LÓPEZ AGUILAR LIDERA EL GIRO PRO-MARROQUÍ: EL PSOE "ROMPE" CON LA SOCIALDEMOCRACIA EUROPEA PARA PROTEGER A RABAT
El diputado López Aguilar, en la primera fila del apoyo a Rabat, rompe con la mayoría socialdemócrata europea, y no sabemos a cambio de qué
Un reglamento que favorece a Marruecos, una votación decidida por un solo voto y un PSOE dispuesto a romper con Europa para apoyar a Rabat. López Aguilar, eurodiputado canario, fue uno de los rostros más visibles de una decisión que deja indefensa a Canarias, traiciona al pueblo saharaui y legitima un expolio denunciado por la justicia europea.
POR CARLOS SERNA PARA CANARIAS SEMANAL,ORG
El Parlamento Europeo votó un reglamento que permite etiquetar como “marroquíes” los productos agrícolas ![[Img #88272]](https://canarias-semanal.org/upload/images/12_2025/4905_639_carlos-serna.jpg)
procedentes del Sáhara Occidental, un territorio que legalmente no pertenece a Marruecos, sino que la ONU considera pendiente de descolonización. El Tribunal de Justicia de la UE ya ha sentenciado que los acuerdos comerciales de Marruecos no pueden incluir al Sáhara sin consentimiento saharaui, pero Bruselas impulsó una norma diseñada para sortear la legalidad internacional y normalizar el expolio.
La votación era clave: si el reglamento se rechazaba, Marruecos perdía la cobertura que buscaba. Si se aprobaba, el expolio quedaba bendecido desde Europa.
EL PSOE ROMPE LAS FILAS SOCIALDEMÓCRATAS… Y SE PONE DEL LADO DE RABAT
Mientras la mayoría de socialdemócratas europeos votaron en contra, defendiendo la legalidad internacional, los eurodiputados del PSOE hicieron exactamente lo contrario. Nueve de ellos se alinearon con la maniobra favorable a Marruecos. Y no lo hicieron de forma tímida o dudosa: lo hicieron rompiendo públicamente con su propio grupo político.
Entre quienes lideraron este gesto destacó de forma muy visible el diputado Juan Fernando López Aguilar, cuya trayectoria y peso en Bruselas otorgan una significación especial a su voto.
El eurodiputado canario no solo votó a favor del reglamento. También actuó como uno de los defensores más reconocibles e histéricos de la línea oficial implantada en el PSOE. Su actitud fue de respaldo explícito, disciplinado, drástico y sin ningun tipo de matices, incluso cuando ello significaba enfrentarse al criterio de la familia socialdemócrata europea a la que tanto blasonan de pertenecer, y posicionarse del lado de la Monarquía corrupta marroquí.
El PSOE justificó su voto diciendo que “los 27” ya habían acordado la propuesta en el Consejo. Esa explicación es tan paupérrima como reveladora: si los gobiernos europeos se equivocan, el PSOE prefiere equivocarse con ellos antes que corregir el rumbo.
UNA VOTACIÓN DECIDIDA POR UN VOTO… Y DECIDIDA POR EL PSOE
La importancia del voto socialista es todavía mayor si se entiende lo que ocurrió en el pleno. El reglamento salió adelante por un solo voto. Uno.
Si el PSOE hubiera votado como la mayoría socialdemócrata, la maniobra habría decaído.
Si una eurodiputada de Podemos —Isa Serra— no hubiera estado de baja por maternidad, y si el Parlamento Europeo no hubiera impedido su voto telemático, el resultado podría haber sido distinto. Pero aun existiendo margen, el PSOE optó por reforzar el resultado favorable a Marruecos.
Ese voto no fue un accidente: fue el voto clave que salvó el reglamento.
En resumen. Lo ocurrido en la votación fue todavía más revelador que el propio contenido del reglamento.
El PSOE no solo rompió con la mayoría de la socialdemocracia europea: se quedó aislado, sin coincidir plenamente ni con la "izquierda" ni con la derecha, actuando como un pequeño bloque obediente a los intereses de Rabat.
