OCASIO CORTEZ: EL REFERENTE YANQUI DE YOLANDA DÍAZ O LA CARA "AMABLE" DEL IMPERIALISMO
"Alexandria es una mujer que transmite esperanza en el mundo", afirma la líder de Sumar
Este miércoles, 28 de febrero, la vicepresidenta del gobierno de españa y líder de Sumar, Yolanda Díaz, mantendrá un encuentro bilateral con la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez durante el viaje que está desplegando en Estados Unidos (...).
Nota de la redacción de Canarias-semanal
Este miércoles, 28 de febrero, la vicepresidenta del gobierno de españa y líder de Sumar, Yolanda Díaz, mantendrá un encuentro bilateral con la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez durante el viaje que está desplegando en Estados Unidos.
En referencia a este encuentro, Díaz aseguró que "Alexandria Ocasio representa la esperanza de un mundo mejor, es referente para muchas mujeres" y mantiene con ella misma y su coalición política "una agenda común".
Para que nuestros lectores puedan comprender quién es este "referente" de Yolanda Díaz, recuperamos este revelador artículo de Clara López González, publicado originalmente en Canarias-semanal el 8 de abril del año 2021.
Alexandria Ocasio representa la esperanza de un mundo mejor. Es referente para muchas mujeres y me hace especial ilusiÃón reunirme el miÃércoles con ella para poner en comÃún nuestros proyectos y trazar alianzas.
Un futuro con derechos y justicia social es posible. pic.twitter.com/WBOiw3hFKZ
â Yolanda DÃÃÂaz (@Yolanda_Diaz_) February 26, 2024
SE CONSUMA LA DECEPCIÓN CON LOS NUEVAS "DEMÓCRATAS SOCIALISTAS" EN ESTADOS UNIDOS
![[Img #78083]](https://canarias-semanal.org/upload/images/02_2024/4686_4373_imper.jpg)
Por CLARA LÓPEZ GONZÁLEZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Este grupo de mujeres congresistas, liderado por Alexandria Ocasio Cortez, que se conoce como el Squad (la pandilla) y al que se han sumado otros congresistas “socialistas democráticos” como Jamaal Bowman y Cori Bush, no ha dado todavía ninguna muestra de que represente desafío alguno al núcleo dirigente -el llamado corporate leadership-, que es para lo que se les votó.
En una entrevista que le hicieron los Democratic Socialists of America a Alexandria Ocasio Cortez -conocida popularmente por sus siglas AOC- para su revista Democratic Left, ésta se dedicó a lanzar ataques a quienes, desde la izquierda social, han emprendido una contundente campaña de críticas a esta supuesta izquierda del Partido Demócrata debido a su inacción.
El desdén de AOC hacia estas críticas se hizo patente cuando a la pregunta de si el historial político de Biden y la actual antipatía hacia el sector pro-Bernie Sanders del partido son señales de que no habrá ningún “progreso” bajo su administración, respondió que esas críticas eran “privilegiadas” (insinuando que el privilegio era de quienes las hacen) y de “mala fe”.
Así es cómo la “revolucionaria” AOC contestaba a quienes airean su descontento con la trayectoria de la “Pandilla” por la nula disposición que muestra en forzar un voto en el Congreso para sacar adelante dos de las principales demandas de la base social estadounidense: la sanidad universal (Medicare for All) y la subida del salario mínimo a 15 dólares la hora (que de por sí sigue siendo un salario de miseria).
En el tiempo que va de legislatura, el Partido Demócrata ha obtenido ligeras mayorías en ambas Cámaras del Congreso. Se considera por ello que este sería el mejor momento para imponer esta agenda social. Sin embargo, lo que ocurre es justo lo contrario.
El “paquete de estímulo” aprobado para paliar los efectos de la crisis del COVID-19 no incluye la subida salarial. Más preocupante es que ni AOC ni el resto de la “Pandilla” han planteado ningún reto al liderazgo del partido durante este tiempo de pandemia y crisis económica, a pesar de haber sido elegidas para ello.
Mientras AOC deploraba las críticas “privilegiadas” al Partido Demócrata, éste se dedicaba a hacer la guerra en varios frentes. Contrariamente a lo que afirma AOC sobre que los inmigrantes indocumentados sufren menos bajo la administración demócrata, ésta ha deportado a más de 100.000 personas en sus primeros meses de mandato.
