
¿POR QUÉ DEJAMOS DE COCINAR PARA CONSUMIR “COMIDA CHATARRA"?
Cambios socioculturales y precios desorbitados de los productos básicos
El doctor José A. Medina defendía, la pasada semana, que los cambios sociales y culturales serían el factor esencial que explican por qué la alimentación de la población canaria ha llegado a ser mucho menos saludable (...).
Por ARTURO INGLOTT PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
En una entrevista concedida a la periodista Verónica Pavés, para el diario La Provincia, el doctor José A. Medina defendía, la pasada semana, que los cambios sociales y culturales serían el factor esencial que explican por qué la alimentación de la población canaria ha llegado a ser mucho menos saludable.
Medina sostiene que estos factores serían, en efecto, mucho más influyentes en la extensión de las dietas desequilibradas, que repercuten muy negativamente en la salud de la población, que el costo de los alimentos saludables. El doctor pone el ejemplo de una hamburguesa casera, cuyo ingredientes pueden tener un precio más bajo, pero tiene un gran valor por el tiempo y esfuerzo invertido en su preparación.
La pérdida de la cultura de cocinar
Medina señala, especialmente, un cambio cultural significativo: hemos pasado de comprar ingredientes a adquirir comidas ya preparadas.
"Un cambio -afirma este doctor - que nos acerca más al modelo de consumo del Reino Unido, implica un aumento de costos debido a los intermediarios en el proceso de elaboración de los alimentos".
El doctor Medina atribuye estos cambios a la evolución sociológica y demográfica.
"La reorganización de roles en el hogar y la saturación de información sobre qué constituye una dieta saludable han contribuido - en su opinión - a una desconexión con las prácticas alimenticias tradicionales, como la dieta canaria".
Al hablar sobre la obesidad en Canarias, Medina identifica una pobreza mixta, tanto material como cultural, subrayando la necesidad de una educación alimentaria que permita a las personas tomar decisiones informadas y mejorar sus hábitos.
Vivimos, sin embargo, en una sociedad de inmediatez, donde la abundancia material se contrapone a la falta de tiempo, un recurso valioso que las generaciones pasadas valoraban de manera diferente.
Es por ello doctor Medina anima a las personas a visitar mercados locales y a elaborar sus propios menús, notando que la comida saludable no tiene por qué ser económicamente inaccesible.
El doctor ve factible la recuperación de las prácticas alimenticias tradicionales en Canarias, sugiriendo que esto podría incluso formar parte de la identidad política y ofrecer una alternativa económica al turismo. Aboga por una integración de la agricultura tradicional y el cuidado de la costa y la fauna desde una perspectiva sostenible.
Finalmente, el doctor cuestiona el uso de etiquetas como "eco", "fitness" o "integral" en los alimentos, sugiriendo que estas pueden ser engañosas y critica la pirámide nutricional tradicional, alegando que fue diseñada para ciudades masificadas en Europa del Norte y no necesariamente refleja una dieta saludable.
UNA TENDENCIA SIMILAR A LA DEL CONJUNTO DEL ESTADO
En el conjunto del Estado español, se observa una tendencia sobre la alimentación hasta punto similar a la descrita por el doctor Medina para el caso canario, pero también compleja y contradictoria.
Por un lado, se han impuesto también los alimentos preelaboradores y avanza el consumo de la llamada "comida basura" o "comida chatarra".
Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), en esta década ha habido un aumento en el interés por la alimentación, con un enfoque creciente en la valoración nutricional y el etiquetado de los alimentos. Sin embargo este interés se ve contrastado por una disminución en la compra de alimentos tradicionales de la dieta mediterránea, como el pan, las papas, el aceite de oliva y las naranjas.
Por otra parte, la Asociación Interprofesional Española de Carne Avícola (Avianza) señala que ha habido un descenso del 17% en el consumo de carne fresca en los hogares, atribuido al aumento de dietas con más ultraprocesados. Aun así, se observa una tendencia hacia el consumo de productos más naturales, vinculada al "movimiento healthy" y al redescubrimiento del trabajo de los productores locales.
Finalmente, la Asociación Española de Fabricantes de Platos Preparados (Asefapre) confirma que esta década ha visto un aumento en el consumo de platos preparados, una tendencia impulsada por la necesidad de "soluciones rápidas, cómodas y saludables" para personas con poco tiempo para cocinar.
Y SIN EMBARGO... EL PRECIO TAMBIÉN IMPORTA
Sea como fuere, el incremento de los precios de los productos frescos, y por tanto más saludables, es otro factor que, según FACUA-Consumidores en Acción, también resulta preciso considerar.
Según FACUA en 2023 casi la mitad de los alimentos básicos han subido de precio en grandes cadenas de distribución. Esta tendencia ha sido progresiva a lo largo del año, empezando con un incremento detectado en el 6,7% de los alimentos en enero, y alcanzando el 48,4% en agosto.
Entre los alimentos que más han subido de precio se encuentran las frutas y verduras, que representan el 30,6% del total de los incrementos detectados, seguidos por aceites de oliva (19,7%) y arroces y pastas (13,4%).
Este encarecimiento de alimentos frescos y básicos podría estar llevando a muchas personas a sustituirlos por opciones menos saludables pero más económicas, en línea con lo advertido por FACUA y otros observadores del mercado alimentario.
