
Reino Unido reconoce, por fin, la participación de su ejército en la guerra de Ucrania
Partiendo del reconocimiento por parte del Reino Unido de la participación militar de su ejército en la guerra de Ucrania, el autor de este articulo, Manuel Medina, realiza algunas reflexiones acerca de las características y la naturaleza social y política de cada uno de los dos bloques que directa o indirectamente, están confrontando sus intereses en la contienda ucraniana, así como la propuesta de uno de ellos de acabar con el actual "orden unipolar", implantando otro multipolar que pueda sustituirlo. ¿Podrá abrir ese "nuevo orden multipolar" las puertas de una "Arcadia feliz" que resuelva las contradicciones interimperialistas?
POR MANUEL MEDINA PARA CANARIAS SEMANAL
Nada menos que siete meses después de que comandos británicos intervinieran en la guerra Ucrania, Reino Unido ha admitido, por fin, que los Royal Marines habían ejecutado operaciones de alto riesgo en ese país en el curso del pasado mes de abril.
El protagonista de tal "reconocimiento" fue el teniente general Robert Magowan en un artículo publicado en el diario oficial de esta fuerza militar. El "descubrimiento" tardío realizado por el citado militar británico no constituye, en absoluto, una novedad.
Este mismo digital, Canarias-Semanal, a lo largo de los últimos meses y en sucesivas ocasiones, ha publicado informaciones, testimonios y comentarios recogidos de múltiples publicaciones internacionales, en las que se ponía de manifiesto la evidente intervención militar anglosajona en la guerra Ucrania, que luego iban a ser machaconamente rechazadas por las portavocias oficiales británicas.
¿CUÁL ES LA SIGNIFICACIÓN REAL, EN TÉRMINOS SOCIO HISTÓRICOS, DE LA "GUERRA DE UCRANIA"?
¿Qué es lo ha venido a ratificar, entonces, este tardío "reconocimiento" británico? En principio, deja nítidamente claro ![[Img #73646]](https://canarias-semanal.org/upload/images/12_2022/2456_fili.jpg)
que la confrontación que se está produciendo en Ucrania es de naturaleza "supra ucraniana". El enfrentamiento bélico está ubicado en el marco de una confrontación global entre dos polos opuestos de expansión imperialista, en el que las dos entidades en confrontación funcionan regidas por los mismos patrones del desarrollo económico capitalista. Y esa es la clave esencial del tema.
En una parte de los polos en litigio se encuentran los Estados Unidos y la Unión Europea, integrados en una misma alianza militar. En el otro, Rusia y China, también dos superpotencias tan fuertes y económicamente tan competitivas como las anteriores, fuertemente interesadas en la desaparición de la actual unipolaridad hegemónica ejercida por los Estados Unidos, y favorables a un nuevo orden mundial que permita a sus respectivas economías las mismas posibilidades de expansión capitalista de las que hoy disfrutan, en casi régimen de monopolio, los Estados Unidos y sus más directos aliados. Fue precisamente la implosión de la experiencia socialista en la URSS a manos de la misma clase social oligárquica y de los personajes que hoy detentan el control del aparato del Estado y de la economía rusa, la que hizo posible el presente panorama político mundial, en contra del sentir de la inmensa mayoría pueblo soviético, manifestado en el Referéndum celebrado el 17 de marzo de 1991, en el que la población de ese país se pronunció abrumadoramente favorable, en un 76,40%, al manteniemiento del sistema socialista y la continuidad de la Unión Soviética.
LAS INFUNDADAS ILUSIONES EN EL NUEVO "MUNDO MULTIPOLAR" (CAPITALISTA)
La desaparición del mundo unipolar que de forma monopolística disfruta los Estados Unidos, sin embargo, no abrirá ni mucho menos, las puertas a una suerte de "Arcadia feliz", en la que las contradicciones económicas interimperialistas vayan a resolverse pacíficamente, sin ningún tipo de confrontación, ni de lucha. No existe ningún precedente histórico que permita afirmar que en una sociedad dividida en clases sociales antagónicas, esa perspectiva apunte como una posibilidad realizable. El "mundo ![[Img #73647]](https://canarias-semanal.org/upload/images/12_2022/9157_fili-2.jpg)
multipolar" podrá constituir, eso sí, un ilusorio proyecto que permita desviar el interés de amplios sectores de la población mundial hacia metas prediseñadas y tramposas. Pero en las sociedades divididas en clases sociales no pasará de ser sino un proyecto social y político fraudulento, destinado al consumo de incautos y a lograr la desmovilización social de aquellos que se empeñan en orientar sus esfuerzos y luchas hacia el objetivo de acabar con el auténtico enemigo de los pueblos.
