
"OPERACION PILGRIM": UNA INVASIÓN MILITAR DE CANARIAS QUE PUDO CAMBIAR LA HISTORIA DE ESPAÑA
"El Alto Mando británico elaboró planes militares específicos para ocupar el Archipiélago"
Aunque este episodio es prácticamente desconocido en la actualidad por la mayor parte de la población de Canarias, durante la Segunda Guerra Mundial las Islas Canarias pudieron haber sido ocupadas por los británicos, en el caso de que los alemanes intentaran tomarlas previamente. Este fue "plan de invasión" conocido como "Operación Pilgrim" (...).
Por ARTURO INGLOTT PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Aunque este episodio es prácticamente desconocido en la actualidad por la mayor parte de la población de Canarias, durante la Segunda Guerra Mundial las Islas Canarias pudieron ser ocupadas por los británicos, en el caso de que los alemanes intentaran tomarlas previamente. Este plan fue conocido como "Operación Pilgrim".
En el año 1941 el Alto Mando británico elaboró planes militares específicos para ocupar el Archipiélago, o parte del mismo. Winston Churchill había mandado a preparar una minuciosa operación militar a la que bautizaron con el nombre de la "Pilgrim". La "Operación Pilgrim" llegó a tener concentrados a 24.000 soldados en Escocia en estado de alerta, preparados para tomar por asalto el Puerto de la Luz, en Las Palmas de Gran Canaria
La invasión militar británica de Gran Canaria iba a estar respaldada por dos potentes cruceros, que tenían como misión el apoyo logístico al despliegue de dos brigadas de infantería que actuarían como puntas de lanza en la ocupación de la totalidad de la isla. Asimismo, un gran portaviones protegería el espacio aéreo de Gran Canaria para de esa forma poder garantizar el éxito de la invasión. La operación contaba, igualmente, con dos batallones de intendencia, fuertemente pertrechados, que respaldarían la acción militar de los destacamentos de vanguardia.
¿UNA O DOS INVASIONES?
Según se puede constatar en el contenido de los informes desclasificados recientemente por el Ministerio del Aire británico, Winston Churchill estaba convencido de que Hitler deseaba convertir al Archipiélago en una suerte de protectorado logístico alemán que se prolongaría durante todo el curso de la guerra.
Y, en efecto, el premier británico no se equivocaba. La documentación existente muestra cómo en noviembre de 1940 Hitler había manifestado a su Estado Mayor que
“hay que poner antiaéreos en los aeródromos de Canarias y hay que llevar allí los Stukas. Es la única manera de alejar definitivamente las Islas de las escuadras enemigas"
No obstante, el proyecto de ocupación de Hitler tropezaba con algunos inconvenientes. Dadas las condiciones de penuria y devastación en la que se encontraba la España de la posguerra civil, Franco se veía impedido a poder participar al lado de sus correligionarios ideológicos en una nueva aventura bélica.
Hacerlo podría acarrearle serios conflictos sociales y políticos dentro del país. La guerrilla antifranquista había continuado activa en diferentes puntos de la Península, y la participación de los fascistas españoles en otra contienda hubiera podido suscitar brotes de rebeldía en una población que había sido duramente castigada a lo largo de tres largos años de un cruentísimo enfrentamiento civil, que dejó tras sí un millón de muertos
Por ello, el propósito real de Hitler era ocupar el Archipiélago Canario contando con el consentimiento tácito del gobierno de Madrid, y el conocimiento previo de las autoridades fascistas locales. De acuerdo con los datos hoy desclasificados, se sabe que el gobierno de Berlín tenía preparado una especie de simulacro de "golpe de Estado" en las Islas, que permitiría su ocupación por los alemanes, pero que simultáneamente evitaría comprometer la proclamada "no beligerancia" del gobierno español. Franco aceptaría la ocupación como un hecho de facto, impuesto por los alemanes, pero sin contar con su participación.
"Los jefes de personal nos han informado sobre la probabilidad y la escala de un intento alemán para obtener el control de las Islas Canarias"- explica el informe del Subcomité de Inteligencia Conjunta británico datado en diciembre de 1940.
