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Martes, 31 de Diciembre de 2024 Tiempo de lectura:

EL CAMPO ESPAÑOL SE "UBERIZA" EN MANOS DE LOS GRANDES CAPITALES INTERNACIONALES

La financiarización del campo español analizada desde una perspectiva marxista

La irrupción de los fondos de inversión en la agricultura ha transformado la lógica del campo. La concentración de tierras y la especulación financiera amenazan la soberanía alimentaria, los ecosistemas y la supervivencia de las comunidades rurales.

 

POR CÁNDIDO GÁLVEZ PARA CANARIAS SEMANAL.ORG

 

     En el curso de los últimos años, los fondos de inversión se [Img #82011]han convertido en protagonistas silenciosos de una transformación profunda en el campo. Empresas que antes solo operaban en sectores como la tecnología o el inmobiliario ahora están adquiriendo grandes extensiones de tierras agrícolas en España y en todo el mundo.

      Este fenómeno está cambiando rápidamente quién controla la tierra, cómo se producen los alimentos y qué impactos tiene esto en las comunidades rurales.

 

      A través de este artículo, trataremos de explorar para los lectores de Canarias Semanal la manera en la que este proceso, conocido como "financiarización del campo", está avanzando en otros países y cómo afecta a España.

 

       Veremos, igualmente, cuáles son sus consecuencias económicas, sociales y ambientales, y escucharemos testimonios de quienes viven estas transformaciones de cerca. En este recorrido, analizaremos también los retos y riesgos que esta nueva dinámica plantea para la sostenibilidad y la soberanía alimentaria. En definitiva, ¿cuál es el futuro que le espera al campo en manos de los grandes capitales?

 

 

   ¿En qué consiste el fenómeno de la "urberización" rural?

 

     La uberización del campo consiste en la transformación de la agricultura hacia un modelo controlado por grandes fondos de inversión y corporaciones, que concentran tierras y recursos en pocas manos.

 

     Este proceso implica la precarización del trabajo agrario, la sustitución de pequeños agricultores por contratos temporales, monocultivos intensivos y una gestión empresarial orientada al lucro. El resultado es la pérdida de autonomía rural y el desmantelamiento de la agricultura familiar y sostenible.

 

     Este fenómeno se caracteriza por la adquisición masiva de tierras por parte de grandes grupos de capital, refleja una lógica inherente al sistema: el afán de rentabilidad a costa de las necesidades sociales y ambientales.

 

     Este proceso puede entenderse como una extensión del capital financiero hacia áreas antes reservadas al trabajo comunitario o a la agricultura familiar, que ahonda las desigualdades y concentra aún más el poder en manos de élites económicas.

 

     A) El proceso de penetración de los fondos de inversión en otros países

 

     A nivel internacional, el avance de los fondos de inversión sobre la tierra agrícola ha sido especialmente significativo en países del Sur Global, como Brasil, Argentina o Etiopía, y también en áreas del Este de Europa. Este fenómeno, conocido como "acaparamiento de tierras" o land grabbing, suele presentarse bajo el discurso del desarrollo económico, pero la verdad es que los resultados han beneficiado principalmente al capital financiero y las élites locales, desplazando a comunidades campesinas y promoviendo monocultivos orientados a la exportación.

 

     En Brasil, por ejemplo, la expansión de monocultivos como la soja y el eucalipto, impulsada por capital extranjero, ha desplazado a pequeños agricultores y comunidades indígenas. Según un informe de Grain, la inversión extranjera en tierras brasileñas responde a una lógica especulativa, donde los suelos fértiles son convertidos  en activos financieros. Esto no solo erosiona la soberanía alimentaria, sino que también multiplica los conflictos sociales por el uso de la tierra y el agua.

 

     En África, casos como el de Etiopía pueden ilustrarnos cómo los gobiernos, en su afán por atraer capital extranjero, otorgan tierras fértiles a corporaciones internacionales, despojando a las comunidades locales de su medio de vida tradicional. Estos acuerdos suelen implicar el cultivo intensivo de productos de exportación como flores o caña de azúcar, mientras los alimentos básicos escasean para la población local. Este proceso no es sino una forma contemporánea de "acumulación por desposesión", en la que el capital devora los recursos esenciales para satisfacer sus propias dinámicas de expansión.

 

 

B) Cómo se está desarrollando en España

 

     En España, la financiarización del campo ha seguido una trayectoria similar, aunque con particularidades propias del contexto europeo. Desde 2019, los fondos de inversión han acelerado la compra de tierras agrícolas. Según la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), alrededor de 900 fondos gestionan ya más de 100.000 millones de euros en tierras cultivables en la península, lo que ha llevado a un aumento en la concentración de la propiedad.

 

     Los cultivos más rentables, como el olivar, el almendro o el aguacate, son los principales objetivos de estos fondos. En la Axarquía, Málaga, la expansión del cultivo intensivo de aguacates, promovido por grandes empresas, ha generado una crisis hídrica sin precedentes en una región tradicionalmente escasa de agua. Estas prácticas son un ejemplo de cómo el capital financiero orienta la producción agraria hacia mercados globales, dejando de lado las necesidades locales y el impacto ambiental.

