
CANARIAS: DEL "NO A LA OTAN" A LA MILITARIZACIÓN CON DESMOVILIZACIÓN SOCIAL
El Archipiélago convertido en base militar del imperialismo occidental para el Norte de África
Las Islas Canarias se han convertido en una pieza clave en la estrategia militar occidental. Bajo la apariencia de ejercicios de seguridad como los recientes Sirio 2024, el archipiélago se usa cada vez más como plataforma para las intervenciones de la OTAN y los Estados Unidos en África. A pesar de ello, la movilización local en contra es mínima, evidenciando la necesidad de un verdadero movimiento popular que recupere la neutralidad y la paz del archipiélago.
Por EUGENIO FERNÁNDEZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
En estos días, las Islas Canarias son escenario de un despliegue militar con escasos precedentes. Los ejercicios Sirio 2024, un programa que moviliza a más de 1.500 aviadores del Ejército del Aire y del Espacio de España junto con tropas aliadas, incluidas las de la Fuerza Aérea Portuguesa.
Las maniobras, que se extenderán hasta finales de octubre, incluyen operaciones de rescate en combate, ciberdefensa, guerra antibuque y reconocimiento.
Aunque desde las fuerzas armadas españolas se presentan como un ejercicio de seguridad y preparación, estos despliegues se enmarcan en el papel otorgado al Archipiélago canario, como plataforma estratégica del imperialismo occidental en África, especialmente a través de la OTAN y el AFRICOM, el mando de operaciones estadounidense para el continente africano.
"Según el Centro Delàs de Estudios por la Paz, Canarias se encuentra entre las regiones más militarizadas del Estado Español"
De la autonomía al rol de plataforma militar
La reciente historia de Canarias refleja una progresiva y sistemática militarización. Desde que en 1986 la población canaria votara rotundamente contra la pertenencia de España a la OTAN, el archipiélago ha sido transformado en una base militar, ignorando la voluntad popular expresada hace 38 años.
Hoy en día, puertos y aeropuertos canarios son utilizados para dar soporte logístico y operativo a intervenciones militares en el continente africano, como las misiones de Francia en Mali, que se apoyaron en la infraestructura de las islas.
En términos de geopolítica, la ubicación estratégica de Canarias en el Atlántico, cerca del Norte de África y de las rutas hacia Europa, lo convierte en un enclave vital para los intereses de la OTAN y Washington.
No es extraño, pues, que, según el Centro Delàs de Estudios por la Paz, Canarias se encuentre entre las regiones más militarizadas del Estado Español, con más de 744.000 hectáreas dedicadas a maniobras y cerca de 50 kilómetros cuadrados de zonas declaradas de “interés de defensa”.
Despliegue que se suma la presencia de instalaciones como la base aérea de Gando y la base naval de Las Palmas, utilizadas como lanzaderas para operaciones en África.
Un rol creciente en las intervenciones de Estados Unidos y la OTAN
El interés de la OTAN y Estados Unidos en Canarias no es nuevo, pero ha tomado mayor relevancia en el contexto de conflictos como el de Mali y la expansión de operaciones en el Sahel y el Magreb.
En 2019, el entonces líder del Partido Popular, Pablo Casado, se atrevía a proponer abiertamente convertir el archipiélago en la sede del AFRICOM, el mando militar estadounidense para África, hoy radicado en Alemania. Aunque la propuesta fue criticada, reveló una realidad preocupante: el interés creciente de Estados Unidos en Canarias como plataforma avanzada para sus operaciones militares en el continente africano.
Estados Unidos y sus aliados de la OTAN han reforzado esta cooperación con España a través de ejercicios conjuntos en campos de tiro y maniobras en islas como Fuerteventura, bajo el pretexto de “responder a posibles amenazas” en África.
Estas maniobras apuntan a una expansión militar en la región, donde Canarias se convierte en un puente logístico y militar para las operaciones de Occidente. Enfoque estratégico que también convierte al archipiélago en un objetivo bélico potencial en caso de conflicto.
La contradicción entre el "paraíso turístico" y la realidad militarizada
Mientras las autoridades y las campañas turísticas promueven la imagen de Canarias como un paraíso vacacional, el Archpiélago ocupa el quinto lugar en el Estado español en cuanto a presencia militar, solo por detrás de Madrid, Andalucía, Aragón y Castilla y León.
La presencia de fuerzas militares y el rol de las islas en ejercicios y maniobras contrastan con la imagen idílica que se proyecta hacia el exterior.
La militarización genera también otros efectos secundarios, como el deterioro de ciertas áreas naturales que han sido destinadas a campos de tiro y entrenamiento.
Este proceso de militarización, al servicio de intereses geopolíticos externos, refuerza una dependencia que Canarias ha intentado sacudirse en varias ocasiones a través de demandas de autodeterminación.