Estos hallazgos apuntan a una realidad donde el acceso a alimentos frescos y saludables puede verse también afectado por factores económicos, lo que contrasta con la visión del Dr. Medina, quien enfatiza más en la elección y preparación de alimentos en lugar de su costo.
Por ARTURO INGLOTT PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
En una entrevista concedida a la periodista Verónica Pavés, para el diario La Provincia, el doctor José A. Medina defendía, la pasada semana, que los cambios sociales y culturales serían el factor esencial que explican por qué la alimentación de la población canaria ha llegado a ser mucho menos saludable.
Medina sostiene que estos factores serían, en efecto, mucho más influyentes en la extensión de las dietas desequilibradas, que repercuten muy negativamente en la salud de la población, que el costo de los alimentos saludables. El doctor pone el ejemplo de una hamburguesa casera, cuyo ingredientes pueden tener un precio más bajo, pero tiene un gran valor por el tiempo y esfuerzo invertido en su preparación.
La pérdida de la cultura de cocinar
Medina señala, especialmente, un cambio cultural significativo: hemos pasado de comprar ingredientes a adquirir comidas ya preparadas.
"Un cambio -afirma este doctor - que nos acerca más al modelo de consumo del Reino Unido, implica un aumento de costos debido a los intermediarios en el proceso de elaboración de los alimentos".
El doctor Medina atribuye estos cambios a la evolución sociológica y demográfica.
"La reorganización de roles en el hogar y la saturación de información sobre qué constituye una dieta saludable han contribuido - en su opinión - a una desconexión con las prácticas alimenticias tradicionales, como la dieta canaria".
Al hablar sobre la obesidad en Canarias, Medina identifica una pobreza mixta, tanto material como cultural, subrayando la necesidad de una educación alimentaria que permita a las personas tomar decisiones informadas y mejorar sus hábitos.
Vivimos, sin embargo, en una sociedad de inmediatez, donde la abundancia material se contrapone a la falta de tiempo, un recurso valioso que las generaciones pasadas valoraban de manera diferente.
Es por ello doctor Medina anima a las personas a visitar mercados locales y a elaborar sus propios menús, notando que la comida saludable no tiene por qué ser económicamente inaccesible.
El doctor ve factible la recuperación de las prácticas alimenticias tradicionales en Canarias, sugiriendo que esto podría incluso formar parte de la identidad política y ofrecer una alternativa económica al turismo. Aboga por una integración de la agricultura tradicional y el cuidado de la costa y la fauna desde una perspectiva sostenible.
Finalmente, el doctor cuestiona el uso de etiquetas como "eco", "fitness" o "integral" en los alimentos, sugiriendo que estas pueden ser engañosas y critica la pirámide nutricional tradicional, alegando que fue diseñada para ciudades masificadas en Europa del Norte y no necesariamente refleja una dieta saludable.
UNA TENDENCIA SIMILAR A LA DEL CONJUNTO DEL ESTADO
En el conjunto del Estado español, se observa una tendencia sobre la alimentación hasta punto similar a la descrita por el doctor Medina para el caso canario, pero también compleja y contradictoria.
Por un lado, se han impuesto también los alimentos preelaboradores y avanza el consumo de la llamada "comida basura" o "comida chatarra".
Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), en esta década ha habido un aumento en el interés por la alimentación, con un enfoque creciente en la valoración nutricional y el etiquetado de los alimentos. Sin embargo este interés se ve contrastado por una disminución en la compra de alimentos tradicionales de la dieta mediterránea, como el pan, las papas, el aceite de oliva y las naranjas.
Por otra parte, la Asociación Interprofesional Española de Carne Avícola (Avianza) señala que ha habido un descenso del 17% en el consumo de carne fresca en los hogares, atribuido al aumento de dietas con más ultraprocesados. Aun así, se observa una tendencia hacia el consumo de productos más naturales, vinculada al "movimiento healthy" y al redescubrimiento del trabajo de los productores locales.
Finalmente, la Asociación Española de Fabricantes de Platos Preparados (Asefapre) confirma que esta década ha visto un aumento en el consumo de platos preparados, una tendencia impulsada por la necesidad de "soluciones rápidas, cómodas y saludables" para personas con poco tiempo para cocinar.
Y SIN EMBARGO... EL PRECIO TAMBIÉN IMPORTA
Sea como fuere, el incremento de los precios de los productos frescos, y por tanto más saludables, es otro factor que, según FACUA-Consumidores en Acción, también resulta preciso considerar.
Según FACUA en 2023 casi la mitad de los alimentos básicos han subido de precio en grandes cadenas de distribución. Esta tendencia ha sido progresiva a lo largo del año, empezando con un incremento detectado en el 6,7% de los alimentos en enero, y alcanzando el 48,4% en agosto.
Entre los alimentos que más han subido de precio se encuentran las frutas y verduras, que representan el 30,6% del total de los incrementos detectados, seguidos por aceites de oliva (19,7%) y arroces y pastas (13,4%).
Este encarecimiento de alimentos frescos y básicos podría estar llevando a muchas personas a sustituirlos por opciones menos saludables pero más económicas, en línea con lo advertido por FACUA y otros observadores del mercado alimentario.
Estos hallazgos apuntan a una realidad donde el acceso a alimentos frescos y saludables puede verse también afectado por factores económicos, lo que contrasta con la visión del Dr. Medina, quien enfatiza más en la elección y preparación de alimentos en lugar de su costo.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.117