EL PARLAMENTO CANADIENSE APLAUDE "CON LAS OREJAS" A UN NOTORIO GENOCIDA NAZI
¿ La vida y obra del nazi ucraniano genocida al que las más altas autoridades canadienses y el presidente ucraniano Zelensky aplaudieron "a rabiar"
Canadá, - escribe Aday Quesada- con una inmerecida reputación de pacifismo y armonía, se ve hoy doblemente cuestionada a partir de la actitud cómplice con el fascismo de sus autoridades y representantes parlamentarios. Este viraje en la percepción pública genera inquietantes interrogantes: ¿Es la apacible Canadá realmente un lugar de monstruos oscuros? Los acontecimientos de los últimos años así lo ponen de manifiesto.
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
La reputación de Canadá como enclave de serenidad y orden ha sido, según se creía hasta ahora, inmaculada. Ese país se destacaba como una suerte de yin pacífico, frente al yang violento de su vecino, los Estados Unidos.
Sin embargo, unas recientes revelaciones han traído a la memoria colectiva un antiguo proverbio que dice que “en aguas tranquilas, moran los monstruos más oscuros”.
Muchos lectores, sin duda, habrán olvidado el sonado descubrimiento que tuvo lugar en ese país hace dos años. Aunque el caso fue muy grave, resulta comprensible nuestra desmemoria. Los medios de comunicación se encargan, de vez en cuando, de pasar la bayeta para limpiar parte de nuestros recuerdos.
EL ESCABROSO CASO DE LOS NIÑOS INDÍGENAS
Hace dos años sucedió que en un internado canadiense aparecieron un gran número de restos de niños indígenas. Los hechos tuvieron lugar entre 1863 y 1998. Durante esos años, más de 150.000 niños indígenas fueron arrancados del seno familiar y enviados a estos internados. Esa operación obedecía una política que la "Comisión de la Verdad y la Reconciliación" canadiense no tuvo recato a la hora de calificar como un “genocidio cultural”.
En el curso del presente mes de septiembre del 2023 hemos podido constatar que aquellos horribles sucesos, al menos desde el punto de vista conceptual, no concluyeron con el caso referido.
En efecto, en un acto oficial celebrado hace unos días, el Parlamento canadiense acogió enfervorizado a Yaroslav Hunka, un ex nazi ucraniano que fue atronadoramente aplaudido en función de que esa institución lo consideraba como un valiente “luchador contra los rusos”. Ni que decir tiene que el mismísimo presidente de la Cámara de los Comunes canadiense, Anthony Rota y el propio presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, le aplaudieron con las orejas con no menos intensidad que lo habían hecho con las palmas los representantes legítimos del pueblo canadiense.
El presidente de la Cámara canadiense, Anthony Rota, manifestó con tono encendido que Jaroslav Hunka, había sido "un valiente defensor de la independencia de Ucrania". Para el presidente de la Cámara, según el mismo expresó, Hunka "no solo era un héroe ucraniano, sino que también era un héroe canadiense".
No se quedó tampoco corto, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski, que resaltó, a través de un florido elogio, el valor de "su héroe", llegándolo a calificar como "un desinteresado defensor de la independencia de Ucrania".
HUNKA: DE "HÉROE" A GENOCIDA, EN MENOS DE 24 HORAS
No obstante, aquel democrático "jolgorio" concluyó con un amargo desenlace. Faltó tiempo para que se descubriera que la biografía del "héroe" Jaroslav Hunka correspondía realmente a la de un miserable y criminal miembro de la división de la SS hitleriana "Galitzia", que cargaba tras sus espaldas con la sangrienta trayectoria de haber participado en las atrocidades cometidas contra judíos y polacos a lo largo de los años que duró la II Guerra mundial.
Nada menos que a sus 98 años, Jaroslav Hunka tuvo la osadía de pensar que los secretos más oscuros de su oscura biografía política de represor nazi permanecían ya sepultados en el olvido, junto a los restos de sus numerosas víctimas. Pero se llevó un chasco.
En apenas unas horas, una rápida investigación en los archivos de la época reveló que, contrariamente a su imagen de "guerrero valiente", el "héroe" Honka había participado de lleno en los tristemente célebres SS, dirigidos por el genocida Heydrich Himler, históricamente conocidas por sus atrocidades en contra judíos y polacos, durante la conflagración mundial. A la propia Polonia, hoy bajo la dirección de un gobierno de extrema derecha, le ha faltado tiempo para comenzar a gestionar una petición de extradición en contra del anciano genocida a las autoridades canadienses.
La impactante revelación de los antecedentes de Hunka hizo que las autoridades canadienses quedaran traspuestas y con el "culo al aire". Inmediatamente, se deshicieron en plañideras e hipócritas disculpas. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, pronunció sonoras súplicas de perdón y arrepentimiento.
En cualquier caso, el acontecimiento ha suscitado numerosas interrogantes. ¿Realmente es posible que el presidente del Parlamento canadiense y el propio presidente ucraniano, Zelenski, desconocieran los antecedentes de este anciano pero, sin embargo, notorio genocida?