Una respuesta local insuficiente: el desafío de construir un movimiento de paz
Uno de las razones que permite explicar estasituación es la aparente pasividad de las organizaciones políticas y sociales de la izquierda en el Archipiélago.
A pesar de la creciente militarización y el rol de las islas en las intervenciones occidentales, estas organizaciones se han mostrado incapaces de articular un movimiento por la Paz efectivo y una resistencia organizada que se oponga a una dinámica que pone en peligro a toda la población de las Islas. En los últimos años no se ha articulado una estrategia de concienciación que movilice a la ciudadanía contra la ocupación militar y el uso de sus territorios como plataforma bélica.
Ello pone de manifiesto un vacío en el tejido organizativo: aunque algunos grupos y movimientos de izquierda realizan manifestaciones puntuales, la falta de una respuesta coordinada y la incapacidad para incorporar a sectores imporantes de la sociedad a un proyecto antimilitarista impiden sustentar el justo reclamo que estas mismas organizaciones realizan de un Estatuto de Neutralidad para el Archipiélago. Esta propuesta de neutralidad, que ha sido discutida en varias ocasiones, aparece como una alternativa necesaria frente al uso militar de las islas, pero su implementación requiere un esfuerzo masivo de concienciación y organización popular que, a día de hoy, continúa sin realizarse.
La urgencia de un movimiento por la paz en Canarias
Parece urgente, pues, que los colectivos de izquierda y pacifistas vayan más allá del recuerdo simbólico del “No a la OTAN” de 1986, para empezar a construir un movimiento por la paz que responda a la realidad actual.
En un contexto mundial marcado por el militarismo y la confrontación entre potencias imperialistas por el control de los recursos en África, es más crucial que nunca que los movimientos sociales en Canarias activen una estrategia de resistencia que reclama la desmilitarización del Archipiélago.
La creación de este movimiento, que defienda un estatuto de neutralidad es un paso posible y necesario, que dotaría a la población de una herramienta política con la cual confrontar las políticas de militaristas impuestas por intereses espurios al pueblo canario, que están convirtiendo a Canarias en una plataforma para la guerra y la recolonización.
Por EUGENIO FERNÁNDEZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
En estos días, las Islas Canarias son escenario de un despliegue militar con escasos precedentes. Los ejercicios Sirio 2024, un programa que moviliza a más de 1.500 aviadores del Ejército del Aire y del Espacio de España junto con tropas aliadas, incluidas las de la Fuerza Aérea Portuguesa.
Las maniobras, que se extenderán hasta finales de octubre, incluyen operaciones de rescate en combate, ciberdefensa, guerra antibuque y reconocimiento.
Aunque desde las fuerzas armadas españolas se presentan como un ejercicio de seguridad y preparación, estos despliegues se enmarcan en el papel otorgado al Archipiélago canario, como plataforma estratégica del imperialismo occidental en África, especialmente a través de la OTAN y el AFRICOM, el mando de operaciones estadounidense para el continente africano.
"Según el Centro Delàs de Estudios por la Paz, Canarias se encuentra entre las regiones más militarizadas del Estado Español"
De la autonomía al rol de plataforma militar
La reciente historia de Canarias refleja una progresiva y sistemática militarización. Desde que en 1986 la población canaria votara rotundamente contra la pertenencia de España a la OTAN, el archipiélago ha sido transformado en una base militar, ignorando la voluntad popular expresada hace 38 años.
Hoy en día, puertos y aeropuertos canarios son utilizados para dar soporte logístico y operativo a intervenciones militares en el continente africano, como las misiones de Francia en Mali, que se apoyaron en la infraestructura de las islas.
En términos de geopolítica, la ubicación estratégica de Canarias en el Atlántico, cerca del Norte de África y de las rutas hacia Europa, lo convierte en un enclave vital para los intereses de la OTAN y Washington.
No es extraño, pues, que, según el Centro Delàs de Estudios por la Paz, Canarias se encuentre entre las regiones más militarizadas del Estado Español, con más de 744.000 hectáreas dedicadas a maniobras y cerca de 50 kilómetros cuadrados de zonas declaradas de “interés de defensa”.
Despliegue que se suma la presencia de instalaciones como la base aérea de Gando y la base naval de Las Palmas, utilizadas como lanzaderas para operaciones en África.
Un rol creciente en las intervenciones de Estados Unidos y la OTAN
El interés de la OTAN y Estados Unidos en Canarias no es nuevo, pero ha tomado mayor relevancia en el contexto de conflictos como el de Mali y la expansión de operaciones en el Sahel y el Magreb.
