas.
Para Tejera, este riesgo no solo compromete la economía de las familias, sino que afecta la naturaleza popular y autónoma del Rastro: "Nos quieren tratar como basura o como si fuéramos una mafia", lamentó la presidenta.
Un llamado a la solidaridad ciudadana
Desde la Acampada Reivindicativa Lolo Dorta esperan que esta denuncia “llegue a donde tiene que llegar” para lograr que se detenga lo que califican como un ataque de aporofobia.
En sus palabras, “Solo el pueblo salva al pueblo”, lema con el que el colectivo reafirma su compromiso con la justicia social y la defensa de los sectores más vulnerables frente a lo que definen como la “casta política, el enemigo público número uno del pueblo”.
Esta manifestación se suma a una ola de críticas y cuestionamientos hacia las políticas locales, que algunos activistas consideran alejadas de los problemas sociales y más centradas en la defensa de intereses económicos de otros sectores de poder.
Por A. RAMÍREZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Mediante un comunicado remitido a la redacción de Canarias Semanal, el colectivo Acampada Reivindicativa Lolo Dorta ha denunciado un presunto episodio de "aporofobia" por parte del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, en esta ocasión, que afectaría a las familias trabajadoras del Rastro dominical de la ciudad.
El colectivo denuncia que la decisión del Consistorio de suspender esta actividad, bajo argumentos de “problemas de seguridad y reiterados incumplimientos”, constituye una medida arbitraria y dañina para las economías de los vendedores y sus familias.
Alegaciones de seguridad y cierre del Rastro
Según ha informado el Ayuntamiento de Santa Cruz, la decisión de suspender el Rastro responde a una acumulación de infracciones a la normativa y a supuestos problemas de seguridad en el entorno del Mercado Nuestra Señora de África.
Carlos Tarife, Primer Teniente de Alcalde y miembro del Partido Popular, justificó esta medida como una necesidad de regular y mejorar la seguridad de la actividad.
Sin embargo, desde la Acampada Reivindicativa Lolo Dorta afirman que estas razones son exageradas y que los problemas existentes podrían resolverse fácilmente con fiscalizaciones específicas y mínimas intervenciones policiales en casos puntuales.
De acuerdo con Carmen Tejera, presidenta de la Asociación del Rastro, no existen riesgos graves en la actividad y los problemas de seguridad son mínimos:
"Por unos pocos no podemos pagar todos”, declaró Tejera, destacando que la mayoría de los comerciantes cumple con las normas y que el Rastro funciona bajo las regulaciones municipales vigentes.
Según la presidenta, el impacto de esta suspensión es devastador para más de 400 familias dependientes de esta actividad económica cada domingo, un efecto que califica como "injusto y desproporcionado".
Un sesgo contra la economía de los más desfavorecidos
Desde el colectivo Acampada Reivindicativa Lolo Dorta, la denuncia apunta a que este cierre es solo una muestra más de una política recurrente de “aporofobia” en la administración local, lo que significa, según el colectivo, un odio o desprecio hacia las personas con menos recursos económicos. “Este tipo de políticas afectan siempre a los sectores más precarios”, afirman desde el colectivo, señalando que el cierre del Rastro se une a una serie de medidas previas que excluyen de los espacios públicos a quienes menos recursos tienen, tales como las personas sin hogar o quienes viven en vehículos o viviendas ocupadas.
Eloy Cuadra, portavoz de la Acampada Reivindicativa, expresó su preocupación ante lo que considera una persecución reiterada de personas en situación vulnerable en Santa Cruz: "El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife es un suma y sigue de persecución continuada a las personas que peor están en el municipio".
Para Cuadra, el cierre del Rastro no solo tiene impacto económico, sino que refleja un “sesgo sistemático” en la política municipal hacia los sectores empobrecidos. En este sentido, desde el colectivo subrayan que, de tratarse de un caso similar en las zonas comerciales de alto poder adquisitivo, como la Avenida Anaga, la medida no habría sido siquiera considerada.
Sospecha de privatización encubierta
Otra de las preocupaciones manifestadas en el comunicado es que el cierre del Rastro pueda estar motivado por intereses privatizadores, que buscan controlar la gestión de esta actividad actualmente llevada por los propios comerciantes. Desde Acampada Reivindicativa Lolo Dorta temen que el Ayuntamiento pueda estar planeando la externalización de la administración del Rastro a empresas afines o al propio consistorio. "Para nosotros, esto es otro intento más de controlar o privatizar el Rastro, al igual que han hecho en otros municipios, limitando el control de los propios comerciantes y reemplazándolo por una red clientelar", denuncian desde el colectivo.
La presidenta del Rastro, Carmen Tejera, ha expresado también su desconfianza ante las intenciones de la administración municipal y alertó sobre el peligro de que una actividad tradicional y autogestionada, como el Rastro de Santa Cruz, pase a estar en manos externas.
Para Tejera, este riesgo no solo compromete la economía de las familias, sino que afecta la naturaleza popular y autónoma del Rastro: "Nos quieren tratar como basura o como si fuéramos una mafia", lamentó la presidenta.
Un llamado a la solidaridad ciudadana
Desde la Acampada Reivindicativa Lolo Dorta esperan que esta denuncia “llegue a donde tiene que llegar” para lograr que se detenga lo que califican como un ataque de aporofobia.
En sus palabras, “Solo el pueblo salva al pueblo”, lema con el que el colectivo reafirma su compromiso con la justicia social y la defensa de los sectores más vulnerables frente a lo que definen como la “casta política, el enemigo público número uno del pueblo”.
Esta manifestación se suma a una ola de críticas y cuestionamientos hacia las políticas locales, que algunos activistas consideran alejadas de los problemas sociales y más centradas en la defensa de intereses económicos de otros sectores de poder.

































Ana Maria | Viernes, 15 de Noviembre de 2024 a las 01:03:26 horas
La idea según se entiende, es trasladarlo unos metros más abajo.
El paseo desde el mercado, pasando por la Rambla azul, donde están los otros negocios, puede ser muy agradable y permite pasar una mañana del domingo fantástica.
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