
SECUENCIAS INÉDITAS DE LA BIOGRAFÍA DE LA NUEVA "CABEZA DEL IMPERIO BRITÁNICO"
"El legado de sangre y dolor: Las atrocidades del Regimiento Paracaidista en Irlanda del Norte que encabeza el nuevo monarca británico.
En medio de los fastuosos festejos por la ascensión al trono del Rey Carlos III en Gran Bretaña, una sombra amenazante se cierne sobre Irlanda del Norte. El Regimiento Paracaidista, encabezado por el monarca como Coronel en Jefe, ha dejado una estela de sangre y dolor en la Isla Verde, generando repulsión y cuestionamientos sobre la posición del titular de la corona.
En medio del lujoso fragor que han caracterizado a los festejos por la ascensión al trono del Rey Carlos III en Gran Bretaña, una sombra amenazante se cierne sobre Irlanda del Norte. Mientras las campanas replicaban en la catedral de Westminster, muchos se preguntaban en la isla de enfrente, si el nuevo monarca ha decidido continuar deshonrándose manteniendo su puesto como Coronel en Jefe del Regimiento Paracaidista, una institución militar monárquica que ha dejado un largo rastro de sangre y dolor en la Isla Verde.
El Regimiento de Paracaidistas ha dejado cicatrices imborrables en la historia de Irlanda, y dos episodios emblemáticos resonarán siempre en la memoria colectiva de ese lugar . El primero es conocido como "Bloody Sunday", cuando miembros del Regimiento que todavía hoy dirige "su majestad", mataron a sangre fría a 14 civiles desarmados. El segundo es la masacre de Ballymurphy, donde se confirmó que todas las víctimas que fueron acribilladas allí por el Regimiento de paracas, eran inocentes, incluyendo a un sacerdote y a una madre de ocho hijos.
Los relatos de crueldad y brutalidad por parte de los miembros este brutal Regimiento militar son realmente espeluznantes. Se habla de cuerpos arrastrados por escaleras y cráneos utilizados por los paracas como ceniceros. La sombra del Regimiento Paracaidista es una realidad que persiste y genera un profundo rechazo en la población de Irlanda del Norte.
A pesar de las evidencias abrumadoras y de las condenas en los tribunales, el hoy flamante Rey Carlos III continúa manteniendo su posición como Coronel en Jefe del Regimiento Paracaidista desde que fuera nombrado en 1977, apenas cinco años después del famoso "Bloody Sunday". Se ha detectado que ha tenido al menos 75 reuniones entrañables con el Regimiento, visitándolos, incluso, en zonas de conflicto como Afganistán e Irak, donde su conducta no había sido precisamente "ejemplar".
El silencio del Rey Carlos y su perseverante apoyo al Regimiento plantean interrogantes sobre hasta qué punto es conocedor de la magnitud del descontento popular con el ignominioso cargo que desempeña en seguir ostentando. ¿Es consciente de la repulsión que inspira en muchos de sus súbditos? ¿O ignora deliberadamente las atrocidades cometidas por el Regimiento que encabeza? Estas interrogantes sin respuesta dejan en entredicho la imagen del nuevo rey, especialmente en Irlanda del Norte.
El Regimiento Paracaidista ha cometido toda una serie de atrocidades que van más allá de los incidentes emblemáticos citados. Recientemente, un tribunal condenó al Estado a pagar una suma considerable a Liam Holden, víctima de ahogamiento simulado a manos de miembros del Regimiento en Belfast. Estos hechos ponen de manifiesto cuál es el nivel de la brutalidad de sus tácticas.
El testimonio de soldados del Regimiento ante el Tribunal de Saville pone de manifiesto una mentalidad despiadada y un regocijo macabro en las atrocidades cometidas. La lista de víctimas es larga y angustiosa. Incluye niños y personas inocentes que fueron asesinadas, sin que antes mediara provocación alguna contra ese destacamento militar.
El papel del general Sir Michael Jackson, quien estuvo a cargo del Regimiento durante la tragedia de Bloody Sunday, también resultó relevante. Jackson redactó una lista falsa que sirviera para justificar los asesinatos, calificando a las víctimas como "lanzadores de bombas de clavos"," pistoleros" o "portadores de rifles". A pesar de las pruebas en su contra, Jackson se ha fotografiado en numerosas ocasiones y sin recato, junto al hoy Rey Carlos III, lo que genera más controversia y cuestionamientos sobre la ética y la moralidad del nuevo monarca.
En medio de esta sombría realidad, surge la interrogante sobre si el Rey Carlos III es realmente consciente de la percepción que una buena parte de la sociedad británica tiene sobre las acciones del Regimiento Paracaidista en Irlanda del Norte. Si lo está, ¿cuál es la razón por la que ha decidido seguir manteniendo su título como Coronel en Jefe, a pesar de la enorme mancha en la reputación de esa institución militar? Si no está al tanto, ¿puede ser la negligencia una justificación de su inverosímil ignorancia?
No son pocos los que opinan en Reino Unido, que La Monarquía británica y el Regimiento Paracaidista deberían afrontar su pasado y tomar medidas para rectificar los errores cometidos.