En 2019, el entonces líder del Partido Popular, Pablo Casado, se atrevía a proponer abiertamente convertir el archipiélago en la sede del AFRICOM, el mando militar estadounidense para África, hoy radicado en Alemania. Aunque la propuesta fue criticada, reveló una realidad preocupante: el interés creciente de Estados Unidos en Canarias como plataforma avanzada para sus operaciones militares en el continente africano.
Estados Unidos y sus aliados de la OTAN han reforzado esta cooperación con España a través de ejercicios conjuntos en campos de tiro y maniobras en islas como Fuerteventura, bajo el pretexto de “responder a posibles amenazas” en África.
Estas maniobras apuntan a una expansión militar en la región, donde Canarias se convierte en un puente logístico y militar para las operaciones de Occidente. Enfoque estratégico que también convierte al archipiélago en un objetivo bélico potencial en caso de conflicto.
La contradicción entre el "paraíso turístico" y la realidad militarizada
Mientras las autoridades y las campañas turísticas promueven la imagen de Canarias como un paraíso vacacional, el Archpiélago ocupa el quinto lugar en el Estado español en cuanto a presencia militar, solo por detrás de Madrid, Andalucía, Aragón y Castilla y León.
La presencia de fuerzas militares y el rol de las islas en ejercicios y maniobras contrastan con la imagen idílica que se proyecta hacia el exterior.
La militarización genera también otros efectos secundarios, como el deterioro de ciertas áreas naturales que han sido destinadas a campos de tiro y entrenamiento.
Este proceso de militarización, al servicio de intereses geopolíticos externos, refuerza una dependencia que Canarias ha intentado sacudirse en varias ocasiones a través de demandas de autodeterminación.
Una respuesta local insuficiente: el desafío de construir un movimiento de paz
Uno de las razones que permite explicar estasituación es la aparente pasividad de las organizaciones políticas y sociales de la izquierda en el Archipiélago.
A pesar de la creciente militarización y el rol de las islas en las intervenciones occidentales, estas organizaciones se han mostrado incapaces de articular un movimiento por la Paz efectivo y una resistencia organizada que se oponga a una dinámica que pone en peligro a toda la población de las Islas. En los últimos años no se ha articulado una estrategia de concienciación que movilice a la ciudadanía contra la ocupación militar y el uso de sus territorios como plataforma bélica.
Ello pone de manifiesto un vacío en el tejido organizativo: aunque algunos grupos y movimientos de izquierda realizan manifestaciones puntuales, la falta de una respuesta coordinada y la incapacidad para incorporar a sectores imporantes de la sociedad a un proyecto antimilitarista impiden sustentar el justo reclamo que estas mismas organizaciones realizan de un Estatuto de Neutralidad para el Archipiélago. Esta propuesta de neutralidad, que ha sido discutida en varias ocasiones, aparece como una alternativa necesaria frente al uso militar de las islas, pero su implementación requiere un esfuerzo masivo de concienciación y organización popular que, a día de hoy, continúa sin realizarse.
La urgencia de un movimiento por la paz en Canarias
Parece urgente, pues, que los colectivos de izquierda y pacifistas vayan más allá del recuerdo simbólico del “No a la OTAN” de 1986, para empezar a construir un movimiento por la paz que responda a la realidad actual.
En un contexto mundial marcado por el militarismo y la confrontación entre potencias imperialistas por el control de los recursos en África, es más crucial que nunca que los movimientos sociales en Canarias activen una estrategia de resistencia que reclama la desmilitarización del Archipiélago.
La creación de este movimiento, que defienda un estatuto de neutralidad es un paso posible y necesario, que dotaría a la población de una herramienta política con la cual confrontar las políticas de militaristas impuestas por intereses espurios al pueblo canario, que están convirtiendo a Canarias en una plataforma para la guerra y la recolonización.
Chorche | Viernes, 01 de Noviembre de 2024 a las 13:11:34 horas
..."para responder a posibles amenazas"...
Cuando son ellos la gran amenaza, genocidas, destructores, saqueadores..
En 1986 nos opusimos a formar parte del ejército terrorista del capital, la OTAN, pero posteriormente la dictadura del capital se ha hecho el amo del mundo. Las últimas generaciones no han conocido otra cosa, creen que es lo lógico, lo normal, el sistema los ha formado en sus "valores". Ya no hay ideales ni luchas por causas justas. Sólo faltaban las redes sociales para distraer más de lo que importa, para alienar más.
Si no sabemos reaccionar ante tantos peligros e injusticias, me temo que van a ser los acontecimientos nada halagüeños que se nos vienen encima que nos van a despabilar de mala manera.
Hay colectivos Antimilitarista como Tortuga, Mambrú, me alegraría mucho que consiguierais formar otro en Canarias y que creciera.
Un bien para el mundo.
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