CANARIAS: INFLACIÓN, TURISMO Y SALARIOS DE MISERIA, UNA TORMENTA PERFECTA
¿Cómo afecta el turismo de masas al coste de vida de los canarios?
Canarias sufre una de las tasas de inflación más elevadas del Estado español, revelando las tensiones económicas generadas por el turismo masivo y los salarios bajos. ¿Cómo está afectando este modelo a los habitantes locales y qué soluciones existen para mejorar la situación?
Por ERNESTO GUTIÉRREZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
A comienzos del presente 2024, el archipiélago canario volvía a liderar las tasas de inflación en el Estado español, con un incremento del Índice de Precios al Consumo (IPC) del 4% en el último año.
Aunque esta cifra parece similar al promedio estatal del 3,4%, oculta las profundas particularidades que afectan a la economía local, como la creciente dependencia del turismo y los bajos salarios que predominan en la región.
Factores que explican la alta inflación
A simple vista, la inflación canaria puede parecer impulsada por aumentos en productos y servicios esenciales como la vivienda (un 2,5% más en enero de 2024), alimentos, bebidas no alcohólicas (un modesto 0,2%) y medicinas (1,9%).
Sin embargo, uno de los factores clave en el aumento de precios en el archipiélago es la presión del turismo masivo. El sector turístico, que representa una parte importante del PIB de las islas, ha registrado un aumento de precios del 19% en hoteles, cafés y restaurantes desde 2021.
La gran demanda internacional ha disparado los precios en el sector hotelero, elevando considerablemente el coste de vida para los residentes. A su vez, este fenómeno inflacionario está afectando de manera directa a otros productos básicos. En una economía pequeña y dependiente de importaciones, el turismo actúa como un amplificador de los precios locales, encareciendo los bienes que los habitantes necesitan para subsistir.
El impacto del turismo de masas
Aunque el turismo ha sido durante décadas un pilar del crecimiento económico en Canarias, el modelo actual ha comenzado a mostrar sus limitaciones. Los paquetes turísticos y los alojamientos vacacionales, con sus precios en constante ascenso, ejercen presión sobre la oferta y demanda de productos y servicios. Este proceso se retroalimenta, ya que la alta demanda de visitantes no solo dispara los precios en los hoteles, sino también en los supermercados, en el transporte público y en los alquileres.
En el ámbito de la vivienda, la situación es crítica. La expansión de alquileres vacacionales ha convertido la vivienda en un bien casi inasequible para muchos residentes. Esto ha llevado a un incremento del 39,7% en los pisos turísticos en solo un año.
El encarecimiento de los alquileres afecta directamente a los isleños, que ven cómo su acceso a viviendas asequibles se reduce mientras los precios se adaptan a los bolsillos de los turistas.
A pesar de la presión social para regular esta situación, ningún gobierno autonómico ha implementado medidas efectivas para reducir la dependencia del turismo de masas. Al contrario, el modelo económico ha priorizado la maximización de beneficios para los grandes empresarios del sector turístico, ignorando los efectos negativos que este crecimiento descontrolado tiene sobre los trabajadores locales y el medio ambiente.
Salarios bajos y escaso poder adquisitivo
La situación inflacionaria es aún más problemática si se tiene en cuenta que Canarias tiene uno de los salarios más bajos de España. En 2024, el salario medio en las islas es de 1.630 euros mensuales, el segundo más bajo del país.
Esto sitúa a los canarios en una posición de gran desventaja frente al aumento del coste de vida. Mientras que los precios suben, especialmente en sectores clave como la vivienda y la alimentación, los ingresos de los trabajadores no logran seguir el mismo ritmo.
Los sectores más afectados por esta disparidad son aquellos relacionados con el turismo, como la hostelería. A pesar de los grandes beneficios generados por la industria turística, los trabajadores de este sector, en particular las camareras de piso, enfrentan condiciones laborales precarias y salarios exiguos.
Las jornadas agotadoras y la sobrecarga de trabajo son comunes, lo que evidencia cómo la industria turística sigue lucrándose a costa de los derechos de sus empleados.
Políticas económicas: Promesas vacías
Aunque desde 2017 se han propuesto medidas para limitar el impacto del turismo, como la Ley del Suelo, estas políticas no han sido suficientes para cambiar el rumbo económico del archipiélago. En teoría, esta ley buscaba reducir la superficie destinada a uso turístico, pero los efectos han sido marginales.
En la práctica, no ha habido un verdadero esfuerzo por parte de los gobiernos canarios para diversificar la economía y reducir la dependencia del turismo.
El modelo económico de Canarias sigue anclado en la explotación del turismo de masas, con el consecuente desequilibrio económico que genera. Esta falta de diversificación no solo perpetúa la vulnerabilidad de la región frente a crisis económicas globales, sino que también impide el desarrollo de otros sectores que podrían ofrecer empleo estable y bien remunerado.
