DR. VALLEJO NÁGERA: DE LA BÚSQUEDA DEL "GEN ROJO" A LA "EXPERIMENTACIÓN" EN LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN (VÍDEO ADJUNTO)
¿Hasta dónde llegó la obsesión del psiquiatra español Vallejo Nágera por lograr identificar el "gen marxista" de muchos españoles?
¿Cómo pudo convertir Franco la pseudociencia en una eficaz herramienta de represión?, se pregunta Aday Quesada, autor de este artículo ¿Qué factores sociales permitieron su utilización en una España tan dramáticamente dividida como la de la década de los treinta? Adentrándose en las sombras de la pasada contienda civil española, el autor de este artículo desmenuza las inquietantes investigaciones de Vallejo Nágera, su enloquecida búsqueda del "gen rojo", que dio pie, además, a que la eugenesia pudiera encontrar terreno abonado en el Régimen de Franco.
POR ADAY QUESADA, PARA CANARIAS SEMANAL
El siglo XIX marcó la cuna de la eugenesia, una corriente ideológica fuertemente influenciada por las teorías evolutivas de Charles Darwin, relacionadas con sus observaciones en el reino animal sobre que la supervivencia de las especies más fuertes.
Las doctrinas eugenésicas en boga entonces, promulgaban la clasificación de individuos como "deseables" o "no deseables", en función de sus genes o etnia, llegando en determinados casos a proponer la inhibición de la reproducción de los últimos.
La semilla de la eugenesia germinó en España a inicios del siglo XX. Lo que parecería sacado de una trama de ciencia ficción, llegó a contar con el respaldo de diversas personalidades, entre las que se destacó Gregorio Marañón.
Esta corriente ideológica llegó a encontrar abundantes seguidores en todas las esferas de la sociedad española, desde los círculos tradicionalistas hasta el de los más fervientes católicos.
AUGE DE LA EUGENESIA TRAS EL LEVANTAMIENTO MILITAR DEL 36
Sin embargo, fue sólo después de la insurrección militar derechista del 18 de Julio de 1936, cuando empezaron a surgir propuestas radicales al respecto. En cierta forma podía entenderse. El nuevo Régimen político nacía apadrinado por la Alemania hitleriana, que partir de entonces empezó a colar Sus producciones cinematográficas en los cines españoles de la "zona nacional", a través de numerosos documentales que defendían "innovadoras" tesis eugenésicas.
Antonio Vallejo Nágera, un médico psiquiatra y comandante militar del Ejército de Franco, que había estudiado en Universidades alemanas en la década de los 20. Fue allí donde bebió de corrientes eugenésicas que entonces circulaban con mucha "naturalidad" no sólo en Alemania, sino también, en Suecia Noruega y Finlandia. A partir de entonces, desde el campo de la psiquiatría Vallejo Nágera se erigió como una de las principales figuras promotoras de la eugenesia en España.
Contrario a una visión basada puramente en la genética, Vallejo Nágera reinterpretó la eugenesia desde una perspectiva cultural. Su mirada partía de la contemplación de la "majestuosidad" de la España imperial del siglo XVII, tratando de hacer revivir a través de ella, las supuestas virtudes inherentes al genuino carácter español. Su visión, obviamente, despreciaba la igualdad, proponiendo la innata superioridad de algunos grupos por razones de raza o clase.
Su idea de investigación científica era única y perturbadora. Durante la Guerra Civil Española investigó a presos políticos, intentando probar la supuesta inferioridad mental de estos. Su enfoque lo dirigió también hacia el estudio de las "mujeres rojas", de quienes concluyó, tras exámenes y experimentos, que tenían temperamentos degenerativos y bajos niveles de educación.
Uno de sus proyectos más oscuros fue el intento obsesivo de Vallejo Nágera por descubrir el "gen rojo", una idea pseudocientífica que trataba de identificar y "corregir" a aquellos individuos que tenían ideas marxistas.
EL CAMPO DE CONCENTRACIÓN DE CARDEÑA
Durante la Guerra Civil, Vallejo Nágera llevó a cabo un gran número de "experimentos" con presos políticos. El Régimen de Franco, lejos de condenar tales prácticas, vio en ellas un instrumento políticamente idóneo. Partiendo de esa base, el sistema político recién implantado pudo construirse una identidad nacional, enraizada en mitos como la "paz de Franco", siempre en contraposición al comunismo y el liberalismo.