Para el desarrollo de las condiciones mínimas necesarias para un mundo de verdadera cooperación, el requisito sine qua non tendría que venir dado por la desaparición del sistema económico capitalista, que es el que realmente constituye el núcleo generador de una buena parte de las rivalidades entre las naciones poderosas, que invariablemente terminan provocando el estallido de múltiples confrontaciones violentas a lo ancho de todo el planeta.
El llamado "mundo multipolar", que una parte de los dos bloques en contienda está proponiendo, continuará siendo un mundo vorazmente capitalista que, por la dinámica y la dialéctica implícita en la propia naturaleza de este sistema, seguirá poniendo en peligro la existencia de nuestra especie, y en el que los únicos cambios que podrán operarse se limitarán a otorgar la membresía en el Club de las naciones mundialmente hegemónicas a algunas burguesías nacionales aspirantes, que hasta ahora han tenido que resignarse a permanecer "haciendo cola" en los extrarradios del sistema económico mundial.
¿Cambiará esencialmente algo para los asalariados que determinadas oligarquías con vocación imperial logren compartir un palco en el Club de los poderosos de este planeta? Lo que nos cuenta la experiencia histórica es justamente lo contrario.
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LA "REVELACIONES" DEL TENIENTE GENERAL MAGOWAN
Retomando el hilo de la información que motivaba este artículo, antes del explícito reconocimiento del teniente general Magowan de que tropas bajo sus órdenes habían estado combatiendo en Ucrania, los analistas y los medios occidentales habían estado rechazando reiteradamente las afirmaciones de Rusia de que las tropas de la OTAN se encontraban en plena actividad en Ucrania.
"No hay evidencia de que las fuerzas terrestres de la OTAN participen en Ucrania", había declarado, sin embargo, Edward Arnold, perteneciente grupo de expertos Royal United Services Institute.
En la misma línea se habían manifestado otros portavoces militares en la BBC, en el curso de estos los últimos meses.
"No existen pruebas de la existencia de comandantes de la OTAN que esten dirigiendo unidades ucranianas en el campo de batalla. Tampoco existen en muchas probabilidades de que esto pueda suceder en el futuro, ya que la OTAN busca mitigar los riesgos de escalada", habían declarado en la misma emisora sesudos comentaristas políticos británicos.
Según ha terminado reconociendo ahora el Reino Unido, a través del teniente general Robert Magowan, los miembros del "Grupo de Comando 45" de los Royal Marines abandonaron Ucrania en enero después de evacuar la embajada británica en Kiev a Polonia. No obstante, unos 300 miembros de esa unidad de élite fueron enviados de regreso al país en abril para restablecer la misión británica en Kiev, antes de realizar “otras operaciones discretas”, según ha escrito ahora el propio teniente general Magowan en la revista de las fuerzas armadas, según un informe publicado este martes por el The Times.
Estas operaciones se llevaron a cabo “en un entorno enormemente sensible y con un alto nivel de riesgo político y militar”, manifestó Magowan, quien anteriormente había desempeñado el cargo de comandante general de los Royal Marines y ahora es subjefe del Estado Mayor de Defensa en el Ministerio de Defensa.
Si bien Magowan no proporcionó más detalles sobre qué tipo de misiones llevaron a cabo los comandos, en sus declaraciones se acepta públicamente, y por primera vez, que el Reino Unido reconoce que sus tropas han realizado operaciones especiales en la Ucrania. Hasta ahora el Ministerio de Defensa británico se había negado rotundamente a confirmar relatos anteriores sobre fuerzas especiales británicas que han estado entrenando a tropas ucranianas en Kiev durante el mes de abril.
