
YOLANDA DÍAZ TIENE COGIDOS POR LOS... EUROS A LO QUE QUEDA DE PODEMOS
Una cláusula en el acuerdo establece que si se fueran a otro grupo parlamentario perderían todo el dinero
El espectáculo esperpéntico que están ofreciendo a la sociedad española los grupos y personajes que afirman representar a la "izquierda" ha logrado rebasar los límites imaginados incluso por quienes, desde hace años, veníamos advirtiendo sobre la verdadera naturaleza de los políticos -y políticas -agrupados en Unidas Podemos y hoy reagrupados en el Sumar de Yolanda Díaz (...).
Por EUGENIO FERNÁNDEZ PARA CANARIAS-SEMANAL. ORG.-
El espectáculo esperpéntico que están ofreciendo a la sociedad los grupos y personajes que afirman representar a la "izquierda" en el Estado español ha logrado rebasar los límites imaginados incluso por quienes, desde hace años, veníamos advirtiendo sobre la verdadera naturaleza de los políticos -y políticas -agrupados en Unidas Podemos y hoy reagrupados en el Sumar de Yolanda Díaz.
Sin el más mínimo pudor, el grupúsculo dirigente de la lideresa Díaz, lo que queda del naufragio de Unidas
Podemos y otros personajes como el "verde" López Uralde dejan ver a la luz pública que lo único importante para ellos son los puestos en las listas que les ofrezcan perspectivas de alcanzar las bien remuneradas poltronas y el dinero asociado a esta representación institucional que aún puedan repartirse.
El intento de Pablo Iglesias y sus escasos afines de presentar el "veto" a Irene Montero como una claudicación ante los "poderes económicos y la derecha" que querrían acabar con la "gran luchadora" por los derechos de la mujer -que no pueden ni ver, por cierto, muchísimas feministas- quizá pueda convencer aún al menguante grupo de ilusos que siguen comprando el "relato" de Canal Red y La Base.
La cruda realidad es, sin embargo, que Montero es hoy "víctima" de la misma baja y vieja política que se ha practicado en su partido desde sus inicios y que tantos cadáveres ha dejado por el camino desde aquella primera foto de Vistalegre. En el Juego de Tronos que para estos personajes es la política, en este episodio les tocó perder la cabeza a la ministra de Igualdad o al fiel escudero Echenique, del mismo modo que antes cayeron quienes osaban cuestionar los dictados del "macho alfa" y sus acólitos. Como decía la canción salsera refiriéndose al prototipo de matón de esquina, "quien a hierro mata, a hierro termina".
![[Img #75509]](https://canarias-semanal.org/upload/images/06_2023/292_fulanas.jpg)
Y claro, como lo que importa para quienes tienen como único objetivo vivir del erario público es mantener los puestos, resultaba obvio que los restos de Podemos tendrían que pasar por el aro, y tragar con lo que Yolanda ofreciera, con o sin vetos a Irene Montero. No estaban el horno, ni las cuentas del partido, como para ponerse estupendos.
"SI ME ABANDONAS, TE QUEDARÁS SIN UN P... EURO"
![[Img #75507]](https://canarias-semanal.org/upload/images/06_2023/5798_diaz.jpg)
Siguiendo con las figuras cinematográficas que seguramente deberían gustar a Pablo Iglesias, su ex amiga Yolanda Díaz podría recordarle que, como él bien sabe y tantas veces ha practicado, entre vividores de la política estos navajazos no son "nada personal, solo negocios".
Pero como los forzados socios, al igual que los mafiosos de El Padrino, conocen bien a sus "compañeros", y saben que los apuñalamientos por la espalda se pueden volver a producir en cualquier momento, parece que la candidata Díaz ha querido dejarlo todo, atado y bien atado.