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
La reputación de Canadá como enclave de serenidad y orden ha sido, según se creía hasta ahora, inmaculada. Ese país se destacaba como una suerte de yin pacífico, frente al yang violento de su vecino, los Estados Unidos.
Sin embargo, unas recientes revelaciones han traído a la memoria colectiva un antiguo proverbio que dice que “en aguas tranquilas, moran los monstruos más oscuros”.
Muchos lectores, sin duda, habrán olvidado el sonado descubrimiento que tuvo lugar en ese país hace dos años. Aunque el caso fue muy grave, resulta comprensible nuestra desmemoria. Los medios de comunicación se encargan, de vez en cuando, de pasar la bayeta para limpiar parte de nuestros recuerdos.
EL ESCABROSO CASO DE LOS NIÑOS INDÍGENAS
Hace dos años sucedió que en un internado canadiense aparecieron un gran número de restos de niños indígenas. Los hechos tuvieron lugar entre 1863 y 1998. Durante esos años, más de 150.000 niños indígenas fueron arrancados del seno familiar y enviados a estos internados. Esa operación obedecía una política que la "Comisión de la Verdad y la Reconciliación" canadiense no tuvo recato a la hora de calificar como un “genocidio cultural”.
En el curso del presente mes de septiembre del 2023 hemos podido constatar que aquellos horribles sucesos, al menos desde el punto de vista conceptual, no concluyeron con el caso referido.
En efecto, en un acto oficial celebrado hace unos días, el Parlamento canadiense acogió enfervorizado a Yaroslav Hunka, un ex nazi ucraniano que fue atronadoramente aplaudido en función de que esa institución lo consideraba como un valiente “luchador contra los rusos”. Ni que decir tiene que el mismísimo presidente de la Cámara de los Comunes canadiense, Anthony Rota y el propio presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, le aplaudieron con las orejas con no menos intensidad que lo habían hecho con las palmas los representantes legítimos del pueblo canadiense.
El presidente de la Cámara canadiense, Anthony Rota, manifestó con tono encendido que Jaroslav Hunka, había sido "un valiente defensor de la independencia de Ucrania". Para el presidente de la Cámara, según el mismo expresó, Hunka "no solo era un héroe ucraniano, sino que también era un héroe canadiense".
No se quedó tampoco corto, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski, que resaltó, a través de un florido elogio, el valor de "su héroe", llegándolo a calificar como "un desinteresado defensor de la independencia de Ucrania".
HUNKA: DE "HÉROE" A GENOCIDA, EN MENOS DE 24 HORAS
No obstante, aquel democrático "jolgorio" concluyó con un amargo desenlace. Faltó tiempo para que se descubriera que la biografía del "héroe" Jaroslav Hunka correspondía realmente a la de un miserable y criminal miembro de la división de la SS hitleriana "Galitzia", que cargaba tras sus espaldas con la sangrienta trayectoria de haber participado en las atrocidades cometidas contra judíos y polacos a lo largo de los años que duró la II Guerra mundial.
Nada menos que a sus 98 años, Jaroslav Hunka tuvo la osadía de pensar que los secretos más oscuros de su oscura biografía política de represor nazi permanecían ya sepultados en el olvido, junto a los restos de sus numerosas víctimas. Pero se llevó un chasco.
En apenas unas horas, una rápida investigación en los archivos de la época reveló que, contrariamente a su imagen de "guerrero valiente", el "héroe" Honka había participado de lleno en los tristemente célebres SS, dirigidos por el genocida Heydrich Himler, históricamente conocidas por sus atrocidades en contra judíos y polacos, durante la conflagración mundial. A la propia Polonia, hoy bajo la dirección de un gobierno de extrema derecha, le ha faltado tiempo para comenzar a gestionar una petición de extradición en contra del anciano genocida a las autoridades canadienses.
La impactante revelación de los antecedentes de Hunka hizo que las autoridades canadienses quedaran traspuestas y con el "culo al aire". Inmediatamente, se deshicieron en plañideras e hipócritas disculpas. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, pronunció sonoras súplicas de perdón y arrepentimiento.
En cualquier caso, el acontecimiento ha suscitado numerosas interrogantes. ¿Realmente es posible que el presidente del Parlamento canadiense y el propio presidente ucraniano, Zelenski, desconocieran los antecedentes de este anciano pero, sin embargo, notorio genocida?
































Francisco Cordero Cordero | Domingo, 01 de Octubre de 2023 a las 17:47:15 horas
Karl Marx? De verdad? Es lamentable que se lean estas cosas. Anda, vete al "democrático" congreso de los diputados a aplaudir al nazi Zelenski y a los de tu calaña y deja de trolear! Iba a terminar con un insulto, pero como Canarias Semanal no me deja...
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