
EL FARSANTE ENRIC MARCO: UN COLABORACIONISTA DE LOS NAZIS QUE SE HIZO PASAR POR VÍCTIMA DEL HOLOCAUSTO (SONORIZADO)
¿Cuál fue el contexto político que posibilitó que en España se creyera la farsa montada por Enric Marco y cómo fue posible su ascenso?
Esta es la historia fraudulenta de Enric Marco, un siniestro personaje que durante 30 años estuvo fingiendo ser un sobreviviente de los campos de concentración nazis, cuando en realidad, había sido un colaborador de los mismos. Mientras Marco se ganaba la simpatía de la sociedad española de los inicios del siglo XXI, como Presidente de una Asociación de víctimas del nazismo, compareciendo ante el Congreso de los Diputados o sido condecorado porel mismisimo Jordi Pujol, los comunistas, que habían sido los auténticos luchadores en la sombra en aquellos infiernos, eran unos perfectos desconocidos para la sociedad española.
POR MANUEL MEDINA (*) PARA CANARIAS SEMANAL.ORG
La historia de Enric Marco es un caso real de impostura que deja en evidencia tanto la vulnerabilidad de las instituciones ante los falsificadores como el contexto político que facilitó su mentira. Este personaje logró hacerse pasar por un sobreviviente de los campos de concentración nazis, llegando a presidir una organización de víctimas de la persecución nazi y logrando reconocimiento y apoyo público, solo para ser desenmascarado como impostor en el año 2005.
Esta historia nos invita a reflexionar sobre los factores sociales y políticos que propiciaron su ascenso y sobre el auténtico heroísmo de los verdaderos sobrevivientes que,, organizados en una buena parte de los casos bajo ideales comunistas, pudieron resistir la brutalidad nazi desde dentro de los propios campos.
ENRIC MARCO: EL IMPOSTOR QUE BUSCABA PROTAGONISMO
Enric Marco nació en 1921 en Barcelona, y a lo largo de su vida se vinculó al movimiento anarquista español. Durante los años de la "transición", se unió a la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), donde llegó a ocupar cargos destacados. Sin embargo, la falta de autenticidad en sus relatos, así como sus dudosas hazañas en la lucha contra el franquismo, terminaron generando sospechas entre los mismos miembros de esa organización sindical, que lo sometieron a una investigación y acabaron expulsándolo de la misma.
A partir de entonces, Marco intentó reorientar su fraudulenta trayectoria hacia el ámbito educativo, ocupando posiciones dentro de Asociaciones de padres de familia y ofreciendo discursos que buscaban transmitir valores antifascistas, aunque sin estar respaldado por una auténtica historia de lucha que lo pudiera avalar.
El cambio decisivo en su vida se dio en el año 2000 cuando, aprovechando el resurgimiento del movimiento por la memoria histórica en España, Marco decidió autoproclamarse sobreviviente del campo de concentración nazi de Flossenbürg. En pocos años se convirtió en el presidente de la "Amical de Mauthausen", una organización de víctimas y sobrevivientes de los campos nazis. Marco logró así consolidar su papel de “superviviente” y se convirtió en una figura destacada en actos públicos, en los que relataba con una habilidad asombrosa supuestas experiencias de horror vividas por él mismo en los campos de concentración nazis en Alemania.
EL CONTEXTO POLÍTICO: EL AUGE DE LA MEMORIA HISTÓRICA EN ESPAÑA
La España de principios del siglo XXI vivió un cierto despertar social de su conciencia histórica.
Con la llegada al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2004, el país experimentó una tibia renovación en el interés por la memoria histórica, que comenzó por incluir el reconocimiento de las víctimas de la dictadura franquista y la recuperación de las historias de los republicanos que habían sido perseguidos tanto dentro como fuera de España.
Hasta entonces, las instituciones y partidos políticos españoles había concertado una suerte de "pacto tácito", a través del cual se pretendió ocultar la complicidad de destacados miembros de los primeros gobiernos postfranquistas, que habían contraído serias responsabilidades con la represión ejercida durante los años de dictadura.