Las afirmaciones realizadas, pues, por el presidente ruso, Vladimir Putin, en el sentido de que en la guerra de Ucrania, Rusia se estaba enfrentando militarmente a “toda la maquinaria militar occidental”; o, como manifestó el pasado mes de septiembre, que en Ucrania había unidades militares enteras “bajo el mando de facto de asesores occidentales”, parecen estar más que justificadas, aunque con ellas el político ruso trate de explicar los presuntos desaciertos militares que su Gobierno haya podido cometer en el desarrollo estratégico de la guerra ucraniana.
POR MANUEL MEDINA PARA CANARIAS SEMANAL
Nada menos que siete meses después de que comandos británicos intervinieran en la guerra Ucrania, Reino Unido ha admitido, por fin, que los Royal Marines habían ejecutado operaciones de alto riesgo en ese país en el curso del pasado mes de abril.
El protagonista de tal "reconocimiento" fue el teniente general Robert Magowan en un artículo publicado en el diario oficial de esta fuerza militar. El "descubrimiento" tardío realizado por el citado militar británico no constituye, en absoluto, una novedad.
Este mismo digital, Canarias-Semanal, a lo largo de los últimos meses y en sucesivas ocasiones, ha publicado informaciones, testimonios y comentarios recogidos de múltiples publicaciones internacionales, en las que se ponía de manifiesto la evidente intervención militar anglosajona en la guerra Ucrania, que luego iban a ser machaconamente rechazadas por las portavocias oficiales británicas.
¿CUÁL ES LA SIGNIFICACIÓN REAL, EN TÉRMINOS SOCIO HISTÓRICOS, DE LA "GUERRA DE UCRANIA"?
¿Qué es lo ha venido a ratificar, entonces, este tardío "reconocimiento" británico? En principio, deja nítidamente claro
que la confrontación que se está produciendo en Ucrania es de naturaleza "supra ucraniana". El enfrentamiento bélico está ubicado en el marco de una confrontación global entre dos polos opuestos de expansión imperialista, en el que las dos entidades en confrontación funcionan regidas por los mismos patrones del desarrollo económico capitalista. Y esa es la clave esencial del tema.
En una parte de los polos en litigio se encuentran los Estados Unidos y la Unión Europea, integrados en una misma alianza militar. En el otro, Rusia y China, también dos superpotencias tan fuertes y económicamente tan competitivas como las anteriores, fuertemente interesadas en la desaparición de la actual unipolaridad hegemónica ejercida por los Estados Unidos, y favorables a un nuevo orden mundial que permita a sus respectivas economías las mismas posibilidades de expansión capitalista de las que hoy disfrutan, en casi régimen de monopolio, los Estados Unidos y sus más directos aliados. Fue precisamente la implosión de la experiencia socialista en la URSS a manos de la misma clase social oligárquica y de los personajes que hoy detentan el control del aparato del Estado y de la economía rusa, la que hizo posible el presente panorama político mundial, en contra del sentir de la inmensa mayoría pueblo soviético, manifestado en el Referéndum celebrado el 17 de marzo de 1991, en el que la población de ese país se pronunció abrumadoramente favorable, en un 76,40%, al manteniemiento del sistema socialista y la continuidad de la Unión Soviética.
LAS INFUNDADAS ILUSIONES EN EL NUEVO "MUNDO MULTIPOLAR" (CAPITALISTA)
La desaparición del mundo unipolar que de forma monopolística disfruta los Estados Unidos, sin embargo, no abrirá ni mucho menos, las puertas a una suerte de "Arcadia feliz", en la que las contradicciones económicas interimperialistas vayan a resolverse pacíficamente, sin ningún tipo de confrontación, ni de lucha. No existe ningún precedente histórico que permita afirmar que en una sociedad dividida en clases sociales antagónicas, esa perspectiva apunte como una posibilidad realizable. El "mundo
multipolar" podrá constituir, eso sí, un ilusorio proyecto que permita desviar el interés de amplios sectores de la población mundial hacia metas prediseñadas y tramposas. Pero en las sociedades divididas en clases sociales no pasará de ser sino un proyecto social y político fraudulento, destinado al consumo de incautos y a lograr la desmovilización social de aquellos que se empeñan en orientar sus esfuerzos y luchas hacia el objetivo de acabar con el auténtico enemigo de los pueblos.
