
MOVILIZACIÓN EN TENERIFE CONTRA LA SITUACIÓN "CRÍTICA" DE LA SANIDAD PÚBLICA CANARIA
La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias (ADSPC) y la Marea Blanca se pronuncian
La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias (ADSPC) y la Marea Blanca han hecho pública su adscripción a la movilización convocada para el 18 de noviembre en Tenerife, al tiempo que han puesto de manifiesto "la alarmante situación de la sanidad en las islas.
Por A. RAMÍREZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
A través de un comunicado remitido a la redacción de Canarias-semanal, la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias (ADSPC) y la Marea Blanca han hecho pública su adscripción a la movilización convocada para el 18 de noviembre en Tenerife, al tiempo que han puesto de manifiesto "la alarmante situación de la sanidad en las islas".
Si bien el colectivo reconoce el esfuerzo sobrehumano de los profesionales sanitarios, critica con dureza las carencias estructurales y administrativas que están socavando la calidad de la atención médica.
Según denuncian desde la ADSPC y Marea Blanca, actualmente el Hospital Universitario de Canarias (HUC) de Tenerife se ha convertido en el epicentro de la crisis.
Con 11.738 pacientes en lista de espera, y un periodo de espera promedio de 205 días, es evidente que algo no funciona.
A pesar de que el Hospital de La Candelaria y el Hospital Insular de Gran Canaria también presentan cifras alarmantes, el HUC destaca, y no precisamente por buenas razones.
De acuerdo a los datos proporcionados por la ADSPC y Marea Blanca, este hospital tiene la relación personal/población atendida más baja de los cuatro principales hospitales de Canarias.
"La situación se agrava - dicen - cuando se analiza la disparidad en la atención entre el área Sur y el área Norte de Tenerife".
"Mientras que el sur cuenta con una unidad de cuidados paliativos con 25 años de trayectoria y reconocido prestigio, el norte, dependiente del HUC, carece totalmente de esta especialidad. Esta desigualdad pone de manifiesto una administración deficiente y una distribución inadecuada de recursos que penaliza a una parte significativa de la población".
No obstante, el comunicado de la ADSPC y Marea Blanca va más allá de las listas de espera. Critica con firmeza la gestión "político partidista" que ha llevado a nombrar a personas sin experiencia sanitaria en puestos clave.
"Es incomprensible - afirman - que, en medio de una crisis sanitaria, se designe a personas con trayectorias como estibadores o concejales para dirigir hospitales".
La solución propuesta por la ADSPC y Marea Blanca es clara: es necesario un cambio radical en la gestión, que priorice la atención primaria, fortalezca el sector público y revise los convenios con el sector privado. Asimismo, abogan por una mayor transparencia y participación ciudadana en la toma de decisiones.
Con una movilización prevista para el 18 de noviembre, desde el Parque de La Granja hasta la presidencia del Gobierno de Canarias en Santa Cruz de Tenerife, la ADSPC y Marea Blanca hacen un llamado a la ciudadanía y a los profesionales sanitarios a unirse en defensa de una sanidad pública de calidad.
"Es momento - concluyen - de exigir un compromiso real y efectivo por parte del gobierno, que garantice una atención sanitaria digna para todos, independientemente de la zona de residencia o los recursos económicos. La salud es un derecho, no un privilegio".
Por A. RAMÍREZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
A través de un comunicado remitido a la redacción de Canarias-semanal, la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias (ADSPC) y la Marea Blanca han hecho pública su adscripción a la movilización convocada para el 18 de noviembre en Tenerife, al tiempo que han puesto de manifiesto "la alarmante situación de la sanidad en las islas".
Si bien el colectivo reconoce el esfuerzo sobrehumano de los profesionales sanitarios, critica con dureza las carencias estructurales y administrativas que están socavando la calidad de la atención médica.
Según denuncian desde la ADSPC y Marea Blanca, actualmente el Hospital Universitario de Canarias (HUC) de Tenerife se ha convertido en el epicentro de la crisis.
Con 11.738 pacientes en lista de espera, y un periodo de espera promedio de 205 días, es evidente que algo no funciona.
A pesar de que el Hospital de La Candelaria y el Hospital Insular de Gran Canaria también presentan cifras alarmantes, el HUC destaca, y no precisamente por buenas razones.
De acuerdo a los datos proporcionados por la ADSPC y Marea Blanca, este hospital tiene la relación personal/población atendida más baja de los cuatro principales hospitales de Canarias.
"La situación se agrava - dicen - cuando se analiza la disparidad en la atención entre el área Sur y el área Norte de Tenerife".
"Mientras que el sur cuenta con una unidad de cuidados paliativos con 25 años de trayectoria y reconocido prestigio, el norte, dependiente del HUC, carece totalmente de esta especialidad. Esta desigualdad pone de manifiesto una administración deficiente y una distribución inadecuada de recursos que penaliza a una parte significativa de la población".
No obstante, el comunicado de la ADSPC y Marea Blanca va más allá de las listas de espera. Critica con firmeza la gestión "político partidista" que ha llevado a nombrar a personas sin experiencia sanitaria en puestos clave.
"Es incomprensible - afirman - que, en medio de una crisis sanitaria, se designe a personas con trayectorias como estibadores o concejales para dirigir hospitales".
La solución propuesta por la ADSPC y Marea Blanca es clara: es necesario un cambio radical en la gestión, que priorice la atención primaria, fortalezca el sector público y revise los convenios con el sector privado. Asimismo, abogan por una mayor transparencia y participación ciudadana en la toma de decisiones.
Con una movilización prevista para el 18 de noviembre, desde el Parque de La Granja hasta la presidencia del Gobierno de Canarias en Santa Cruz de Tenerife, la ADSPC y Marea Blanca hacen un llamado a la ciudadanía y a los profesionales sanitarios a unirse en defensa de una sanidad pública de calidad.
"Es momento - concluyen - de exigir un compromiso real y efectivo por parte del gobierno, que garantice una atención sanitaria digna para todos, independientemente de la zona de residencia o los recursos económicos. La salud es un derecho, no un privilegio".
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