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Domingo, 29 de Septiembre de 2024 Tiempo de lectura:

CANARIAS VUELVE A MOVILIZARSE CONTRA EL INSOSTENIBLE TURISMO MASIVO

El próximo 20 de octubre

Las Islas Canarias se enfrentan a una encrucijada: seguir apostando por un modelo turístico masivo o replantear su desarrollo económico en términos de sostenibilidad. El próximo 20 de octubre, miles de canarios volverán a las calles para exigir cambios radicales en la gestión turística y urbanística del archipiélago. El grito es claro: preservar el medio ambiente y la calidad de vida de los residentes frente al "turismo depredador".

 

Por A. RAMÍREZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-

 

   En el último año, las Islas Canarias han sido escenario de multitudinarias protestas convocadas por colectivos sociales y ecologistas que denuncian los creciente prejuicios generados por el modelo turístico de masas que caracteriza la economía del Archipiélago. Estas manifestaciones responden a lo que consideran un sistema “depredador” que está erosionando tanto los recursos naturales como la calidad de vida de los canarios. La próxima movilización, prevista para el 20 de octubre, sigue el rastro de las protestas del 20 de abril, que marcaron un hito en la defensa de un desarrollo más sostenible en la región.

 

El origen del movimiento

 

   El 20 de abril de 2024 fue una fecha significativa para los movimientos sociales de Canarias. Miles de personas se unieron para protestar contra lo que perciben como una sobreexplotación turística del archipiélago, reclamando medidas urgentes por parte del Gobierno regional y local. La protesta, conocida como "20A", surgió en respuesta a la insostenible presión que la industria turística ejerce sobre las islas. En abril, las demandas de los manifestantes fueron ignoradas por las autoridades, lo que exacerbó la frustración y llevó a una nueva convocatoria masiva para este 20 de octubre​.

 

   La principal queja radica en el crecimiento desmesurado del turismo, que ha llevado a la construcción de infraestructuras sin una adecuada planificación, generando una carga insostenible para el entorno natural y para la vida de los habitantes. La movilización tiene como objetivo visibilizar las consecuencias de un modelo que prioriza el beneficio económico inmediato, a expensas de la sostenibilidad a largo plazo y del bienestar social​.

 

 

Los problemas del modelo turístico en Canarias

 

   Los críticos del modelo turístico actual señalan una serie de problemas derivados de la masificación turística. En primer lugar, la falta de regulación en sectores clave, como el alquiler vacacional, ha elevado significativamente los precios de la vivienda, obligando a muchos residentes a abandonar sus hogares​.

 

   El turismo masivo ha generado una especulación inmobiliaria sin precedentes, que no solo expulsa a los canarios de sus viviendas, sino que transforma las zonas residenciales en entornos exclusivos para turistas.

 

  Además, la precariedad laboral en el sector turístico es otro punto central de las protestas. A pesar del aumento de ingresos por la llegada de turistas, los salarios de los trabajadores, especialmente en sectores como la hostelería, siguen siendo de los más bajos de España​.

 

  Las camareras de piso, conocidas como "Las Kellys", han sido especialmente vocales en su denuncia de las condiciones de explotación en las que se encuentran, reclamando salarios dignos y mejores condiciones laborales​.

  

  El impacto ambiental también es devastador. Proyectos como la urbanización de Cuna del Alma en Tenerife, el polémico Circuito del Motor o el hotel en La Tejita han sido calificados como ilegales por colectivos ecologistas, que denuncian la complicidad de las autoridades en la degradación del territorio​.

 

  Estos proyectos, además de destruir espacios naturales protegidos, son símbolo de un modelo económico que, según los activistas, está basado en el desarrollismo franquista, donde “más turismo” equivale a “más progreso”, ignorando las consecuencias sociales y ambientales de este crecimiento descontrolado​.

 

La respuesta del Gobierno

 

  El Gobierno canario ha intentado apaciguar las demandas populares con promesas de reformas, pero los hechos muestran una desconexión con la realidad. Cinco meses después del 20A, las políticas propuestas por los manifestantes han sido desestimadas en su mayoría. Las instituciones han continuado otorgando licencias para la construcción de nuevos hoteles, reactivando proyectos largamente criticados por su impacto ambiental​.

 

  Además, las autoridades han cerrado la puerta a la posibilidad de imponer una ecotasa turística, medida que ha funcionado en otras regiones como Cataluña y Baleares para controlar el impacto del turismo y financiar la conservación de los recursos naturales​.

 

  Uno de los temas más controvertidos es la Ley de Alquiler Vacacional, cuyo borrador ha recibido más de 3.000 alegaciones. A pesar de las críticas, el Gobierno ha rechazado una moratoria que podría haber frenado la proliferación descontrolada de viviendas vacacionales, que hoy en día ya representan más de un tercio de la oferta alojativa en el archipiélago​.

 

  En términos generales, el turismo masivo no solo perpetúa la explotación de los trabajadores, sino que también convierte el territorio en una mercancía, destinada a generar beneficios para grandes capitales, mientras que los residentes locales ven cómo sus condiciones de vida empeoran.

 

  La gentrificación impulsada por el auge del alquiler vacacional, la especulación inmobiliaria y la precariedad laboral son, en última instancia, consecuencias de un modelo capitalista que prioriza la acumulación de riqueza en manos de unos pocos a costa del bienestar de la mayoría. Los trabajadores del sector turístico, que en su mayoría enfrentan condiciones de trabajo indignas, representan la clase trabajadora oprimida, mientras que los grandes promotores inmobiliarios y hoteleros simbolizan a la clase capitalista que se beneficia del sistema.

 

  Asimismo, el impacto ambiental de estos proyectos no puede desvincularse de la lógica capitalista de extracción continua de recursos para maximizar ganancias. La sobreexplotación del territorio canario y la falta de medidas para proteger los ecosistemas responden a una política económica basada en el extractivismo y la acumulación, donde el medio ambiente es tratado como un recurso a explotar, sin consideración por su conservación.

 

Hacia un turismo sostenible

 

  El movimiento que se moviliza nuevamente este 20 de octubre en Canarias exige un replanteamiento completo del modelo turístico. Las propuestas van desde la implementación de una ecotasa, hasta una moratoria para la construcción de nuevas infraestructuras turísticas y la regulación estricta del alquiler vacacional​

 

  Estos cambios buscan no solo proteger el medio ambiente, sino también garantizar que el turismo beneficie a la población local, mejorando las condiciones laborales y garantizando el acceso a la vivienda.

 

   Los manifestantes abogan por un modelo que priorice la calidad de vida de los canarios, que respete los límites ecológicos de las islas y que fomente un turismo más sostenible, basado en el respeto por la naturaleza y la justicia social​.

 
 
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