
LOS PROXENETAS "CAZAN" JÓVENES CANARIAS EN INTERNET
Según una denuncia de Cáritas Diocesana de Canarias
Cáritas Diocesana de Canarias denunciaba, la pasada semana, la creciente violencia contra las mujeres en contexto de prostitución por parte de los demandantes, proxenetas y redes de trata.
Por A. RAMÍREZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Cáritas Diocesana de Canarias denunciaba, la pasada semana, la creciente violencia contra las mujeres en contexto de prostitución por parte de los demandantes, proxenetas y redes de trata.
Mediante un comunicado remitido a la redacción de Canarias-semanal, la ONG destacó que en su trabajo de atención a las mujeres en contexto de prostitución
«ha constatado el significativo aumento del 54% de mujeres muy jóvenes, entre 19 y 24 años, muchas de origen canario». Son, afirma, «jóvenes que son captadas por el sistema prostitucional a través de sus perfiles personales de redes sociales».
Es un nuevo perfil, jóvenes canarias muy jóvenes con el sistema de captación usa las redes sociales como puerta de entrada.
«A través de sus perfiles digitales, les proponen planes atractivos con los que tratan de captarlas para demandantes de alto poder adquisitivo. Esta fórmula de captación es especialmente eficaz en las jóvenes que carecen de una red de protección», explica Cáritas en la nota.
Esa ausencia de red familiar o de entorno afectivos «genera vulnerabilidad en las mujeres, por la ausencia de apoyo emocional que prevenga situaciones de exposición a la explotación sexual, especialmente en las mujeres más jóvenes». «Además de suponer un desamparo en caso de necesidad económica como en el caso de jóvenes recién salidas de centros de menores, con una situación familiar desestructurada y el desamparo institucional una vez cumplen la mayoría de edad», añade Cáritas.
Cáritas Diocesana de Canarias "ha constatado un recrudecimiento de la violencia contra las mujeres en contexto de prostitución, violencia que va más allá del ámbito concreto de la prostitución y se traslada también a otras esferas donde las mujeres viven situaciones de violencia soterrada".
"Una violencia - dicen- que en contextos de prostitución es intrínseca al sistema de explotación sexual".
Cáritas explica en su comunicado que
«el simple acceso al cuerpo de una mujer que no lo desea es violencia sexual y los demandantes ven legitimado el uso de la violencia por haber pagado el 'servicio', demandando prácticas sexuales degradantes y humillantes para las mujeres, que se inspiran, principalmente, en lo que muestra la pornografía consumida por la mayor parte de estos hombres».
El uso de la violencia de los proxenetas y personas implicadas en la red de explotación sexual difiere en función de los medios de coacción, añade la ONG.
«Desde el sistema de deuda que ata a las mujeres al sistema prostitucional, hasta el uso del juju (en el caso de las mujeres nigerianas) con el fin de someterlas bajo la amenaza de morir ellas o sus familiares si incumplen el pago de la deuda supuestamente derivada de los gastos del viaje y el pago a los proxenetas que suele ser en torno a 50.000 euros para las mujeres nigerianas».
Violación de derechos
Esta violencia ejercida sobre las mujeres en contexto de prostitución se traduce en vulneración de derechos. Por un lado, señala Cáritas, vulneración del derecho a la vivienda cuando viven bajo un sistema de plazas que las obliga a alojarse en los mismos lugares donde son explotadas sexualmente, sometiéndose muchas veces a las condiciones impuestas en estos lugares para no quedar en situación de calle y estando en constante movilidad geográfica, lo que no les permite generar arraigo en un hogar ni poder empadronarse. O cuando intentan alquilar una vivienda y no acceden a un contrato por el estigma de ejercer la prostitución o por los numerosos requisitos que les exigen.
Por A. RAMÍREZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Cáritas Diocesana de Canarias denunciaba, la pasada semana, la creciente violencia contra las mujeres en contexto de prostitución por parte de los demandantes, proxenetas y redes de trata.
Mediante un comunicado remitido a la redacción de Canarias-semanal, la ONG destacó que en su trabajo de atención a las mujeres en contexto de prostitución
«ha constatado el significativo aumento del 54% de mujeres muy jóvenes, entre 19 y 24 años, muchas de origen canario». Son, afirma, «jóvenes que son captadas por el sistema prostitucional a través de sus perfiles personales de redes sociales».
Es un nuevo perfil, jóvenes canarias muy jóvenes con el sistema de captación usa las redes sociales como puerta de entrada.
«A través de sus perfiles digitales, les proponen planes atractivos con los que tratan de captarlas para demandantes de alto poder adquisitivo. Esta fórmula de captación es especialmente eficaz en las jóvenes que carecen de una red de protección», explica Cáritas en la nota.
Esa ausencia de red familiar o de entorno afectivos «genera vulnerabilidad en las mujeres, por la ausencia de apoyo emocional que prevenga situaciones de exposición a la explotación sexual, especialmente en las mujeres más jóvenes». «Además de suponer un desamparo en caso de necesidad económica como en el caso de jóvenes recién salidas de centros de menores, con una situación familiar desestructurada y el desamparo institucional una vez cumplen la mayoría de edad», añade Cáritas.
Cáritas Diocesana de Canarias "ha constatado un recrudecimiento de la violencia contra las mujeres en contexto de prostitución, violencia que va más allá del ámbito concreto de la prostitución y se traslada también a otras esferas donde las mujeres viven situaciones de violencia soterrada".
"Una violencia - dicen- que en contextos de prostitución es intrínseca al sistema de explotación sexual".
Cáritas explica en su comunicado que
«el simple acceso al cuerpo de una mujer que no lo desea es violencia sexual y los demandantes ven legitimado el uso de la violencia por haber pagado el 'servicio', demandando prácticas sexuales degradantes y humillantes para las mujeres, que se inspiran, principalmente, en lo que muestra la pornografía consumida por la mayor parte de estos hombres».
El uso de la violencia de los proxenetas y personas implicadas en la red de explotación sexual difiere en función de los medios de coacción, añade la ONG.
«Desde el sistema de deuda que ata a las mujeres al sistema prostitucional, hasta el uso del juju (en el caso de las mujeres nigerianas) con el fin de someterlas bajo la amenaza de morir ellas o sus familiares si incumplen el pago de la deuda supuestamente derivada de los gastos del viaje y el pago a los proxenetas que suele ser en torno a 50.000 euros para las mujeres nigerianas».
Violación de derechos
Esta violencia ejercida sobre las mujeres en contexto de prostitución se traduce en vulneración de derechos. Por un lado, señala Cáritas, vulneración del derecho a la vivienda cuando viven bajo un sistema de plazas que las obliga a alojarse en los mismos lugares donde son explotadas sexualmente, sometiéndose muchas veces a las condiciones impuestas en estos lugares para no quedar en situación de calle y estando en constante movilidad geográfica, lo que no les permite generar arraigo en un hogar ni poder empadronarse. O cuando intentan alquilar una vivienda y no acceden a un contrato por el estigma de ejercer la prostitución o por los numerosos requisitos que les exigen.
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