La objeción que pretendía frenar el etiquetado fraudulento del Sáhara había sido presentada por el Partido Popular y Vox, que en esta ocasión —paradojas de la geopolítica— defendían lo mismo que dictan las sentencias del Tribunal de Justicia de la UE.
Pero ni siquiera esa situación excepcional hizo que los socialistas españoles reconsideraran su postura. Prefirieron votar en solitario, separados de sus colegas socialdemócratas europeos y ajenos a cualquier coherencia política, para terminar regalándole a Marruecos el voto decisivo que salvó el reglamento por la mínima.
Si algo demuestra este episodio es que el PSOE ya no actúa ni como "izquierda" ni como oposición a la derecha en el confuso y difuso Parlamento europeo: actúa como un partido alineado con una agenda exterior que no pasa ni por Bruselas ni por Madrid, sino directamente por Rabat.
CONSECUENCIAS REALES: AGRICULTORES ASFIXIADOS, CANARIAS DESPROTEGIDA Y EL SÁHARA TRAICIONADO
Los efectos del reglamento son inmediatos y profundos.
- Primero, perjudican al campo español y canario, que lleva años denunciando la competencia desleal de Marruecos. Ahora, además, productos saharauis disfrazados de marroquíes inundarán el mercado europeo a precios imposibles de igualar.
- Segundo, erosionan la legalidad internacional, al permitir que Europa cierre los ojos ante las sentencias del TJUE. Lo que se votó no es neutral: es una normalización del colonialismo marroquí.
- Tercero, se consolida un patrón: España —de la mano del PSOE— está actuando como valedor preferente de Rabat dentro de Europa.
¿POR QUÉ LO HACE EL PSOE? EL PRECIO DEL CHANTAJE
La pregunta esencial es por qué el PSOE adopta posiciones que contradicen la legalidad internacional, enfrentan a su grupo político europeo y provocan rechazo en sectores progresistas. Las respuestas no están ocultas. Para algunos parecen estar a la vista.
- La primera es el chantaje migratorio. Marruecos controla el flujo hacia Canarias. Cuando quiere presionar, abre la ruta. Cuando quiere un gesto político, la cierra. La ruta atlántica es hoy uno de los instrumentos más eficaces de presión de Rabat sobre Madrid y Bruselas.
- La segunda es la reconfiguración energética del Magreb. Marruecos se está convirtiendo en un socio estratégico de grandes empresas europeas para el hidrógeno verde, la energía solar, los fosfatos y las operaciones offshore en aguas cercanas a Canarias. Respaldar a Rabat significa garantizar seguridad para esas inversiones.
- y la tercera es el giro político de Pedro Sánchez sobre el Sáhara, cuando en 2022 apoyó el Plan marroquí de autonomía sin explicación pública alguna. A partir de entonces, España pasó de decir que defendía la legalidad internacional a comportarse como el socio perfecto de Rabat dentro de la UE. El voto de Bruselas encaja perfectamente en esa hoja de ruta.
CANARIAS: EL TERRITORIO AFECTADO QUE NUNCA ES CONSULTADO
Canarias no es un espectador. Es un afectado directo. La migración, el tráfico marítimo, la seguridad, las prospecciones en aguas próximas y la competencia agrícola impactan de lleno en el Archipiélago. Pero pese a ello, Canarias no aparece en el diseño de ninguna de estas decisiones. Solo aparece cuando estallan los problemas.
Mientras Madrid pacta, acuerda y vota, Canarias es solo perceptora de las consecuencias.
UNA TRAICIÓN POLÍTICA CUIDADOSAMENTE ADMINISTRADA
Lo ocurrido no es un error, ni un despiste, ni una discrepancia interna sin importancia. Fue una decisión consciente, calculada y completamente alineada con el viraje estratégico del PSOE hacia Marruecos. Y en ese movimiento, la actuación de Juan Fernando López Aguilar no es secundaria: es ejemplar dentro de la nueva disciplina pro-marroquí del partido.
El PSOE no defendió al campo español. No defendió las sentencias europeas. No defendió la legalidad internacional. No defendió al pueblo saharaui. Y desde luego no defendió a Canarias. Defendió a Marruecos.
¿A CAMBIO DE QUÉ?
