
ISRAEL TEME A LA NUEVA RESISTENCIA PALESTINA EN LA CISJORDANIA OCUPADA
Una nueva generación de grupos armados unitarios pone también en jaque a la Autoridad Palestina
El año pasado, el periodista e historiador Ramzi Baroud predijo que los sucesos de mayo de 2021 -limpieza étnica de familias palestinas en el vecindario de Sheik Jarrah (Jerusalén oriental), el bombardeo de Gaza, la rebelión del campo de refugiados de Jenin- eran presagio de una nueva Intifada armada. No se equivocó. En Cisjordania, nuevos grupos palestinos unitarios hacen frente a la ocupación y ataques del ejército de Israel, con amplio apoyo popular. En este reciente artículo, Baroud informa de la situación actual.
RAMZI BAROUD (*) / MINTPRESSNEWS.COM
(Traducción de Clara López González para Canarias-Semanal.org)
Este titular del periódico israelí, Jerusalem Post, solo cuenta parte de la historia: “La Guarida de los Leones y otros grupos palestinos son un dolor de cabeza permanente para Israel y la AP” [Autoridad Palestina]
Es verdad que tanto el gobierno de Israel como la Autoridad Palestina están preocupados ante la expectativa de una amplia revuelta armada en la Cisjordania ocupada, y que la brigada Guarida de los Leones, recién formada en Nablús, es el epicentro de este movimiento juvenil.
Sin embargo, es más que un simple "dolor de cabeza" lo que la creciente resistencia armada en Cisjordania está causando a Tel Aviv y Ramala. Si este fenómeno sigue creciendo, podría amenazar la propia existencia de la Autoridad Palestina al tiempo que sitúa a Israel ante una de las disyuntivas más difíciles desde la invasión de las principales ciudades palestinas en 2002.
Aunque los jefes del ejército israelí siguen quitando importancia al poder del grupo recién creado, no parecen tener una idea clara en cuanto a sus raíces, influencia e impacto futuro.
En una reciente entrevista con el periódico israelí Yedioth Ahronoth, el Ministro de Defensa israelí, Benny Gantz aseguró que la Guarida de los Leones es un “grupo de 30 miembros” que al final serán detenidos y eliminados. “Les echaremos el guante a los terroristas” -declaró.
No obstante, la Guarida de los Leones no representa un caso aislado, sino parte de un fenómeno más amplio que incluye a las Brigadas de Nablús, a las Brigadas de Jenín y otros grupos, que en su mayor parte se localizan al norte de Cisjordania.
El grupo, junto a otras unidades palestinas armadas, ha estado muy activo respondiendo a los asesinatos de palestinos, incluidos niños, personas mayores e incluso, el 14 de octubre en Jenín, un médico palestino, Abdullah Abu al-Teen, que no sobrevivió a sus heridas.
Según el Ministerio de Salud palestino, desde comienzos de este año, más de 170 palestinos han muerto por ataques israelíes en Cisjordania y Gaza (hoy a cifra es mayor).
La respuesta palestina ha provocado la muerte de dos soldados israelíes, uno en Shuafat el 8 de octubre, y el otro cerca de Nablús el 11 del mismo mes.
Tras el ataque de Shuafat, Israel cerró totalmente el campo de refugiados de esa localidad como castigo colectivo, al igual que ha hecho en Jenín y otras ciudades palestinas.
El diario palestino-árabe Al Quds, citando un medio hebreo, informó que en las próximas semanas el ejército de Israel centrará sus operaciones en la Guarida de los Leones. De cara a la previsible batalla, es probable que se desplieguen miles de soldados de ocupación más en Cisjordania.
Es difícil imaginar que Israel movilice buena parte de su ejército para combatir a 30 palestinos en Nablús. Pero no solo Israel; la Autoridad Palestina está tremendamente preocupada también.
La Autoridad ha intentado en vano convencer a los combatientes a través de un “acuerdo” de rendición, por el que entregarían las armas y se unirían a las fuerzas de la Autoridad Palestina. Tales acuerdos ya fueron ofrecidos en el pasado a los combatientes de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa de Fatah, con distintos grados de éxito.
