¿REBELIÓN SAUDÍ FRENTE A SU PROTECTOR ESTADOUNIDENSE?
¿Se desmadeja el mapa geopolítico norteamericano en Oriente medio con la "rebelión"de Arabia Saudita?
En este artículo de la redacción de Canarias semanal se analizan las tensiones entre la Administración de Joe Biden y la jefatura del príncipe Mohammed bin Salman, de Arabia saudí, de los últimos tiempos se ha enfrentado con los Estados Unidos en relación con su negativa a aumentar la producción petrolífera.
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden amenazó esta semana a Arabia Saudita, hasta ahora aliado incondicional tanto de Occidente como de los propios Estados Unidos.
Biden amenazó a la Monarquía feudal saudita con drásticas "consecuencias", no por los hechos probados de los sangrientos crímenes cometidos por directamente por su máximo dignatario el príncipe Mohammed bin Salman , sino por el hecho de que el Gobierno de Riad se decidiera a favor de reducir la producción de petróleo, en contra de las presiones ejercidas por primer mandatario estadounidense en sentido contrario.
El Gobierno demócrata de Biden levantó amenazadoramente "el hacha de guerra" contra el Régimen de Riad desde el mismo momento en el que la Monarquía saudita, un socio histórico y preferente en Oriente Medio de los Estados Unidos, se negó a ceder a las presiones de Washington en este sentido, a principios de octubre en una reunión de la OPEP.
¿REPUDIO POR LOS CRÍMENES DEL GOBIERNO DE RYAD?
Las consecuencias de esta peculiar "rebelión" de los señores feudales saudíes, están empezando a pesar peligrosamente sobre los intereses electorales del Partido Demócrata de cara a las próximas elecciones intermedias que tendrá lugar el mes de noviembre. En efecto, lejos de los deseos enérgicamente expresados por el presidente norteamericano, la decisión de Riad hará que los precios del petróleo no bajen, un hecho que perjudica a las esperanzas presidenciales de lograr derrotar a los republicanos próximamente en las urnas.
Como era más que previsible, destacados políticos demócratas estadounidenses han comenzado ya a lanzar diatribas en contra de Arabia Saudita a través de sus aparatos mediáticos afines, recordándoles tardíamente las brutalidades protagonizadas recientemente por uno de sus más destacado dirigentes.
UN MENSAJE AL PARTIDO DEMÓCRATA
La decisión tomada por la OPEP a principios de este mes de reducir drásticamente la producción petrolífera a un mínimo no conocido desde el año 2020, ha sido calificada por los medios de comunicación de los Estados Unidos como una decisión claramente "prorrusa" , tomada por el régimen feudal saudí.
Por si ello fuera poco, Riad ha expresado, igualmente, su deseo de unirse a la alianza económica BRICS, actualmente compuesta por Sudáfrica, Brasil, Rusia, India y China, un interés que está provocando temblor en los esfínteres de las altas instancias estadounidenses.
.
Aunque la decisión saudí de reducir la producción petrolífera constituye, en las presentes circunstancias, un golpe letal para Occidente, pues Europa aparece cada vez más, profundamente encallada en una improrrogable escasez de energía.
Sin embargo, la mayoría de los especialistas políticos no estiman que con esta medida Riad esté pretendiendo reposicionarse en relación con el conflicto ruso ucraniano, sino que más bien parece utilizar las circunstancias para enviar un "mensaje" de advertencia al Partido Demócrata, en lugar estar alineándose en una posición de resuelta frontalidad ante la política norteamericana en general.
SIN DIFERENCIAS EN POLÍTICA EXTERIOR ENTRE REPUBLICANOS Y DEMOCRATAS
La postura de Biden en relación con Arabia Saudita, ha sido retóricamente hipócrita. Ello, ciertamente, no constituye una novedad en la política exterior de los demócratas.
En uno de sus primeros discursos electorales y, luego, en los inmediatamente poselectorales, el presidente Biden había prometido que iba a "pedir cuentas" al régimen de Riad por sus violaciones de derechos humanos, así como que se pondría a trabajar para poner fin a la guerra en Yemen, advirtiendo que las armas ofensivas y otras ventas de armas relevantes a Arabia Saudita se iban a cancelar. Sin embargo, al final, ni lo uno, ni lo otro. Biden apenas necesitó unos meses para aprobar nuevamente las ventas de armas al teocrático gobierno de ese país.
Sin embargo, el Partido Republicano mostró su simpatía hacia los saudíes bajo el mandato de Donald Trump, haciendo de Arabia Saudita el destino de su primer viaje al extranjero durante su presidencia.
Como suele suceder en Europa con los conservadores y socialdemócratas, en los Estados Unidos las diferencias entre republicanos y demócratas sólo difieren en la tonalidad de su retórica y en su estilo .En la política práctica no se diferencian en nada. Incluso, en algunos casos, la política exterior de los demócratas llega a ser más virulentamente agresiva que la de los republicanos, como sucedió durante la presidencia de la gran "esperanza blanca" que fue el presidente Obama tanto para los "progres" europeos como para los norteamericanos.
