
REPUBLICANOS: UN ARTÍCULO DEL FILÓSOFO JAVIER SÁDABA
"Los sedicentes republicanos manejan un oportunismo que de republicano solo tiene el nombre"
En España - escribe el filósofo Javier Sádaba - hay varios tipos de republicanos, y concretamente los que lo son realmente y los que lo son de boquilla. Los primeros miran a nuestro pasado republicano y se fijan, entre las dos que han existido, en la última. Se detienen en la que nos es próxima, fue una promesa y acabó derrotada por un golpe militar. Una asonada que volvió a reponer la vieja monarquía (...).
Por JAVIER SÁDABA PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
La idea de República viene de lejos. Tiene su punto central en Roma y una referencia especial con Cicerón. En los últimos años autores autodenominados republicanos como Skinner han llegado a ser reconocidos como un elemento de revitalización de la democracia. Y en España han tenido un divulgador inteligente con Toni Domenech. Su ideología es tan desdibujada que dicho republicanismo tiene poco eco actualmente. Entre otras cosas, porque sus propuestas son tan moderadas y de bajo relieve socialdemócrata que su originalidad desaparece y, al final, poco aportan.
Baste decir que el citado Skinner daba la nota de sobresaliente a Zapatero. Pero me quiero referir ahora a los que se dicen republicanos en este país y que han sacado la cabeza a propósito de la mayoría de edad y su correspondiente juramento de una princesa, no sé hasta dónde heredera.
Pero hay varios tipos de republicanos, y concretamente los que lo son realmente y los que lo son de boquilla. Los primeros miran a nuestro pasado republicano y se fijan, entre las dos que han existido, en la última. Se detienen en la que nos es próxima, fue una promesa y acabó derrotada por un golpe militar. Una asonada que volvió a reponer la vieja monarquía.
Estos la reivindican y, por tanto, se oponen radicalmente a la monarquía. Y lo harán con la coherencia de sus actos. De ahí que rechacen todo aquello que suene a monárquico y, en consecuencia, a la Constitución. No son muchos, pero son la pepita de oro que no se ahoga en el torbellino político que padecemos.
Los otros sedicentes republicanos manejan un oportunismo que de republicano solo tiene el nombre. Son republicanos por la noche y monárquicos por la mañana. Y no darán un paso real hacia una República que mande al baúl de los recuerdos a la Monarquía.
Se parecen a aquellos que decían que eran republicanos pero juancarlistas. Una ridiculez que no se merece ni la refutación. Que cada uno piense lo que quiera. Pero que cuando hable no se escude en tonterías.
Por JAVIER SÁDABA PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
La idea de República viene de lejos. Tiene su punto central en Roma y una referencia especial con Cicerón. En los últimos años autores autodenominados republicanos como Skinner han llegado a ser reconocidos como un elemento de revitalización de la democracia. Y en España han tenido un divulgador inteligente con Toni Domenech. Su ideología es tan desdibujada que dicho republicanismo tiene poco eco actualmente. Entre otras cosas, porque sus propuestas son tan moderadas y de bajo relieve socialdemócrata que su originalidad desaparece y, al final, poco aportan.
Baste decir que el citado Skinner daba la nota de sobresaliente a Zapatero. Pero me quiero referir ahora a los que se dicen republicanos en este país y que han sacado la cabeza a propósito de la mayoría de edad y su correspondiente juramento de una princesa, no sé hasta dónde heredera.
Pero hay varios tipos de republicanos, y concretamente los que lo son realmente y los que lo son de boquilla. Los primeros miran a nuestro pasado republicano y se fijan, entre las dos que han existido, en la última. Se detienen en la que nos es próxima, fue una promesa y acabó derrotada por un golpe militar. Una asonada que volvió a reponer la vieja monarquía.
Estos la reivindican y, por tanto, se oponen radicalmente a la monarquía. Y lo harán con la coherencia de sus actos. De ahí que rechacen todo aquello que suene a monárquico y, en consecuencia, a la Constitución. No son muchos, pero son la pepita de oro que no se ahoga en el torbellino político que padecemos.
Los otros sedicentes republicanos manejan un oportunismo que de republicano solo tiene el nombre. Son republicanos por la noche y monárquicos por la mañana. Y no darán un paso real hacia una República que mande al baúl de los recuerdos a la Monarquía.
Se parecen a aquellos que decían que eran republicanos pero juancarlistas. Una ridiculez que no se merece ni la refutación. Que cada uno piense lo que quiera. Pero que cuando hable no se escude en tonterías.
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