
CÓMO ENVENENÓ PINOCHET AL PREMIO NOBEL DE LITERATURA, PABLO NERUDA
El asistente del Premio Nobel de literatura cuenta cómo se les ingeniaron los militares de la dictadura pinochetista para acabar con la vida del intelectual chileno.
Manuel Araya, quien fue asistente del escritor y poeta Pablo Neruda durante los últimos meses de su vida, ya había manifestado en reiteradas ocasiones, desde el año 2011, que el poeta chileno fue asesinado después del golpe de Pinochet, en 1973, con una inyección en el abdomen que le fue aplicada por un agente al servicio de la recién inaugurada dictadura militar, haciéndose pasar por médico (...).
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL
Manuel Araya, quien fue asistente del escritor y poeta Pablo Neruda durante los últimos meses de su vida, ya había manifestado en reiteradas ocasiones, desde el año 2011, que el poeta chileno fue asesinado después del golpe de Pinochet, en 1973, con una inyección en el abdomen que le fue aplicada por un agente al servicio de la recién inaugurada dictadura militar, haciéndose pasar por médico.
El pasado 16 de febrero, en el marco de una conferencia de prensa, el antiguo asistente de Neruda volvió a recordar ante los medios de comunicación chilenos qué fue lo que había sucedido en los días posteriores al golpe militar, cuando en la casa del Premio Nobel de literatura, se presentaron cuatro camiones cargados de militares del Ejército chileno, ocupando el domicilio del poeta, ubicado en la Isla Negra, una localidad costera a 111 kilómetros de Santiago, la capital de Chile
![[Img #74266]](https://canarias-semanal.org/upload/images/02_2023/823_araya.jpg)
Araya ha relatado nuevamente, hace unos días, que el intelectual chileno fue asesinado mediante una inyección en el abdomen que le aplicó un agente secreto de la dictadura, haciéndose pasar por médico. Los análisis científicos de los restos de Pablo Neruda, realizados por un panel de expertos internacionales, han ratificado ahora la existencia en los mismos de la bacteria Clostridium botulinum, que fue realmente la causante de la muerte del intelectual chileno. Neruda, pues, no murió de muerte natural. Fue deliberadamente asesinado por los militares.
LOS ÚLTIMOS DÍAS DE NERUDA
Un día antes de que se celebrara la rueda de prensa de la que damos cuenta en esta crónica, un Panel Internacional de Expertos entregó a la ministra en visita de la Corte de Apelaciones de Santiago, Paola Plaza, el informe final de la investigación sobre la muerte de Pablo Neruda, ocurrida el 23 de septiembre de 1973, solo 12 días después del golpe de Estado contra el gobierno de Salvador Allende.
Fue a finales de 1972, cuando coincidiendo con la renunciar a su cargo de embajador de Chile en Francia, el Comité Central del Partido Comunista chileno designó a Manuel Araya, que entonces tenía tan solo 27 años de edad, para que desempeñara las tareas de chofer y asistente del poeta.
De acuerdo con el relato de Araya, después del golpe militar que derrocó al gobierno de la Unidad popular, fuerzas militares adscritas al Ejército chileno ocuparon el domicilio de Pablo Neruda. Un día después de que tuviera lugar el golpe, el mismo 12 de septiembre, un vehículo con cuatro militares llegó hasta la casa donde Neruda vivía junto con su esposa y colaboradores, en Isla Negra.
Araya narra cómo el Ejército les ordenó a todos que abandonaran inmediatamente el lugar. Un día después, la casa fue allanada en tromba por militares:
- "Eran como 40 soldados que venían en tres camiones. Iban armados con metralletas, con las caras pintadas de negro y uniforme de camuflaje. Vestidos y pertrechados como si fueran a ir a la guerra".
Ese mismo día, la casa de Neruda fue también ocupada por otros militares, miembros de la Armada.
- "Estuvieron más de dos horas y robaron objetos".
Como si de un escenario psicopático se tratara, 14 de septiembre, la Armada chilena ubicó un buque de guerra justo enfrente de la costa de Isla Negra, apuntando directamente a la casa del poeta.
- "Neruda decía, "nos van a matar, nos van a volar'".
Fue en esas abracadabrantes circunstancias cuando Neruda y su esposa tomaron la decisión de salir del país. El 19 de septiembre de 1973, el poeta, en colaboración con su asistente y médico, Roberto Vargas Salazar, decidió internarse en la Clínica Santa María, en Santiago. Araya cuenta que la decisión de Neruda no estuvo en absoluto determinada porque tuviera ningún tipo de problemas de salud. Lo que el doctor estaba realmente tratando era de preparar la partida de Neruda hacia el exilio en México.
