KAMALA SE ESCORA AUN MÁS HACIA LA DERECHA EN LA CAMPAÑA ELECTORAL
¿Qué motiva el cambio de enfoque del Partido Demócrata en temas clave como la inmigración?
El Partido Demócrata, con Kamala Harris al frente, ha adoptado una estrategia más conservadora en temas como la inmigración y la política exterior. Este cambio, impulsado por el contexto político y económico, busca atraer a una base de votantes más amplia en un entorno dominado por la inflación y la crisis fronteriza.
POR VICTORIA MARTÍNEZ, DESDE MÉXICO PARA CANARIAS SEMANAL.ORG
Si uno deseara entender cuáles son la razones del "timonazo" hacia la derecha que está experimentando por el partido demócrata estadounidense durante la presente campaña, le resultaría fundamental someter a un riguroso análisis tanto el contexto político como la marcha de las dinámicas electorales.
Harris, que alguna vez llegó a alinearse con sectores "progresistas" del partido, ha adoptado las posiciones más conservadoras imaginables en varios temas clave, como inmigración, seguridad fronteriza y política exterior.
Este movimiento no refleja necesariamente un cambio radical en las preferencias de los votantes, sino más bien una estrategia electoral en un entorno político donde temas como la inflación y la inmigración han ganado centralidad en el debate público.
Inmigración y la política fronteriza
El giro hacia políticas más estrictas en temas migratorios es uno de los ejemplos más claros de la nueva postura de Harris y los demócratas. Si bien en el 2020 muchos demócratas defendían la despenalización de los cruces fronterizos y promovían reformas migratorias progresistas, la actual campaña ha enfatizado un enfoque más restrictivo, buscando apaciguar a votantes preocupados por la crisis en la frontera sur.
Sin embargo, esta postura no necesariamente refleja una demanda popular por políticas más duras, sino un intento del partido de neutralizar un tema que los republicanos han convertido en arma política.
Veamos:
El mínimo salarial y la economía
Harris ha dejado de lado temas asociados a la izquierda, como el aumento del salario mínimo a 15 dólares, una demanda que, a pesar de su popularidad, ha sido omitida en sus discursos más recientes.
En estados como Florida, los votantes han apoyado incrementos salariales incluso cuando elegían a políticos conservadores, lo que sugiere que las demandas "progresistas" no han perdido tracción. El costo de vida y la inflación continúan siendo, sin embargo, las principales preocupaciones para los votantes.
Política exterior y militarismo
La política exterior es otro ámbito donde Harris se ha desplazado hacia el centro-derecha, apoyando la continuación de una política exterior agresivamente intervencionista.
Sin embargo, Esto contrasta con la opinión de muchos votantes, quienes expresan su temor por la escalada de conflictos en Ucrania y el Medio Oriente. Encuestas recientes muestran que el público, incluidos los votantes en Estados clave, priorizan evitar nuevas guerras y prefieren que EE.UU. reduzca su intervención en conflictos internacionales.
El impacto de Trump
La nostalgia por los programas sociales aprobados durante la administración Trump, que aliviaron en cierta medida la desigualdad económica durante la pandemia, sigue estando presente en una buena parte del electorado. Paradójicamente, esto explica parte de la resiliencia del apoyo a Trump, quien firmó políticas que expandieron temporalmente el estado de bienestar, en contraste con la retirada de muchas de esas medidas bajo Biden.
Esto pone de manifiesto cómo políticas que benefician económicamente a las clases populares son vistas favorablemente, sin importar cuál es el origen ideológico de las mismas.
Paradógicamente, el giro a la derecha del Partido Demócrata bajo Kamala Harris no está reflejando un cambio ideológico profundo en el electorado, sino una estrategia para competir en un terreno político dominado por el miedo a la inmigración descontrolada y la inflación.
Mientras propuestas progresistas como el aumento del salario mínimo siguen siendo populares entre los votantes, Harris ha optado por alejarse de ellos en busca de una base de votantes más amplia, lo que suscita preguntas sobre la dirección futura del partido demócrata y sus implicaciones para las demandas de la clase trabajadora norteamericana.