Eso sin contar que Biden y los demócratas han bombardeado Siria, se han negado a reanudar las negociaciones con Irán y han apoyado a un brutal régimen neocolonial como es el de Haití, mientras deportaba en pocas semanas a más inmigrantes haitianos que Donald Trump en sus cuatro años de gobierno.
Biden, además, se ha mantenido firme en su oposición a la sanidad universal y ha dado a las compañías de seguros sustanciosos beneficios al subsidiar los planes mercantiles sanitarios de COBRA (Consolidated Omnibus Budget Reconciliation Act), que da cierta cobertura médica -temporalmente y sólo en determinadas circunstancias- a quienes hayan perdido el seguro sanitario durante el año de pandemia.
La prestación temporal por desempleo y los cheques únicos de 1.400 dólares (no los 2.000 que se propuso en principio) no solucionan la dura situación que atraviesan los trabajadores en una economía capitalista de bajos salarios. Pero esa limosna del cheque único la ha vendido Biden como la mayor política social de la historia después de Roosevelt (sin ironía).
Lo que se desprende de los comentarios de AOC es que la mera presencia del Partido Demócrata en la Casa Blanca es de por sí un “progreso”. Por supuesto, este no es un argumento de “izquierdas” o “progresista”; sino mera propaganda. AOC insinúa sutilmente que la victoria de la “diversidad” sobre Trump en estas pasadas elecciones ya ha conducido a un cambio material. Las comunidades negra y latina han saboreado la victoria y quien diga lo contrario es un “privilegiado” y opera de “mala fe”.
Claro, las palabras como privilegio o mala fe nunca se definen y así se pueden fácilmente convertir en armas para legitimar el sistema dominante del imperialismo estadounidense. Se ha visto en el pasado. Durante los dos mandatos de Obama, la maquinaria corporativa invirtió mucha energía en los conceptos de “diversidad” e “inclusión”. Se celebró ver caras negras y mestizas en altos cargos. Quienes criticaban a Obama incitaban al “odio” o eran “racistas” o poco mejores que los republicanos.
Ahora, como entonces, es urgente identificar quién está y quién no está incluido en la “solidaridad” que AOC pregona, o en la “diversidad” lograda en el período Obama. Los no incluidos son los millones de trabajadores estadounidenses desahuciados, sin derecho a salud ni prestaciones sociales; los sirios, libios y otros pueblos del Mediterráneo oriental y el norte de África que han muerto o han sido desplazados por las guerras promovidas por EE.UU; o las decenas de miles de negros en su mayoría que languidecen en celdas de aislamiento o las docenas de presos políticos como Mumia Abu-Jamal.
Lo que deja claro AOC en sus últimas declaraciones es que el cometido de los políticos demócratas es preservar el sistema imperialista presentando la cruzada contra los republicanos como la genuina “resistencia” o la “solidaridad”.
Las políticas “woke” del Partido Demócrata vacían de sentido las palabras ya que nunca se traducen en acciones concretas que sitúen los intereses de los trabajadores y los pueblos oprimidos a la cabeza de sus prioridades. Al parecer, criticar el papel de Biden en mantener las sanciones a Venezuela, Siria o Cuba equivale a actuar de “mala fe”.
AOC nos invita a mostrar solidaridad con los inmigrantes indocumentados elogiando el liderazgo de Biden como progresista, mientras se pasa por alto el hecho de que miles están actualmente encerrados en condiciones deplorables en un solo centro de detención en Texas.
AOC y la “Pandilla” nos dan una importante lección a los socialistas y militantes de izquierdas. Es una lección que nunca se terminó de aprender durante el destructivo mandato de Obama. Esto es: que el Partido Demócrata existe, no para inspirar o impulsar movimientos sociales, sino para enviarlos al cementerio al poco de nacer.
En este período de intensa crisis, el enemigo más formidable es uno que dice casarse con el “socialismo” y, sin embargo, permanece comprometido con un Partido Demócrata totalmente capitalista e imperialista. Para la congresista más mimada por los medios corporativos, si criticas a este enemigo, eres un “privilegiado” o un actor de “mala fe”.
