
ARQUEOLOGÍA EN CANARIAS DURANTE EL FRANQUISMO: EL PASADO AL SERVICIO DE LA DICTADURA
La "nacionalización" de los indígenas canarios
La historia, se dice a menudo, es escrita por los vencedores. Pero, ¿qué sucede cuando esta narrativa se extiende más allá de los textos y se cincela en el mismo terreno que pisamos, en los restos que excavamos?
Por ERNESTO GUTIÉRREZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
La historia, se dice a menudo, es escrita por los vencedores. Pero, ¿qué sucede cuando esta narrativa se extiende más allá de los textos y se cincela en el mismo terreno que pisamos, en los restos que excavamos?
En su revelador artículo titulado "Franquismo y Arqueología", (*) el investigador A. José Farrujia de la Rosa nos sumerge en una época donde la arqueología en Canarias no solo buscaba desenterrar el pasado, sino especialmente moldearlo a la imagen de la dictadura.
Durante los años de la dictadura de Franco, lejos de ser simplemente una búsqueda desinteresada del conocimiento, la arqueología se convirtió en un campo de batalla donde el régimen imponía qué se debía estudiar, cómo se interpretaban los hallazgos y, lo más importante, cómo se presentaban al público.
Farrujia de la Rosa destaca que este período estuvo marcado por una investigación arqueológica dominada por figuras conservadoras y religiosas, cuyas inclinaciones ideológicas no solo moldearon la dirección de sus estudios, sino que también hicieron vulnerable la disciplina a las presiones del régimen.
El franquismo, con su autoritarismo centralista, vio en la arqueología un medio para respaldar sus aspiraciones nacionalistas. Durante el franquismo, el campo de la arqueología en Canarias no se libró de la influencia de una ideología que buscaba homogeneizar la historia y la cultura españolas bajo ese relato único del nacionalismo españolista.
Este esfuerzo por construir una narrativa unificada se extendió hasta las islas, donde el rico patrimonio arqueológico prehispánico fue reinterpretado o incluso ignorado para ajustarse a la visión centralista del Régimen.
Farrujia de la Rosa subraya cómo este enfoque no solo tergiversó la comprensión del pasado canario, sino que también marginó las voces y las historias que no se ajustaban al molde franquista.
Se crearon instituciones como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Comisaría General de Excavaciones Arqueológicas, con el objetivo de asegurar que todas las excavaciones arqueológicas se realizaran bajo una estricta vigilancia que garantizara su alineación con los valores y narrativas del Régimen.
Este control no solo limitó la libertad académica, sino que también promovió una versión de la historia que favorecía la visión unificadora y homogeneizadora del franquismo, minimizando la diversidad cultural inherente a las Islas Canarias.
El control estatal sobre la arqueología se ejerció a través de la creación de instituciones que aseguraban que todas las investigaciones y excavaciones se realizaran bajo la supervisión de ideólogos alineados con el Régimen político imperante.
Esta centralización buscaba garantizar que los descubrimientos arqueológicos fortalecieran la identidad nacional española promovida por Franco, en detrimento de una apreciación genuina de la diversidad cultural de Canarias.
Farrujia de la Rosa muestra cómo esta dinámica afectó no solo la interpretación de los hallazgos arqueológicos, sino también la dirección de las investigaciones, priorizando aquellos proyectos que pudieran contribuir a la narrativa oficial.
Este intento de homogeneizar la historia canaria bajo el yugo franquista se tradujo en una significativa pérdida del patrimonio cultural.
La arqueología, una herramienta esencial para comprender nuestro pasado, fue cooptada para servir a una agenda política, poniendo en riesgo la autenticidad y la integridad del relato histórico de Canarias.
Sin embargo, el legado de esta época no es solo una historia de manipulación y pérdida.
El trabajo de Farrujia de la Rosa refleja, asimismo, la resistencia de la comunidad arqueológica y la gradual recuperación de un enfoque más auténtico y respetuoso hacia el patrimonio canario.
A medida que el régimen franquista llegaba a su fin, emergieron nuevas voces dispuestas a desafiar las interpretaciones impuestas y a explorar la rica complejidad de las culturas prehispánicas de las islas.
(*) Artículo publicado en el número 5 de la revista Canarii.
