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Jueves, 24 de Noviembre de 2022 Tiempo de lectura:

LAS ENFERMERAS DE URGENCIAS ESTALLAN EN UNA CARTA ABIERTA: "SENTIMOS FRUSTRACIÓN, IMPOTENCIA E INDIGNACIÓN"

Las sanitarias se disculpan con los pacientes damnificados por la política de recortes del servicio de la Consejería de Sanidad

"Frustración, impotencia e indignación" son los sentimientos que experimentan las enfermeras del servicio de urgencias del Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria de la isla de Tenerife, cada vez que se enfrentan a una jornada laboral.

Por EUGENIO FERNÁNDEZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-

 

  "Frustración, impotencia e indignación" son los sentimientos que experimentan  las enfermeras del servicio de urgencias del Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria de la isla de Tenerife, cada vez que se enfrentan a una   jornada laboral.

 

    Así lo denuncian estas profesionales sanitarias, a través de una carta afierta, difundida por Intersindical Canaria Salud, en la que reconocen que "pocas situaciones les producen un sentimiento tan triste y denigrante para su orgullo profesional que tener que ver cómo los pacientes día tras día permanecen hacinados en los pasillos y en las salas de observación, muchas de las cuales han sido improvisadas en los últimos meses ni tan siquiera con los más básicos recursos materiales para poder brindar una atención sanitaria segura, digna y de calidad".

 

    Se trata - explican - de "salas sin conexiones de luz suficientes que permitan la conexión de una bomba de infusión o bien para que el paciente pueda recargar la batería de su teléfono móvil para comunicarse con sus allegados. Salas repentizadas que no cuentan con la instalación de una toma de oxígeno ni tampoco con tomas de aspiración de secreciones, que no disponen de un servicio para que el paciente pueda cubrir sus necesidades de manera íntima. Áreas que acostumbraron ser simples halls y que ahora las han convertido en desorganizadas salas comunes de observación donde los pacientes se amontonan en incómodas camillas, permaneciendo durante días a la espera de una cama en planta o bien hasta recibir el alta médica desde el propio servicio de urgencias".

 

    En esta camillas, que apenas se distancian entre sí por unas pocas decenas de centímetros y muchas veces sin contar con al menos un fino biombo que intente separar la intimidad personal, deben permanecer los usuarios de este servicio colapsado de forma recurrente en los principales hospitales de referencia del Archipiélago canario. 

 

    "Trabajamos - reconocen las enfermeras del citado complejo hospitalario - en un contexto indigno, indiscreto, poco reservado para el usuario que no sólo impregna de mala imagen a los cuidados que las enfermeras ofrecemos al paciente, sino que también implica a nuestra propia profesión desde un prisma ético y moral, relacionado con nuestro código deontológico, y que nos aboca al menoscabo de los principios bioéticos de nuestra profesión".

 

   El colectivo de enfermeras admite que el motivo de escribir esta carta abierta "no es otro que volcarnos con nuestros pacientes, pedirles disculpas por estas situaciones, y empatizar con ellos en una problemática que les afecta directamente".

 

 

LAS PROFESIONALES ASUMEN UNA RESPONSABILIDAD QUE LE CORRESPONDE A LA ADMINISTRACIÓN SANITARIA DEL GOBIERNO AUTÓNOMO

 

 En   su carta abierta las sanitarias asumen una responsabilidad que corresponde a la Consejería de Sanidad del Gobierno regional, por la infradotación de recursos en este servicio esencial.

 

  "A ti, nuestro paciente, de avanzada edad, queremos pedirte perdón si durante días permaneciste en una incómoda camilla a la espera de una cama en hospitalización, conllevando que te doliera el sacro, los talones, y otras prominencias óseas. A ti, paciente oncológico, por haberte tenido durante horas en masificadas salas de espera o transitados pasillos a pesar que tu estado de salud requería de una sala individual o al menos con una menor afluencia de personas, pero nuestro servicio de urgencias no cuenta con esta condición. A ti, paciente con un proceso infeccioso con capacidad de contagiar o enfermedad inmunodeficiente, que requeriste de un aislamiento, ya fuese de contacto, respiratorio, aéreo, o inverso, sentimos no haberte podido brindar esa sala especializada a la mayor brevedad posible, ya que solo contamos con un habitáculo para estos contextos y en la mayoría de las ocasiones ya está ocupado. A ti también, familiares, que han tenido que vivir la pérdida de un ser querido en nuestro servicio, y has tenido que compartir esos delicados momentos en una sala con más pacientes, separado por un biombo, sin la intimidad y el calor suficiente que requiere la ocasión".

 

"A ti, paciente con una afección psiquiátrica, lamentamos haberte tenido con una sujeción mecánica prescrita en un pasillo en condiciones de nula intimidad y dignidad, mientras de manera “no deliberada” vociferabas o gritabas, pero desde hace tiempo ya no contamos con el habitáculo que teníamos en el pasado para estas situaciones. A ti, paciente pendiente de realización de colonoscopia y que te dimos una solución para que evacuaras el contenido intestinal, nos hubiera gustado haberte ofrecido un servicio propio, como el de hospitalización, y no haberte hecho compartir un baño durante toda la noche con otros pacientes, teniendo que contener la situación de urgencia intestinal a que éste quedase libre. A ti también, compañero, familiar, paciente, discúlpanos si pudimos darte una mala contestación consecuencia de la sobrecarga laboral, pues en ocasiones, estas situaciones nos ponen al límite de nuestro autocontrol".

 

 

"Lo lamentamos -continúan exponiendo -  si durante horas permaneciste a la espera de atención enfermera, pero habitualmente estamos desbordados por la excesiva demanda y no damos abasto con el personal disponible. Si durante las noches pasaste frío en los pasillos del servicio, pues rara vez nuestro almacén cuenta con mantas suficientes para abrigarles. Si amaneciste con dolor cervical o pasaste una incómoda noche por no tener una almohada que ofrecerte, lo sentimos, no disponemos de un razonable número de ellas. Lamentamos si te tuvimos que cambiar el pañal, transmitirte información sobre tu estado de salud, hacerte una técnica de enfermería, o que tuvieras que realizar tus necesidades en un orinal o en el pañal, en presencia de otros pacientes no garantizando tu intimidad, pero las infraestructuras disponibles no cuentan con la familiaridad para así hacerlo. Familiar, si no tuvimos un lugar donde acogerte y permaneciste toda la noche de pie al lado de tu ser querido enfermo, cuando tu intención era colaborar, cuidar de él, y ayudar a los profesionales sanitarios, lo lamentamos...".

 

"A nuestra profesión de enfermería, aquella que de manera digna pretende ofertar cuidados de calidad al paciente, que siempre fuiste una profesión vocacional, pasional y de prestigio por tu implicación en la resolución de los problemas de salud de los enfermos, perdónanos por vaciarte de contenido, por no honrarte como siempre has merecido, por vilipendiarte en un contexto donde las enfermeras cada vez nos sentimos más solas en la lucha por ofertar cuidados de enfermería de calidad a nuestros pacientes".

 

Atentamente, enfermería de Urgencias del Hospital Universitario Nuestra Sra. de La Candelaria (HUNSC)

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