
ERIC TOUSSAINT: "LOS BRICS NO SON UNA ALTERNATIVA"
"Los BRICS ofrecen pocas esperanzas de transformación para los pueblos". Un análisis demoledor sobre el último encuentro de los BRICS.
Presentamos para los lectores de Canarias Semanal un resumen del extenso artículo"La cumbre de los BRICS en Rusia no ofreció ninguna alternativa", del profesor Eric Toussaint, destacado sociólogo, historiador, politólogo y activista belga, conocido por su enfoque en temas de deuda, economía y justicia social. "No existe la más mínima duda - comienza exponiendo Toussaint - de que es necesario combatir la política de las grandes potencias imperialistas tradicionales: Estados Unidos y sus socios europeos, así como Japón.(...).
POR ERIC TOUSSAINT
Presentamos para los lectores de Canarias Semanal un resumen del extenso artículo del profesor Eric Toussaint, titulado "La cumbre de los BRICS en Rusia no ofreció ninguna alternativa".
No obstante, aquellos lectores que deseen acceder al documento de este conocido sociólogo belga les basta con pinchar en este enlace:
Eric Toussaint es un destacado sociólogo, historiador,
politólogo y activista belga, conocido por suenfoque en temas de deuda, economía y justicia social.
Es doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de
Lieja y la Universidad de París VIII. Es fundador y portavoz del Comité para la Abolición de las Deudas Ilegítimas (CADTM), una red internacional que aboga por la cancelación de deudas injustas en países empobrecidos.
Entre sus obras más reconocidas se encuentran "El Banco del Sur y la nueva crisis internacional" y "La Bolsa o la Vida", donde analiza el enorme impacto que las políticas neoliberales han tenido sobre economías vulnerables. Su trabajo destaca por su crítica profunda al sistema financiero global.
Resumen de "La cumbre de los BRICS en Rusia no ofreció ninguna alternativa".
La decimosexta cumbre de los BRICS concluyó el pasado 23 de octubre de 2024. Su declaración final de 134 puntos nos ha indicado con toda claridad que ese bloque no constituye una alternativa favorable a los intereses de los pueblos.
No existe la más mínima duda de que es necesario combatir la política de las grandes potencias imperialistas tradicionales: Estados Unidos y sus socios europeos, así como Japón. Es igualmente indudable que los países imperialistas más agresivos son, de lejos, Estados Unidos e Israel, siguiéndolos la Unión Europea, Gran Bretaña, Japón, Australia, Canadá… que aceptan todo lo que hace el gobierno fascista israelí.
Es tal la aversión hacia las políticas de las potencias imperialistas tradicionales, que una parte de la izquierda ha considerado que la política de los BRICS constituye una alternativa prometedora, a pesar de que muchos estén en contra de la invasión rusa de Ucrania, sin dejar de considerar que la OTAN y Washington tienen parte de responsabilidad.
La reciente Cumbre de los BRICS, un grupo de países emergentes compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, ha dejado todo un semillero de interrogantes sobre su capacidad para ofrecer una alternativa al sistema dominado por las grandes potencias tradicionales como Estados Unidos, la Unión Europea o Japón.
Tras el encuentro, celebrado en Kazán el 23 de octubre de 2024, la declaración final de los BRICS incluyó 134 puntos, que en su mayoría no aportaron soluciones que beneficien a los pueblos del mundo.
A pesar de algunas promesas de cambio, el contenido del documento resulta muy revelador porque los BRICS, integrado por países capitalistas con diferentes niveles de represión interna, dejaron nítidamente claro que está muy lejos de poder constituir un modelo realmente diferente al actual sistema económico global.