Por ERNESTO GUTIÉRREZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
La historia, se dice a menudo, es escrita por los vencedores. Pero, ¿qué sucede cuando esta narrativa se extiende más allá de los textos y se cincela en el mismo terreno que pisamos, en los restos que excavamos?
En su revelador artículo titulado "Franquismo y Arqueología", (*) el investigador A. José Farrujia de la Rosa nos sumerge en una época donde la arqueología en Canarias no solo buscaba desenterrar el pasado, sino especialmente moldearlo a la imagen de la dictadura.
Durante los años de la dictadura de Franco, lejos de ser simplemente una búsqueda desinteresada del conocimiento, la arqueología se convirtió en un campo de batalla donde el régimen imponía qué se debía estudiar, cómo se interpretaban los hallazgos y, lo más importante, cómo se presentaban al público.
Farrujia de la Rosa destaca que este período estuvo marcado por una investigación arqueológica dominada por figuras conservadoras y religiosas, cuyas inclinaciones ideológicas no solo moldearon la dirección de sus estudios, sino que también hicieron vulnerable la disciplina a las presiones del régimen.
El franquismo, con su autoritarismo centralista, vio en la arqueología un medio para respaldar sus aspiraciones nacionalistas. Durante el franquismo, el campo de la arqueología en Canarias no se libró de la influencia de una ideología que buscaba homogeneizar la historia y la cultura españolas bajo ese relato único del nacionalismo españolista.
Este esfuerzo por construir una narrativa unificada se extendió hasta las islas, donde el rico patrimonio arqueológico prehispánico fue reinterpretado o incluso ignorado para ajustarse a la visión centralista del Régimen.
Farrujia de la Rosa subraya cómo este enfoque no solo tergiversó la comprensión del pasado canario, sino que también marginó las voces y las historias que no se ajustaban al molde franquista.
Se crearon instituciones como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Comisaría General de Excavaciones Arqueológicas, con el objetivo de asegurar que todas las excavaciones arqueológicas se realizaran bajo una estricta vigilancia que garantizara su alineación con los valores y narrativas del Régimen.
Este control no solo limitó la libertad académica, sino que también promovió una versión de la historia que favorecía la visión unificadora y homogeneizadora del franquismo, minimizando la diversidad cultural inherente a las Islas Canarias.
El control estatal sobre la arqueología se ejerció a través de la creación de instituciones que aseguraban que todas las investigaciones y excavaciones se realizaran bajo la supervisión de ideólogos alineados con el Régimen político imperante.
Esta centralización buscaba garantizar que los descubrimientos arqueológicos fortalecieran la identidad nacional española promovida por Franco, en detrimento de una apreciación genuina de la diversidad cultural de Canarias.
Farrujia de la Rosa muestra cómo esta dinámica afectó no solo la interpretación de los hallazgos arqueológicos, sino también la dirección de las investigaciones, priorizando aquellos proyectos que pudieran contribuir a la narrativa oficial.
Este intento de homogeneizar la historia canaria bajo el yugo franquista se tradujo en una significativa pérdida del patrimonio cultural.
La arqueología, una herramienta esencial para comprender nuestro pasado, fue cooptada para servir a una agenda política, poniendo en riesgo la autenticidad y la integridad del relato histórico de Canarias.
Sin embargo, el legado de esta época no es solo una historia de manipulación y pérdida.
El trabajo de Farrujia de la Rosa refleja, asimismo, la resistencia de la comunidad arqueológica y la gradual recuperación de un enfoque más auténtico y respetuoso hacia el patrimonio canario.
A medida que el régimen franquista llegaba a su fin, emergieron nuevas voces dispuestas a desafiar las interpretaciones impuestas y a explorar la rica complejidad de las culturas prehispánicas de las islas.
(*) Artículo publicado en el número 5 de la revista Canarii.
Maribel Santana | Lunes, 26 de Febrero de 2024 a las 15:28:17 horas
Si, porque la gente no sabe que los arañas en el sur de la isla, han dinamitado el terreno donde supuestamente se encontraban los restos arqueológicos para extraer objetos y robarlos para su museo particular y así se jodia el espacio y no se podía prospectar, excavar etc por explotarlos con dinamita. Se montaron un pequeño museo para los turistas y nadie fue a la cárcel, ni paso nada. Esto es lo que tenemos en las colonias.
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