LA PALMA: QUERELLA POR NEGLIGENCIA CRIMINAL POR LA GESTIÓN DE LA ERUPCIÓN VOLCÁNICA
La Asociación Tierra Bonita procede por mediación del despacho de abogados Martínez & Echeverría
La Asociación Tierra Bonita desafía la decisión de un juzgado y promete llegar hasta el final en su denuncia por presunta negligencia en la gestión de la emergencia volcánica en La Palma (...).
Por A. RAMÍREZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
La Asociación Tierra Bonita ha vuelto a alzar su voz sobre la tragedia que sacudió a La Palma con la erupción del volcán en Cumbre Vieja, a través de un comunicado en el que advierten que la lucha por la justicia apenas está comenzando y que no se quedará en simples palabras.
La Asociación Tierra Bonita acusa a las autoridades de negligencia criminal por no haber evacuado a la población antes de que el volcán entrara en erupción. Alegan que había indicios claros de que el desastre era inminente y que se expuso a la población a un riesgo innecesario. Pero, ¿es esto realmente cierto?
El despacho de abogados Martínez & Echeverría, representando a la asociación, insiste en que existen "pruebas sólidas" de la negligencia de las autoridades. Sin embargo, el Juzgado de Los Llanos de Aridane ha desestimado la querella por razones que, aunque discutibles, no son tan descabelladas. Argumenta que no hay perjudicados personados en la causa y que los indicios presentados no son consistentes.
Es cierto que hay numerosos damnificados que han presentado denuncias, pero eso no necesariamente respalda la acusación de negligencia. La justicia debe basarse en pruebas sólidas y no en testimonios emocionales en medio de la crisis.
La Asociación Tierra Bonita sostiene que hubo una "negligente, temeraria, imprudente y delictiva" actuación de las autoridades, pero, ¿cuánto de esto es una mera exageración motivada por la tragedia? La realidad es que el manejo de una erupción volcánica es altamente complejo y, aunque los científicos habían advertido sobre la inminencia del evento, la predicción exacta del momento es difícil.
La querella también señala a los científicos del PEVOLCA y de instituciones científicas como responsables de no haber advertido adecuadamente a la población. Pero, ¿realmente podemos cargarles el peso de lo ocurrido? La ciencia no es una ciencia exacta, y las predicciones volcánicas son especialmente difíciles.
La Asociación Tierra Bonita exige que se revelen las grabaciones y actas de los comités científicos, pero esto no necesariamente prueba negligencia. Podría deberse simplemente a la complejidad y la incertidumbre inherente a una situación de este tipo.
La realidad es que la erupción volcánica en La Palma fue una tragedia, y es comprensible que la gente esté buscando respuestas y culpables. Sin embargo, acusar de negligencia criminal a las autoridades y científicos puede ser prematuro y simplista.
La Asociación Tierra Bonita tiene todo el derecho a buscar justicia y aclarar lo ocurrido, pero también es importante mantener una perspectiva objetiva. La gestión de una emergencia de esta magnitud es extremadamente complicada, y no todas las decisiones pueden ser perfectas.
En última instancia, la erupción volcánica en La Palma fue una tragedia natural, y culpar a las autoridades y científicos sin pruebas sólidas no hará que la situación mejore. Lo que realmente necesitamos es un enfoque en la prevención y la preparación para futuros desastres, en lugar de buscar chivos expiatorios en medio de la devastación.
Por A. RAMÍREZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
La Asociación Tierra Bonita ha vuelto a alzar su voz sobre la tragedia que sacudió a La Palma con la erupción del volcán en Cumbre Vieja, a través de un comunicado en el que advierten que la lucha por la justicia apenas está comenzando y que no se quedará en simples palabras.
La Asociación Tierra Bonita acusa a las autoridades de negligencia criminal por no haber evacuado a la población antes de que el volcán entrara en erupción. Alegan que había indicios claros de que el desastre era inminente y que se expuso a la población a un riesgo innecesario. Pero, ¿es esto realmente cierto?
El despacho de abogados Martínez & Echeverría, representando a la asociación, insiste en que existen "pruebas sólidas" de la negligencia de las autoridades. Sin embargo, el Juzgado de Los Llanos de Aridane ha desestimado la querella por razones que, aunque discutibles, no son tan descabelladas. Argumenta que no hay perjudicados personados en la causa y que los indicios presentados no son consistentes.
Es cierto que hay numerosos damnificados que han presentado denuncias, pero eso no necesariamente respalda la acusación de negligencia. La justicia debe basarse en pruebas sólidas y no en testimonios emocionales en medio de la crisis.
La Asociación Tierra Bonita sostiene que hubo una "negligente, temeraria, imprudente y delictiva" actuación de las autoridades, pero, ¿cuánto de esto es una mera exageración motivada por la tragedia? La realidad es que el manejo de una erupción volcánica es altamente complejo y, aunque los científicos habían advertido sobre la inminencia del evento, la predicción exacta del momento es difícil.
La querella también señala a los científicos del PEVOLCA y de instituciones científicas como responsables de no haber advertido adecuadamente a la población. Pero, ¿realmente podemos cargarles el peso de lo ocurrido? La ciencia no es una ciencia exacta, y las predicciones volcánicas son especialmente difíciles.
La Asociación Tierra Bonita exige que se revelen las grabaciones y actas de los comités científicos, pero esto no necesariamente prueba negligencia. Podría deberse simplemente a la complejidad y la incertidumbre inherente a una situación de este tipo.
La realidad es que la erupción volcánica en La Palma fue una tragedia, y es comprensible que la gente esté buscando respuestas y culpables. Sin embargo, acusar de negligencia criminal a las autoridades y científicos puede ser prematuro y simplista.
La Asociación Tierra Bonita tiene todo el derecho a buscar justicia y aclarar lo ocurrido, pero también es importante mantener una perspectiva objetiva. La gestión de una emergencia de esta magnitud es extremadamente complicada, y no todas las decisiones pueden ser perfectas.
En última instancia, la erupción volcánica en La Palma fue una tragedia natural, y culpar a las autoridades y científicos sin pruebas sólidas no hará que la situación mejore. Lo que realmente necesitamos es un enfoque en la prevención y la preparación para futuros desastres, en lugar de buscar chivos expiatorios en medio de la devastación.
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