"Neruda tenía la idea de buscar refugio en México el 22 de septiembre. No obstante, al enterarse de la violentísima muerte que había sufrido Víctor Jara el 16 de septiembre, decidió que debía permanecer en Chile. Deseada quedarse a vivir o morir junto a sus camaradas.
Gonzalo Martínez Corbalá, embajador de México en Chile, le dijo entonces al intelectual chileno que por orden del presidente mexicano Luis Echeverría Álvarez, "se había dispuesto un avión para que abandonara el país".
Tras reiteradas discusiones al respecto, el escritor decidió partir para el exilio el 24 de septiembre. Justo un día antes, su asistente Manuel Araya, había viajado con Matilde, la esposa del poeta, desde la capital del país a la Isla Negra, con objeto de recoger algunos encargos.
"Eran cerca de las cuatro de la tarde cuando Neruda llamó a la hostería Santa Elena, situada a pocos metros de su casa en Isla Negra, y les dijo: 'Véngase rápido, porque yo estaba durmiendo y un médico me puso una inyección'", ha recordado el asistente Araya.
Cuenta el antiguo asistente del poeta que al ser trasladado a la Clínica,
"Neruda ya estaba muy enfermo. Antes de esa circunstancia, Neruda ni siquiera había pasado por cuidados, ni tratamientos intensivos. Neruda me dijo: 'Me estoy quemando por dentro, Manuel" . Lo primero que hice fue ponerle una toalla mojada en el estómago. Neruda tenía una manchita roja donde le habían puesto la inyección"
Según ha relatado ahora su asistente, un médico alto y rubio, de gestos extraños, le dijo que debía ir a comprar unos remedios para salvar la vida del escritor. Sin embargo, apenas salió de la Clínica, el joven fue interceptado por dos agentes de la dictadura que lo golpearon duramente y lo trasladaron hasta el Estadio Nacional, donde se encontraban ya confinados centenares de presos políticos. Y allí fue cruelmente torturado.
Neruda murió el 23 de septiembre de 1973. Araya no pudo asistir a su funeral porque se encontraba incluido en lo que se convirtió en el campo de concentración del Estadio nacional.
Los medios de comunicación de la época, un día después de que se produjera el deceso, anunciaron que Neruda había muerto producto de una inyección que le provocó un shock y un paro cardiorrespiratorio.
- "El embuste del paro cardiaco desapareció de la historia, como así también la inyección a partir del certificado de defunción que se hizo el día siguiente. En el certificado que se expidió decía que el poeta había muerto a consecuencia de una caquexia por cáncer metastásico de próstata".
"Esa fue durante años la versión oficial que mantuvo la dictadura", señaló en conferencia de prensa el periodista Francisco Marín, que también se ha dedicado a investigar a fondo el caso de la muerte de Neruda.
![[Img #74272]](https://canarias-semanal.org/upload/images/02_2023/1554_quimico.jpg)
Marín ha relatado, además, que dentro de la carpeta de investigación para esclarecer la muerte del escritor, se encuentran varias grabaciones de conversaciones telefónicas del químico Eugenio Berríos, miembro de la Dirección de Inteligencia Nacional -la tenebrosa DINA, o policía política de Pinochet-, en las que se habla sobre una muerte ocurrida en 1973.
De acuerdo en todos los indicios recogidos, el químico Berríos, fue el principal inspirador de los numerosos “asesinatos químicos” de la dictadura militar de Augusto Pinochet. Según el testimonio de la hoy fallecida agente de la DINA, Mariana Callejas, en una entrevista concedida al periódico "El Mercurio", y publicada el 16 de julio de 1995, una vez escuchó comentar de boca del mismo químico Berríos que “no había mejor manera de liberarse de un indeseable que con una gota de estafilococo dorado”.
El químico, por su parte, se dedicaba a grabar todas sus conversaciones telefónicas. Una "afición" que posiblemente terminaría llevándolo a él también a la tumba. Berríos fue asesinado en misteriosas circunstancias en 1992. Las circunstancias que rodearon su asesinato y la posición ritual en la que fue encontrado su cadáver, indican que el crimen fue protagonizado por sus antiguos colegas de la DINA.
Afortunadamente, su viuda, la bailarina chilena Gladys Schmeisser, entregó todas grabaciones telefónicas a la jueza Olga Pérez. En uno de esos audios, que data del año 1991, el químico insinúa al ex agente de la DINA conocido como “Tata”, que fue él mismo fue el que se encargó de entregar en 1973 a la PDI la sustancia que supuestamente se le inoculó al Premio Nobel de Literatura, poco antes que saliera el avión con el que pretendía exiliarse en México
Para el abogado y sobrino de Pablo Neruda, Rodolfo Reyes, con el informe entregado ahora se aportan todas "las certezas que indican que mi tío fue asesinado".