La respuesta está en el nuevo orden político del Magreb, en el chantaje migratorio y en los intereses económicos que Bruselas no está dispuesta a poner en riesgo. Y mientras tanto, la causa saharaui —y los territorios que viven junto al conflicto— vuelven a pagar la factura de una política que prefiere la obediencia a la justicia.
POR CARLOS SERNA PARA CANARIAS SEMANAL,ORG
El Parlamento Europeo votó un reglamento que permite etiquetar como “marroquíes” los productos agrícolas procedentes del Sáhara Occidental, un territorio que legalmente no pertenece a Marruecos, sino que la ONU considera pendiente de descolonización. El Tribunal de Justicia de la UE ya ha sentenciado que los acuerdos comerciales de Marruecos no pueden incluir al Sáhara sin consentimiento saharaui, pero Bruselas impulsó una norma diseñada para sortear la legalidad internacional y normalizar el expolio.
La votación era clave: si el reglamento se rechazaba, Marruecos perdía la cobertura que buscaba. Si se aprobaba, el expolio quedaba bendecido desde Europa.
EL PSOE ROMPE LAS FILAS SOCIALDEMÓCRATAS… Y SE PONE DEL LADO DE RABAT
Mientras la mayoría de socialdemócratas europeos votaron en contra, defendiendo la legalidad internacional, los eurodiputados del PSOE hicieron exactamente lo contrario. Nueve de ellos se alinearon con la maniobra favorable a Marruecos. Y no lo hicieron de forma tímida o dudosa: lo hicieron rompiendo públicamente con su propio grupo político.
Entre quienes lideraron este gesto destacó de forma muy visible el diputado Juan Fernando López Aguilar, cuya trayectoria y peso en Bruselas otorgan una significación especial a su voto.
El eurodiputado canario no solo votó a favor del reglamento. También actuó como uno de los defensores más reconocibles e histéricos de la línea oficial implantada en el PSOE. Su actitud fue de respaldo explícito, disciplinado, drástico y sin ningun tipo de matices, incluso cuando ello significaba enfrentarse al criterio de la familia socialdemócrata europea a la que tanto blasonan de pertenecer, y posicionarse del lado de la Monarquía corrupta marroquí.
El PSOE justificó su voto diciendo que “los 27” ya habían acordado la propuesta en el Consejo. Esa explicación es tan paupérrima como reveladora: si los gobiernos europeos se equivocan, el PSOE prefiere equivocarse con ellos antes que corregir el rumbo.
UNA VOTACIÓN DECIDIDA POR UN VOTO… Y DECIDIDA POR EL PSOE
La importancia del voto socialista es todavía mayor si se entiende lo que ocurrió en el pleno. El reglamento salió adelante por un solo voto. Uno.
Si el PSOE hubiera votado como la mayoría socialdemócrata, la maniobra habría decaído.
Si una eurodiputada de Podemos —Isa Serra— no hubiera estado de baja por maternidad, y si el Parlamento Europeo no hubiera impedido su voto telemático, el resultado podría haber sido distinto. Pero aun existiendo margen, el PSOE optó por reforzar el resultado favorable a Marruecos.
Ese voto no fue un accidente: fue el voto clave que salvó el reglamento.
En resumen. Lo ocurrido en la votación fue todavía más revelador que el propio contenido del reglamento.
El PSOE no solo rompió con la mayoría de la socialdemocracia europea: se quedó aislado, sin coincidir plenamente ni con la "izquierda" ni con la derecha, actuando como un pequeño bloque obediente a los intereses de Rabat.
La objeción que pretendía frenar el etiquetado fraudulento del Sáhara había sido presentada por el Partido Popular y Vox, que en esta ocasión —paradojas de la geopolítica— defendían lo mismo que dictan las sentencias del Tribunal de Justicia de la UE.
Pero ni siquiera esa situación excepcional hizo que los socialistas españoles reconsideraran su postura. Prefirieron votar en solitario, separados de sus colegas socialdemócratas europeos y ajenos a cualquier coherencia política, para terminar regalándole a Marruecos el voto decisivo que salvó el reglamento por la mínima.
Si algo demuestra este episodio es que el PSOE ya no actúa ni como "izquierda" ni como oposición a la derecha en el confuso y difuso Parlamento europeo: actúa como un partido alineado con una agenda exterior que no pasa ni por Bruselas ni por Madrid, sino directamente por Rabat.
