
EL "DEBATE" SÁNCHEZ- FEIJÓO: GANÓ LA ABSTENCIÓN
Un debate confuso y caótico y sin argumentos que incitaran a la más leve reflexión
POR EUGENIO FERNÁNDEZ PARA CANARIAS SEMANAL
Un debate confuso y caótico, sin argumentos que incitaran a la más leve reflexión.
Desde la perspectiva de la organización, fue una suerte de clon de las acaloradas discusiones que vemos a diario en la mayoría de los canales de televisión. Un "cara a cara" sin reglas ni orden.
Los participantes estaban nerviosos y tensos, creyendo erróneamente que se jugaban el todo por el todo en esos momentos. El "debate" estuvo repleto de verdades a medias y de datos engañosos, deliberadamente polisémicos, por parte de ambos litigantes.
En realidad, el "debate" no fue más que una recopilación grosera de las mismas frases y eslóganes que ya se están utilizando en la campaña electoral apenas comenzada, pero que ya nos martillea desde todos los confines del espectro mediático que es al fin y al cabo quien se encarga de construir nuestras ideas y sentíres.
Los contendientes, como era de esperar, ni siquiera llegaron a abordar superficialmente los problemas cotidianos que afectan a los asalariados españoles, que, por cierto, es la clase social, con diferencia, más numerosa de todo el país. Interesaban más las superficialidades, las insignificancias. O sea, aquello que no molestara a los que realmente mandan, al poder auténtico, del que ambos son o serán meros administradores delegados.
Es muy probable que sean pocos a los que la representación de este teatrillo de baja calidad, los empuje a decidirse por uno o por otro. Al fin y al cabo, tampoco son tantas las diferencias entre uno y otro.
Entonces, ¿quién fue quien realmente ganó la aburrida pelea entre estos dos "gallitos" sin mucha talla?
En nuestra opinión, fue una discreta figura que ni siquiera llegó a hacer acto de presencia en el espectáculo quien ganó la contienda: la abstención.
POR EUGENIO FERNÁNDEZ PARA CANARIAS SEMANAL
Un debate confuso y caótico, sin argumentos que incitaran a la más leve reflexión.
Desde la perspectiva de la organización, fue una suerte de clon de las acaloradas discusiones que vemos a diario en la mayoría de los canales de televisión. Un "cara a cara" sin reglas ni orden.
Los participantes estaban nerviosos y tensos, creyendo erróneamente que se jugaban el todo por el todo en esos momentos. El "debate" estuvo repleto de verdades a medias y de datos engañosos, deliberadamente polisémicos, por parte de ambos litigantes.
En realidad, el "debate" no fue más que una recopilación grosera de las mismas frases y eslóganes que ya se están utilizando en la campaña electoral apenas comenzada, pero que ya nos martillea desde todos los confines del espectro mediático que es al fin y al cabo quien se encarga de construir nuestras ideas y sentíres.
Los contendientes, como era de esperar, ni siquiera llegaron a abordar superficialmente los problemas cotidianos que afectan a los asalariados españoles, que, por cierto, es la clase social, con diferencia, más numerosa de todo el país. Interesaban más las superficialidades, las insignificancias. O sea, aquello que no molestara a los que realmente mandan, al poder auténtico, del que ambos son o serán meros administradores delegados.
Es muy probable que sean pocos a los que la representación de este teatrillo de baja calidad, los empuje a decidirse por uno o por otro. Al fin y al cabo, tampoco son tantas las diferencias entre uno y otro.
Entonces, ¿quién fue quien realmente ganó la aburrida pelea entre estos dos "gallitos" sin mucha talla?
En nuestra opinión, fue una discreta figura que ni siquiera llegó a hacer acto de presencia en el espectáculo quien ganó la contienda: la abstención.
Maribel Santana | Martes, 11 de Julio de 2023 a las 15:54:36 horas
El bombo y platillo desde hace mas de una semana con el careo para un “combate” que no acabó en puños, porque las mesas separaban dos metros a los púgiles, no es ni más ni menos que el miedo de los de arriba a la abstención en un país democrático y desarrollado, en apariencia.
Las masas trabajadoras y populares ya están hartas de tanto espectáculo, que este lunes llenó el vaso, porque no cambian ni las formas. Más de lo mismo, el cacareo de siempre: Los siameses odiándose e insultándose pero no pueden divorciarse uno de otro porque como vemos, es imposible. La moneda no se puede dividir para separar las dos caras.
Clarísimo está que no quieren sino el bipartidismo y que son los dos partidos del IBEX 35 que cada cuatro años son blanqueados colocando a uno u otro en el sitio que les corresponde: uno al banquillo y el otro para el juego del gobierno.
Me es necesario repetir hasta la saciedad, la idea de los clásicos que está vigente y es inequívoca. El “Estado”( el IBEX35) es la organización de una clase que aplasta a la otra y que tiene a su disposición las herramientas necesarias para que les salve su poder.
Esta herramienta son: gobiernos, jueces, parlamentos, policías, ejército etc... Por tanto, para seguir estas clases ricas explotando y beneficiándose cuentan con el gobierno de turno, que ya hemos detallado y cada cuatro años es la misma fiesta.( fragmento de un articulo)
Accede para votar (0) (0) Accede para responder