
LOS VERDES ALEMANES LE "HACEN FO" A SUS PRINCIPIOS Y SE PRONUNCIAN POR LAS NUCLEARES Y LA GUERRA
Cómo puede un Partido que nació de la protesta anti-bélica Justificar ahora su apoyo a operaciones militares y estrategias ambientalmente dañinas?
Mientras los ecos de la discordia y la traición política resuenan en Berlín, las voces divergentes del pacifismo y el pragmatismo bélico convergen en un mismo dilema: el futuro de Alemania en un entorno global cada vez más convulso y peligroso. El alcalde de Berlín ha pedido "una pausa en las deportaciones de emigrantes y Los Verdes " viran su barco hacia horizontes belicosos, y piden lo contrario. Pero, ¿hacia dónde se está dirigiendo realmente la moral y la ética en la política alemana? En un país sacudido por crisis y los conflictos, el pueblo alemán se encuentra ahora sumido en la indecisión y el escepticismo.
POR HANSI QUENAU, DESDE ALEMANIA PARA CANARIAS SEMANAL.ORG
Mientras la ciudad de Berlín se prepara para un invierno que no acaba de llegar, su alcalde, Kai Wegner, militante del Partido
cristianodemócrata (CDU), ha propuesto "una pausa" en las deportaciones de inmigrantes, que se extienda entre octubre y abril.
El debate que no solo ha revoloteado en los pasillos del Poder, sino que también ha suscitado amplio interés en todo el país, especialmente cuando están por medio de las próximas elecciones en Baviera y Hessen.
Para poner esto en perspectiva, imaginemos, por un momento, una plaza central en Berlín, donde convergen voces contrapuestas: unas que piden "clemencia", y otras "justicia".
En un rincón del imaginario ring, se encuentra la co-presidenta del Partido Verde "Die Grünen" , Ricarda Lang, que aboga por pegarle un acelerón a la deportación de solicitantes de asilo rechazados. Esta posición, aunque alineada con lo establecido en los acuerdos de la Coalición tripartita del gobierno, ha desencadenado un vendaval de furibundas críticas, principalmente las provenientes de su propio partido.
El llamado "dilema migratorio" es un tema que Alemania no puede eludir, especialmente con la reciente afluencia de inmigrantes a raíz de la guerra en Ucrania. Pero, ¿qué ha cambiado desde la acogida de refugiados sirios, en 2015? Las tensiones son palpables y las declaraciones incendiarias están encontrando en la sociedad alemana un enorme eco. Friedrich Merz, líder de la CDU, ha acusado a los refugiados de estar intentando aprovecharse del "sistema alemán", provocando más divisiones en un país ya muy polarizado.
Sin embargo, en el centro de la hipotética plaza a la que aludíamos, los reflectores se han centrado en la gigantesca mutación sufrida por el Partido Verde "Die Grünen". Esta formación política apareció en sus inicios como un movimiento de protesta contra la guerra de Vietnam y las centrales nucleares. Ahora parece "hacerle fó" a sus raíces pacifistas y ecológicas primigenias.
Como ha escrito Matthias Rude, un periodista y filósofo alemán, el Partido Verde en este país pasó de ser una voz de resistencia y de la exigencia de cambios radicales, a respaldar operaciones militares imperialistas, como ya sucedió en 1999, durante la guerra en Yugoslavia.
Las "nuevas posiciones" de los "verdes alemanes" se están viendo ahora reflejadas en las posiciones actuales de ese Partido en relación con la Guerra de Ucrania. El hecho de que estén exigiendo la entrega de armamento pesado para ayudar al gobierno de Kiev, o el de su propia aceptación del uso y aplicación de técnicas perjudiciales para el medio ambiente, como el "fracking", está poniendo en evidencia su espectacular viraje de 180°.
A pesar de los cambios y las controversias, las reflexiones más sentidas las pronunció la fallecida vicepresidenta del Bundestag, Antje Vollmer. Antje lamentó en su mensaje, el resurgimiento de las tensiones militares y criticó duramente a su propio Partido Verde, Die Grünen, por abandonar aquellos principios que dieron razón a la existencia de esa misma formación política.
Su llamamiento a superar el odio y apostar por la diplomacia y la ayuda humanitaria, nos recuerda a los alemanes la importancia que tienen los valores y principios en tiempos de crisis como los que ahora está viviendo Alemania.
Mientras la plaza de Berlín siguen resonando las opiniones fuertemente encontradas, el país se enfrenta a retos realmente gigantescos:
- a una posible crisis económica por las sanciones a Rusia,
- al desafío de integrar a los inmigrantes
- y la necesidad de replantearse su postura ante conflictos internacionales.