LOS BRICS Y EL ROL DEL FMI Y EL BANCO MUNDIAL
Uno de los aspectos más llamativos de la declaración final es la aceptación sin críticas de los BRICS del papel del Fondo Monetario Internacional (FMI). Este organismo financiero ha sido ampliamente criticado por imponer políticas que perjudican a los países en desarrollo que necesitan sus préstamos. Sin embargo, en lugar de cuestionar estas prácticas, los BRICS simplemente aceptan que el FMI debe seguir siendo el centro de la “seguridad financiera mundial”. Asimismo, se felicitan por los trabajos en curso para ajustar los derechos de voto del FMI, especialmente con el objetivo de dar mayor representación a los países africanos, que actualmente tienen poca influencia en el organismo.
Tampoco se proponen cambios en el Banco Mundial, otro organismo que ha sido cuestionado por promover políticas neoliberales que suelen favorecer a las grandes potencias en detrimento de las economías más vulnerables. Los BRICS parecen satisfechos con la simple revisión del papel del Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo (BIRD) en los próximos años, pero no exigen ninguna transformación sustancial.
AUSENCIA DE MEDIDAS PARA LA CRISIS ECOLÓGICA
En un momento en que el planeta enfrenta una crisis ecológica sin precedentes, los BRICS no muestran interés en adoptar políticas contundentes para enfrentar el cambio climático. En su declaración, el bloque expresa su satisfacción por los avances en las Cumbres de las Naciones Unidas sobre el Clima (COP) anteriores, como la COP27 celebrada en Egipto y la COP28 en Dubái, donde se estableció un fondo de respuesta a daños y pérdidas. No obstante, no proponen medidas efectivas para reducir las emisiones de carbono ni critican la falta de acción real en las políticas climáticas de las grandes potencias.
Sorprendentemente, los BRICS también respaldan el sistema de mercado de carbono, una estrategia que permite a las empresas pagar por sus emisiones de gases de efecto invernadero en lugar de reducirlas. Esta postura los alinea con las grandes potencias industriales, que frecuentemente promueven este mercado como una “solución” a la crisis climática, pese a que, en realidad, este enfoque suele beneficiar más a las empresas que a los ecosistemas. A través de estas políticas, los BRICS no parecen interesados en buscar soluciones radicales que protejan el medio ambiente.
POSTURA DÉBIL SOBRE LA SITUACIÓN EN ISRAEL Y PALESTINA
Otro punto polémico de la declaración es la postura de los BRICS sobre el conflicto israelí-palestino. Aunque el grupo expresa “preocupación” por la crisis humanitaria en Palestina, evita usar términos contundentes como “genocidio” para describir las acciones de Israel. En su declaración, los BRICS piden un alto el fuego inmediato y la entrada de ayuda humanitaria en Gaza, pero no ofrecen acciones concretas para frenar la violencia. Tampoco mencionan la posibilidad de suspender las relaciones comerciales con Israel, lo cual limita considerablemente su condena. Más aún, países miembros del bloque continúan suministrando recursos como carbón y gas a Israel, permitiéndole sostener sus operaciones militares.
INDIFERENCIA FRENTE A LA INVASIÓN DE UCRANIA
Sobre la invasión de Ucrania por parte de Rusia, los BRICS mantienen una postura ambigua, evitando condenar directamente la intervención rusa. En lugar de eso, mencionan “las posiciones nacionales” de cada miembro y sugieren resolver el conflicto a través del diálogo, una posición que refleja la influencia rusa en el bloque y su deseo de evitar conflictos internos. La ausencia de una postura crítica hacia la OTAN también es llamativa, posiblemente debido a la presencia de Turquía, un país miembro de esta alianza militar, en la cumbre.
APOYO A LAS ALIANZAS PÚBLICO-PRIVADAS Y AL NUEVO BANCO DE DESARROLLO
Los BRICS también reiteran su apoyo a las alianzas público-privadas, una fórmula en la que los gobiernos colaboran con empresas privadas para financiar y ejecutar proyectos de infraestructura. Si bien este modelo puede ayudar a conseguir financiamiento para proyectos grandes, a menudo termina beneficiando a las empresas privadas a costa de los recursos públicos, dejando a las comunidades locales sin beneficios reales.