La "Ley de memoria histórica" de Rodríguez Zapatero no hizo nada extraordinario ni para la el reconocimiento de los combatientes antifascistas que lucharon en contra del franquismo, ni para el castigo judicial ejemplar a sus verdugos y torturadores, pero sí permitió que los medios de comunicación abrieran un espacio al tratamiento de un tema que hasta entonces el Régimen político de la Monarquía había considerado como un tema tabú.
En este contexto, Enric Marco trató de ubicarse estratégicamente para contar una versión fantástica de hechos que él mismo había inventado, pero que encajaban a la perfección con aquel momento político. Su discurso parecía dar voz a los republicanos que habían sufrido en los campos nazis, y los ciudadanos lo consideraron como una figura que representaba la lucha contra el fascismo en la etapa histórica de la II Guerra Mundial.
La falsificación de Marco alcanzó su punto culminante en el año 2005, cuando el impostor fue invitado al Congreso de los Diputados para pronunciar un discurso en honor a las víctimas del Holocausto, un acto que llegó a emocionar a la ya desaparecida ministra de Defensa Carme Chacón.
Solo unas horas antes de que hablara, el historiador Benito Bermejo reveló la farsa: Enric Marco nunca estuvo en un campo de concentración. En realidad, había sucedido todo lo contrario. Enric Marco había permanecido en aquellos años trabajando voluntariamente en Alemania, beneficiándose de un acuerdo concertado entre Franco y Hitler, a través del cual el régimen franquista contribuía al esfuerzo bélico alemán enviando trabajadores españoles a ese país, en pago a la ayuda prestada por Hitler a los militares golpistas en curso de la Guerra Civil.
LOS AUTÉNTICOS HÉROES: LA RESISTENCIA COMUNISTA EN LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN
La historia de Enric Marco contrasta con la de miles héroes anónimos que resistieron la brutalidad nazi desde dentro de los campos de concentración, muchos de ellos comunistas que lograron organizarse en condiciones extremas para proteger a los suyos y resistir a aquel demoledor régimen de exterminio. En los campos de concentración como Mauthausen, donde miles de republicanos españoles fueron enviados, la organización comunista clandestina fue esencial para la supervivencia de muchos prisioneros. Estos grupos lograban distribuir entre ellos la poca comida que conseguían, ofrecían apoyo emocional y mantenían la moral en circunstancias donde la deshumanización era la norma.
La organización que los comunistas lograron construir dentro de los campos de concentración representó un acto de resistencia que contradecía la maquinaria nazi de matar, pues pudieron establecer auténticas redes de apoyo que impidieron en muchos casos que el aislamiento y la indefensión pudiera apoderarse de la voluntad de los presos.
Aunque estas resistencias clandestinas no podían evitar del todo las muertes y los abusos, sí lograron salvar muchas vidas, trazar planes de resistencia estratégica y preservar la dignidad, en un lugar donde la muerte formaba parte intrínseca del sistema.
Este tipo de heroísmo colectivo no solo se basaba en un gesto meramente solidario, sino que formaba parte de la práctica política histórica de una organización que consideraba que solo la resistencia a través de la organización hacía posible que los más vulnerables pudieran quebrar parte de los objetivos y la voluntad de los más fuertes.
EL LEGADO DE LA MENTIRA Y LA IMPORTANCIA DE LA VERDAD
El caso de Enric Marco nos recuerda la importancia de la verificación y la crítica ante cualquier discurso, especialmente en contextos de revisión histórica donde las emociones y los deseos de justicia pueden cegarnos ante la impostura. Marco fue desenmascarado y destituido de su puesto en la "Amical de Mauthausen", pero el impacto de su mentira dejó una profunda herida entre quienes habían creído en él, especialmente en las víctimas y sus familias, que se sintieron traicionadas. Esta historia no solo cuestiona el valor del testimonio falso, sino que nos alerta sobre el peligro de permitir que personas narcisistas y manipuladoras ocupen espacios simbólicos y de poder.
