NOEMÍ SANTANA SE ARRIMA A LA SOMBRA DE YOLANDA: ¿UNA DIPUTADA MENOS PARA PODEMOS?

Por EUGENIO FERNÁNDEZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-

   En la desigual guerra intestina que se ha venido desarrollando entre Yolanda Díaz y su coalición Sumar, por un lado, y el prácticamente desaparecido partido Podemos, de Pablo Iglesias, parece ahora asomar la cabeza, como actriz secundaria, pero acaso con cierta importancia ocasional, una diputada canaria muy singular.

    Apenas unos días después de que la ruptura entre estas dos facciones del "wokismo" español viviera uno de sus episodios más teatralizados, con la denuncia de Pablo Iglesias a la ministra de Trabajo de “haber trabajado desde el principio para acabar con Podemos asociándose con mafiosos", una noticia que ha pasado prácticamente desapercibida parece indicar que Yolanda Díaz sigue moviendo sus fichas para aplicar la máxima romana del "divide y vencerás".

    Se trata de la decisión de conceder a la diputada canaria Noemí Santana la presidencia de la comisión de Derechos Sociales y Consumo del Congreso. En total, Sumar presidirá seis comisiones parlamentarias en el Congreso de los Diputados y en el ansiado reparto de estos bien remunerados puestos, Santana es la única integrante del grupo de Podemos que ha podido “pillar”.

      Desde Podemos Canarias, una formación que -como Podemos a nivel estatal- se encuentra prácticamente desaparecida, han valorado la designación de Santana como “una buena noticia para las Islas”, asegurando que supondría un "reconocimiento a su valía y a su demostrada capacidad de gestión" como Consejera de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud del Gobierno de Canarias.

    Una valoración que, sin embargo, no comparten  los sindicatos de la administración, como Intersindical Canaria, que en su día acusaron a Santana de mantener su Consejería en una situación de auténtico "caos”.

¿SE ARRIMA NOEMÍ OTRA VEZ A LA SOMBRA DEL ÁRBOL QUE MÁS COBIJA?

  En cualquier caso, a nadie se le escapa que en la política institucional el reparto de cargos y prebendas suele tener mucho más que ver con los "juegos de poder" en el marco de las organizaciones que con la valía, mayor o menor, de candidatos y agraciados.

    No es en absoluto descabellado suponer, pues, que el nombramiento de Santana se pueda estar viendo también como un “fichaje” más de Yolanda Díaz, una nueva compra de voluntades, para apuntalar a su propia coalición. Y es que, aunque resulta difícil creer que los cinco diputados de Podemos podrían llegarse a atrever a dejar en minoría al Gobierno de coalición en alguna votación parlamentaria esencial, si están capacitados al menos para   armar algo de ruido desestabilizador al son de la tonadilla y la letra que se les dicte desde Canal Red.  

UNA TRAYECTORIA SINUOSA QUE PERMITE SOSPECHAR

  Al fin y al cabo, Santana no sería más que una más en la larga lista de ex podemitas que, viendo el barco morado naufragar, no han tardado ni un segundo en saltar a la nueva fragata de Sumar.

   Pero es que, por otro lado, la propia trayectoria política de la diputada Noemí Santana se corresponde también  a la perfección con la de esos personajes que, llegados a la política con el único objetivo de su medro personal, van cambiando de chaqueta al ritmo que marcan las modas y la oportunidad, sin la menor vergüenza ni dificultad.

     Santana, nacida el 31 de enero de 1984 en Las Palmas de Gran Canaria, comenzó su carrera política institucional en el año 2007, nada más y nada menos que en las filas de Nueva Canarias, formación de Gran Canaria escindida de la derechista Coalición Canaria por desavenencias en el reparto del poder con sus socios tinerfeños.  

   En Nueva Canarias, partido del expresidente del Gobierno con CC Román Rodríguez, Santana llegó a ser secretaria de Juventudes y miembro de la Ejecutiva Nacional. Y, con unos escasos 30 años, fue nombrada gestora de un denostado macroproyecto con que el NC  pretende atravesar la isla de Gran Canaria con una ruinosa y desestructurada red ferroviaria.

  Y posiblemente en esa organización hubiera seguido Noemí Santana, sin ningún problema en defender proyectos de ese cariz.

    Si, -al igual que a otras perennes aspirantes a "candidatas"-, no le hubiera tocado "la lotería", en forma de partido político mediático, con la necesidad de Pablo Iglesias de crear "franquicias" de Podemos más allá de las fronteras de Madrid.

     Santana fue, en efecto, de las que con más rapidez supo arrimarse a los que mandaban en el partido político desde la capital del Reino, mimetizándose por completo con sus formas y discursos, y ejerciendo el grado siempre necesario de "peloteo" a los jefes madrileños para ganarse su favor.

NOEMÍ SANTANA, LA CANDIDATA QUE RECONOCIÓ QUE SU PARTIDO SIRVIÓ "PARA CONTENER LA EXPLOSIÓN SOCIAL"

   Y lo cierto es que tuvo éxito en su propósito personal. Con el apoyo del grupo dirigente madrileño, Santana llegó a ser Secretaria general de su partido en Canarias, diputada autonómica, portavoz y consejera del Gobierno cuatripartido de Coalición.

   Y ello a pesar de que la diputada Santana no se ha caracterizado nunca, precisamente, por ser un lince, por su inteligencia o por sus dotes de comunicación.

   Por el contrario, ya en el año 2015 demostraba su escasa capacidad para traducir los mensajes que llegaban desde la capital, en unas declaraciones efectuadas al "Diario de Avisos" en las que reconocía que Podemos había servido en Canarias, realmente, "para contener la explosión social".

    Noemí Santana reconoció, sin pelos en la lengua, pero con candorosa ingenuidad que:

   "El riesgo de estallido social se había contenido en Canarias gracias a Podemos".

   "Podemos ha sido la herramienta que ha canalizado esa indignación y el deseo de un cambio político. Los políticos lanzaron un órdago a la ciudadanía para que pasara de la calle a las urnas. Pues lo hemos hecho con un éxito que nadie esperaba. Podemos ha ayudado a que en este país la cosa no haya ido a peor"-   llegó a reconocer Noemí.

     En realidad, la afirmación de Santana sobre el papel desempeñado por Podemos en la desmovilización de la protesta social no era novedosa.

     Algunos representantes del establishment económico, político y mediático  ya  habían captado  la importancia que  el fenómeno Podemos podía tener en la  desarticulación del incipiente movimiento social que había empezado a constituirse al calor de la crisis económica y la quiebra del régimen político heredado del franquismo.

    Y algunos, -no muchos, todo hay que decirlo -, ya habíamos puesto también de manifiesto desde la izquierda revolucionaria que la corriente política de Podemos, urdida desde los laboratorios mediáticos del sistema, lejos de ser un agente de movilización social y organización de los asalariados, estaba resultando todo lo contrario.

   Noemí Santana no había descubierto, evidentemente, ningún Mediterráneo, pero su locuaz procacidad traspasó todos los límites de la "prudencia" cuando en sus declaraciones al Diario de Avisos, uno de los rotativos más ultraconservadores del Archipiélago canario abordó, sin ambages, el estado de las relaciones entre Podemos y los Poderes económicos en el Estado y en Canarias.

   A nadie le debería extrañar, pues, que ahora Santana pueda haber decidido que, en aras de su propia supervivencia, ha llegado el momento de abandonar el barco morado que su hunde, para convertirse en una Yolander más coaligada con el PSOE.

    Al fin y al cabo, nadie podría acusarla de haber cambiado de objetivo político, si este siempre fue el de trepar.