Fuente:
https://blackagendareport.com/criticizing-democratic-party-not-privileged-it-duty-revolutionary
Nota de la redacción de Canarias-semanal
Este miércoles, 28 de febrero, la vicepresidenta del gobierno de españa y líder de Sumar, Yolanda Díaz, mantendrá un encuentro bilateral con la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez durante el viaje que está desplegando en Estados Unidos.
En referencia a este encuentro, Díaz aseguró que "Alexandria Ocasio representa la esperanza de un mundo mejor, es referente para muchas mujeres" y mantiene con ella misma y su coalición política "una agenda común".
Para que nuestros lectores puedan comprender quién es este "referente" de Yolanda Díaz, recuperamos este revelador artículo de Clara López González, publicado originalmente en Canarias-semanal el 8 de abril del año 2021.
Alexandria Ocasio representa la esperanza de un mundo mejor. Es referente para muchas mujeres y me hace especial ilusiÃón reunirme el miÃércoles con ella para poner en comÃún nuestros proyectos y trazar alianzas.
Un futuro con derechos y justicia social es posible. pic.twitter.com/WBOiw3hFKZâ Yolanda DÃÃÂaz (@Yolanda_Diaz_) February 26, 2024
SE CONSUMA LA DECEPCIÓN CON LOS NUEVAS "DEMÓCRATAS SOCIALISTAS" EN ESTADOS UNIDOS
Por CLARA LÓPEZ GONZÁLEZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Este grupo de mujeres congresistas, liderado por Alexandria Ocasio Cortez, que se conoce como el Squad (la pandilla) y al que se han sumado otros congresistas “socialistas democráticos” como Jamaal Bowman y Cori Bush, no ha dado todavía ninguna muestra de que represente desafío alguno al núcleo dirigente -el llamado corporate leadership-, que es para lo que se les votó.
En una entrevista que le hicieron los Democratic Socialists of America a Alexandria Ocasio Cortez -conocida popularmente por sus siglas AOC- para su revista Democratic Left, ésta se dedicó a lanzar ataques a quienes, desde la izquierda social, han emprendido una contundente campaña de críticas a esta supuesta izquierda del Partido Demócrata debido a su inacción.
El desdén de AOC hacia estas críticas se hizo patente cuando a la pregunta de si el historial político de Biden y la actual antipatía hacia el sector pro-Bernie Sanders del partido son señales de que no habrá ningún “progreso” bajo su administración, respondió que esas críticas eran “privilegiadas” (insinuando que el privilegio era de quienes las hacen) y de “mala fe”.
Así es cómo la “revolucionaria” AOC contestaba a quienes airean su descontento con la trayectoria de la “Pandilla” por la nula disposición que muestra en forzar un voto en el Congreso para sacar adelante dos de las principales demandas de la base social estadounidense: la sanidad universal (Medicare for All) y la subida del salario mínimo a 15 dólares la hora (que de por sí sigue siendo un salario de miseria).
En el tiempo que va de legislatura, el Partido Demócrata ha obtenido ligeras mayorías en ambas Cámaras del Congreso. Se considera por ello que este sería el mejor momento para imponer esta agenda social. Sin embargo, lo que ocurre es justo lo contrario.
El “paquete de estímulo” aprobado para paliar los efectos de la crisis del COVID-19 no incluye la subida salarial. Más preocupante es que ni AOC ni el resto de la “Pandilla” han planteado ningún reto al liderazgo del partido durante este tiempo de pandemia y crisis económica, a pesar de haber sido elegidas para ello.
Mientras AOC deploraba las críticas “privilegiadas” al Partido Demócrata, éste se dedicaba a hacer la guerra en varios frentes. Contrariamente a lo que afirma AOC sobre que los inmigrantes indocumentados sufren menos bajo la administración demócrata, ésta ha deportado a más de 100.000 personas en sus primeros meses de mandato.
Eso sin contar que Biden y los demócratas han bombardeado Siria, se han negado a reanudar las negociaciones con Irán y han apoyado a un brutal régimen neocolonial como es el de Haití, mientras deportaba en pocas semanas a más inmigrantes haitianos que Donald Trump en sus cuatro años de gobierno.
Biden, además, se ha mantenido firme en su oposición a la sanidad universal y ha dado a las compañías de seguros sustanciosos beneficios al subsidiar los planes mercantiles sanitarios de COBRA (Consolidated Omnibus Budget Reconciliation Act), que da cierta cobertura médica -temporalmente y sólo en determinadas circunstancias- a quienes hayan perdido el seguro sanitario durante el año de pandemia.
