
BERLÍN ACOGE CONMEMORACIÓN DE LA DERROTA DEL RÉGIMEN NAZI
Al tiempo que se trivializa el nazismo y se produce un resurgimiento del militarismo alemán
Berlín acoge anualmente una serie de eventos conmemorativos los días 8 y 9 de mayo para marcar el fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa.
POR HANSI QUEDNAU, DESDE ALEMANIA, PARA CANARIAS SEMANAL.-
Berlín acoge anualmente una serie de eventos conmemorativos los días 8 y 9 de mayo para marcar el fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa.
En esas fechas, en 1945, la Wehrmacht alemana firmó la rendición incondicional en Reims, Francia, y en Berlín-Karlshorst, Alemania, poniendo fin al régimen nazi.
Aunque la carga principal de la lucha contra Alemania recayó sobre el Ejército Rojo soviético, que sufrió inmensos sacrificios, este año se prohibió la exhibición de la bandera soviética en los eventos conmemorativos de Berlín. Mientras tanto, se permitió mostrar la bandera ucraniana, que había sido utilizada por colaboradores nazis durante la guerra. Esta decisión ha generado una polémica significativa, pues prohíbe la exhibición de la bandera de los liberadores y, en cambio, permite la de los colaboradores y criminales de guerra.
La prohibición de la bandera soviética ilustra la grave trivialización de los crímenes nazis en Alemania. Esta tendencia ha sido advertida desde hace años por el IYSSE (Juventud por la Igualdad Socialista), que ha denunciado la rehabilitación del nazismo y la necesidad de una nueva interpretación histórica que trivialice los crímenes cometidos durante la era nazi. Sin embargo, esta advertencia ha sido ignorada por los medios de comunicación y los partidos políticos establecidos.
Esta trivialización del nazismo es un reflejo del resurgimiento del militarismo alemán. La cooperación entre la derecha y los fascistas se ha vuelto común en Alemania y la presencia de partidos de extrema derecha, como Alternativa para Alemania, en los comités parlamentarios es un ejemplo claro de ello. Además, se han observado colaboraciones entre el gobierno alemán y regímenes que erigen monumentos a colaboradores nazis en Ucrania y en los países bálticos.
La propaganda belicista que se difunde en Alemania crea la impresión de que las élites gobernantes lamentan que Hitler no haya logrado sus objetivos de conquistar y destruir Moscú. Esto se puede observar en los comentarios de figuras prominentes, como el periodista Konrad Schuller, quien ha instado a Ucrania a unirse rápidamente a la OTAN y ha abogado por una escalada en el conflicto con Rusia.
La rehabilitación del nazismo se debe a causas objetivas relacionadas con el imperialismo alemán. En busca de recursos y mercados para su economía, Alemania se encuentra atrapada en contradicciones insolubles, similares a las del siglo pasado. Para enfrentar estas contradicciones, la clase dominante alemana recurre a métodos bárbaros, lo que implica una amenaza para la paz mundial.
Es importante destacar que la rehabilitación del nazismo y la trivialización de sus crímenes deben ser confrontadas y combatidas. La única forma de detener el peligro de una guerra nuclear y superar las contradicciones del capitalismo es a través de un movimiento independiente de la clase trabajadora internacional que luche contra la desigualdad social, la guerra y el sistema capitalista en sí mismo. Solo así se pueden sentar las bases para una revolución socialista que resuelva los problemas inherentes al sistema capitalista y evite la repetición de tragedias como el nazismo.
Por eso mismo, lucha contra el resurgimiento del nazismo y el militarismo alemán debe ir de la mano con la lucha contra la desigualdad social y el sistema capitalista. Solo a través de una transformación profunda de la sociedad, basada en principios de justicia social, igualdad y solidaridad, podremos evitar la repetición de los horrores del pasado.