La eugenesia, en manos de Vallejo Nágera, llegó a convertirse en una herramienta para cambiar la sociedad. Con la idea de transformar a España, el psiquiatra propuso utilizar todas las herramientas a disposición del Estado, desde la educación hasta el castigo, para "mejorar" la raza. Este deseo de regeneración racial llevó a medidas extremas, como la repatriación de niños exiliados y el establecimiento de leyes para controlar a los hijos de presos políticos.
El impacto de estas políticas fue vasto y duradero. Los hijos de presos políticos fueron separados de sus familias y enviados a centros religiosos. El objetivo era claro: reeducar y adoctrinar.
Ni que decir tiene que bajo el régimen de Franco, las ideas iniciativas de Vallejo encontraron un campo fértil y abonado para sus "experimentos". Se creó un sistema de identidad basado en mitos: la paz de Franco, la lucha contra el comunismo y el liberalismo, todos imbuidos de un sentido profundo de hispanidad. Aquellos que se desviaban del camino trazado eran etiquetados, minimizados y, en muchos casos, segregados o algo peor.
Durante la Guerra Civil, Vallejo Nágera llevó a cabo experimentos con presos políticos, centrándose especialmente en las mujeres. Pretendía con sus investigaciones, llegar a lo que él denominaba:
"las raíces biopsíquicas del marxismo y encontrar las relaciones que puedan existir entre las cualidades biopsíquicas del sujeto y el fanatismo político democrático-marxista".
Este destacado psiquiatra del franquismo trataba, asimismo, de demostrar la supuesta inferioridad mental del disidente político. Para tales estudios, Vallejo Nágera utilizó a una gran número de presos políticos: 297 brigadistas internacionales, recluidos en San Pedro de Cardeña (Burgos), y 50 presas políticas recluidas en el penal de Málaga.
Entre diciembre de 1938 y octubre de 1939, esta suerte de Dr. Mengele español publicó una serie de seis informes con los resultados de su "trabajo de investigación". El estudio que realizó con las presas políticas lo tituló con el significativo epígrafe de "Psiquismo del fanatismo marxista. Investigaciones psicológicas en marxistas femeninos delincuentes".
El objetivo del mismo consistía en extraer conclusiones del estudio de la personalidad de las mujeres confinadas y condenadas a penas muy graves, como la pena de muerte, -más de la mitad-, o la reclusión a perpetuidad.
EXPERIMENTANDO CON LOS BRIGADISTAS INTERNACIONALES
Como es históricamente conocido, las Brigadas Internacionales desempeñaron un papel crucial en el curso de la Guerra Civil Española. La participación de jóvenes idealistas voluntarios, provenientes de distantes geografías, logró mitigar en pequeña medida, las ayudas que en forma de tropas, aviones y tanques prestaron a los los insurrectos Alemania e Italia.
Como ya habíamos comentado con anterioridad, uno de los episodios más oscuros de Vallejo Nágera durante sus investigaciones en la Guerra Civil española fue la búsqueda del "gen rojo". Esta iniciativa, obviamente carente de ningún tipo de base científica, pretendía localizar tal gen en todos aquellos individuos con inclinaciones marxistas. Estos experimentos, sumados a las atrocidades cometidas en los campos de concentración de Cardeña, configuran uno de los capítulos más sombríos de la historia contemporánea española
Además de las prácticas de reclusión y "reeducación", en el campo de concentracion de Cardeña, los prisioneros de guerra y miembros de Brigadas internacionales eran fotografiados, caracterizados y ridiculizados, usándose sus imágenes con fines propagandísticos. Estas fotografías, más que una simple documentación, lo que realmente buscaban era deshumanizar la visión que desde fuera pudiera tenerse de los prisioneros, etiquetándolos como enemigos de la "nueva España" y, por ende, merecedores de la suerte que estaban corriendo.