El bloque respalda también al Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), creado por los BRICS en 2015 para financiar proyectos de infraestructura y desarrollo en los países miembros. Aunque este banco fue fundado con la intención de reducir la dependencia del dólar estadounidense, hasta ahora la mayor parte de sus operaciones financieras se realizan en dólares, lo que limita su impacto como alternativa al sistema monetario global.
LAS TENSIONES INTERNAS EN EL NDB
El funcionamiento del NDB ha sido cuestionado incluso por algunos de sus defensores. Paulo Nogueira Batista, quien fue vicepresidente de esta institución, criticó la gestión del banco por su lentitud en la ejecución de proyectos y su dependencia del dólar. Estas limitaciones reflejan las tensiones internas del banco, que debe mantener su calificación de crédito en los mercados financieros internacionales, especialmente ante las sanciones impuestas a Rusia. Debido a estas presiones, el NDB ha evitado conceder préstamos a Rusia desde 2022, lo que demuestra sus limitaciones para actuar de forma independiente frente al sistema financiero occidental.
LA PROMESA INCUMPLIDA DE UNA MONEDA COMÚN
En cumbres anteriores, los BRICS habían planteado la posibilidad de crear una moneda común para reducir su dependencia del dólar, una iniciativa liderada por Brasil y Rusia. Sin embargo, en la declaración final de esta cumbre, no se menciona ninguna referencia a una moneda común. Esto representa un retroceso en las aspiraciones del bloque y deja en evidencia que, pese a los anuncios, la creación de una moneda propia sigue siendo una promesa lejana.
EL FONDO DE RESERVA EN DIVISAS: UNA PROMESA VACÍA
En 2015, los BRICS propusieron un fondo de reserva en divisas para ayudar a sus miembros en caso de crisis de balanza de pagos, es decir, cuando un país no puede hacer frente a sus pagos internacionales debido a la falta de divisas. Este fondo, conocido como CRA, no ha otorgado ningún crédito desde su creación y ha quedado como una simple formalidad en los documentos del bloque. En lugar de utilizarlo como una alternativa al FMI, los BRICS se limitan a expresar su “decidido apoyo” al mecanismo, sin dar pasos concretos para activarlo. Las declaraciones de Paulo Nogueira al respecto son reveladoras: según él, Washington ya no considera al CRA como una amenaza, porque no ha logrado alcanzar sus objetivos iniciales.
EL ENFOQUE AGRÍCOLA: SIN SOBERANÍA ALIMENTARIA NI APOYO A LOS CAMPESINOS
En el ámbito de la agricultura, los BRICS promueven el “libre comercio”, una política que suele beneficiar a las grandes empresas de agronegocios en detrimento de los campesinos. En lugar de hablar de soberanía alimentaria o agricultura sostenible, los BRICS se centran en mantener las cadenas de suministro globales, una estrategia que favorece a las potencias exportadoras y a las empresas del sector, pero que no ofrece beneficios tangibles para las comunidades locales.
Además, el bloque alaba las zonas económicas especiales, espacios donde las empresas privadas pueden operar con beneficios fiscales y laborales. Estas zonas suelen convertirse en áreas donde los derechos de los trabajadores están limitados, generando beneficios para las grandes corporaciones a costa de los empleados locales.
EN CONCLUSIÓN: UN BLOQUE LEJOS DE LOS INTERESES POPULARES
Aunque los BRICS se presentan como un bloque que desafía a las potencias tradicionales, sus políticas reflejan una alineación con el sistema capitalista global. En lugar de proponer una alternativa real, el grupo parece cómodo con las estrategias de “capitalismo verde” y políticas que benefician a las grandes empresas.
A pesar de su retórica contra los crímenes de Israel, los BRICS mantienen lazos comerciales con este país y evitan adoptar sanciones significativas.
En el ámbito monetario, el bloque tampoco ha logrado avanzar hacia una moneda común ni ha activado el fondo de reservas propuesto.
