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EL DRAMA LABORAL DE LOS MAYORES DE 55 AÑOS: EL 40% DE LOS PARADOS NUNCA VOLVERÁ A TRABAJAR

Prejubilación, una forma de exclusión encubierta

El mercado laboral en Canarias enfrenta una crisis estructural que golpea de manera especialmente dura a los mayores de 55 años. Cuatro de cada diez personas, en esta franja de edad que perciben prestaciones por desempleo en las islas no volverán a encontrar empleo (...).

Por A. RAMÍREZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-

 

   El mercado laboral en Canarias enfrenta una crisis estructural que golpea de manera especialmente dura a los mayores de 55 años. Según datos del Ministerio de Trabajo, cuatro de cada diez personas, en esta franja de edad que perciben prestaciones por desempleo en las islas no volverán a encontrar empleo. Este dato evidencia la precariedad del sistema, especialmente en una región cuya economía depende de sectores volátiles como el turismo. En este artículo analizaremos las causas, el impacto y las posibles soluciones a este problema, que refleja no solo la realidad de Canarias, sino también un fenómeno que afecta a todo el Estado español. 

 

Un mercado laboral que excluye a los mayores de 55 años

 

  En Canarias, 35.681 personas mayores de 55 años están desempleadas y perciben algún tipo de prestación, según el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Este grupo, que representa un 16,4% del total de parados en las islas, se enfrenta a barreras casi insuperables para reincorporarse al mercado laboral.

 

  ¿Por qué ocurre esto? Uno de los factores más destacados es la discriminación por edad. Muchas empresas consideran que los trabajadores mayores no están adaptados a los avances tecnológicos o que tienen menos flexibilidad para adaptarse a los cambios. Además, la duración de los periodos de desempleo en este grupo es mucho mayor, lo que aumenta su riesgo de exclusión laboral definitiva.

 

   A esto se suma el peso de una economía regional dependiente del turismo, donde los empleos son generalmente estacionales y poco estables. La pandemia de COVID-19 exacerbó esta situación, dejando a muchos trabajadores mayores sin empleo y sin perspectivas de reingreso laboral.

 

¿Prejubilados o excluidos? La realidad tras las cifras

 

 

  El término "prejubilados" utilizado por el SEPE para describir a este colectivo puede ser engañoso. Si bien muchos de estos desempleados reciben ayudas públicas, no se trata de una jubilación en términos reales. Estas personas no perciben pensiones completas, sino subsidios por desempleo que, en muchos casos, no alcanzan para cubrir necesidades básicas.

 

   Este fenómeno refleja una estrategia encubierta del sistema laboral: desplazar a los trabajadores mayores del mercado de manera progresiva, sin ofrecerles alternativas reales de reintegración. En la práctica, se trata de una exclusión laboral estructural que se normaliza bajo el término de "prejubilación".

 

Comparativa estatal y europea

 

  El caso de Canarias no es único, aunque su tasa de desempleo en este grupo etario es especialmente alta en comparación con otras regiones de España. Mientras la tasa de empleo entre los mayores de 55 años en Canarias apenas supera el 40%, en comunidades como el País Vasco o Navarra se acerca al 60%.

 

   A nivel europeo, España sigue rezagada. Según datos de Eurostat, la tasa media de empleo para el grupo de 55 a 64 años en la Unión Europea supera el 55%, con países como Suecia alcanzando cifras superiores al 70%. Esta diferencia refleja no solo un problema estructural en el mercado laboral español, sino también una falta de políticas eficaces para la integración de este colectivo.

 

Impacto social y económico

 

  La exclusión laboral de los mayores de 55 años no solo afecta a las personas directamente implicadas, sino que tiene consecuencias sociales y económicas de gran alcance.

 

  Pérdida de experiencia y talento: Las empresas pierden la oportunidad de aprovechar el conocimiento y la experiencia de estos trabajadores, lo que afecta la productividad a largo plazo.

 

  Mayor presión sobre el sistema de seguridad social: El aumento del desempleo prolongado en este grupo incrementa el gasto público en subsidios y prestaciones, agravando la sostenibilidad del sistema.

 

 Impacto emocional y psicológico: Para muchas personas, el desempleo prolongado se traduce en una pérdida de autoestima y un aumento del estrés, con implicaciones directas para su salud mental.

 

   El desempleo entre los mayores de 55 años en Canarias es, en definitiva, un reflejo de un problema estructural más amplio, que combina desigualdades regionales, discriminación por edad y la precariedad de una economía dependiente del Turismo.

 
 
 
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