Muchos de los brigadistas capturados por las fuerzas franquistas enfrentaron un destino realmente sombrío. Al ser considerados como "intervencionistas extranjeros" y, en muchos casos, como comunistas, no se les otorgó un trato similar al que recibían los prisioneros de guerra regulares. Fueron sometidos a duros interrogatorios, torturas y, en muchos casos, ejecuciones sumarias. Los campos de prisioneros estaban saturados y las condiciones eran extremadamente precarias. El de Cardeña no era una excepción, sino una expresion dramática de todo lo contrario.
Vallejo Nágera, que sontaba con fuerte influencia en el aparato sanitario franquista, llegó a proponer la creación del "Gabinete de Investigación Psicológica" que tendría como función principal el estudio de "las raíces biopsíquicas del marxismo".
Utilizando la "Ciencia" como pretexto, este Gabinete, que contó desde los primeros momentos con el apoyo personal de Franco, se encargó de justificar la segregación y discriminación de aquellos que eran estimados como "degenerados sociales", entre los que se incluían, con carácter preferente, los comunistas, socialistas y anarquistas .
ALGUNAS PERLAS DE LOS "TRABAJOS DE INVESTIGACIÓN" DE VALLEJO NÁGERA, SOBRE ALGUNAS DE LAS CARACTERÍSTICAS DEL "GEN MARXISTA":
Con objeto de que el lector pueda disponer de una visión más amplia acerca de hasta que punto pudo llegar este "genio" de la psiquiatría moderna en sus investigaciones "científicas", recogemos estas "perlas" extraídas de algunos sus trabajos dedicados a enloquecida persecución del terrible "gen marxista", del que eran portadoras las unidades moleculares de la herencia genética de no pocos españoles :
"La idea de las íntimas relaciones entre marxismo e inferioridad mental ya la habíamos expuesto anteriormente en otros trabajos. La comprobación de nuestras hipótesis tiene enorme trascendencia político social, pues si militan en el marxismo de preferencia psicópatas antisociales, como es nuestra idea, la segregación de estos sujetos desde la infancia, podría liberar a la sociedad de plaga tan terrible".
"La perversidad de los regímenes democráticos favorecedores del resentimiento promociona a los fracasados sociales con políticas públicas, a diferencia de lo que sucede con los regímenes aristocráticos donde sólo triunfan socialmente los mejores".
"El imbécil social incluye a esa multitud de seres incultos, torpes, sugestionables, carentes de espontaneidad e iniciativa, que contribuyen a formar parte de la masa gregaria de las gentes anónimas".
Además de argumentar las bases biológicas de las opciones políticas, sus trabajos trataron igualmente de difundir la idea de la inferioridad de las mujeres:
"A la mujer se le atrofia la inteligencia como las alas a las mariposas de la isla de Kerguelen, ya que su misión en el mundo no es la de luchar en la vida, sino acunar la descendencia de quien tiene que luchar por ella".
Otra de sus "brillantes" conclusiones estimaban que:
"La raza es espíritu. España es espíritu. La Hispanidad es espíritu... Por eso hemos de impregnarnos de Hispanidad... para comprender nuestras esencias raciales y diferenciar nuestra raza de las extrañas.
Este espíritu lo definía como:
«militarismo social, que quiere decir orden, disciplina, sacrificio personal, puntualidad en el servicio, porque la redoma militar encierra esencias puras de virtudes sociales, fortaleza corporal y espiritual».
Y para mejorar la raza era necesaria
«la militarización de la escuela, de la Universidad, del taller, del café, del teatro, de todos los ámbitos sociales.
Purificar la raza debería llevar aparejado el resurgimiento de una suerte de Inquisición en contra de las personas que estimaba eran antipatrióticas, anticatólicas y antimilitares, que corrompían la raza española. Vallejo Nágera fue contundente en su apreciacion de cual debía de ser el remedio:
"La parte del problema racial de España era que había demasiados Sanchos Panzas (físico redondeado, ventrudo, sensual y arribista), y pocos Don Quijotes (casto, austero, sobrio e idealista), personajes imbuidos en un militarismo, identificando la cultura militar como la máxima expresión de raza superior".