El film “Marco”, de reciente aparición en las pantallas cinematográficas, explora la vida y las mentiras de este farsante. La historia también nos recuerda que los auténticos héroes fueron los que, con una valentía sin alardes, resistieron en las peores condiciones defendiendo la vida de sus compañeros, sin por ello esperar ningún tipo de reconocimiento, ni medallas.
(*) Manuel Medina es profesor de Historia y divulgador de temas relacionados con esa materia.
LA PELÍCULA:
POR MANUEL MEDINA (*) PARA CANARIAS SEMANAL.ORG
La historia de Enric Marco es un caso real de impostura que deja en evidencia tanto la vulnerabilidad de las instituciones ante los falsificadores como el contexto político que facilitó su mentira. Este personaje logró hacerse pasar por un sobreviviente de los campos de concentración nazis, llegando a presidir una organización de víctimas de la persecución nazi y logrando reconocimiento y apoyo público, solo para ser desenmascarado como impostor en el año 2005.
Esta historia nos invita a reflexionar sobre los factores sociales y políticos que propiciaron su ascenso y sobre el auténtico heroísmo de los verdaderos sobrevivientes que,, organizados en una buena parte de los casos bajo ideales comunistas, pudieron resistir la brutalidad nazi desde dentro de los propios campos.
ENRIC MARCO: EL IMPOSTOR QUE BUSCABA PROTAGONISMO
Enric Marco nació en 1921 en Barcelona, y a lo largo de su vida se vinculó al movimiento anarquista español. Durante los años de la "transición", se unió a la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), donde llegó a ocupar cargos destacados. Sin embargo, la falta de autenticidad en sus relatos, así como sus dudosas hazañas en la lucha contra el franquismo, terminaron generando sospechas entre los mismos miembros de esa organización sindical, que lo sometieron a una investigación y acabaron expulsándolo de la misma.
A partir de entonces, Marco intentó reorientar su fraudulenta trayectoria hacia el ámbito educativo, ocupando posiciones dentro de Asociaciones de padres de familia y ofreciendo discursos que buscaban transmitir valores antifascistas, aunque sin estar respaldado por una auténtica historia de lucha que lo pudiera avalar.
El cambio decisivo en su vida se dio en el año 2000 cuando, aprovechando el resurgimiento del movimiento por la memoria histórica en España, Marco decidió autoproclamarse sobreviviente del campo de concentración nazi de Flossenbürg. En pocos años se convirtió en el presidente de la "Amical de Mauthausen", una organización de víctimas y sobrevivientes de los campos nazis. Marco logró así consolidar su papel de “superviviente” y se convirtió en una figura destacada en actos públicos, en los que relataba con una habilidad asombrosa supuestas experiencias de horror vividas por él mismo en los campos de concentración nazis en Alemania.
EL CONTEXTO POLÍTICO: EL AUGE DE LA MEMORIA HISTÓRICA EN ESPAÑA
La España de principios del siglo XXI vivió un cierto despertar social de su conciencia histórica.
Con la llegada al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2004, el país experimentó una tibia renovación en el interés por la memoria histórica, que comenzó por incluir el reconocimiento de las víctimas de la dictadura franquista y la recuperación de las historias de los republicanos que habían sido perseguidos tanto dentro como fuera de España.
Hasta entonces, las instituciones y partidos políticos españoles había concertado una suerte de "pacto tácito", a través del cual se pretendió ocultar la complicidad de destacados miembros de los primeros gobiernos postfranquistas, que habían contraído serias responsabilidades con la represión ejercida durante los años de dictadura.
La "Ley de memoria histórica" de Rodríguez Zapatero no hizo nada extraordinario ni para la el reconocimiento de los combatientes antifascistas que lucharon en contra del franquismo, ni para el castigo judicial ejemplar a sus verdugos y torturadores, pero sí permitió que los medios de comunicación abrieran un espacio al tratamiento de un tema que hasta entonces el Régimen político de la Monarquía había considerado como un tema tabú.