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden amenazó esta semana a Arabia Saudita, hasta ahora aliado incondicional tanto de Occidente como de los propios Estados Unidos.
Biden amenazó a la Monarquía feudal saudita con drásticas "consecuencias", no por los hechos probados de los sangrientos crímenes cometidos por directamente por su máximo dignatario el príncipe Mohammed bin Salman , sino por el hecho de que el Gobierno de Riad se decidiera a favor de reducir la producción de petróleo, en contra de las presiones ejercidas por primer mandatario estadounidense en sentido contrario.
El Gobierno demócrata de Biden levantó amenazadoramente "el hacha de guerra" contra el Régimen de Riad desde el mismo momento en el que la Monarquía saudita, un socio histórico y preferente en Oriente Medio de los Estados Unidos, se negó a ceder a las presiones de Washington en este sentido, a principios de octubre en una reunión de la OPEP.
¿REPUDIO POR LOS CRÍMENES DEL GOBIERNO DE RYAD?
Las consecuencias de esta peculiar "rebelión" de los señores feudales saudíes, están empezando a pesar peligrosamente sobre los intereses electorales del Partido Demócrata de cara a las próximas elecciones intermedias que tendrá lugar el mes de noviembre. En efecto, lejos de los deseos enérgicamente expresados por el presidente norteamericano, la decisión de Riad hará que los precios del petróleo no bajen, un hecho que perjudica a las esperanzas presidenciales de lograr derrotar a los republicanos próximamente en las urnas.
Como era más que previsible, destacados políticos demócratas estadounidenses han comenzado ya a lanzar diatribas en contra de Arabia Saudita a través de sus aparatos mediáticos afines, recordándoles tardíamente las brutalidades protagonizadas recientemente por uno de sus más destacado dirigentes.
UN MENSAJE AL PARTIDO DEMÓCRATA
La decisión tomada por la OPEP a principios de este mes de reducir drásticamente la producción petrolífera a un mínimo no conocido desde el año 2020, ha sido calificada por los medios de comunicación de los Estados Unidos como una decisión claramente "prorrusa" , tomada por el régimen feudal saudí.
Por si ello fuera poco, Riad ha expresado, igualmente, su deseo de unirse a la alianza económica BRICS, actualmente compuesta por Sudáfrica, Brasil, Rusia, India y China, un interés que está provocando temblor en los esfínteres de las altas instancias estadounidenses.
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Aunque la decisión saudí de reducir la producción petrolífera constituye, en las presentes circunstancias, un golpe letal para Occidente, pues Europa aparece cada vez más, profundamente encallada en una improrrogable escasez de energía.
Sin embargo, la mayoría de los especialistas políticos no estiman que con esta medida Riad esté pretendiendo reposicionarse en relación con el conflicto ruso ucraniano, sino que más bien parece utilizar las circunstancias para enviar un "mensaje" de advertencia al Partido Demócrata, en lugar estar alineándose en una posición de resuelta frontalidad ante la política norteamericana en general.
SIN DIFERENCIAS EN POLÍTICA EXTERIOR ENTRE REPUBLICANOS Y DEMOCRATAS
La postura de Biden en relación con Arabia Saudita, ha sido retóricamente hipócrita. Ello, ciertamente, no constituye una novedad en la política exterior de los demócratas.
En uno de sus primeros discursos electorales y, luego, en los inmediatamente poselectorales, el presidente Biden había prometido que iba a "pedir cuentas" al régimen de Riad por sus violaciones de derechos humanos, así como que se pondría a trabajar para poner fin a la guerra en Yemen, advirtiendo que las armas ofensivas y otras ventas de armas relevantes a Arabia Saudita se iban a cancelar. Sin embargo, al final, ni lo uno, ni lo otro. Biden apenas necesitó unos meses para aprobar nuevamente las ventas de armas al teocrático gobierno de ese país.
Sin embargo, el Partido Republicano mostró su simpatía hacia los saudíes bajo el mandato de Donald Trump, haciendo de Arabia Saudita el destino de su primer viaje al extranjero durante su presidencia.
Como suele suceder en Europa con los conservadores y socialdemócratas, en los Estados Unidos las diferencias entre republicanos y demócratas sólo difieren en la tonalidad de su retórica y en su estilo .En la política práctica no se diferencian en nada. Incluso, en algunos casos, la política exterior de los demócratas llega a ser más virulentamente agresiva que la de los republicanos, como sucedió durante la presidencia de la gran "esperanza blanca" que fue el presidente Obama tanto para los "progres" europeos como para los norteamericanos.






























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