El acuerdo firmado a regañadientes entre Podemos y Sumar contempla que la formación morada tiene derecho al 23% del dinero con el que se subvencionará al grupo parlamentario. Este dinero es el que se emplea en asesores y otras figuras para el funcionamiento de los partidos en el contexto del Congreso. Es decir, los cargos y los puestos elegidos a dedo. Y es esencial para los restos de Podemos, no solo para garantizar la supervivencia personal de estos cargos, que ni en sueños iban a encontrar en el crudo mercado laboral mejor acomodo que en el Parlamento. Se trata, además, de una fuente de ingresos esencial para que lo que queda de la formación morada pueda hacer frente a las deudas contraídas, en base a microcréditos, en las pasadas elecciones autonómicas y locales, después de que su debacle y salida de prácticamente todos los ayuntamientos y gobiernos regionales les dejara también sin los ingresos asociados a esos puestos.
Pues bien, este mismo lunes se daba a conocer que la maniobrera Yolanda, bien consciente de tener cogidos a sus incómodos compañeros de viaje por sus verdaderas partes pudendas, impuso una cláusula leonina en el acuerdo por la cual si sus socios, tras las elecciones, decidieran abandonar su coalición para pasarse al grupo mixto o para intentar formar otro grupo parlamentario, serían castigados donde más les duele: se les quitaría todo el dinerito con el que aspiran a mantenerse. Una cláusula que también es válida para el resto de grupos y grupúsculos aglutinados en la marca electoralera de Díaz.
Además de estas cláusulas para garantizar que nadie se atreva a rebelarse a bordo del buque de SUMAR, el documento que la capitana gallega hizo firmar a todos sus socios también deja muy claros otros detalles como el funcionamiento interno del grupo, las portavocías y la deliberación del voto. El acuerdo afecta, igualmente, a otros aspectos como la campaña electoral, donde la cúpula de Sumar tendrá la primera y última palabra. Es decir, que donde manda capitana, no mandará ningún marinero de tres al cuarto.
Total, que la "buena" de Yolanda, junto al "amor, la ternura y los abraciños", es capaz de repartir golpetazos y pegar tiros con más ímpetu que el mismísimo John Wayne. Menos mal que la ministra reivindica una "forma femenina" (sic), y no "testosterónica", de hacer política. ¡Imagínense lo que podría suceder en el caso contrario!
Por EUGENIO FERNÁNDEZ PARA CANARIAS-SEMANAL. ORG.-
El espectáculo esperpéntico que están ofreciendo a la sociedad los grupos y personajes que afirman representar a la "izquierda" en el Estado español ha logrado rebasar los límites imaginados incluso por quienes, desde hace años, veníamos advirtiendo sobre la verdadera naturaleza de los políticos -y políticas -agrupados en Unidas Podemos y hoy reagrupados en el Sumar de Yolanda Díaz.
Sin el más mínimo pudor, el grupúsculo dirigente de la lideresa Díaz, lo que queda del naufragio de Unidas Podemos y otros personajes como el "verde" López Uralde dejan ver a la luz pública que lo único importante para ellos son los puestos en las listas que les ofrezcan perspectivas de alcanzar las bien remuneradas poltronas y el dinero asociado a esta representación institucional que aún puedan repartirse.
El intento de Pablo Iglesias y sus escasos afines de presentar el "veto" a Irene Montero como una claudicación ante los "poderes económicos y la derecha" que querrían acabar con la "gran luchadora" por los derechos de la mujer -que no pueden ni ver, por cierto, muchísimas feministas- quizá pueda convencer aún al menguante grupo de ilusos que siguen comprando el "relato" de Canal Red y La Base.
La cruda realidad es, sin embargo, que Montero es hoy "víctima" de la misma baja y vieja política que se ha practicado en su partido desde sus inicios y que tantos cadáveres ha dejado por el camino desde aquella primera foto de Vistalegre. En el Juego de Tronos que para estos personajes es la política, en este episodio les tocó perder la cabeza a la ministra de Igualdad o al fiel escudero Echenique, del mismo modo que antes cayeron quienes osaban cuestionar los dictados del "macho alfa" y sus acólitos. Como decía la canción salsera refiriéndose al prototipo de matón de esquina, "quien a hierro mata, a hierro termina".