El documento de los servicios de Inteligencia ingleses ya alertaba sobre la posibilidad de que en las Islas se podría producir una sublevación "contra" Franco, apoyada por recursos humanos alemanes y sin oposición oficial de Madrid. De esa forma, el dictador español continuaría garantizando su presunta equidistancia en el conflicto bélico mundial, mientras que, por otra parte, Hitler se haría con el control logístico efectivo de un Archipiélago que constituía en aquellos momentos una plataforma militar clave para el dominio del norte de África y de parte del Atlántico.
LA SOBREDIMENSIONADA PRESENCIA GERMANA EN LAS ISLAS
En el año 1940, la presencia alemana en Canarias era más que importante. Los integrantes de los servicios de la Inteligencia nazi circulaban con plena libertad a lo largo y ancho de todas las islas. Algunos de esos agentes terminarían estableciéndose definitivamente en el Archipiélago después de la derrota alemana, gerenciando prósperos negocios de representaciones e intercambios comerciales. Tal fue el caso, por ejemplo, de la conocida y acaudalada familia Sauerman.
De esos asentamientos queda todavía la huella genealógica de sonoros apellidos teutones en la sociedad isleña, pertenecientes a los descendientes de aquellos curiosos personajes que durante décadas se movieron en las Islas disfrutando de todo tipo de garantías. De acuerdo con la citada documentación desclasificada, al menos 2.000 oficiales nazis se encontraban en 1941 en el Archipiélago, a la atenta espera de las órdenes de sus mandos en Berlín. El informe en cuestión menciona, además, la presencia de 50 aviones de origen alemán ubicados en Canarias.
Los cambiantes avatares de la II Guerra Mundial no permitieron que ni la invasión británica ni tampoco la alemana tuvieran lugar. Pero hoy se puede afirmar con certeza que teniendo en cuenta cómo terminaron evolucionando los acontecimientos en los años posteriores, si una u otra invasión se hubiera producido, los últimos 80 años de la historia España hubieran sido radicalmente diferentes a los que hemos vivido o conocido.
Por ARTURO INGLOTT PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Aunque este episodio es prácticamente desconocido en la actualidad por la mayor parte de la población de Canarias, durante la Segunda Guerra Mundial las Islas Canarias pudieron ser ocupadas por los británicos, en el caso de que los alemanes intentaran tomarlas previamente. Este plan fue conocido como "Operación Pilgrim".
En el año 1941 el Alto Mando británico elaboró planes militares específicos para ocupar el Archipiélago, o parte del mismo. Winston Churchill había mandado a preparar una minuciosa operación militar a la que bautizaron con el nombre de la "Pilgrim". La "Operación Pilgrim" llegó a tener concentrados a 24.000 soldados en Escocia en estado de alerta, preparados para tomar por asalto el Puerto de la Luz, en Las Palmas de Gran Canaria
La invasión militar británica de Gran Canaria iba a estar respaldada por dos potentes cruceros, que tenían como misión el apoyo logístico al despliegue de dos brigadas de infantería que actuarían como puntas de lanza en la ocupación de la totalidad de la isla. Asimismo, un gran portaviones protegería el espacio aéreo de Gran Canaria para de esa forma poder garantizar el éxito de la invasión. La operación contaba, igualmente, con dos batallones de intendencia, fuertemente pertrechados, que respaldarían la acción militar de los destacamentos de vanguardia.
¿UNA O DOS INVASIONES?
Según se puede constatar en el contenido de los informes desclasificados recientemente por el Ministerio del Aire británico, Winston Churchill estaba convencido de que Hitler deseaba convertir al Archipiélago en una suerte de protectorado logístico alemán que se prolongaría durante todo el curso de la guerra.
Y, en efecto, el premier británico no se equivocaba. La documentación existente muestra cómo en noviembre de 1940 Hitler había manifestado a su Estado Mayor que
“hay que poner antiaéreos en los aeródromos de Canarias y hay que llevar allí los Stukas. Es la única manera de alejar definitivamente las Islas de las escuadras enemigas"
No obstante, el proyecto de ocupación de Hitler tropezaba con algunos inconvenientes. Dadas las condiciones de penuria y devastación en la que se encontraba la España de la posguerra civil, Franco se veía impedido a poder participar al lado de sus correligionarios ideológicos en una nueva aventura bélica.