Para el desarrollo de las condiciones mínimas necesarias para un mundo de verdadera cooperación, el requisito sine qua non tendría que venir dado por la desaparición del sistema económico capitalista, que es el que realmente constituye el núcleo generador de una buena parte de las rivalidades entre las naciones poderosas, que invariablemente terminan provocando el estallido de múltiples confrontaciones violentas a lo ancho de todo el planeta.
El llamado "mundo multipolar", que una parte de los dos bloques en contienda está proponiendo, continuará siendo un mundo vorazmente capitalista que, por la dinámica y la dialéctica implícita en la propia naturaleza de este sistema, seguirá poniendo en peligro la existencia de nuestra especie, y en el que los únicos cambios que podrán operarse se limitarán a otorgar la membresía en el Club de las naciones mundialmente hegemónicas a algunas burguesías nacionales aspirantes, que hasta ahora han tenido que resignarse a permanecer "haciendo cola" en los extrarradios del sistema económico mundial.
¿Cambiará esencialmente algo para los asalariados que determinadas oligarquías con vocación imperial logren compartir un palco en el Club de los poderosos de este planeta? Lo que nos cuenta la experiencia histórica es justamente lo contrario.
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LA "REVELACIONES" DEL TENIENTE GENERAL MAGOWAN
Retomando el hilo de la información que motivaba este artículo, antes del explícito reconocimiento del teniente general Magowan de que tropas bajo sus órdenes habían estado combatiendo en Ucrania, los analistas y los medios occidentales habían estado rechazando reiteradamente las afirmaciones de Rusia de que las tropas de la OTAN se encontraban en plena actividad en Ucrania.
"No hay evidencia de que las fuerzas terrestres de la OTAN participen en Ucrania", había declarado, sin embargo, Edward Arnold, perteneciente grupo de expertos Royal United Services Institute.
En la misma línea se habían manifestado otros portavoces militares en la BBC, en el curso de estos los últimos meses.
"No existen pruebas de la existencia de comandantes de la OTAN que esten dirigiendo unidades ucranianas en el campo de batalla. Tampoco existen en muchas probabilidades de que esto pueda suceder en el futuro, ya que la OTAN busca mitigar los riesgos de escalada", habían declarado en la misma emisora sesudos comentaristas políticos británicos.
Según ha terminado reconociendo ahora el Reino Unido, a través del teniente general Robert Magowan, los miembros del "Grupo de Comando 45" de los Royal Marines abandonaron Ucrania en enero después de evacuar la embajada británica en Kiev a Polonia. No obstante, unos 300 miembros de esa unidad de élite fueron enviados de regreso al país en abril para restablecer la misión británica en Kiev, antes de realizar “otras operaciones discretas”, según ha escrito ahora el propio teniente general Magowan en la revista de las fuerzas armadas, según un informe publicado este martes por el The Times.
Estas operaciones se llevaron a cabo “en un entorno enormemente sensible y con un alto nivel de riesgo político y militar”, manifestó Magowan, quien anteriormente había desempeñado el cargo de comandante general de los Royal Marines y ahora es subjefe del Estado Mayor de Defensa en el Ministerio de Defensa.
Si bien Magowan no proporcionó más detalles sobre qué tipo de misiones llevaron a cabo los comandos, en sus declaraciones se acepta públicamente, y por primera vez, que el Reino Unido reconoce que sus tropas han realizado operaciones especiales en la Ucrania. Hasta ahora el Ministerio de Defensa británico se había negado rotundamente a confirmar relatos anteriores sobre fuerzas especiales británicas que han estado entrenando a tropas ucranianas en Kiev durante el mes de abril.
Las afirmaciones realizadas, pues, por el presidente ruso, Vladimir Putin, en el sentido de que en la guerra de Ucrania, Rusia se estaba enfrentando militarmente a “toda la maquinaria militar occidental”; o, como manifestó el pasado mes de septiembre, que en Ucrania había unidades militares enteras “bajo el mando de facto de asesores occidentales”, parecen estar más que justificadas, aunque con ellas el político ruso trate de explicar los presuntos desaciertos militares que su Gobierno haya podido cometer en el desarrollo estratégico de la guerra ucraniana.
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