La inflación en Canarias es más que una simple cifra estadística: es el reflejo de una economía desequilibrada, dependiente de un sector turístico que, aunque rentable para unos pocos, está deteriorando las condiciones de vida de la mayoría. El aumento de los precios de bienes esenciales, combinado con salarios bajos y la precarización del empleo, plantea un desafío enorme para los canarios.
Por ERNESTO GUTIÉRREZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
A comienzos del presente 2024, el archipiélago canario volvía a liderar las tasas de inflación en el Estado español, con un incremento del Índice de Precios al Consumo (IPC) del 4% en el último año.
Aunque esta cifra parece similar al promedio estatal del 3,4%, oculta las profundas particularidades que afectan a la economía local, como la creciente dependencia del turismo y los bajos salarios que predominan en la región.
Factores que explican la alta inflación
A simple vista, la inflación canaria puede parecer impulsada por aumentos en productos y servicios esenciales como la vivienda (un 2,5% más en enero de 2024), alimentos, bebidas no alcohólicas (un modesto 0,2%) y medicinas (1,9%).
Sin embargo, uno de los factores clave en el aumento de precios en el archipiélago es la presión del turismo masivo. El sector turístico, que representa una parte importante del PIB de las islas, ha registrado un aumento de precios del 19% en hoteles, cafés y restaurantes desde 2021.
La gran demanda internacional ha disparado los precios en el sector hotelero, elevando considerablemente el coste de vida para los residentes. A su vez, este fenómeno inflacionario está afectando de manera directa a otros productos básicos. En una economía pequeña y dependiente de importaciones, el turismo actúa como un amplificador de los precios locales, encareciendo los bienes que los habitantes necesitan para subsistir.
El impacto del turismo de masas
Aunque el turismo ha sido durante décadas un pilar del crecimiento económico en Canarias, el modelo actual ha comenzado a mostrar sus limitaciones. Los paquetes turísticos y los alojamientos vacacionales, con sus precios en constante ascenso, ejercen presión sobre la oferta y demanda de productos y servicios. Este proceso se retroalimenta, ya que la alta demanda de visitantes no solo dispara los precios en los hoteles, sino también en los supermercados, en el transporte público y en los alquileres.
En el ámbito de la vivienda, la situación es crítica. La expansión de alquileres vacacionales ha convertido la vivienda en un bien casi inasequible para muchos residentes. Esto ha llevado a un incremento del 39,7% en los pisos turísticos en solo un año.
El encarecimiento de los alquileres afecta directamente a los isleños, que ven cómo su acceso a viviendas asequibles se reduce mientras los precios se adaptan a los bolsillos de los turistas.
A pesar de la presión social para regular esta situación, ningún gobierno autonómico ha implementado medidas efectivas para reducir la dependencia del turismo de masas. Al contrario, el modelo económico ha priorizado la maximización de beneficios para los grandes empresarios del sector turístico, ignorando los efectos negativos que este crecimiento descontrolado tiene sobre los trabajadores locales y el medio ambiente.
Salarios bajos y escaso poder adquisitivo
La situación inflacionaria es aún más problemática si se tiene en cuenta que Canarias tiene uno de los salarios más bajos de España. En 2024, el salario medio en las islas es de 1.630 euros mensuales, el segundo más bajo del país.
Esto sitúa a los canarios en una posición de gran desventaja frente al aumento del coste de vida. Mientras que los precios suben, especialmente en sectores clave como la vivienda y la alimentación, los ingresos de los trabajadores no logran seguir el mismo ritmo.
Los sectores más afectados por esta disparidad son aquellos relacionados con el turismo, como la hostelería. A pesar de los grandes beneficios generados por la industria turística, los trabajadores de este sector, en particular las camareras de piso, enfrentan condiciones laborales precarias y salarios exiguos.
Las jornadas agotadoras y la sobrecarga de trabajo son comunes, lo que evidencia cómo la industria turística sigue lucrándose a costa de los derechos de sus empleados.
Políticas económicas: Promesas vacías
Aunque desde 2017 se han propuesto medidas para limitar el impacto del turismo, como la Ley del Suelo, estas políticas no han sido suficientes para cambiar el rumbo económico del archipiélago. En teoría, esta ley buscaba reducir la superficie destinada a uso turístico, pero los efectos han sido marginales.
En la práctica, no ha habido un verdadero esfuerzo por parte de los gobiernos canarios para diversificar la economía y reducir la dependencia del turismo.
El modelo económico de Canarias sigue anclado en la explotación del turismo de masas, con el consecuente desequilibrio económico que genera. Esta falta de diversificación no solo perpetúa la vulnerabilidad de la región frente a crisis económicas globales, sino que también impide el desarrollo de otros sectores que podrían ofrecer empleo estable y bien remunerado.
La inflación en Canarias es más que una simple cifra estadística: es el reflejo de una economía desequilibrada, dependiente de un sector turístico que, aunque rentable para unos pocos, está deteriorando las condiciones de vida de la mayoría. El aumento de los precios de bienes esenciales, combinado con salarios bajos y la precarización del empleo, plantea un desafío enorme para los canarios.

































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