En esta ocasión, la estrategia no ha funcionado. El grupo rechazó las propuestas de la Autoridad, lo que llevó al gobernador de Nablús, afiliado a Fatah, Ibrahim Ramadan, a ofender a las madres de los combatientes llamándolas “pervertidas” por “mandar a sus hijos al suicidio”.
El lenguaje de Ramadan, que es parecido al usado por Israel e individuos pro-israelíes en su descripción de la sociedad palestina, pone en evidencia el cisma entre el discurso de la Autoridad Palestina y el de los palestinos de a pie.
No es solo que la Autoridad Palestina esté perdiendo los papeles con su narrativa, sino también los vestigios de control que le quedaban en Cisjordania, especialmente en Nablús y Jenín.
Un alto cargo palestino dijo a Media Line que “los palestinos de la calle ya no confían en nosotros”, ya que “nos ven como una extensión de Israel”. Cierto, pero esta falta de confianza se ha estado labrando durante años.
Sin embargo, la “Intifada Unida” de mayo de 2021 supuso un punto de inflexión en las relaciones entre la Autoridad Palestina y los palestinos. El surgimiento de la Guarida de los Leones y otros grupos armados palestinos son manifestaciones de los drásticos cambios que están ocurriendo en Cisjordania.
Realmente, Cisjordania está cambiando. Una nueva generación que tiene poco o nulo recuerdo de la Segunda Intifada (2000-2005), que no había sufrido la invasión israelí de entonces pero que creció bajo la ocupación y el apartheid, se nutre de la memoria de las resistencias de Jenín, Nablús y Hebrón.
A juzgar por su discurso político, cánticos y símbolos, esta generación está harta de las divisiones paralizantes y a menudo superficiales entre las facciones, ideologías y regiones palestinas. De hecho, se cree que las nuevas brigadas, incluida la Guarida de los Leones, son grupos multi-faccionales que unen, por primera vez, a combatientes de Hamas, Fatah y otros en una sola plataforma. Esto explica el entusiasmo popular y que los palestinos de a pie no sospechen de los nuevos luchadores.
Por ejemplo, Saed al-Kuni, combatiente palestino muerto recientemente a manos de soldados israelíes en una emboscada a las afueras de Nablús, era miembro de la Guarida de los Leones. Algunos sostienen que al-Kuni era un dirigente de las Brigadas de Fatah, y otros dicen que era un conocido combatiente de Hamas.
La falta de certeza respecto a la identidad política de los combatientes caídos es bastante característica de la sociedad palestina, al menos desde el establecimiento de la Autoridad Palestina en 1994.
Como cabe esperar, Israel hará lo que siempre hace: amasar más y más tropas de ocupación, atacar, asesinar, aplastar las protestas y poner sitio a las ciudades y campos de refugiados rebeldes. Lo que no llegan a entender, al menos por ahora, es que la creciente revuelta en Cisjordania no la mueven unos pocos combatientes de Nablús y otros pocos más en Jenín, ya que es resultado de un auténtico sentimiento popular.
En una entrevista con Yedioth Ahronoth, traducida por Al-Quds, un comandante israelí describe lo que vio en Jenín durante las redadas:
“Cuando entramos [en Jenín], combatientes armados y arrojadores de piedras nos esperaban en cada esquina. Todo el mundo se implica. Miras a un viejo… y te preguntas ¿Tirará piedras? Y lo hace. Una vez vi a una persona que no tenía nada que arrojar [nos]. Corrió hacia su coche, agarró un tetrabrick de leche y nos lo tiró”.
Los palestinos están simplemente hartos de la ocupación israelí y de su autoridad colaboradora. Están dispuestos a darlo todo. De hecho, en Jenín y Nablús, ya lo hacen. Las semanas y meses venideros serán críticos para el futuro de Cisjordania y, de hecho, para toda Palestina.