VÍDEO RELACIONADO:
POR ADAY QUESADA, PARA CANARIAS SEMANAL
El siglo XIX marcó la cuna de la eugenesia, una corriente ideológica fuertemente influenciada por las teorías evolutivas de Charles Darwin, relacionadas con sus observaciones en el reino animal sobre que la supervivencia de las especies más fuertes.
Las doctrinas eugenésicas en boga entonces, promulgaban la clasificación de individuos como "deseables" o "no deseables", en función de sus genes o etnia, llegando en determinados casos a proponer la inhibición de la reproducción de los últimos.
La semilla de la eugenesia germinó en España a inicios del siglo XX. Lo que parecería sacado de una trama de ciencia ficción, llegó a contar con el respaldo de diversas personalidades, entre las que se destacó Gregorio Marañón.
Esta corriente ideológica llegó a encontrar abundantes seguidores en todas las esferas de la sociedad española, desde los círculos tradicionalistas hasta el de los más fervientes católicos.
AUGE DE LA EUGENESIA TRAS EL LEVANTAMIENTO MILITAR DEL 36
Sin embargo, fue sólo después de la insurrección militar derechista del 18 de Julio de 1936, cuando empezaron a surgir propuestas radicales al respecto. En cierta forma podía entenderse. El nuevo Régimen político nacía apadrinado por la Alemania hitleriana, que partir de entonces empezó a colar Sus producciones cinematográficas en los cines españoles de la "zona nacional", a través de numerosos documentales que defendían "innovadoras" tesis eugenésicas.
Antonio Vallejo Nágera, un médico psiquiatra y comandante militar del Ejército de Franco, que había estudiado en Universidades alemanas en la década de los 20. Fue allí donde bebió de corrientes eugenésicas que entonces circulaban con mucha "naturalidad" no sólo en Alemania, sino también, en Suecia Noruega y Finlandia. A partir de entonces, desde el campo de la psiquiatría Vallejo Nágera se erigió como una de las principales figuras promotoras de la eugenesia en España.
Contrario a una visión basada puramente en la genética, Vallejo Nágera reinterpretó la eugenesia desde una perspectiva cultural. Su mirada partía de la contemplación de la "majestuosidad" de la España imperial del siglo XVII, tratando de hacer revivir a través de ella, las supuestas virtudes inherentes al genuino carácter español. Su visión, obviamente, despreciaba la igualdad, proponiendo la innata superioridad de algunos grupos por razones de raza o clase.
Su idea de investigación científica era única y perturbadora. Durante la Guerra Civil Española investigó a presos políticos, intentando probar la supuesta inferioridad mental de estos. Su enfoque lo dirigió también hacia el estudio de las "mujeres rojas", de quienes concluyó, tras exámenes y experimentos, que tenían temperamentos degenerativos y bajos niveles de educación.
Uno de sus proyectos más oscuros fue el intento obsesivo de Vallejo Nágera por descubrir el "gen rojo", una idea pseudocientífica que trataba de identificar y "corregir" a aquellos individuos que tenían ideas marxistas.
EL CAMPO DE CONCENTRACIÓN DE CARDEÑA
Durante la Guerra Civil, Vallejo Nágera llevó a cabo un gran número de "experimentos" con presos políticos. El Régimen de Franco, lejos de condenar tales prácticas, vio en ellas un instrumento políticamente idóneo. Partiendo de esa base, el sistema político recién implantado pudo construirse una identidad nacional, enraizada en mitos como la "paz de Franco", siempre en contraposición al comunismo y el liberalismo.
La eugenesia, en manos de Vallejo Nágera, llegó a convertirse en una herramienta para cambiar la sociedad. Con la idea de transformar a España, el psiquiatra propuso utilizar todas las herramientas a disposición del Estado, desde la educación hasta el castigo, para "mejorar" la raza. Este deseo de regeneración racial llevó a medidas extremas, como la repatriación de niños exiliados y el establecimiento de leyes para controlar a los hijos de presos políticos.
El impacto de estas políticas fue vasto y duradero. Los hijos de presos políticos fueron separados de sus familias y enviados a centros religiosos. El objetivo era claro: reeducar y adoctrinar.