Y claro, como lo que importa para quienes tienen como único objetivo vivir del erario público es mantener los puestos, resultaba obvio que los restos de Podemos tendrían que pasar por el aro, y tragar con lo que Yolanda ofreciera, con o sin vetos a Irene Montero. No estaban el horno, ni las cuentas del partido, como para ponerse estupendos.
"SI ME ABANDONAS, TE QUEDARÁS SIN UN P... EURO"
Siguiendo con las figuras cinematográficas que seguramente deberían gustar a Pablo Iglesias, su ex amiga Yolanda Díaz podría recordarle que, como él bien sabe y tantas veces ha practicado, entre vividores de la política estos navajazos no son "nada personal, solo negocios".
Pero como los forzados socios, al igual que los mafiosos de El Padrino, conocen bien a sus "compañeros", y saben que los apuñalamientos por la espalda se pueden volver a producir en cualquier momento, parece que la candidata Díaz ha querido dejarlo todo, atado y bien atado.
El acuerdo firmado a regañadientes entre Podemos y Sumar contempla que la formación morada tiene derecho al 23% del dinero con el que se subvencionará al grupo parlamentario. Este dinero es el que se emplea en asesores y otras figuras para el funcionamiento de los partidos en el contexto del Congreso. Es decir, los cargos y los puestos elegidos a dedo. Y es esencial para los restos de Podemos, no solo para garantizar la supervivencia personal de estos cargos, que ni en sueños iban a encontrar en el crudo mercado laboral mejor acomodo que en el Parlamento. Se trata, además, de una fuente de ingresos esencial para que lo que queda de la formación morada pueda hacer frente a las deudas contraídas, en base a microcréditos, en las pasadas elecciones autonómicas y locales, después de que su debacle y salida de prácticamente todos los ayuntamientos y gobiernos regionales les dejara también sin los ingresos asociados a esos puestos.
Pues bien, este mismo lunes se daba a conocer que la maniobrera Yolanda, bien consciente de tener cogidos a sus incómodos compañeros de viaje por sus verdaderas partes pudendas, impuso una cláusula leonina en el acuerdo por la cual si sus socios, tras las elecciones, decidieran abandonar su coalición para pasarse al grupo mixto o para intentar formar otro grupo parlamentario, serían castigados donde más les duele: se les quitaría todo el dinerito con el que aspiran a mantenerse. Una cláusula que también es válida para el resto de grupos y grupúsculos aglutinados en la marca electoralera de Díaz.
Además de estas cláusulas para garantizar que nadie se atreva a rebelarse a bordo del buque de SUMAR, el documento que la capitana gallega hizo firmar a todos sus socios también deja muy claros otros detalles como el funcionamiento interno del grupo, las portavocías y la deliberación del voto. El acuerdo afecta, igualmente, a otros aspectos como la campaña electoral, donde la cúpula de Sumar tendrá la primera y última palabra. Es decir, que donde manda capitana, no mandará ningún marinero de tres al cuarto.
Total, que la "buena" de Yolanda, junto al "amor, la ternura y los abraciños", es capaz de repartir golpetazos y pegar tiros con más ímpetu que el mismísimo John Wayne. Menos mal que la ministra reivindica una "forma femenina" (sic), y no "testosterónica", de hacer política. ¡Imagínense lo que podría suceder en el caso contrario!
amelia | Viernes, 16 de Junio de 2023 a las 01:13:36 horas
Siguen con el miedo diciéndonos que si no les votamos ganará la derecha, cuando todos sin excepción, apoyan a los lobbis capitalistas, así que votes a uno u otro del arco parlamentario, votas a los capitalistas.
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