En este complicado tablero de ajedrez político, el Movimiento pacifista y la política energética son piezas esenciales que requerirían que fueran jugadas con sabiduría, y con una visión puesta en el largo plazo. Solo el tiempo se atreverá a decirnos si Alemania logrará encauzarse a través de la vía coherente y equitativa, que parece haber perdido.
POR HANSI QUENAU, DESDE ALEMANIA PARA CANARIAS SEMANAL.ORG
Mientras la ciudad de Berlín se prepara para un invierno que no acaba de llegar, su alcalde, Kai Wegner, militante del Partido cristianodemócrata (CDU), ha propuesto "una pausa" en las deportaciones de inmigrantes, que se extienda entre octubre y abril.
El debate que no solo ha revoloteado en los pasillos del Poder, sino que también ha suscitado amplio interés en todo el país, especialmente cuando están por medio de las próximas elecciones en Baviera y Hessen.
Para poner esto en perspectiva, imaginemos, por un momento, una plaza central en Berlín, donde convergen voces contrapuestas: unas que piden "clemencia", y otras "justicia".
En un rincón del imaginario ring, se encuentra la co-presidenta del Partido Verde "Die Grünen" , Ricarda Lang, que aboga por pegarle un acelerón a la deportación de solicitantes de asilo rechazados. Esta posición, aunque alineada con lo establecido en los acuerdos de la Coalición tripartita del gobierno, ha desencadenado un vendaval de furibundas críticas, principalmente las provenientes de su propio partido.
El llamado "dilema migratorio" es un tema que Alemania no puede eludir, especialmente con la reciente afluencia de inmigrantes a raíz de la guerra en Ucrania. Pero, ¿qué ha cambiado desde la acogida de refugiados sirios, en 2015? Las tensiones son palpables y las declaraciones incendiarias están encontrando en la sociedad alemana un enorme eco. Friedrich Merz, líder de la CDU, ha acusado a los refugiados de estar intentando aprovecharse del "sistema alemán", provocando más divisiones en un país ya muy polarizado.
Sin embargo, en el centro de la hipotética plaza a la que aludíamos, los reflectores se han centrado en la gigantesca mutación sufrida por el Partido Verde "Die Grünen". Esta formación política apareció en sus inicios como un movimiento de protesta contra la guerra de Vietnam y las centrales nucleares. Ahora parece "hacerle fó" a sus raíces pacifistas y ecológicas primigenias.
Como ha escrito Matthias Rude, un periodista y filósofo alemán, el Partido Verde en este país pasó de ser una voz de resistencia y de la exigencia de cambios radicales, a respaldar operaciones militares imperialistas, como ya sucedió en 1999, durante la guerra en Yugoslavia.
Las "nuevas posiciones" de los "verdes alemanes" se están viendo ahora reflejadas en las posiciones actuales de ese Partido en relación con la Guerra de Ucrania. El hecho de que estén exigiendo la entrega de armamento pesado para ayudar al gobierno de Kiev, o el de su propia aceptación del uso y aplicación de técnicas perjudiciales para el medio ambiente, como el "fracking", está poniendo en evidencia su espectacular viraje de 180°.
A pesar de los cambios y las controversias, las reflexiones más sentidas las pronunció la fallecida vicepresidenta del Bundestag, Antje Vollmer. Antje lamentó en su mensaje, el resurgimiento de las tensiones militares y criticó duramente a su propio Partido Verde, Die Grünen, por abandonar aquellos principios que dieron razón a la existencia de esa misma formación política.
Su llamamiento a superar el odio y apostar por la diplomacia y la ayuda humanitaria, nos recuerda a los alemanes la importancia que tienen los valores y principios en tiempos de crisis como los que ahora está viviendo Alemania.
Mientras la plaza de Berlín siguen resonando las opiniones fuertemente encontradas, el país se enfrenta a retos realmente gigantescos:
- a una posible crisis económica por las sanciones a Rusia,
- al desafío de integrar a los inmigrantes
- y la necesidad de replantearse su postura ante conflictos internacionales.
En este complicado tablero de ajedrez político, el Movimiento pacifista y la política energética son piezas esenciales que requerirían que fueran jugadas con sabiduría, y con una visión puesta en el largo plazo. Solo el tiempo se atreverá a decirnos si Alemania logrará encauzarse a través de la vía coherente y equitativa, que parece haber perdido.
Maribel Santana | Miércoles, 04 de Octubre de 2023 a las 11:58:43 horas
La alianza de la presidenta de las España de la sonrisa desubicada, con los Verdes europeos y sobre todo con los Verde de 90/ Verde, con la ministra de familia y juventud Lisa Paus, ha dado que hablar y analizar seriamente, por parte de partidos, periodistas y grupos más radicales de izquierdas, que estiman que estos verduzcos han dado un bandazo hacia la derecha, que nada que envidiar a la extrema. Ya Yoly dejo claro que sería la primera presidenta verdina de España.
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