La sombra del Regimiento Paracaidista, pues, continuará oscureciendo el reinado del Rey Carlos III tanto en parte de la sociedad británica, como en la mayor parte de la sociedad irlandésa. Las atrocidades cometidas por esta unidad militar han dejado cicatrices imborrables en la historia del país.
En medio del lujoso fragor que han caracterizado a los festejos por la ascensión al trono del Rey Carlos III en Gran Bretaña, una sombra amenazante se cierne sobre Irlanda del Norte. Mientras las campanas replicaban en la catedral de Westminster, muchos se preguntaban en la isla de enfrente, si el nuevo monarca ha decidido continuar deshonrándose manteniendo su puesto como Coronel en Jefe del Regimiento Paracaidista, una institución militar monárquica que ha dejado un largo rastro de sangre y dolor en la Isla Verde.
El Regimiento de Paracaidistas ha dejado cicatrices imborrables en la historia de Irlanda, y dos episodios emblemáticos resonarán siempre en la memoria colectiva de ese lugar . El primero es conocido como "Bloody Sunday", cuando miembros del Regimiento que todavía hoy dirige "su majestad", mataron a sangre fría a 14 civiles desarmados. El segundo es la masacre de Ballymurphy, donde se confirmó que todas las víctimas que fueron acribilladas allí por el Regimiento de paracas, eran inocentes, incluyendo a un sacerdote y a una madre de ocho hijos.
Los relatos de crueldad y brutalidad por parte de los miembros este brutal Regimiento militar son realmente espeluznantes. Se habla de cuerpos arrastrados por escaleras y cráneos utilizados por los paracas como ceniceros. La sombra del Regimiento Paracaidista es una realidad que persiste y genera un profundo rechazo en la población de Irlanda del Norte.
A pesar de las evidencias abrumadoras y de las condenas en los tribunales, el hoy flamante Rey Carlos III continúa manteniendo su posición como Coronel en Jefe del Regimiento Paracaidista desde que fuera nombrado en 1977, apenas cinco años después del famoso "Bloody Sunday". Se ha detectado que ha tenido al menos 75 reuniones entrañables con el Regimiento, visitándolos, incluso, en zonas de conflicto como Afganistán e Irak, donde su conducta no había sido precisamente "ejemplar".
El silencio del Rey Carlos y su perseverante apoyo al Regimiento plantean interrogantes sobre hasta qué punto es conocedor de la magnitud del descontento popular con el ignominioso cargo que desempeña en seguir ostentando. ¿Es consciente de la repulsión que inspira en muchos de sus súbditos? ¿O ignora deliberadamente las atrocidades cometidas por el Regimiento que encabeza? Estas interrogantes sin respuesta dejan en entredicho la imagen del nuevo rey, especialmente en Irlanda del Norte.
El Regimiento Paracaidista ha cometido toda una serie de atrocidades que van más allá de los incidentes emblemáticos citados. Recientemente, un tribunal condenó al Estado a pagar una suma considerable a Liam Holden, víctima de ahogamiento simulado a manos de miembros del Regimiento en Belfast. Estos hechos ponen de manifiesto cuál es el nivel de la brutalidad de sus tácticas.
El testimonio de soldados del Regimiento ante el Tribunal de Saville pone de manifiesto una mentalidad despiadada y un regocijo macabro en las atrocidades cometidas. La lista de víctimas es larga y angustiosa. Incluye niños y personas inocentes que fueron asesinadas, sin que antes mediara provocación alguna contra ese destacamento militar.
El papel del general Sir Michael Jackson, quien estuvo a cargo del Regimiento durante la tragedia de Bloody Sunday, también resultó relevante. Jackson redactó una lista falsa que sirviera para justificar los asesinatos, calificando a las víctimas como "lanzadores de bombas de clavos"," pistoleros" o "portadores de rifles". A pesar de las pruebas en su contra, Jackson se ha fotografiado en numerosas ocasiones y sin recato, junto al hoy Rey Carlos III, lo que genera más controversia y cuestionamientos sobre la ética y la moralidad del nuevo monarca.
En medio de esta sombría realidad, surge la interrogante sobre si el Rey Carlos III es realmente consciente de la percepción que una buena parte de la sociedad británica tiene sobre las acciones del Regimiento Paracaidista en Irlanda del Norte. Si lo está, ¿cuál es la razón por la que ha decidido seguir manteniendo su título como Coronel en Jefe, a pesar de la enorme mancha en la reputación de esa institución militar? Si no está al tanto, ¿puede ser la negligencia una justificación de su inverosímil ignorancia?
No son pocos los que opinan en Reino Unido, que La Monarquía británica y el Regimiento Paracaidista deberían afrontar su pasado y tomar medidas para rectificar los errores cometidos.
La sombra del Regimiento Paracaidista, pues, continuará oscureciendo el reinado del Rey Carlos III tanto en parte de la sociedad británica, como en la mayor parte de la sociedad irlandésa. Las atrocidades cometidas por esta unidad militar han dejado cicatrices imborrables en la historia del país.
Maribel Santana | Miércoles, 17 de Mayo de 2023 a las 00:14:27 horas
Los británicos ha sido los criminales mas grande de la historia. Karlos Marx hablaba de la represión de Irlanda por los ingleses apoyando independencia.
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