La importancia de recordar y conmemorar adecuadamente la historia es crucial para evitar que los errores del pasado se repitan. La memoria colectiva y la preservación de la verdad histórica son fundamentales para construir un futuro.
POR HANSI QUEDNAU, DESDE ALEMANIA, PARA CANARIAS SEMANAL.-
Berlín acoge anualmente una serie de eventos conmemorativos los días 8 y 9 de mayo para marcar el fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa.
En esas fechas, en 1945, la Wehrmacht alemana firmó la rendición incondicional en Reims, Francia, y en Berlín-Karlshorst, Alemania, poniendo fin al régimen nazi.
Aunque la carga principal de la lucha contra Alemania recayó sobre el Ejército Rojo soviético, que sufrió inmensos sacrificios, este año se prohibió la exhibición de la bandera soviética en los eventos conmemorativos de Berlín. Mientras tanto, se permitió mostrar la bandera ucraniana, que había sido utilizada por colaboradores nazis durante la guerra. Esta decisión ha generado una polémica significativa, pues prohíbe la exhibición de la bandera de los liberadores y, en cambio, permite la de los colaboradores y criminales de guerra.
La prohibición de la bandera soviética ilustra la grave trivialización de los crímenes nazis en Alemania. Esta tendencia ha sido advertida desde hace años por el IYSSE (Juventud por la Igualdad Socialista), que ha denunciado la rehabilitación del nazismo y la necesidad de una nueva interpretación histórica que trivialice los crímenes cometidos durante la era nazi. Sin embargo, esta advertencia ha sido ignorada por los medios de comunicación y los partidos políticos establecidos.
Esta trivialización del nazismo es un reflejo del resurgimiento del militarismo alemán. La cooperación entre la derecha y los fascistas se ha vuelto común en Alemania y la presencia de partidos de extrema derecha, como Alternativa para Alemania, en los comités parlamentarios es un ejemplo claro de ello. Además, se han observado colaboraciones entre el gobierno alemán y regímenes que erigen monumentos a colaboradores nazis en Ucrania y en los países bálticos.
La propaganda belicista que se difunde en Alemania crea la impresión de que las élites gobernantes lamentan que Hitler no haya logrado sus objetivos de conquistar y destruir Moscú. Esto se puede observar en los comentarios de figuras prominentes, como el periodista Konrad Schuller, quien ha instado a Ucrania a unirse rápidamente a la OTAN y ha abogado por una escalada en el conflicto con Rusia.
La rehabilitación del nazismo se debe a causas objetivas relacionadas con el imperialismo alemán. En busca de recursos y mercados para su economía, Alemania se encuentra atrapada en contradicciones insolubles, similares a las del siglo pasado. Para enfrentar estas contradicciones, la clase dominante alemana recurre a métodos bárbaros, lo que implica una amenaza para la paz mundial.
Es importante destacar que la rehabilitación del nazismo y la trivialización de sus crímenes deben ser confrontadas y combatidas. La única forma de detener el peligro de una guerra nuclear y superar las contradicciones del capitalismo es a través de un movimiento independiente de la clase trabajadora internacional que luche contra la desigualdad social, la guerra y el sistema capitalista en sí mismo. Solo así se pueden sentar las bases para una revolución socialista que resuelva los problemas inherentes al sistema capitalista y evite la repetición de tragedias como el nazismo.
Por eso mismo, lucha contra el resurgimiento del nazismo y el militarismo alemán debe ir de la mano con la lucha contra la desigualdad social y el sistema capitalista. Solo a través de una transformación profunda de la sociedad, basada en principios de justicia social, igualdad y solidaridad, podremos evitar la repetición de los horrores del pasado.
La importancia de recordar y conmemorar adecuadamente la historia es crucial para evitar que los errores del pasado se repitan. La memoria colectiva y la preservación de la verdad histórica son fundamentales para construir un futuro.
Angel | Domingo, 21 de Mayo de 2023 a las 09:32:16 horas
BUEN ARTICULO.
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