
¡DEVORADO!: EL BBVA ENGULLE AL SABADELL EN UNA LUCHA TITÁNICA POR LA SUPREMACÍA BANCARIA
¿Qué secretos esconde una propuesta de fusión que podría cambiar el destino de miles de trabajadores?
En un audaz juego de poder, BBVA ha lanzado una propuesta de fusión para absorber a Banco Sabadell, valorándolo en un 30% por encima de su cotización bursátil. Este movimiento no solo podría alterar el equilibrio del poder bancario en España, sino que también plantea serias preguntas sobre el futuro de los empleados y pequeños accionistas en una industria cada vez más dominada por gigantes.
POR CÁNDIDO GÁLVEZ PARA CANARIAS SEMANAL.ORG
En el contexto de la reciente propuesta de fusión entre BBVA y Banco Sabadell, es crucial entender cómo las
dinámicas de poder económico se manifiestan y perpetúan dentro del sistema capitalista.
Partiendo de esta interpretación, esta fusión no es simplemente una mera transacción económica, sino un clarísimo ejemplo de cómo las grandes corporaciones buscan consolidar y aumentar su poder a costa de entidades más pequeñas y vulnerables. No expresa otra cosa que la naturaleza depredadora y absorbente propia del sistema capitalista.
Esta operación ha sido presentada como una oportunidad para BBVA de expandir su capitalización y solidificar su posición en el mercado, lo que refleja una tendencia general en la economía capitalista, en la que de manera invariable "el pez grande se come al chico".
La absorción de Sabadell, con una valoración que supera significativamente su precio en bolsa, ilustra una estrategia agresiva de consolidación que no solo busca fortalecer la presencia de BBVA, sino también eliminar a un competidor potencial y reducir la diversidad en el mercado.
Este tipo de movimientos corporativos enfatizan la desigualdad intrínseca al el sistema capitalista. La acumulación de capital en manos de una entidad más grande termina convirtiéndose en una disminución de la competencia y una concentración de poder económico, que con muchas posibilidades de terminar siendo perjudicial para la salud general de la economía.
Este proceso también plantea preguntas importantes sobre la equidad y la justicia social, ya que las decisiones corporativas están diseñadas para beneficiar a los accionistas mayoritarios y a las elites económicas, mientras que los trabajadores y los pequeños accionistas pueden verse seriamente marginados o desfavorecidos.
La inclusión de consejeros no ejecutivos de Sabadell en la cúpula de BBVA, aunque podría parecer un gesto hacia la equidad, en realidad puede no alterar significativamente el balance de poder. Estos roles a menudo ofrecen poca influencia real sobre las decisiones estratégicas, lo que sugiere que, aunque se presenta una imagen de inclusión y cooperación, el control efectivo y los beneficios siguen estando fuertemente centralizados.
Por último, la ambición de BBVA de convertirse en el banco más grande por capitalización bursátil de la zona euro no es solo una meta financiera, sino un claro indicativo de una estrategia más amplia para fortalecer su dominio económico a nivel regional e incluso global. Este enfoque hacia la consolidación de poder no solo refuerza las estructuras existentes de dominación económica, sino que también limita las posibilidades de un sistema económico pueda discurrir a través de cauces más equitativos y distributivos.
La anunciada fusión entre BBVA y Banco Sabadell es emblemática de cómo las estructuras de poder en el capitalismo moderno facilitan y exacerban la concentración de poder económico, lo que afecta adversamente la distribución de los recursos y oportunidades, perpetuando así las desigualdades estructurales dentro de la sociedad.
POR CÁNDIDO GÁLVEZ PARA CANARIAS SEMANAL.ORG
En el contexto de la reciente propuesta de fusión entre BBVA y Banco Sabadell, es crucial entender cómo las dinámicas de poder económico se manifiestan y perpetúan dentro del sistema capitalista.
Partiendo de esta interpretación, esta fusión no es simplemente una mera transacción económica, sino un clarísimo ejemplo de cómo las grandes corporaciones buscan consolidar y aumentar su poder a costa de entidades más pequeñas y vulnerables. No expresa otra cosa que la naturaleza depredadora y absorbente propia del sistema capitalista.
Esta operación ha sido presentada como una oportunidad para BBVA de expandir su capitalización y solidificar su posición en el mercado, lo que refleja una tendencia general en la economía capitalista, en la que de manera invariable "el pez grande se come al chico".
La absorción de Sabadell, con una valoración que supera significativamente su precio en bolsa, ilustra una estrategia agresiva de consolidación que no solo busca fortalecer la presencia de BBVA, sino también eliminar a un competidor potencial y reducir la diversidad en el mercado.
Este tipo de movimientos corporativos enfatizan la desigualdad intrínseca al el sistema capitalista. La acumulación de capital en manos de una entidad más grande termina convirtiéndose en una disminución de la competencia y una concentración de poder económico, que con muchas posibilidades de terminar siendo perjudicial para la salud general de la economía.
Este proceso también plantea preguntas importantes sobre la equidad y la justicia social, ya que las decisiones corporativas están diseñadas para beneficiar a los accionistas mayoritarios y a las elites económicas, mientras que los trabajadores y los pequeños accionistas pueden verse seriamente marginados o desfavorecidos.
La inclusión de consejeros no ejecutivos de Sabadell en la cúpula de BBVA, aunque podría parecer un gesto hacia la equidad, en realidad puede no alterar significativamente el balance de poder. Estos roles a menudo ofrecen poca influencia real sobre las decisiones estratégicas, lo que sugiere que, aunque se presenta una imagen de inclusión y cooperación, el control efectivo y los beneficios siguen estando fuertemente centralizados.
Por último, la ambición de BBVA de convertirse en el banco más grande por capitalización bursátil de la zona euro no es solo una meta financiera, sino un claro indicativo de una estrategia más amplia para fortalecer su dominio económico a nivel regional e incluso global. Este enfoque hacia la consolidación de poder no solo refuerza las estructuras existentes de dominación económica, sino que también limita las posibilidades de un sistema económico pueda discurrir a través de cauces más equitativos y distributivos.
La anunciada fusión entre BBVA y Banco Sabadell es emblemática de cómo las estructuras de poder en el capitalismo moderno facilitan y exacerban la concentración de poder económico, lo que afecta adversamente la distribución de los recursos y oportunidades, perpetuando así las desigualdades estructurales dentro de la sociedad.
Maribel Santana | Jueves, 02 de Mayo de 2024 a las 14:04:59 horas
También existe la lucha de clases entre los capitalistas.
Accede para votar (0) (0) Accede para responder