CONSECUENCIAS REALES: AGRICULTORES ASFIXIADOS, CANARIAS DESPROTEGIDA Y EL SÁHARA TRAICIONADO
Los efectos del reglamento son inmediatos y profundos.
- Primero, perjudican al campo español y canario, que lleva años denunciando la competencia desleal de Marruecos. Ahora, además, productos saharauis disfrazados de marroquíes inundarán el mercado europeo a precios imposibles de igualar.
- Segundo, erosionan la legalidad internacional, al permitir que Europa cierre los ojos ante las sentencias del TJUE. Lo que se votó no es neutral: es una normalización del colonialismo marroquí.
- Tercero, se consolida un patrón: España —de la mano del PSOE— está actuando como valedor preferente de Rabat dentro de Europa.
¿POR QUÉ LO HACE EL PSOE? EL PRECIO DEL CHANTAJE
La pregunta esencial es por qué el PSOE adopta posiciones que contradicen la legalidad internacional, enfrentan a su grupo político europeo y provocan rechazo en sectores progresistas. Las respuestas no están ocultas. Para algunos parecen estar a la vista.
- La primera es el chantaje migratorio. Marruecos controla el flujo hacia Canarias. Cuando quiere presionar, abre la ruta. Cuando quiere un gesto político, la cierra. La ruta atlántica es hoy uno de los instrumentos más eficaces de presión de Rabat sobre Madrid y Bruselas.
- La segunda es la reconfiguración energética del Magreb. Marruecos se está convirtiendo en un socio estratégico de grandes empresas europeas para el hidrógeno verde, la energía solar, los fosfatos y las operaciones offshore en aguas cercanas a Canarias. Respaldar a Rabat significa garantizar seguridad para esas inversiones.
- y la tercera es el giro político de Pedro Sánchez sobre el Sáhara, cuando en 2022 apoyó el Plan marroquí de autonomía sin explicación pública alguna. A partir de entonces, España pasó de decir que defendía la legalidad internacional a comportarse como el socio perfecto de Rabat dentro de la UE. El voto de Bruselas encaja perfectamente en esa hoja de ruta.
CANARIAS: EL TERRITORIO AFECTADO QUE NUNCA ES CONSULTADO
Canarias no es un espectador. Es un afectado directo. La migración, el tráfico marítimo, la seguridad, las prospecciones en aguas próximas y la competencia agrícola impactan de lleno en el Archipiélago. Pero pese a ello, Canarias no aparece en el diseño de ninguna de estas decisiones. Solo aparece cuando estallan los problemas.
Mientras Madrid pacta, acuerda y vota, Canarias es solo perceptora de las consecuencias.
UNA TRAICIÓN POLÍTICA CUIDADOSAMENTE ADMINISTRADA
Lo ocurrido no es un error, ni un despiste, ni una discrepancia interna sin importancia. Fue una decisión consciente, calculada y completamente alineada con el viraje estratégico del PSOE hacia Marruecos. Y en ese movimiento, la actuación de Juan Fernando López Aguilar no es secundaria: es ejemplar dentro de la nueva disciplina pro-marroquí del partido.
El PSOE no defendió al campo español. No defendió las sentencias europeas. No defendió la legalidad internacional. No defendió al pueblo saharaui. Y desde luego no defendió a Canarias. Defendió a Marruecos.
¿A CAMBIO DE QUÉ?
La respuesta está en el nuevo orden político del Magreb, en el chantaje migratorio y en los intereses económicos que Bruselas no está dispuesta a poner en riesgo. Y mientras tanto, la causa saharaui —y los territorios que viven junto al conflicto— vuelven a pagar la factura de una política que prefiere la obediencia a la justicia.
Acoran | Lunes, 01 de Diciembre de 2025 a las 17:21:16 horas
Un canario Españolizado y burocratizado es el peor GODO que puede haber y el tal Aguilar es el fiel reflejo de la que estoy escribiendo, ya lo dijo Guillermo Ascanio en su día, un canario obedeciendo las ordenes de Madrid es el peor enemigo de canarias....
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