"La ciencia ha hablado. Ahora hay que esperar a ver lo que dice la ministra Plaza, y luego ver cómo seguiremos adelante para esclarecer la muerte del poeta más grande del siglo XX", dijo el sobrino de Pablo Neruda.
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL
Manuel Araya, quien fue asistente del escritor y poeta Pablo Neruda durante los últimos meses de su vida, ya había manifestado en reiteradas ocasiones, desde el año 2011, que el poeta chileno fue asesinado después del golpe de Pinochet, en 1973, con una inyección en el abdomen que le fue aplicada por un agente al servicio de la recién inaugurada dictadura militar, haciéndose pasar por médico.
El pasado 16 de febrero, en el marco de una conferencia de prensa, el antiguo asistente de Neruda volvió a recordar ante los medios de comunicación chilenos qué fue lo que había sucedido en los días posteriores al golpe militar, cuando en la casa del Premio Nobel de literatura, se presentaron cuatro camiones cargados de militares del Ejército chileno, ocupando el domicilio del poeta, ubicado en la Isla Negra, una localidad costera a 111 kilómetros de Santiago, la capital de Chile
Araya ha relatado nuevamente, hace unos días, que el intelectual chileno fue asesinado mediante una inyección en el abdomen que le aplicó un agente secreto de la dictadura, haciéndose pasar por médico. Los análisis científicos de los restos de Pablo Neruda, realizados por un panel de expertos internacionales, han ratificado ahora la existencia en los mismos de la bacteria Clostridium botulinum, que fue realmente la causante de la muerte del intelectual chileno. Neruda, pues, no murió de muerte natural. Fue deliberadamente asesinado por los militares.
LOS ÚLTIMOS DÍAS DE NERUDA
Un día antes de que se celebrara la rueda de prensa de la que damos cuenta en esta crónica, un Panel Internacional de Expertos entregó a la ministra en visita de la Corte de Apelaciones de Santiago, Paola Plaza, el informe final de la investigación sobre la muerte de Pablo Neruda, ocurrida el 23 de septiembre de 1973, solo 12 días después del golpe de Estado contra el gobierno de Salvador Allende.
Fue a finales de 1972, cuando coincidiendo con la renunciar a su cargo de embajador de Chile en Francia, el Comité Central del Partido Comunista chileno designó a Manuel Araya, que entonces tenía tan solo 27 años de edad, para que desempeñara las tareas de chofer y asistente del poeta.
De acuerdo con el relato de Araya, después del golpe militar que derrocó al gobierno de la Unidad popular, fuerzas militares adscritas al Ejército chileno ocuparon el domicilio de Pablo Neruda. Un día después de que tuviera lugar el golpe, el mismo 12 de septiembre, un vehículo con cuatro militares llegó hasta la casa donde Neruda vivía junto con su esposa y colaboradores, en Isla Negra.
Araya narra cómo el Ejército les ordenó a todos que abandonaran inmediatamente el lugar. Un día después, la casa fue allanada en tromba por militares:
- "Eran como 40 soldados que venían en tres camiones. Iban armados con metralletas, con las caras pintadas de negro y uniforme de camuflaje. Vestidos y pertrechados como si fueran a ir a la guerra".
Ese mismo día, la casa de Neruda fue también ocupada por otros militares, miembros de la Armada.
- "Estuvieron más de dos horas y robaron objetos".
Como si de un escenario psicopático se tratara, 14 de septiembre, la Armada chilena ubicó un buque de guerra justo enfrente de la costa de Isla Negra, apuntando directamente a la casa del poeta.
- "Neruda decía, "nos van a matar, nos van a volar'".
Fue en esas abracadabrantes circunstancias cuando Neruda y su esposa tomaron la decisión de salir del país. El 19 de septiembre de 1973, el poeta, en colaboración con su asistente y médico, Roberto Vargas Salazar, decidió internarse en la Clínica Santa María, en Santiago. Araya cuenta que la decisión de Neruda no estuvo en absoluto determinada porque tuviera ningún tipo de problemas de salud. Lo que el doctor estaba realmente tratando era de preparar la partida de Neruda hacia el exilio en México.
"Neruda tenía la idea de buscar refugio en México el 22 de septiembre. No obstante, al enterarse de la violentísima muerte que había sufrido Víctor Jara el 16 de septiembre, decidió que debía permanecer en Chile. Deseada quedarse a vivir o morir junto a sus camaradas.
Gonzalo Martínez Corbalá, embajador de México en Chile, le dijo entonces al intelectual chileno que por orden del presidente mexicano Luis Echeverría Álvarez, "se había dispuesto un avión para que abandonara el país".