(*) Ramzy Baroud es periodista e historiador, autor y editor de The Palestine Chronicle. Tiene seis libros publicados, el último de los cuales, co-editado con Ilan Pappé, se titula “Our Vision for Liberation: Engaged Palestinian Leaders and Intellectuals Speak Out”. Su página web es www.ramzybaroud.net
Fuente:
https://www.mintpressnews.com/difficult-months-ahead-israel-afraid-lions-den/282259/
RAMZI BAROUD (*) / MINTPRESSNEWS.COM
(Traducción de Clara López González para Canarias-Semanal.org)
Este titular del periódico israelí, Jerusalem Post, solo cuenta parte de la historia: “La Guarida de los Leones y otros grupos palestinos son un dolor de cabeza permanente para Israel y la AP” [Autoridad Palestina]
Es verdad que tanto el gobierno de Israel como la Autoridad Palestina están preocupados ante la expectativa de una amplia revuelta armada en la Cisjordania ocupada, y que la brigada Guarida de los Leones, recién formada en Nablús, es el epicentro de este movimiento juvenil.
Sin embargo, es más que un simple "dolor de cabeza" lo que la creciente resistencia armada en Cisjordania está causando a Tel Aviv y Ramala. Si este fenómeno sigue creciendo, podría amenazar la propia existencia de la Autoridad Palestina al tiempo que sitúa a Israel ante una de las disyuntivas más difíciles desde la invasión de las principales ciudades palestinas en 2002.
Aunque los jefes del ejército israelí siguen quitando importancia al poder del grupo recién creado, no parecen tener una idea clara en cuanto a sus raíces, influencia e impacto futuro.
En una reciente entrevista con el periódico israelí Yedioth Ahronoth, el Ministro de Defensa israelí, Benny Gantz aseguró que la Guarida de los Leones es un “grupo de 30 miembros” que al final serán detenidos y eliminados. “Les echaremos el guante a los terroristas” -declaró.
No obstante, la Guarida de los Leones no representa un caso aislado, sino parte de un fenómeno más amplio que incluye a las Brigadas de Nablús, a las Brigadas de Jenín y otros grupos, que en su mayor parte se localizan al norte de Cisjordania.
El grupo, junto a otras unidades palestinas armadas, ha estado muy activo respondiendo a los asesinatos de palestinos, incluidos niños, personas mayores e incluso, el 14 de octubre en Jenín, un médico palestino, Abdullah Abu al-Teen, que no sobrevivió a sus heridas.
Según el Ministerio de Salud palestino, desde comienzos de este año, más de 170 palestinos han muerto por ataques israelíes en Cisjordania y Gaza (hoy a cifra es mayor).
La respuesta palestina ha provocado la muerte de dos soldados israelíes, uno en Shuafat el 8 de octubre, y el otro cerca de Nablús el 11 del mismo mes.
Tras el ataque de Shuafat, Israel cerró totalmente el campo de refugiados de esa localidad como castigo colectivo, al igual que ha hecho en Jenín y otras ciudades palestinas.
El diario palestino-árabe Al Quds, citando un medio hebreo, informó que en las próximas semanas el ejército de Israel centrará sus operaciones en la Guarida de los Leones. De cara a la previsible batalla, es probable que se desplieguen miles de soldados de ocupación más en Cisjordania.
Es difícil imaginar que Israel movilice buena parte de su ejército para combatir a 30 palestinos en Nablús. Pero no solo Israel; la Autoridad Palestina está tremendamente preocupada también.
La Autoridad ha intentado en vano convencer a los combatientes a través de un “acuerdo” de rendición, por el que entregarían las armas y se unirían a las fuerzas de la Autoridad Palestina. Tales acuerdos ya fueron ofrecidos en el pasado a los combatientes de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa de Fatah, con distintos grados de éxito.
En esta ocasión, la estrategia no ha funcionado. El grupo rechazó las propuestas de la Autoridad, lo que llevó al gobernador de Nablús, afiliado a Fatah, Ibrahim Ramadan, a ofender a las madres de los combatientes llamándolas “pervertidas” por “mandar a sus hijos al suicidio”.
