LA INDIGNIDAD DE MARLASKA: IMPONE INTÉRPRETES MARROQUÍES A LOS SAHARAUIS SOLICITANTES DE ASILO
Del País Vasco al Sáhara: la impunidad de las torturas continúa
El Ministerio del Interior, liderado por Fernando Grande-Marlaska, impone traductores marroquíes a los solicitantes de asilo saharauis, exponiéndolos a nuevas vulneraciones de derechos humanos. Esta práctica se suma a la sistemática negación de protección a un pueblo que sufre la represión constante del régimen marroquí en los territorios ocupados del Sáhara Occidental.
Por ARTURO INGLOTT PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
El Ministerio del Interior, liderado por Fernando Grande-Marlaska, vuelve a estar en el centro de la polémica debido a su indigno tratamiento de los solicitantes de asilo saharauis. A pesar de que las directivas comunitarias advierten a los Estados miembros de no revelar información sobre las solicitudes de protección internacional a los presuntos agentes de persecución, como Marruecos, el gobierno español incumple sistemáticamente esta normativa.
El Ministerio del Interior español, encabezado por Fernando Grande-Marlaska, ha sido denunciado por imponer a traductores marroquíes para los solicitantes de asilo saharauis.
Práctica que constituye un grave conflicto de intereses, ya que los traductores, provenientes del país que persigue y oprime al pueblo saharaui, participan en las entrevistas cruciales donde las víctimas relatan los abusos sufridos en su tierra natal.
Esto no solo impide que las traducciones puedan considerarse fidedignas, sino que además viola las citadas directrices europeas.
Los saharauis, que viven bajo una opresión sistemática por parte del régimen marroquí en el Sáhara Occidental, llegan a España huyendo de torturas, persecuciones y una represión constante. Sin embargo, al llegar, se encuentran con esta nueva forma de vulnerabilidad.
El ministro Grande-Marlaska facilita a los traductores marroquíes la posibilidad de distorsionar las declaraciones de los solicitantes de asilo o, peor aún, de filtrar la información a las autoridades de Marruecos, exponiendo a los solicitantes a las peores represalias una vez son deportados
Las repetidas advertencias contra esta práctica efectuadas por el Defensor del Pueblo tampoco han impedido que Grande-Marlaska siga imponiendo traductores marroquíes en los procesos de asilo de solicitantes saharauis.
El propio Defensor del Pueblo subrayó la importancia de evitar que los saharauis tengan que declarar ante intérpretes provenientes del mismo régimen que los persigue.
Pese a todo el Ministerio del Interior ha continuado utilizando traductores marroquíes, lo que ya ha derivado en tergiversaciones en las declaraciones de los solicitantes. Estas traducciones erróneas han sido un factor clave en la denegación de varias solicitudes de asilo. Abogados que defienden a los saharauis han documentado casos en los que las declaraciones traducidas no correspondían con lo que realmente había dicho el solicitante,.
Interior ha rechazado todas las recomendaciones sin ofrecer explicaciones claras sobre las razones detrás de esta decisión, que vulnera directamente la confidencialidad y seguridad de los solicitantes, tal como señala la normativa europea.
Un sistema roto: negación sistemática del asilo a los saharauis
Pero la imposición de traductores marroquíes es solo una parte del problema. El gobierno español, bajo la administración de Grande-Marlaska, ha adoptado una postura de rechazo casi automático a las solicitudes de asilo de los saharauis. A pesar de las pruebas contundentes que demuestran los abusos sufridos en los territorios ocupados, el Estado español sigue negando la mayoría de las peticiones de asilo. España tiene una de las tasas más bajas de reconocimiento de protección internacional en Europa, con solo un 12% de las solicitudes aceptadas en 2023.
El caso de Hussein Bachir, deportado a Marruecos a pesar de haber manifestado su temor a la persecución, es un ejemplo estremecedor de las consecuencias de estas políticas. Bachir fue devuelto a Marruecos, donde ahora cumple una condena de 12 años en condiciones infrahumanas.
Estos casos reflejan la complicidad del gobierno español con el régimen marroquí, que utiliza estas deportaciones para seguir oprimiendo a quienes luchan por la autodeterminación del Sáhara Occidental.
El historial de Marlaska con las torturas: una continuidad preocupante
No es esta, en cualquier caso, la primera ocasión en la que Fernando Grande-Marlaska se enfrenta a acusaciones de complicidad con la violación de derechos humanos.
Durante su tiempo como juez en el País Vasco, fue acusado en varias ocasiones de no investigar adecuadamente las denuncias de tortura presentadas por los detenidos. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha condenado a España en múltiples ocasiones por no investigar estas denuncias, siendo Marlaska el juez responsable en al menos siete casos.
Bajo su mandato en el Ministerio del Interior, la indiferencia hacia los abusos ha continuado. La imposición de traductores marroquíes y la sistemática negación de asilo a los saharauis no son solo decisiones administrativas, sino actos de complicidad activa con la ocupación y represión marroquí.
Amnistía Internacional ha instado repetidamente al gobierno español a corregir estas prácticas, sin que hasta la fecha haya habido cambios significativos.
La deuda histórica de España con el pueblo saharaui
España, como antigua potencia colonial del Sáhara Occidental, tiene una responsabilidad histórica que ha evadido desde la firma de los Acuerdos de Madrid en 1975. En lugar de cumplir con sus obligaciones internacionales y organizar un referéndum de autodeterminación para el pueblo saharaui, España entregó el territorio a Marruecos y Mauritania, permitiendo que la ocupación marroquí continúe hasta hoy. Lejos de rectificar esta traición histórica, el actual gobierno ha profundizado su alineación con los intereses de la dictadura alauita.
