
¿ALEMANIA EN CRISIS?, SE PREGUNTA ATÓNITO SU CANCILLER
Alemania enfrenta fuertes vientos de proa: desafíos de exportación y precios energéticos en alza.
¿Está Alemania en una encrucijada económica o simplemente es un pequeño desvío en su camino? El canciller Olaf Scholz comparte su visión, mientras los datos recientes de la Oficina Federal de Estadística estan contando otra historia.
POR HANSI QUEDNAU, DESDE ALEMANIA, PARA CANARIAS SEMANAL.ORG.-
En una escena digna de un drama político, el canciller Olaf Scholz, bajo un cielo macedonio, abordó directamente los rumores que giran en
torno a la salud económica de Alemania. Con la confianza de quien dice estar guiando a toda una nación, Scholz argumentó que la palabra "crisis" resulta, tal vez, demasiado dramática. Él, en cambio, prefiere denominarlo un simple "bache de crecimiento".
El paisaje económico actual presenta varios retos para Alemania, pero son dos los que particularmente destacan:
- el debilitamiento de los mercados de exportación
- y los crecientes precios energéticos.
La situación en China, un titán económico, tiene implicaciones para Alemania, la potencia exportadora. "Nos afecta directamente", comentó Scholz, descubriendo de paso el Mediterráneo.
Pero no todo es pesimismo; hay retos internos también, tales como la inflación y el costo de la energía, que Scholz vincula directamente con los eventos en Ucrania.
Mientras que las preocupaciones siguen flotando en el aire, el canciller también señala triunfos que, en su opinión, no deberían pasarse por alto. Alemania se encuentra en la vanguardia con grandes proyectos, como son fábricas de baterías de última generación, innovaciones en electromovilidad y la producción de semiconductores.
A aquellos que se atreven a murmurar sobre una Alemania convirtiéndose en "el enfermo de Europa", Scholz les ofrece una postura firme: no endeudarse más.
"Introducir más deuda no es la solución, podría incluso complicar más las cosas", advirtió.
Y no solo eso, también es escéptico sobre las "intervenciones sociales del mercado", que como es supuestamente sabido desde tiempos inmemoriales, podrían resultar catastróficamente contraproducentes para la salud de los magnates germanos.
Finalmente, y a pesar de la idílica visión optimista del canciller, datos recientes de la Oficina Federal de Estadística pintan un cuadro menos colorido de lo que describe el líder socialdemócrata. La economía alemana, dicen desde esa institución, se encuentra totalmente estancada. La Comisión Europea anticipó, incluso, un ligero declive para las próximas fechas.
Sin embargo, la pregunta clave continúa en el aire: ¿Es esto tan solo una pausa temporal o el desarrollo de una tendencia permanente y preocupante?
POR HANSI QUEDNAU, DESDE ALEMANIA, PARA CANARIAS SEMANAL.ORG.-
En una escena digna de un drama político, el canciller Olaf Scholz, bajo un cielo macedonio, abordó directamente los rumores que giran en torno a la salud económica de Alemania. Con la confianza de quien dice estar guiando a toda una nación, Scholz argumentó que la palabra "crisis" resulta, tal vez, demasiado dramática. Él, en cambio, prefiere denominarlo un simple "bache de crecimiento".
El paisaje económico actual presenta varios retos para Alemania, pero son dos los que particularmente destacan:
- el debilitamiento de los mercados de exportación
- y los crecientes precios energéticos.
La situación en China, un titán económico, tiene implicaciones para Alemania, la potencia exportadora. "Nos afecta directamente", comentó Scholz, descubriendo de paso el Mediterráneo.
Pero no todo es pesimismo; hay retos internos también, tales como la inflación y el costo de la energía, que Scholz vincula directamente con los eventos en Ucrania.
Mientras que las preocupaciones siguen flotando en el aire, el canciller también señala triunfos que, en su opinión, no deberían pasarse por alto. Alemania se encuentra en la vanguardia con grandes proyectos, como son fábricas de baterías de última generación, innovaciones en electromovilidad y la producción de semiconductores.
A aquellos que se atreven a murmurar sobre una Alemania convirtiéndose en "el enfermo de Europa", Scholz les ofrece una postura firme: no endeudarse más.
"Introducir más deuda no es la solución, podría incluso complicar más las cosas", advirtió.
Y no solo eso, también es escéptico sobre las "intervenciones sociales del mercado", que como es supuestamente sabido desde tiempos inmemoriales, podrían resultar catastróficamente contraproducentes para la salud de los magnates germanos.
Finalmente, y a pesar de la idílica visión optimista del canciller, datos recientes de la Oficina Federal de Estadística pintan un cuadro menos colorido de lo que describe el líder socialdemócrata. La economía alemana, dicen desde esa institución, se encuentra totalmente estancada. La Comisión Europea anticipó, incluso, un ligero declive para las próximas fechas.
Sin embargo, la pregunta clave continúa en el aire: ¿Es esto tan solo una pausa temporal o el desarrollo de una tendencia permanente y preocupante?
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