 

      Además, las estadísticas son claras: el 6,6% de las empresas agrícolas concentran el 42% del valor total de la producción agraria, según datos del Ministerio de Agricultura. Este proceso refleja un avance de los oligopolios sobre el campo, marginando a los pequeños agricultores y bloqueando el acceso a la tierra para los jóvenes interesados en trabajar en el sector agrario.

 

     Miguel Padilla, secretario general de COAG, denuncia que

 

  "un joven que quiere incorporarse al sector agrario no puede competir con estos grandes capitales a la hora de acceder a tierra y agua para dimensionar su explotación".

 

     De esta forma, la agricultura familiar y sostenible queda relegada, mientras los fondos de inversión consolidan un modelo basado en la maximización de beneficios.

 

 

C) Las repercusiones en las zonas rurales

 

1. Repercusiones económicas

     La concentración de tierras en manos de fondos de inversión ha encarecido el precio de las mismas, dificultando el acceso de los pequeños agricultores y promoviendo el abandono de explotaciones familiares. Este modelo beneficia a los grandes capitales, pero a costa de las economías locales, que pierden diversidad y resiliencia.

 

2. Repercusiones sociales

     La financiarización del campo contribuye al vaciamiento de las zonas rurales. La falta de oportunidades laborales, combinada con la imposibilidad de acceder a tierras, ha acelerado la despoblación rural en España. Además, el trabajo agrícola se precariza bajo los nuevos modelos de contratación promovidos por estas empresas, que priorizan la externalización y los contratos temporales.

 

3. Repercusiones ambientales

    Desde una perspectiva ambiental, el modelo de cultivo intensivo impulsado por los fondos de inversión es insostenible. En regiones como Andalucía, el agotamiento de acuíferos y la erosión del suelo son consecuencia directa de prácticas agrícolas destinadas a maximizar la producción en el corto plazo. Esto no solo amenaza los ecosistemas locales, sino que también pone en riesgo la viabilidad del sector a largo plazo.

 

 

D) Testimonios y denuncias

 

     Las denuncias de organizaciones campesinas y ecologistas no han tardado en llegar. Según COAG, el modelo de los fondos de inversión representa "la uberización del campo", donde las dinámicas especulativas de capital priman sobre las necesidades de los agricultores y de las comunidades rurales.

 

     Por ejemplo, Ester Rubio, agricultora de Aragón, señala:

 

    "Estamos viendo cómo la agricultura se convierte en un negocio para quienes no tienen ningún vínculo con la tierra. Las pequeñas explotaciones no pueden competir, y nosotros somos quienes acabamos pagando las consecuencias".

 

    Desde el lado opuesto, algunos inversores defienden que su entrada al sector trae modernización y eficiencia. Sin embargo, organizaciones como Ecologistas en Acción critican esta narrativa, argumentando que el beneficio se limita a los grandes capitales, mientras que las comunidades locales quedan excluidas de los beneficios.

 

      Además, la firma de acuerdos de libre comercio, como el de la Unión Europea con Mercosur, ha facilitado la entrada de estos capitales al mercado agrario europeo. Según la COAG, estos acuerdos representan

 

     "el golpe definitivo para la agricultura y ganadería europeas", profundizando la dependencia de los mercados internacionales y debilitando aún más a los pequeños productores.

 

La financiarización del campo como amenaza estructural

 

     Desde una óptica marxista, la financiarización del campo español y global no es un fenómeno aislado, sino parte de una dinámica estructural del capitalismo contemporáneo.

 

     La tierra, como base de la producción agraria, es convertida  en una mercancía más, al servicio de los intereses especulativos del capital financiero. Este modelo no solo consolida y agranda las desigualdades actualmente existentes, sino que amenaza la soberanía alimentaria, el medioambiente y la cohesión social en las zonas rurales.

 

    Es, pues, fundamental tomar conciencia de este proceso en marcha y movilizar a los sectores sociales implicados para que las políticas públicas actúen para regular este fenómeno, promoviendo la redistribución de la tierra y protegiendo los derechos de las comunidades rurales. De lo contrario, el campo corre el riesgo de convertirse en otro escenario donde el capital financiero dicta las reglas, a expensas de los agricultores y del futuro de las zonas rurales.

 

 
 
 
 
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  • Chorche

    Chorche | Viernes, 03 de Enero de 2025 a las 20:50:17 horas

    He omitido entrecomillar a la "izquierda radical" institucional y gubernamental.
    La izquierda radical está silenciada, acosada, hostigada, encarcelada, espiada, perseguida y acusada de terrorista.
    La izquierda radical que yo sepa nunca ha formado parte de gobiernos de la órbita de capital.
    Ni ellos quieren ni les dejarían formar parte.