Hacerlo podría acarrearle serios conflictos sociales y políticos dentro del país. La guerrilla antifranquista había continuado activa en diferentes puntos de la Península, y la participación de los fascistas españoles en otra contienda hubiera podido suscitar brotes de rebeldía en una población que había sido duramente castigada a lo largo de tres largos años de un cruentísimo enfrentamiento civil, que dejó tras sí un millón de muertos
Por ello, el propósito real de Hitler era ocupar el Archipiélago Canario contando con el consentimiento tácito del gobierno de Madrid, y el conocimiento previo de las autoridades fascistas locales. De acuerdo con los datos hoy desclasificados, se sabe que el gobierno de Berlín tenía preparado una especie de simulacro de "golpe de Estado" en las Islas, que permitiría su ocupación por los alemanes, pero que simultáneamente evitaría comprometer la proclamada "no beligerancia" del gobierno español. Franco aceptaría la ocupación como un hecho de facto, impuesto por los alemanes, pero sin contar con su participación.
"Los jefes de personal nos han informado sobre la probabilidad y la escala de un intento alemán para obtener el control de las Islas Canarias"- explica el informe del Subcomité de Inteligencia Conjunta británico datado en diciembre de 1940.
El documento de los servicios de Inteligencia ingleses ya alertaba sobre la posibilidad de que en las Islas se podría producir una sublevación "contra" Franco, apoyada por recursos humanos alemanes y sin oposición oficial de Madrid. De esa forma, el dictador español continuaría garantizando su presunta equidistancia en el conflicto bélico mundial, mientras que, por otra parte, Hitler se haría con el control logístico efectivo de un Archipiélago que constituía en aquellos momentos una plataforma militar clave para el dominio del norte de África y de parte del Atlántico.
LA SOBREDIMENSIONADA PRESENCIA GERMANA EN LAS ISLAS
En el año 1940, la presencia alemana en Canarias era más que importante. Los integrantes de los servicios de la Inteligencia nazi circulaban con plena libertad a lo largo y ancho de todas las islas. Algunos de esos agentes terminarían estableciéndose definitivamente en el Archipiélago después de la derrota alemana, gerenciando prósperos negocios de representaciones e intercambios comerciales. Tal fue el caso, por ejemplo, de la conocida y acaudalada familia Sauerman.
De esos asentamientos queda todavía la huella genealógica de sonoros apellidos teutones en la sociedad isleña, pertenecientes a los descendientes de aquellos curiosos personajes que durante décadas se movieron en las Islas disfrutando de todo tipo de garantías. De acuerdo con la citada documentación desclasificada, al menos 2.000 oficiales nazis se encontraban en 1941 en el Archipiélago, a la atenta espera de las órdenes de sus mandos en Berlín. El informe en cuestión menciona, además, la presencia de 50 aviones de origen alemán ubicados en Canarias.
Los cambiantes avatares de la II Guerra Mundial no permitieron que ni la invasión británica ni tampoco la alemana tuvieran lugar. Pero hoy se puede afirmar con certeza que teniendo en cuenta cómo terminaron evolucionando los acontecimientos en los años posteriores, si una u otra invasión se hubiera producido, los últimos 80 años de la historia España hubieran sido radicalmente diferentes a los que hemos vivido o conocido.
Maribel Santana | Miércoles, 05 de Julio de 2023 a las 13:25:49 horas
No había en Fuerteventura algo de esto, en Cofete para logística etc, una antigua mansión o especie de búnker donde venían a guardar o coger cosas de ahí??? Nada extraña por aqui paso varios personajes Alemanes nazis huyendo para esconderse etc Por ejemplo el apellidos que tanto nos suena de la hermanas progres Cur. Su abuelo era uno de los huidos, esto lo contaba las hermanas progres de la progresía sin igual.
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