Ni que decir tiene que bajo el régimen de Franco, las ideas iniciativas de Vallejo encontraron un campo fértil y abonado para sus "experimentos". Se creó un sistema de identidad basado en mitos: la paz de Franco, la lucha contra el comunismo y el liberalismo, todos imbuidos de un sentido profundo de hispanidad. Aquellos que se desviaban del camino trazado eran etiquetados, minimizados y, en muchos casos, segregados o algo peor.
Durante la Guerra Civil, Vallejo Nágera llevó a cabo experimentos con presos políticos, centrándose especialmente en las mujeres. Pretendía con sus investigaciones, llegar a lo que él denominaba:
"las raíces biopsíquicas del marxismo y encontrar las relaciones que puedan existir entre las cualidades biopsíquicas del sujeto y el fanatismo político democrático-marxista".
Este destacado psiquiatra del franquismo trataba, asimismo, de demostrar la supuesta inferioridad mental del disidente político. Para tales estudios, Vallejo Nágera utilizó a una gran número de presos políticos: 297 brigadistas internacionales, recluidos en San Pedro de Cardeña (Burgos), y 50 presas políticas recluidas en el penal de Málaga.
Entre diciembre de 1938 y octubre de 1939, esta suerte de Dr. Mengele español publicó una serie de seis informes con los resultados de su "trabajo de investigación". El estudio que realizó con las presas políticas lo tituló con el significativo epígrafe de "Psiquismo del fanatismo marxista. Investigaciones psicológicas en marxistas femeninos delincuentes".
El objetivo del mismo consistía en extraer conclusiones del estudio de la personalidad de las mujeres confinadas y condenadas a penas muy graves, como la pena de muerte, -más de la mitad-, o la reclusión a perpetuidad.
EXPERIMENTANDO CON LOS BRIGADISTAS INTERNACIONALES
Como es históricamente conocido, las Brigadas Internacionales desempeñaron un papel crucial en el curso de la Guerra Civil Española. La participación de jóvenes idealistas voluntarios, provenientes de distantes geografías, logró mitigar en pequeña medida, las ayudas que en forma de tropas, aviones y tanques prestaron a los los insurrectos Alemania e Italia.
Como ya habíamos comentado con anterioridad, uno de los episodios más oscuros de Vallejo Nágera durante sus investigaciones en la Guerra Civil española fue la búsqueda del "gen rojo". Esta iniciativa, obviamente carente de ningún tipo de base científica, pretendía localizar tal gen en todos aquellos individuos con inclinaciones marxistas. Estos experimentos, sumados a las atrocidades cometidas en los campos de concentración de Cardeña, configuran uno de los capítulos más sombríos de la historia contemporánea española
Además de las prácticas de reclusión y "reeducación", en el campo de concentracion de Cardeña, los prisioneros de guerra y miembros de Brigadas internacionales eran fotografiados, caracterizados y ridiculizados, usándose sus imágenes con fines propagandísticos. Estas fotografías, más que una simple documentación, lo que realmente buscaban era deshumanizar la visión que desde fuera pudiera tenerse de los prisioneros, etiquetándolos como enemigos de la "nueva España" y, por ende, merecedores de la suerte que estaban corriendo.
Muchos de los brigadistas capturados por las fuerzas franquistas enfrentaron un destino realmente sombrío. Al ser considerados como "intervencionistas extranjeros" y, en muchos casos, como comunistas, no se les otorgó un trato similar al que recibían los prisioneros de guerra regulares. Fueron sometidos a duros interrogatorios, torturas y, en muchos casos, ejecuciones sumarias. Los campos de prisioneros estaban saturados y las condiciones eran extremadamente precarias. El de Cardeña no era una excepción, sino una expresion dramática de todo lo contrario.
Vallejo Nágera, que sontaba con fuerte influencia en el aparato sanitario franquista, llegó a proponer la creación del "Gabinete de Investigación Psicológica" que tendría como función principal el estudio de "las raíces biopsíquicas del marxismo".
Utilizando la "Ciencia" como pretexto, este Gabinete, que contó desde los primeros momentos con el apoyo personal de Franco, se encargó de justificar la segregación y discriminación de aquellos que eran estimados como "degenerados sociales", entre los que se incluían, con carácter preferente, los comunistas, socialistas y anarquistas .