La prestación temporal por desempleo y los cheques únicos de 1.400 dólares (no los 2.000 que se propuso en principio) no solucionan la dura situación que atraviesan los trabajadores en una economía capitalista de bajos salarios. Pero esa limosna del cheque único la ha vendido Biden como la mayor política social de la historia después de Roosevelt (sin ironía).
Lo que se desprende de los comentarios de AOC es que la mera presencia del Partido Demócrata en la Casa Blanca es de por sí un “progreso”. Por supuesto, este no es un argumento de “izquierdas” o “progresista”; sino mera propaganda. AOC insinúa sutilmente que la victoria de la “diversidad” sobre Trump en estas pasadas elecciones ya ha conducido a un cambio material. Las comunidades negra y latina han saboreado la victoria y quien diga lo contrario es un “privilegiado” y opera de “mala fe”.
Claro, las palabras como privilegio o mala fe nunca se definen y así se pueden fácilmente convertir en armas para legitimar el sistema dominante del imperialismo estadounidense. Se ha visto en el pasado. Durante los dos mandatos de Obama, la maquinaria corporativa invirtió mucha energía en los conceptos de “diversidad” e “inclusión”. Se celebró ver caras negras y mestizas en altos cargos. Quienes criticaban a Obama incitaban al “odio” o eran “racistas” o poco mejores que los republicanos.
Ahora, como entonces, es urgente identificar quién está y quién no está incluido en la “solidaridad” que AOC pregona, o en la “diversidad” lograda en el período Obama. Los no incluidos son los millones de trabajadores estadounidenses desahuciados, sin derecho a salud ni prestaciones sociales; los sirios, libios y otros pueblos del Mediterráneo oriental y el norte de África que han muerto o han sido desplazados por las guerras promovidas por EE.UU; o las decenas de miles de negros en su mayoría que languidecen en celdas de aislamiento o las docenas de presos políticos como Mumia Abu-Jamal.
Lo que deja claro AOC en sus últimas declaraciones es que el cometido de los políticos demócratas es preservar el sistema imperialista presentando la cruzada contra los republicanos como la genuina “resistencia” o la “solidaridad”.
Las políticas “woke” del Partido Demócrata vacían de sentido las palabras ya que nunca se traducen en acciones concretas que sitúen los intereses de los trabajadores y los pueblos oprimidos a la cabeza de sus prioridades. Al parecer, criticar el papel de Biden en mantener las sanciones a Venezuela, Siria o Cuba equivale a actuar de “mala fe”.
AOC nos invita a mostrar solidaridad con los inmigrantes indocumentados elogiando el liderazgo de Biden como progresista, mientras se pasa por alto el hecho de que miles están actualmente encerrados en condiciones deplorables en un solo centro de detención en Texas.
AOC y la “Pandilla” nos dan una importante lección a los socialistas y militantes de izquierdas. Es una lección que nunca se terminó de aprender durante el destructivo mandato de Obama. Esto es: que el Partido Demócrata existe, no para inspirar o impulsar movimientos sociales, sino para enviarlos al cementerio al poco de nacer.
En este período de intensa crisis, el enemigo más formidable es uno que dice casarse con el “socialismo” y, sin embargo, permanece comprometido con un Partido Demócrata totalmente capitalista e imperialista. Para la congresista más mimada por los medios corporativos, si criticas a este enemigo, eres un “privilegiado” o un actor de “mala fe”.
Fuente:
https://blackagendareport.com/criticizing-democratic-party-not-privileged-it-duty-revolutionary
Almirante Chuminov | Miércoles, 28 de Febrero de 2024 a las 01:00:09 horas
Suban el Periscopio:
Hay que fumar muchos cigarros de la risa o ser una majadera de alto calibre para ver en esos sectores del Partido Demócrata algo que sea ejemplar y a imitar para la dura lucha que están llevando muchos oprimidos y oprimidas contra este decadente sistema. A estas alturas de "la película" no podemos estar con estas alucinaciones y pedorretas de estas y estos estrategas de una izquierda kamikaze y poltronera. El proceso de incineración de los cambios verdaderos y trasformadores "va por el buen camino" en el estado español. Poco o nada va quedando para la reacción decente y necesaria que se necesita.
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