Este análisis de la cumbre de los BRICS de 2024 revela que, pese a las expectativas de algunos sectores, el bloque sigue operando dentro del marco del capitalismo global y carece de propuestas significativas para cambiar las reglas del juego.
Para los pueblos que buscan una alternativa a la influencia de las grandes potencias, los BRICS parecen ofrecer pocas esperanzas de transformación.
ENLACE AL ARTÍCULO ÍNTEGRO:
POR ERIC TOUSSAINT
Presentamos para los lectores de Canarias Semanal un resumen del extenso artículo del profesor Eric Toussaint, titulado "La cumbre de los BRICS en Rusia no ofreció ninguna alternativa".
No obstante, aquellos lectores que deseen acceder al documento de este conocido sociólogo belga les basta con pinchar en este enlace:
Eric Toussaint es un destacado sociólogo, historiador, politólogo y activista belga, conocido por suenfoque en temas de deuda, economía y justicia social.
Es doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de Lieja y la Universidad de París VIII. Es fundador y portavoz del Comité para la Abolición de las Deudas Ilegítimas (CADTM), una red internacional que aboga por la cancelación de deudas injustas en países empobrecidos.
Entre sus obras más reconocidas se encuentran "El Banco del Sur y la nueva crisis internacional" y "La Bolsa o la Vida", donde analiza el enorme impacto que las políticas neoliberales han tenido sobre economías vulnerables. Su trabajo destaca por su crítica profunda al sistema financiero global.
Resumen de "La cumbre de los BRICS en Rusia no ofreció ninguna alternativa".
La decimosexta cumbre de los BRICS concluyó el pasado 23 de octubre de 2024. Su declaración final de 134 puntos nos ha indicado con toda claridad que ese bloque no constituye una alternativa favorable a los intereses de los pueblos.
No existe la más mínima duda de que es necesario combatir la política de las grandes potencias imperialistas tradicionales: Estados Unidos y sus socios europeos, así como Japón. Es igualmente indudable que los países imperialistas más agresivos son, de lejos, Estados Unidos e Israel, siguiéndolos la Unión Europea, Gran Bretaña, Japón, Australia, Canadá… que aceptan todo lo que hace el gobierno fascista israelí.
Es tal la aversión hacia las políticas de las potencias imperialistas tradicionales, que una parte de la izquierda ha considerado que la política de los BRICS constituye una alternativa prometedora, a pesar de que muchos estén en contra de la invasión rusa de Ucrania, sin dejar de considerar que la OTAN y Washington tienen parte de responsabilidad.
La reciente Cumbre de los BRICS, un grupo de países emergentes compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, ha dejado todo un semillero de interrogantes sobre su capacidad para ofrecer una alternativa al sistema dominado por las grandes potencias tradicionales como Estados Unidos, la Unión Europea o Japón.
Tras el encuentro, celebrado en Kazán el 23 de octubre de 2024, la declaración final de los BRICS incluyó 134 puntos, que en su mayoría no aportaron soluciones que beneficien a los pueblos del mundo.
A pesar de algunas promesas de cambio, el contenido del documento resulta muy revelador porque los BRICS, integrado por países capitalistas con diferentes niveles de represión interna, dejaron nítidamente claro que está muy lejos de poder constituir un modelo realmente diferente al actual sistema económico global.
LOS BRICS Y EL ROL DEL FMI Y EL BANCO MUNDIAL
Uno de los aspectos más llamativos de la declaración final es la aceptación sin críticas de los BRICS del papel del Fondo Monetario Internacional (FMI). Este organismo financiero ha sido ampliamente criticado por imponer políticas que perjudican a los países en desarrollo que necesitan sus préstamos. Sin embargo, en lugar de cuestionar estas prácticas, los BRICS simplemente aceptan que el FMI debe seguir siendo el centro de la “seguridad financiera mundial”. Asimismo, se felicitan por los trabajos en curso para ajustar los derechos de voto del FMI, especialmente con el objetivo de dar mayor representación a los países africanos, que actualmente tienen poca influencia en el organismo.