POR VICTORIA MARTÍNEZ, DESDE MÉXICO PARA CANARIAS SEMANAL.ORG
Si uno deseara entender cuáles son la razones del "timonazo" hacia la derecha que está experimentando por el partido demócrata estadounidense durante la presente campaña, le resultaría fundamental someter a un riguroso análisis tanto el contexto político como la marcha de las dinámicas electorales.
Harris, que alguna vez llegó a alinearse con sectores "progresistas" del partido, ha adoptado las posiciones más conservadoras imaginables en varios temas clave, como inmigración, seguridad fronteriza y política exterior.
Este movimiento no refleja necesariamente un cambio radical en las preferencias de los votantes, sino más bien una estrategia electoral en un entorno político donde temas como la inflación y la inmigración han ganado centralidad en el debate público.
Inmigración y la política fronteriza
El giro hacia políticas más estrictas en temas migratorios es uno de los ejemplos más claros de la nueva postura de Harris y los demócratas. Si bien en el 2020 muchos demócratas defendían la despenalización de los cruces fronterizos y promovían reformas migratorias progresistas, la actual campaña ha enfatizado un enfoque más restrictivo, buscando apaciguar a votantes preocupados por la crisis en la frontera sur.
Sin embargo, esta postura no necesariamente refleja una demanda popular por políticas más duras, sino un intento del partido de neutralizar un tema que los republicanos han convertido en arma política.
Veamos:
El mínimo salarial y la economía
Harris ha dejado de lado temas asociados a la izquierda, como el aumento del salario mínimo a 15 dólares, una demanda que, a pesar de su popularidad, ha sido omitida en sus discursos más recientes.
En estados como Florida, los votantes han apoyado incrementos salariales incluso cuando elegían a políticos conservadores, lo que sugiere que las demandas "progresistas" no han perdido tracción. El costo de vida y la inflación continúan siendo, sin embargo, las principales preocupaciones para los votantes.
Política exterior y militarismo
La política exterior es otro ámbito donde Harris se ha desplazado hacia el centro-derecha, apoyando la continuación de una política exterior agresivamente intervencionista.
Sin embargo, Esto contrasta con la opinión de muchos votantes, quienes expresan su temor por la escalada de conflictos en Ucrania y el Medio Oriente. Encuestas recientes muestran que el público, incluidos los votantes en Estados clave, priorizan evitar nuevas guerras y prefieren que EE.UU. reduzca su intervención en conflictos internacionales.
El impacto de Trump
La nostalgia por los programas sociales aprobados durante la administración Trump, que aliviaron en cierta medida la desigualdad económica durante la pandemia, sigue estando presente en una buena parte del electorado. Paradójicamente, esto explica parte de la resiliencia del apoyo a Trump, quien firmó políticas que expandieron temporalmente el estado de bienestar, en contraste con la retirada de muchas de esas medidas bajo Biden.
Esto pone de manifiesto cómo políticas que benefician económicamente a las clases populares son vistas favorablemente, sin importar cuál es el origen ideológico de las mismas.
Paradógicamente, el giro a la derecha del Partido Demócrata bajo Kamala Harris no está reflejando un cambio ideológico profundo en el electorado, sino una estrategia para competir en un terreno político dominado por el miedo a la inmigración descontrolada y la inflación.
Mientras propuestas progresistas como el aumento del salario mínimo siguen siendo populares entre los votantes, Harris ha optado por alejarse de ellos en busca de una base de votantes más amplia, lo que suscita preguntas sobre la dirección futura del partido demócrata y sus implicaciones para las demandas de la clase trabajadora norteamericana.

































Maribel Santana | Domingo, 27 de Octubre de 2024 a las 18:29:57 horas
Tanto presumir de racializada, pero lo que es simplemente una negra desteñida ideologicamente. El tinte negro le hace agua por todas partes. A quien va a engañar con su color, si la clase a la que pertenece huele a crímenes, explotación, y saqueos sobre otros pueblos, apoyando como una descosida al genocida judío??Está bonita para presumir de colores, como si el color fuera determinante en la vida!! Estoy de capitalistas, negros, blancos azules y amarillos hasta el gorro.
Accede para votar (0) (0) Accede para responder