Lunes, 08 de Septiembre de 2025

Actualizada

Lunes, 08 de Septiembre de 2025 a las 18:01:33 horas

Domingo, 29 de Septiembre de 2024 Tiempo de lectura:

LA ESPAÑOLIZACIÓN DE CANARIAS A MANOS DE LA FALANGE: UN PROCESO DE REPRESIÓN CULTURAL

Las Islas Canarias y el "hecho diferencial"

  Durante la dictadura franquista, las Islas Canarias fueron objeto de un proceso minucioso de españolización, dirigido por la Falange Española. Este esfuerzo fue mucho más que una simple adaptación política. Implicó la transformación de costumbres (...).

 

Por ERNESTO GUTIÉRREZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-

 

  Durante la dictadura franquista, las Islas Canarias fueron objeto de un proceso minucioso de españolización, dirigido por la Falange Española.  Este esfuerzo fue mucho más que una simple adaptación política. Implicó la transformación de costumbres, la modificación de nombres y una reconfiguración profunda de la vida social canaria, con el objetivo de desvincular al archipiélago de sus lazos históricos con potencias extranjeras, en particular el Reino Unido. Para el régimen franquista, Canarias era una región estratégicamente importante que necesitaba ser nacionalizada en todos los sentidos, eliminando cualquier vestigio de extranjerismo que pudiera poner en peligro la "unidad de España".



Las Islas Canarias y el "hecho diferencial"

 

  Antes de la Guerra Civil, las Islas Canarias mantenían una estrecha relación comercial con el extranjero, especialmente con Gran Bretaña. Este vínculo no solo afectaba a la economía isleña, sino también a su cultura y costumbres. Las élites canarias, en particular, mantenían una estrecha conexión con el Reino Unido, lo que influyó en los hábitos sociales y las tradiciones de la región.

 

  El "hecho diferencial canario", una expresión utilizada para describir las particularidades de la economía y la sociedad canaria, fue percibido como un serio obstáculo para el régimen de Franco. La burguesía isleña, con sus gustos extranjerizantes, era vista por los falangistas como un símbolo de decadencia y falta de compromiso con la nación española. Este "hecho diferencial" se convirtió en uno de los principales blancos del proceso de españolización.

 

 

Cambios en los cines: Del Hollywood al Avenida

  Un claro ejemplo de este intento de erradicar la influencia extranjera se puede ver en el Cine Hollywood, ubicado en Las Palmas de Gran Canaria. Este cine, inaugurado en 1931, representaba la fuerte conexión de las Islas con la cultura anglosajona. Sin embargo, tras el ascenso del franquismo, el nombre del cine fue cambiado a Cine Avenida, como parte de un esfuerzo más amplio para eliminar las referencias extranjeras de los espacios públicos. La decisión de cambiar nombres como "Hollywood" fue simbólica: se trataba de borrar la presencia cultural del enemigo externo y reafirmar una identidad nacionalista.

 

  Este fenómeno no fue único del Cine Hollywood. En todo el archipiélago, numerosos cines, bares y calles fueron rebautizados para que encajaran con los valores del régimen franquista.

 

Militarización de la Sociedad Canaria

 

   El control cultural no fue la única estrategia utilizada por la Falange para españolizar Canarias. La militarización de la sociedad fue un eje central del régimen franquista, que se reflejó en la vida diaria de los canarios. A través de organizaciones como el Frente de Juventudes y la Sección Femenina, la Falange intentó inculcar los valores del nacionalismo español en la población joven. Los campamentos juveniles y las marchas militares eran parte de un programa más amplio para disciplinar y adoctrinar a la juventud canaria en los valores del régimen.

  

   Un episodio interesante de esta militarización ocurrió en un campamento juvenil en La Palma en la década de 1940. Un grupo de jóvenes, descontentos con los duros ejercicios militares que se les imponían, fingieron desmayarse durante un desfile para evitar participar. Sin embargo, uno de ellos fue sorprendido bebiendo agua a escondidas, revelando la farsa. Estas pequeñas rebeliones eran frecuentes, ya que muchos jóvenes canarios resistían pasivamente las imposiciones de la Falange.

 

   A pesar de los esfuerzos del régimen franquista, la influencia extranjera no desapareció por completo de Canarias. El comercio exterior, aunque limitado, continuó desempeñando un papel vital en la economía isleña. El Puerto de la Luz, en Las Palmas de Gran Canaria, siguió siendo un punto de conexión clave entre las islas y el resto del mundo, con empresas extranjeras como Fyffes, que controlaba el comercio del plátano, desempeñando un papel importante en la vida económica local.

 

   La burguesía canaria, aunque duramente criticada por los falangistas, también resistió las presiones del régimen. Las familias de élite continuaron enviando a sus hijos a estudiar al extranjero, y mantuvieron sus conexiones con Gran Bretaña y otras potencias, a pesar de los intentos del régimen de centralizar la educación y eliminar las influencias extranjeras.

 

  Una anécdota interesante es la crítica pública que un gobernador civil de Las Palmas dirigió a varias familias canarias por seguir enviando a sus hijos a estudiar a Londres en lugar de matricularlos en universidades españolas. Este tipo de actitudes reflejaba la resistencia de las élites locales a las políticas autárquicas del régimen y su deseo de seguir conectadas con el mundo exterior.

 

  Pero proceso de españolización no solo afectó a las élites. La sociedad canaria en su conjunto tuvo que adaptarse a las nuevas normas impuestas por el franquismo.

 

  Las costumbres locales que se consideraban demasiado liberales o extranjerizantes fueron reprimidas, y en su lugar se promovieron tradiciones y festividades que exaltaban los valores del nacionalismo español. La vida cotidiana en las Islas cambió radicalmente, pero a pesar de ello, los canarios encontraron formas de resistir y adaptarse.

 

Un Legado de Resistencia y Adaptación

 

   A lo largo de los años, la españolización de Canarias dejó una huella profunda en la cultura y la sociedad isleña. La represión de costumbres extranjeras, el control cultural y la militarización de la vida pública marcaron la historia del Archipiélago, pero también generaron una resistencia que persistió hasta el final del régimen franquista.

 

   Hoy en día, muchos de los nombres de calles, cines y otros espacios públicos que fueron cambiados durante la dictadura han sido restaurados o eliminados como parte de unas insuficientes  leyes de memoria histórica.

 

    El legado de este proceso sigue vivo en la memoria colectiva de Canarias, donde la historia de la españolización franquista se entrelaza con la resistencia cultural y el deseo de mantener una identidad propia en un contexto represivo.

 

 
 
 
 
 
 
Comentarios Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.98

Todavía no hay comentarios

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.