    Accede para responder

  • Chorche

    Chorche | Viernes, 03 de Enero de 2025 a las 17:27:08 horas

    Tengamos claro que en los países donde rige la dictadura capitalista los políticos, inclusive los que van de socialistas e incluso de la izquierda radical, están obligados a servir, quieran o no, al amo capitalista. No debemos confiar en los gobiernos de la órbita del capital, autodenominados por ellos mismos "el eje del bien".
    Han conseguido engañarnos, como el lobo a Caperucita, durante muchos años y mantenernos dormidos. Hemos estado dormidos y entretenidos demasiados años y ahora vemos cómo se nos acumulan los problemas por todas partes.
    No nos queda otra que luchar contra el enemigo: la codicia, la especulación, la sinrazón, la destrucción, la injusticia, "virtudes" todas ellas de la dictadura capitalista.
    Es preciso que tengamos claro que sí luchamos podemos perder; pero que si no luchamos estamos perdidos.
    Sobre todo la juventud, que no ha conocido otra cosa que capitalismo, que la ha "formado" esta sutil dictadura que se autopromociona como "la democracia" tiene que moverse y despabilar.
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    A los pequeños agricultores les han sacado las ayudas de la PAC porque "tienen poca tierra", los Alba, casa ducal que tiene media Andalucía y otros poderosos terratenientes son los que más ayudas reciben de la PAC. Los pequeños agricultores cuando llevan a vender su cosecha, si ha sido poca, encima no se la aceptan los almacenistas, los intermediarios, si es menos de una determinada cantidad que ellos mismos estipulan.

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  • V.F.R.

    V.F.R. | Jueves, 02 de Enero de 2025 a las 16:20:27 horas

    para acceder a las ayudas se exige un mínimo de m2 de terreno según el tipo de cultivo, por tanto quien no disponga de esos metros necesarios , y desee cultivar y acceder ayudas deberá concentrar tierras. Por tanto , son las mismas autoridades las que promueven la concentración de tierras.

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  • Mis asuntos

    Mis asuntos | Miércoles, 01 de Enero de 2025 a las 17:18:08 horas

    Los capitales internacionales se invierten en la agricultura de elevados rendimientos financieros, frutas exóticas y demás, mientras los agrios quedan abandonados, dada la falta de rentabilidad al no poder competir con producciones de otras naciones. Igual ocurre con la agricultura de secano, es imposible competir con los bajos precios de los cereales y oleaginosas ucranianos, con acceso libre a todos los puertos del Mediterráneo. En esto se muestran todos los políticos de acuerdo, siguiendo órdenes de más arriba, aquí no hay ninguna distinción, incluso Vox con la banderita en los tractores apoya estas importaciones. Tengamos en cuenta que todos los inputs agrarios han multiplicado su precio por 4, abonos, semillas, maquinaria, combustibles, repuestos, mientras los productos a la venta no han subido desde hace más de 40 años, salvo puntuales y esporádicas subidas ya desaparecidas. Únicamente se pueden añadir las subvenciones PAC, un 30% aproximadamente sobre el precio de venta, dinero que disminuye año tras año, y que está sujeto a papeleos y normativas absurdas cuyo incumplimiento acarrea fuertes penalizaciones. Los políticos españoles y sus pactos con el exterior están arruinando el campo, de tal modo que nadie quiere vivir en los pueblos, únicamente cierta ganaderia intensiva industrial funciona gracias a las exportaciones de carne, pero no necesita de mucha mano de obra. Es como pegarse un tiro en el pie, abandonar el campo nacional para apoyar a gente lejana. Se supone que a cambio de otras concesiones en otros sectores porque si no es incomprensible. Además, el acarrear productos de acá para allá conlleva el consumo de combustibles fósiles, con el consiguiente calentamiento global. Estas importaciones deberían conllevar un incremento en su precio por Kg. y Kilómetro recorrido, como compensación a la sociedad por los daños causados, ya que los beneficios son para las multinacionales que mueven los productos de unas naciones a otras y los daños provocados por su transporte son repercutidos a toda la sociedad, sobre todo los pobres que no tienen medios para resguardarse del calor o reservas en efectivo para casos dramáticos como inundaciones y demás catástrofes. Se privatizan los beneficios y se socializan las pérdidas como siempre, puro capitalismo. Al aplicar esa tasa ecológica los productos locales serían más rentables, permitiendo el asentamiento de comunidades rurales y una mayor calidad. Desgraciadamente, caminamos en la dirección contraria, como en otros sectores, hacia una mayor concentración de capitales y beneficios. El campo español hoy está olvidado por todos y prácticamente abandonado, y salvo un pequeño sector industrial en esta nación no hay más que turismo y una burocracia inmensa. Como quiera que muy posiblemente estemos ya en el peak everything, el futuro de estas características no es muy prometedor. Guerras por los escasos recursos y el control de los mismos avisan de ello, y una pelea por estar en el club amurallado de los ganadores, el jardín europeo. No es muy sensato todo esto, pero es lo que hay, un 20

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  • Claudio

    Claudio | Martes, 31 de Diciembre de 2024 a las 09:09:22 horas

    El acuerdo de libre comercio entre la UE y AL no es una oposición entre los agricultores de los dos continentes, como denuncia con vehemencia la izquierda imperialista en el parlamento europeo.

    Es la oposición de todos los agricultores del mundo contra el capital financiero.

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