Tras reiteradas discusiones al respecto, el escritor decidió partir para el exilio el 24 de septiembre. Justo un día antes, su asistente Manuel Araya, había viajado con Matilde, la esposa del poeta, desde la capital del país a la Isla Negra, con objeto de recoger algunos encargos.
"Eran cerca de las cuatro de la tarde cuando Neruda llamó a la hostería Santa Elena, situada a pocos metros de su casa en Isla Negra, y les dijo: 'Véngase rápido, porque yo estaba durmiendo y un médico me puso una inyección'", ha recordado el asistente Araya.
Cuenta el antiguo asistente del poeta que al ser trasladado a la Clínica,
"Neruda ya estaba muy enfermo. Antes de esa circunstancia, Neruda ni siquiera había pasado por cuidados, ni tratamientos intensivos. Neruda me dijo: 'Me estoy quemando por dentro, Manuel" . Lo primero que hice fue ponerle una toalla mojada en el estómago. Neruda tenía una manchita roja donde le habían puesto la inyección"
Según ha relatado ahora su asistente, un médico alto y rubio, de gestos extraños, le dijo que debía ir a comprar unos remedios para salvar la vida del escritor. Sin embargo, apenas salió de la Clínica, el joven fue interceptado por dos agentes de la dictadura que lo golpearon duramente y lo trasladaron hasta el Estadio Nacional, donde se encontraban ya confinados centenares de presos políticos. Y allí fue cruelmente torturado.
Neruda murió el 23 de septiembre de 1973. Araya no pudo asistir a su funeral porque se encontraba incluido en lo que se convirtió en el campo de concentración del Estadio nacional.
Los medios de comunicación de la época, un día después de que se produjera el deceso, anunciaron que Neruda había muerto producto de una inyección que le provocó un shock y un paro cardiorrespiratorio.
- "El embuste del paro cardiaco desapareció de la historia, como así también la inyección a partir del certificado de defunción que se hizo el día siguiente. En el certificado que se expidió decía que el poeta había muerto a consecuencia de una caquexia por cáncer metastásico de próstata".
"Esa fue durante años la versión oficial que mantuvo la dictadura", señaló en conferencia de prensa el periodista Francisco Marín, que también se ha dedicado a investigar a fondo el caso de la muerte de Neruda.
Marín ha relatado, además, que dentro de la carpeta de investigación para esclarecer la muerte del escritor, se encuentran varias grabaciones de conversaciones telefónicas del químico Eugenio Berríos, miembro de la Dirección de Inteligencia Nacional -la tenebrosa DINA, o policía política de Pinochet-, en las que se habla sobre una muerte ocurrida en 1973.
De acuerdo en todos los indicios recogidos, el químico Berríos, fue el principal inspirador de los numerosos “asesinatos químicos” de la dictadura militar de Augusto Pinochet. Según el testimonio de la hoy fallecida agente de la DINA, Mariana Callejas, en una entrevista concedida al periódico "El Mercurio", y publicada el 16 de julio de 1995, una vez escuchó comentar de boca del mismo químico Berríos que “no había mejor manera de liberarse de un indeseable que con una gota de estafilococo dorado”.
El químico, por su parte, se dedicaba a grabar todas sus conversaciones telefónicas. Una "afición" que posiblemente terminaría llevándolo a él también a la tumba. Berríos fue asesinado en misteriosas circunstancias en 1992. Las circunstancias que rodearon su asesinato y la posición ritual en la que fue encontrado su cadáver, indican que el crimen fue protagonizado por sus antiguos colegas de la DINA.
Afortunadamente, su viuda, la bailarina chilena Gladys Schmeisser, entregó todas grabaciones telefónicas a la jueza Olga Pérez. En uno de esos audios, que data del año 1991, el químico insinúa al ex agente de la DINA conocido como “Tata”, que fue él mismo fue el que se encargó de entregar en 1973 a la PDI la sustancia que supuestamente se le inoculó al Premio Nobel de Literatura, poco antes que saliera el avión con el que pretendía exiliarse en México
Para el abogado y sobrino de Pablo Neruda, Rodolfo Reyes, con el informe entregado ahora se aportan todas "las certezas que indican que mi tío fue asesinado".
"La ciencia ha hablado. Ahora hay que esperar a ver lo que dice la ministra Plaza, y luego ver cómo seguiremos adelante para esclarecer la muerte del poeta más grande del siglo XX", dijo el sobrino de Pablo Neruda.
----- | Martes, 21 de Febrero de 2023 a las 23:53:47 horas
"Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera". (Pablo Neruda)
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