Tampoco se proponen cambios en el Banco Mundial, otro organismo que ha sido cuestionado por promover políticas neoliberales que suelen favorecer a las grandes potencias en detrimento de las economías más vulnerables. Los BRICS parecen satisfechos con la simple revisión del papel del Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo (BIRD) en los próximos años, pero no exigen ninguna transformación sustancial.
AUSENCIA DE MEDIDAS PARA LA CRISIS ECOLÓGICA
En un momento en que el planeta enfrenta una crisis ecológica sin precedentes, los BRICS no muestran interés en adoptar políticas contundentes para enfrentar el cambio climático. En su declaración, el bloque expresa su satisfacción por los avances en las Cumbres de las Naciones Unidas sobre el Clima (COP) anteriores, como la COP27 celebrada en Egipto y la COP28 en Dubái, donde se estableció un fondo de respuesta a daños y pérdidas. No obstante, no proponen medidas efectivas para reducir las emisiones de carbono ni critican la falta de acción real en las políticas climáticas de las grandes potencias.
Sorprendentemente, los BRICS también respaldan el sistema de mercado de carbono, una estrategia que permite a las empresas pagar por sus emisiones de gases de efecto invernadero en lugar de reducirlas. Esta postura los alinea con las grandes potencias industriales, que frecuentemente promueven este mercado como una “solución” a la crisis climática, pese a que, en realidad, este enfoque suele beneficiar más a las empresas que a los ecosistemas. A través de estas políticas, los BRICS no parecen interesados en buscar soluciones radicales que protejan el medio ambiente.
POSTURA DÉBIL SOBRE LA SITUACIÓN EN ISRAEL Y PALESTINA
Otro punto polémico de la declaración es la postura de los BRICS sobre el conflicto israelí-palestino. Aunque el grupo expresa “preocupación” por la crisis humanitaria en Palestina, evita usar términos contundentes como “genocidio” para describir las acciones de Israel. En su declaración, los BRICS piden un alto el fuego inmediato y la entrada de ayuda humanitaria en Gaza, pero no ofrecen acciones concretas para frenar la violencia. Tampoco mencionan la posibilidad de suspender las relaciones comerciales con Israel, lo cual limita considerablemente su condena. Más aún, países miembros del bloque continúan suministrando recursos como carbón y gas a Israel, permitiéndole sostener sus operaciones militares.
INDIFERENCIA FRENTE A LA INVASIÓN DE UCRANIA
Sobre la invasión de Ucrania por parte de Rusia, los BRICS mantienen una postura ambigua, evitando condenar directamente la intervención rusa. En lugar de eso, mencionan “las posiciones nacionales” de cada miembro y sugieren resolver el conflicto a través del diálogo, una posición que refleja la influencia rusa en el bloque y su deseo de evitar conflictos internos. La ausencia de una postura crítica hacia la OTAN también es llamativa, posiblemente debido a la presencia de Turquía, un país miembro de esta alianza militar, en la cumbre.
APOYO A LAS ALIANZAS PÚBLICO-PRIVADAS Y AL NUEVO BANCO DE DESARROLLO
Los BRICS también reiteran su apoyo a las alianzas público-privadas, una fórmula en la que los gobiernos colaboran con empresas privadas para financiar y ejecutar proyectos de infraestructura. Si bien este modelo puede ayudar a conseguir financiamiento para proyectos grandes, a menudo termina beneficiando a las empresas privadas a costa de los recursos públicos, dejando a las comunidades locales sin beneficios reales.
El bloque respalda también al Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), creado por los BRICS en 2015 para financiar proyectos de infraestructura y desarrollo en los países miembros. Aunque este banco fue fundado con la intención de reducir la dependencia del dólar estadounidense, hasta ahora la mayor parte de sus operaciones financieras se realizan en dólares, lo que limita su impacto como alternativa al sistema monetario global.