En este contexto, Enric Marco trató de ubicarse estratégicamente para contar una versión fantástica de hechos que él mismo había inventado, pero que encajaban a la perfección con aquel momento político. Su discurso parecía dar voz a los republicanos que habían sufrido en los campos nazis, y los ciudadanos lo consideraron como una figura que representaba la lucha contra el fascismo en la etapa histórica de la II Guerra Mundial.
La falsificación de Marco alcanzó su punto culminante en el año 2005, cuando el impostor fue invitado al Congreso de los Diputados para pronunciar un discurso en honor a las víctimas del Holocausto, un acto que llegó a emocionar a la ya desaparecida ministra de Defensa Carme Chacón.
Solo unas horas antes de que hablara, el historiador Benito Bermejo reveló la farsa: Enric Marco nunca estuvo en un campo de concentración. En realidad, había sucedido todo lo contrario. Enric Marco había permanecido en aquellos años trabajando voluntariamente en Alemania, beneficiándose de un acuerdo concertado entre Franco y Hitler, a través del cual el régimen franquista contribuía al esfuerzo bélico alemán enviando trabajadores españoles a ese país, en pago a la ayuda prestada por Hitler a los militares golpistas en curso de la Guerra Civil.
LOS AUTÉNTICOS HÉROES: LA RESISTENCIA COMUNISTA EN LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN
La historia de Enric Marco contrasta con la de miles héroes anónimos que resistieron la brutalidad nazi desde dentro de los campos de concentración, muchos de ellos comunistas que lograron organizarse en condiciones extremas para proteger a los suyos y resistir a aquel demoledor régimen de exterminio. En los campos de concentración como Mauthausen, donde miles de republicanos españoles fueron enviados, la organización comunista clandestina fue esencial para la supervivencia de muchos prisioneros. Estos grupos lograban distribuir entre ellos la poca comida que conseguían, ofrecían apoyo emocional y mantenían la moral en circunstancias donde la deshumanización era la norma.
La organización que los comunistas lograron construir dentro de los campos de concentración representó un acto de resistencia que contradecía la maquinaria nazi de matar, pues pudieron establecer auténticas redes de apoyo que impidieron en muchos casos que el aislamiento y la indefensión pudiera apoderarse de la voluntad de los presos.
Aunque estas resistencias clandestinas no podían evitar del todo las muertes y los abusos, sí lograron salvar muchas vidas, trazar planes de resistencia estratégica y preservar la dignidad, en un lugar donde la muerte formaba parte intrínseca del sistema.
Este tipo de heroísmo colectivo no solo se basaba en un gesto meramente solidario, sino que formaba parte de la práctica política histórica de una organización que consideraba que solo la resistencia a través de la organización hacía posible que los más vulnerables pudieran quebrar parte de los objetivos y la voluntad de los más fuertes.
EL LEGADO DE LA MENTIRA Y LA IMPORTANCIA DE LA VERDAD
El caso de Enric Marco nos recuerda la importancia de la verificación y la crítica ante cualquier discurso, especialmente en contextos de revisión histórica donde las emociones y los deseos de justicia pueden cegarnos ante la impostura. Marco fue desenmascarado y destituido de su puesto en la "Amical de Mauthausen", pero el impacto de su mentira dejó una profunda herida entre quienes habían creído en él, especialmente en las víctimas y sus familias, que se sintieron traicionadas. Esta historia no solo cuestiona el valor del testimonio falso, sino que nos alerta sobre el peligro de permitir que personas narcisistas y manipuladoras ocupen espacios simbólicos y de poder.
El film “Marco”, de reciente aparición en las pantallas cinematográficas, explora la vida y las mentiras de este farsante. La historia también nos recuerda que los auténticos héroes fueron los que, con una valentía sin alardes, resistieron en las peores condiciones defendiendo la vida de sus compañeros, sin por ello esperar ningún tipo de reconocimiento, ni medallas.
(*) Manuel Medina es profesor de Historia y divulgador de temas relacionados con esa materia.
LA PELÍCULA:
Maribel Santana | Lunes, 11 de Noviembre de 2024 a las 07:48:20 horas
De estos hay por doquier, desgraciadamente.
La borbonía fascistona tapando ésto.
Accede para votar (0) (0) Accede para responder