ALGUNAS PERLAS DE LOS "TRABAJOS DE INVESTIGACIÓN" DE VALLEJO NÁGERA, SOBRE ALGUNAS DE LAS CARACTERÍSTICAS DEL "GEN MARXISTA":
Con objeto de que el lector pueda disponer de una visión más amplia acerca de hasta que punto pudo llegar este "genio" de la psiquiatría moderna en sus investigaciones "científicas", recogemos estas "perlas" extraídas de algunos sus trabajos dedicados a enloquecida persecución del terrible "gen marxista", del que eran portadoras las unidades moleculares de la herencia genética de no pocos españoles :
"La idea de las íntimas relaciones entre marxismo e inferioridad mental ya la habíamos expuesto anteriormente en otros trabajos. La comprobación de nuestras hipótesis tiene enorme trascendencia político social, pues si militan en el marxismo de preferencia psicópatas antisociales, como es nuestra idea, la segregación de estos sujetos desde la infancia, podría liberar a la sociedad de plaga tan terrible".
"La perversidad de los regímenes democráticos favorecedores del resentimiento promociona a los fracasados sociales con políticas públicas, a diferencia de lo que sucede con los regímenes aristocráticos donde sólo triunfan socialmente los mejores".
"El imbécil social incluye a esa multitud de seres incultos, torpes, sugestionables, carentes de espontaneidad e iniciativa, que contribuyen a formar parte de la masa gregaria de las gentes anónimas".
Además de argumentar las bases biológicas de las opciones políticas, sus trabajos trataron igualmente de difundir la idea de la inferioridad de las mujeres:
"A la mujer se le atrofia la inteligencia como las alas a las mariposas de la isla de Kerguelen, ya que su misión en el mundo no es la de luchar en la vida, sino acunar la descendencia de quien tiene que luchar por ella".
Otra de sus "brillantes" conclusiones estimaban que:
"La raza es espíritu. España es espíritu. La Hispanidad es espíritu... Por eso hemos de impregnarnos de Hispanidad... para comprender nuestras esencias raciales y diferenciar nuestra raza de las extrañas.
Este espíritu lo definía como:
«militarismo social, que quiere decir orden, disciplina, sacrificio personal, puntualidad en el servicio, porque la redoma militar encierra esencias puras de virtudes sociales, fortaleza corporal y espiritual».
Y para mejorar la raza era necesaria
«la militarización de la escuela, de la Universidad, del taller, del café, del teatro, de todos los ámbitos sociales.
Purificar la raza debería llevar aparejado el resurgimiento de una suerte de Inquisición en contra de las personas que estimaba eran antipatrióticas, anticatólicas y antimilitares, que corrompían la raza española. Vallejo Nágera fue contundente en su apreciacion de cual debía de ser el remedio:
"La parte del problema racial de España era que había demasiados Sanchos Panzas (físico redondeado, ventrudo, sensual y arribista), y pocos Don Quijotes (casto, austero, sobrio e idealista), personajes imbuidos en un militarismo, identificando la cultura militar como la máxima expresión de raza superior".
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jose antonio | Lunes, 28 de Agosto de 2023 a las 13:31:49 horas
Vamos, una Inquisicion sin tortura de sangre. Pero aun peor psicológica y mentalmente. Este es uno de tantos que me dicen del clero desde lo mas alto hasta lo mas bajo. No solo en castigos para marxistas, para intelectuales escritores, contra cualquier idiología fascista o inquisidora de siglos atras. Yo estuve en el viejo hospicio donde despues de nacer yo este hospicio lo trasladaron a las afueras de Leon capital para llamarlo ciudad residencial infantil San Cayetano el tal obispo almarcha diputado en cortes dio consejo a la diputación de llevar la orden relijiosa nada conocida. Los amigos de Alicante con el nombre de terciarios capuchinos en el habito llevaban un corazon de plata imitacion. Vaya, con ellos al menos donde estuve yo no solo degenerados o mujeriegos. Cuando no te pegaban sin mas, otras veces te humillaban con insultos delante de tus compañeros. y lo que pasaba en el resto de España de internados o colegios de las compañias mas importantes. y nunca terminarias de escribir. Salud para todos.
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