REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL.ORG
La reciente escalada de tensiones en el Medio Oriente, específicamente entre Israel y los territorios de Gaza, Líbano y Siria, ha captado la atención mundial.
Sorprendentemente, una encuesta realizada recientemente en Estados Unidos muestra un apoyo abrumador hacia un alto el fuego permanente, con más de dos tercios de los encuestados a favor, incluyendo a la mayoría de los demócratas y una pluralidad de republicanos.
Esta cifra, sin embargo, contrasta clamorosamente con la posición de los miembros electos de la Cámara de Representantes de EE. UU., donde tan solo un 4% apoya un alto el fuego temporal, manteniendo así el respaldo de Estados Unidos a Israel, a pesar de las repetidas resoluciones de la ONU que buscan poner fin a la violencia.
Walter Hixson, un distinguido historiador especializado en relaciones exteriores de EE.UU., ha dado a conocer los datos de la influencia del lobby pro-israelí en la política exterior de Estados Unidos. Este grupo, compuesto por organizaciones poderosas, ejerce una considerable presión a través de campañas de lobbying, programas de alcance y donaciones significativas a políticos estadounidenses. Su objetivo es claro: asegurar el apoyo incondicional de EE. UU. a las políticas del gobierno israelí, incluyendo la expansión territorial, el bloqueo a la creación de un Estado palestino y la oposición al movimiento de boicot, desinversión y sanciones (BDS) dentro de Estados Unidos.
A nivel internacional, el apoyo a Israel se ha debilitado significativamente, pero sigue contando con el respaldo fundamental de Estados Unidos. Este soporte se manifiesta en la figura de Joe Biden, el mayor receptor de donaciones del lobby israelí en la política estadounidense. Desde el comienzo de su carrera, Biden ha mostrado un apoyo incondicional a Israel, incluso en situaciones de crítica bipartidista y ha sido instrumental en asegurar ayuda financiera récord para el Estado judío. Esta tendencia no ha cambiado en su Administración actual.
Los diez políticos estadounidenses que más han recibido financiación del lobby israelí, incluyendo a Biden, Robert Menéndez, Mitch McConnell, Chuck Schumer, Steny Hoyer, Ted Cruz, Ron Wyden, Dick Durbin, Josh Gottheimer y Shontel Brown, representan la influencia tangible de este lobby en la política de EE. UU. Sus posturas y decisiones reflejan un compromiso continuo con los intereses israelíes, incluso en contextos de crítica internacional y violaciones al derecho internacional.
Este panorama deja entrever una desconexión notoria entre la opinión pública estadounidense, que favorece una solución pacífica y duradera en el conflicto israelí-palestino, y las políticas implementadas por sus representantes electos. Esta discrepancia pone de relieve no solo la complejidad del conflicto, sino también la influencia de los lobbies en la configuración de la política exterior estadounidense.
Maribel Santana | Viernes, 22 de Diciembre de 2023 a las 15:30:45 horas
Ya, pero gobierne quien gobierne, los ricos sionistas de EEUU van financiar a los sionistas de allá, porque entre los nazi-sionistas llámese de israel o de EEUU existe una simbiosis. Así que los que mandan en EEUU son los judíos ricos.
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