Fuentes utilizadas:
Por ARTURO INGLOTT PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
El Ministerio del Interior, liderado por Fernando Grande-Marlaska, vuelve a estar en el centro de la polémica debido a su indigno tratamiento de los solicitantes de asilo saharauis. A pesar de que las directivas comunitarias advierten a los Estados miembros de no revelar información sobre las solicitudes de protección internacional a los presuntos agentes de persecución, como Marruecos, el gobierno español incumple sistemáticamente esta normativa.
El Ministerio del Interior español, encabezado por Fernando Grande-Marlaska, ha sido denunciado por imponer a traductores marroquíes para los solicitantes de asilo saharauis.
Práctica que constituye un grave conflicto de intereses, ya que los traductores, provenientes del país que persigue y oprime al pueblo saharaui, participan en las entrevistas cruciales donde las víctimas relatan los abusos sufridos en su tierra natal.
Esto no solo impide que las traducciones puedan considerarse fidedignas, sino que además viola las citadas directrices europeas.
Los saharauis, que viven bajo una opresión sistemática por parte del régimen marroquí en el Sáhara Occidental, llegan a España huyendo de torturas, persecuciones y una represión constante. Sin embargo, al llegar, se encuentran con esta nueva forma de vulnerabilidad.
El ministro Grande-Marlaska facilita a los traductores marroquíes la posibilidad de distorsionar las declaraciones de los solicitantes de asilo o, peor aún, de filtrar la información a las autoridades de Marruecos, exponiendo a los solicitantes a las peores represalias una vez son deportados
Las repetidas advertencias contra esta práctica efectuadas por el Defensor del Pueblo tampoco han impedido que Grande-Marlaska siga imponiendo traductores marroquíes en los procesos de asilo de solicitantes saharauis.
El propio Defensor del Pueblo subrayó la importancia de evitar que los saharauis tengan que declarar ante intérpretes provenientes del mismo régimen que los persigue.
Pese a todo el Ministerio del Interior ha continuado utilizando traductores marroquíes, lo que ya ha derivado en tergiversaciones en las declaraciones de los solicitantes. Estas traducciones erróneas han sido un factor clave en la denegación de varias solicitudes de asilo. Abogados que defienden a los saharauis han documentado casos en los que las declaraciones traducidas no correspondían con lo que realmente había dicho el solicitante,.
Interior ha rechazado todas las recomendaciones sin ofrecer explicaciones claras sobre las razones detrás de esta decisión, que vulnera directamente la confidencialidad y seguridad de los solicitantes, tal como señala la normativa europea.
Un sistema roto: negación sistemática del asilo a los saharauis
Pero la imposición de traductores marroquíes es solo una parte del problema. El gobierno español, bajo la administración de Grande-Marlaska, ha adoptado una postura de rechazo casi automático a las solicitudes de asilo de los saharauis. A pesar de las pruebas contundentes que demuestran los abusos sufridos en los territorios ocupados, el Estado español sigue negando la mayoría de las peticiones de asilo. España tiene una de las tasas más bajas de reconocimiento de protección internacional en Europa, con solo un 12% de las solicitudes aceptadas en 2023.
El caso de Hussein Bachir, deportado a Marruecos a pesar de haber manifestado su temor a la persecución, es un ejemplo estremecedor de las consecuencias de estas políticas. Bachir fue devuelto a Marruecos, donde ahora cumple una condena de 12 años en condiciones infrahumanas.
Estos casos reflejan la complicidad del gobierno español con el régimen marroquí, que utiliza estas deportaciones para seguir oprimiendo a quienes luchan por la autodeterminación del Sáhara Occidental.
El historial de Marlaska con las torturas: una continuidad preocupante
No es esta, en cualquier caso, la primera ocasión en la que Fernando Grande-Marlaska se enfrenta a acusaciones de complicidad con la violación de derechos humanos.
Durante su tiempo como juez en el País Vasco, fue acusado en varias ocasiones de no investigar adecuadamente las denuncias de tortura presentadas por los detenidos. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha condenado a España en múltiples ocasiones por no investigar estas denuncias, siendo Marlaska el juez responsable en al menos siete casos.
Bajo su mandato en el Ministerio del Interior, la indiferencia hacia los abusos ha continuado. La imposición de traductores marroquíes y la sistemática negación de asilo a los saharauis no son solo decisiones administrativas, sino actos de complicidad activa con la ocupación y represión marroquí.
Amnistía Internacional ha instado repetidamente al gobierno español a corregir estas prácticas, sin que hasta la fecha haya habido cambios significativos.
La deuda histórica de España con el pueblo saharaui
España, como antigua potencia colonial del Sáhara Occidental, tiene una responsabilidad histórica que ha evadido desde la firma de los Acuerdos de Madrid en 1975. En lugar de cumplir con sus obligaciones internacionales y organizar un referéndum de autodeterminación para el pueblo saharaui, España entregó el territorio a Marruecos y Mauritania, permitiendo que la ocupación marroquí continúe hasta hoy. Lejos de rectificar esta traición histórica, el actual gobierno ha profundizado su alineación con los intereses de la dictadura alauita.
Fuentes utilizadas:






























Amelia | Viernes, 13 de Septiembre de 2024 a las 02:00:54 horas
Lo que faltaba ya, humillación total al pueblo saharaui, sin comerlo ni beberlo, como es posible esto, yo me pregunto que tiene Sánchez con Marruecos, que se ha bajado los calzones hasta el tobillo con el rey de Marruecos, cada cual que saque sus propias conclusiones, este asesino de rey, colabora con el sionismo, así es, están al lado de Canarias, la información está ahí, de hecho los soldados marroquíes hacen maniobras conjuntas con los sionistas, es tremendo esto de verdad, viva la lucha del pueblo saharaui.
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