LAS TENSIONES INTERNAS EN EL NDB
El funcionamiento del NDB ha sido cuestionado incluso por algunos de sus defensores. Paulo Nogueira Batista, quien fue vicepresidente de esta institución, criticó la gestión del banco por su lentitud en la ejecución de proyectos y su dependencia del dólar. Estas limitaciones reflejan las tensiones internas del banco, que debe mantener su calificación de crédito en los mercados financieros internacionales, especialmente ante las sanciones impuestas a Rusia. Debido a estas presiones, el NDB ha evitado conceder préstamos a Rusia desde 2022, lo que demuestra sus limitaciones para actuar de forma independiente frente al sistema financiero occidental.
LA PROMESA INCUMPLIDA DE UNA MONEDA COMÚN
En cumbres anteriores, los BRICS habían planteado la posibilidad de crear una moneda común para reducir su dependencia del dólar, una iniciativa liderada por Brasil y Rusia. Sin embargo, en la declaración final de esta cumbre, no se menciona ninguna referencia a una moneda común. Esto representa un retroceso en las aspiraciones del bloque y deja en evidencia que, pese a los anuncios, la creación de una moneda propia sigue siendo una promesa lejana.
EL FONDO DE RESERVA EN DIVISAS: UNA PROMESA VACÍA
En 2015, los BRICS propusieron un fondo de reserva en divisas para ayudar a sus miembros en caso de crisis de balanza de pagos, es decir, cuando un país no puede hacer frente a sus pagos internacionales debido a la falta de divisas. Este fondo, conocido como CRA, no ha otorgado ningún crédito desde su creación y ha quedado como una simple formalidad en los documentos del bloque. En lugar de utilizarlo como una alternativa al FMI, los BRICS se limitan a expresar su “decidido apoyo” al mecanismo, sin dar pasos concretos para activarlo. Las declaraciones de Paulo Nogueira al respecto son reveladoras: según él, Washington ya no considera al CRA como una amenaza, porque no ha logrado alcanzar sus objetivos iniciales.
EL ENFOQUE AGRÍCOLA: SIN SOBERANÍA ALIMENTARIA NI APOYO A LOS CAMPESINOS
En el ámbito de la agricultura, los BRICS promueven el “libre comercio”, una política que suele beneficiar a las grandes empresas de agronegocios en detrimento de los campesinos. En lugar de hablar de soberanía alimentaria o agricultura sostenible, los BRICS se centran en mantener las cadenas de suministro globales, una estrategia que favorece a las potencias exportadoras y a las empresas del sector, pero que no ofrece beneficios tangibles para las comunidades locales.
Además, el bloque alaba las zonas económicas especiales, espacios donde las empresas privadas pueden operar con beneficios fiscales y laborales. Estas zonas suelen convertirse en áreas donde los derechos de los trabajadores están limitados, generando beneficios para las grandes corporaciones a costa de los empleados locales.
EN CONCLUSIÓN: UN BLOQUE LEJOS DE LOS INTERESES POPULARES
Aunque los BRICS se presentan como un bloque que desafía a las potencias tradicionales, sus políticas reflejan una alineación con el sistema capitalista global. En lugar de proponer una alternativa real, el grupo parece cómodo con las estrategias de “capitalismo verde” y políticas que benefician a las grandes empresas.
A pesar de su retórica contra los crímenes de Israel, los BRICS mantienen lazos comerciales con este país y evitan adoptar sanciones significativas.
En el ámbito monetario, el bloque tampoco ha logrado avanzar hacia una moneda común ni ha activado el fondo de reservas propuesto.
Este análisis de la cumbre de los BRICS de 2024 revela que, pese a las expectativas de algunos sectores, el bloque sigue operando dentro del marco del capitalismo global y carece de propuestas significativas para cambiar las reglas del juego.
Para los pueblos que buscan una alternativa a la influencia de las grandes potencias, los BRICS parecen ofrecer pocas esperanzas de transformación.
ENLACE AL ARTÍCULO ÍNTEGRO:
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.117