
ORGANIZACIONES JUVENILES CONTRA EL LUJO DEL DERROCHE ACUÁTICO EN CAMPOS DE GOLF
Sequía contra esplendor: El consumo inconsciente de agua en los Campos de Golf choca con el deficit de agua en España
En la lucha por la supervivencia en un mundo afectado por la sequía, un nuevo frente se ha abierto: los campos de golf. Mientras algunos ven estos espacios como sinónimo de lujo y esparcimiento, otros alertan sobre su consumo excesivo de agua y proponen un cambio radical. La polémica está servida. ¿Podrá este deporte sobrevivir a la presión del clima y de la opinión pública?
POR FEDERICO ARRÁEZ PARA CANARIAS SEMANAL
Imagine por un momento a un grupo de jóvenes protestando en un campo de golf. Son miembros de la organización juvenil Arran, y su objetivo es llamar la atención sobre el excesivo consumo de agua que realizan estos lugares de esparcimiento.
"No podemos permitirnos sus lujos", es su grito de batalla.
Mientras muchos poblados y agricultores en Cataluña lidian con la sequía, los campos de golf se mantienen esplendorosamente verdes gracias a su intensivo riego.
Con el fin de ilustrar su punto de vista, los activistas transformaron una porción del terreno de golf en un huerto. Esta acción simbólica busca evidenciar la contrastante realidad entre el despilfarro y la escasez, y generar conciencia sobre el problema de la sequía que se avecina.
Cifras que inundan la razón
Según Arran, existen más de 110 campos de golf en todo el territorio de los Països Catalans. Además, hay otros lugares de menor tamaño o de uso privado que, aunque no están incluidos en esta cifra, también consumen mucha agua para su mantenimiento.
Pero este problema no es exclusivo de Cataluña. En Andalucía, la comunidad autónoma con la mayor cantidad de campos de golf de toda España, un grupo de activistas llamados "golfistas por el clima" taponaron varios hoyos en campos de golf en Málaga, Almería, Sevilla y Córdoba. Estos golfistas conscientes buscan concienciar sobre la necesidad de limitar o prohibir este deporte en periodos de sequía.
La disyuntiva del oro líquido
Para poner las cosas en perspectiva, un campo de golf de 18 hoyos puede consumir entre 150.000 y 400.000 metros cúbicos de agua al año, lo que equivale al consumo de una población de unos 15.000 habitantes. Esta cifra es especialmente preocupante cuando consideramos que los embalses andaluces están a solo el 26% de su capacidad, y que la escasez de agua ya ha obligado al uso de camiones cisterna para el abastecimiento en varias localidades.
A pesar de estos números, los campos de golf justifican su consumo asegurando que el 80% del agua que utilizan es reciclada. Sin embargo, los golfistas por el clima y la consultora Hidrología Sostenible refutan esta afirmación, argumentando que sólo el 26% del agua utilizada proviene de fuentes regeneradas.
La polémica también llega a la política. Mientras que el portavoz del grupo parlamentario Adelante Andalucía pide el cierre de los campos de golf durante el verano, el presidente andaluz, Juanma Moreno, defiende su existencia, llegando a invertir más de 2,4 millones en el torneo de golf LIV Andalucía.
En esta lucha por el agua, los activistas subrayan la necesidad de "repensar qué se riega y para qué", sugiriendo que es incongruente mantener campos de golf en lugares con sequía mientras se recortan las dotaciones de riego para agricultores y familias que dependen del agua para su supervivencia.
En el ámbito estatal, organizaciones como Extinction Rebellion también están realizando acciones de concienciación para abordar este problema. Mientras tanto, la sequía sigue avanzando, y la última gota de agua podría ser desperdiciada en el próximo hoyo.
POR FEDERICO ARRÁEZ PARA CANARIAS SEMANAL
Imagine por un momento a un grupo de jóvenes protestando en un campo de golf. Son miembros de la organización juvenil Arran, y su objetivo es llamar la atención sobre el excesivo consumo de agua que realizan estos lugares de esparcimiento.
"No podemos permitirnos sus lujos", es su grito de batalla.
Mientras muchos poblados y agricultores en Cataluña lidian con la sequía, los campos de golf se mantienen esplendorosamente verdes gracias a su intensivo riego.
Con el fin de ilustrar su punto de vista, los activistas transformaron una porción del terreno de golf en un huerto. Esta acción simbólica busca evidenciar la contrastante realidad entre el despilfarro y la escasez, y generar conciencia sobre el problema de la sequía que se avecina.
Cifras que inundan la razón
Según Arran, existen más de 110 campos de golf en todo el territorio de los Països Catalans. Además, hay otros lugares de menor tamaño o de uso privado que, aunque no están incluidos en esta cifra, también consumen mucha agua para su mantenimiento.
Pero este problema no es exclusivo de Cataluña. En Andalucía, la comunidad autónoma con la mayor cantidad de campos de golf de toda España, un grupo de activistas llamados "golfistas por el clima" taponaron varios hoyos en campos de golf en Málaga, Almería, Sevilla y Córdoba. Estos golfistas conscientes buscan concienciar sobre la necesidad de limitar o prohibir este deporte en periodos de sequía.
La disyuntiva del oro líquido
Para poner las cosas en perspectiva, un campo de golf de 18 hoyos puede consumir entre 150.000 y 400.000 metros cúbicos de agua al año, lo que equivale al consumo de una población de unos 15.000 habitantes. Esta cifra es especialmente preocupante cuando consideramos que los embalses andaluces están a solo el 26% de su capacidad, y que la escasez de agua ya ha obligado al uso de camiones cisterna para el abastecimiento en varias localidades.
A pesar de estos números, los campos de golf justifican su consumo asegurando que el 80% del agua que utilizan es reciclada. Sin embargo, los golfistas por el clima y la consultora Hidrología Sostenible refutan esta afirmación, argumentando que sólo el 26% del agua utilizada proviene de fuentes regeneradas.
La polémica también llega a la política. Mientras que el portavoz del grupo parlamentario Adelante Andalucía pide el cierre de los campos de golf durante el verano, el presidente andaluz, Juanma Moreno, defiende su existencia, llegando a invertir más de 2,4 millones en el torneo de golf LIV Andalucía.
En esta lucha por el agua, los activistas subrayan la necesidad de "repensar qué se riega y para qué", sugiriendo que es incongruente mantener campos de golf en lugares con sequía mientras se recortan las dotaciones de riego para agricultores y familias que dependen del agua para su supervivencia.
En el ámbito estatal, organizaciones como Extinction Rebellion también están realizando acciones de concienciación para abordar este problema. Mientras tanto, la sequía sigue avanzando, y la última gota de agua podría ser desperdiciada en el próximo hoyo.
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