El lenguaje de Ramadan, que es parecido al usado por Israel e individuos pro-israelíes en su descripción de la sociedad palestina, pone en evidencia el cisma entre el discurso de la Autoridad Palestina y el de los palestinos de a pie.
No es solo que la Autoridad Palestina esté perdiendo los papeles con su narrativa, sino también los vestigios de control que le quedaban en Cisjordania, especialmente en Nablús y Jenín.
Un alto cargo palestino dijo a Media Line que “los palestinos de la calle ya no confían en nosotros”, ya que “nos ven como una extensión de Israel”. Cierto, pero esta falta de confianza se ha estado labrando durante años.
Sin embargo, la “Intifada Unida” de mayo de 2021 supuso un punto de inflexión en las relaciones entre la Autoridad Palestina y los palestinos. El surgimiento de la Guarida de los Leones y otros grupos armados palestinos son manifestaciones de los drásticos cambios que están ocurriendo en Cisjordania.
Realmente, Cisjordania está cambiando. Una nueva generación que tiene poco o nulo recuerdo de la Segunda Intifada (2000-2005), que no había sufrido la invasión israelí de entonces pero que creció bajo la ocupación y el apartheid, se nutre de la memoria de las resistencias de Jenín, Nablús y Hebrón.
A juzgar por su discurso político, cánticos y símbolos, esta generación está harta de las divisiones paralizantes y a menudo superficiales entre las facciones, ideologías y regiones palestinas. De hecho, se cree que las nuevas brigadas, incluida la Guarida de los Leones, son grupos multi-faccionales que unen, por primera vez, a combatientes de Hamas, Fatah y otros en una sola plataforma. Esto explica el entusiasmo popular y que los palestinos de a pie no sospechen de los nuevos luchadores.
Por ejemplo, Saed al-Kuni, combatiente palestino muerto recientemente a manos de soldados israelíes en una emboscada a las afueras de Nablús, era miembro de la Guarida de los Leones. Algunos sostienen que al-Kuni era un dirigente de las Brigadas de Fatah, y otros dicen que era un conocido combatiente de Hamas.
La falta de certeza respecto a la identidad política de los combatientes caídos es bastante característica de la sociedad palestina, al menos desde el establecimiento de la Autoridad Palestina en 1994.
Como cabe esperar, Israel hará lo que siempre hace: amasar más y más tropas de ocupación, atacar, asesinar, aplastar las protestas y poner sitio a las ciudades y campos de refugiados rebeldes. Lo que no llegan a entender, al menos por ahora, es que la creciente revuelta en Cisjordania no la mueven unos pocos combatientes de Nablús y otros pocos más en Jenín, ya que es resultado de un auténtico sentimiento popular.
En una entrevista con Yedioth Ahronoth, traducida por Al-Quds, un comandante israelí describe lo que vio en Jenín durante las redadas:
“Cuando entramos [en Jenín], combatientes armados y arrojadores de piedras nos esperaban en cada esquina. Todo el mundo se implica. Miras a un viejo… y te preguntas ¿Tirará piedras? Y lo hace. Una vez vi a una persona que no tenía nada que arrojar [nos]. Corrió hacia su coche, agarró un tetrabrick de leche y nos lo tiró”.
Los palestinos están simplemente hartos de la ocupación israelí y de su autoridad colaboradora. Están dispuestos a darlo todo. De hecho, en Jenín y Nablús, ya lo hacen. Las semanas y meses venideros serán críticos para el futuro de Cisjordania y, de hecho, para toda Palestina.
(*) Ramzy Baroud es periodista e historiador, autor y editor de The Palestine Chronicle. Tiene seis libros publicados, el último de los cuales, co-editado con Ilan Pappé, se titula “Our Vision for Liberation: Engaged Palestinian Leaders and Intellectuals Speak Out”. Su página web es www.ramzybaroud.net
Fuente:
https://www.mintpressnews.com/difficult-months-ahead-israel-afraid-lions-den/282259/
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