LOS CANARIOS QUE PARTICIPARON EN LA PRIMERA HUELGA DE CUBA DE CARÁCTER OBRERO
Enrolados en la construcción del primer ferrocarril de la Isla y de toda Iberoamérica
A inicios de la década de 1830 se gestaba -recuerda el escritor y periodista José Antonio Quintana García - la construcción del primer ferrocarril de Cuba, que también lo sería de Iberoamérica (...).
Por JOSÉ ANTONIO QUINTANA GARCÍA.-
A inicios de la década de 1830 se gestaba la construcción del primer ferrocarril de Cuba, que también lo sería de Iberoamérica. Una vez obtenido el capital, la Junta de Fomento, presidida por el Conde de Villanueva, decidió contratar jornaleros en Estados Unidos y Canarias para erigir la vía La Habana-Güines, tan necesaria en el traslado de azúcar y café, principales productos de exportación de la colonia hispana. El investigador Manuel A. Fariña González apunta sobre el tema:
“La obtención de mano de obra jornalera fue la prioridad establecida por la Junta de Fomento, consciente de su escasez en la isla de Cuba y de la competencia feroz, en el mercado del trabajo, planteada por el sector agrícola. Ésta fue una de las razones que más influyó en la decisión de la Junta de acudir a Estados Unidos y a las Canarias para obtener la mano de obra jornalera e inmigrante necesaria. Dada la necesidad de esa mano de obra, no siempre la selección efectuada al menos entre los isleños tuvo en cuenta la cualificación profesional de los mismos; aunque debemos recordar que hubo intercambio de información, para conseguir una correcta selección del contingente de jornaleros canarios, entre el Conde de Villanueva y D. José Marín, Capitán General de Canarias[1].”
Claudio Martínez de Pinillos y Ceballos (1782-1853), Conde de Villanueva, hacendado, político y economista cubano, impulsor del Ferrocarril
En 1837, la firma Habanero-Catala González y Torstall, especializada en la importación de tasajo y hombres había trasladado desde Las Afortunadas a 927 obreros. Esta cifra significó más de dos tercios de la fuerza laboral empleada en la ejecución del proyecto, de acuerdo con información aportada por el historiador cubano Alfredo Martín Fadraga, quien en su obra Los canarios y las luchas emancipadoras y sociales en Cuba aporta otros datos interesantes:
“Las condiciones de trabajo para los procedentes de las Islas Canarias eran: 9 pesos mensuales, la comida y vivienda; por 16 horas de trabajo. De esta mensualidad debían abonar a dicha firma los gastos de pasaje, pasaporte y la mensualidad de la clínica (…) fue necesario rellenar una ciénaga, atravesar varias lomas, construir puentes sobre ríos y cañadas, y construir alcantarillas. (…) vinieron en régimen militar, para evitar que pasaran a desempeñar otros trabajos mejor remunerados, por tanto, los ausentes al pase de lista eran considerados desertores, delito por el cual podían ir a la cárcel y en extremo fusilados”.
Los barcos usados para el traslado de los contratados fueron: El Argos, El Neptuno, El Marinero, La Rosa, Fortuna, San Vicente y Santa Cruz de Tenerife.
A muchos de los contratados les acompañaron mujeres, quienes en calidad de esposas o madres contribuyeron al sostén de la familia. Se ha podido precisar la cifra de 79 féminas, grupo que “compartió, codo a codo, con sus maridos o hijos el duro trabajo de la construcción del ferrocarril”[2].
La protesta
Ante tan paupérrimas condiciones laborales un grupo de canarios que participaba en la construcción del tramo entre Buenaventura y El Rincón, en 1837, se rebeló, armado de palos y cuchillos. Por órdenes del Gobernador de la Isla se abrió una investigación sumaria.
A 13 de ellos: Pablo Camacho, Juan Moreno, Ricardo Tabares, Juan de las Concepción, Pablo Morales, Juan Rodríguez, Rafael Hernández, Dionisio Hernández, Pedro Hernández, José francisco López, Antonio Silvero (Rivero?), Domingo Luis Pacheco y José Verde porque se negaron a continuar trabajando hasta que se les cambiara el tipo de alimentos suministrados, los enviaron a la cárcel. Después regresaron a la obra como «forzados».
Aunque no lograron sus objetivos, la historiografía considera este hecho como la Primera huelga cubana de carácter obrero. Así que el aporte canario fue mucho más que la construcción del ferrocarril.
[1] Manuel A. Fariña González: Aportación isleña en la construcción del ferrocarril La Habana-Güines. http://www.dropby.com/Genealogia/Ferrocarril/content.html
[2] Manuel A. Fariña González: Aportación isleña en la construcción del ferrocarril La Habana-Güines. http://www.dropby.com/Genealogia/Ferrocarril/content.html
(*) José Antonio Quintana García. Ciego de Ávila, Cuba, 1970. Licenciado en Educación Primaria. Se ha desempeñado como maestro, periodista, profesor universitario, escritor radial, editor e historiador. Es autor de 17 libros y coautor de 16. Su obra se ha publicado en Cuba, Ecuador, Venezuela, Estados Unidos y España, entre otros países.
Por JOSÉ ANTONIO QUINTANA GARCÍA.-
A inicios de la década de 1830 se gestaba la construcción del primer ferrocarril de Cuba, que también lo sería de Iberoamérica. Una vez obtenido el capital, la Junta de Fomento, presidida por el Conde de Villanueva, decidió contratar jornaleros en Estados Unidos y Canarias para erigir la vía La Habana-Güines, tan necesaria en el traslado de azúcar y café, principales productos de exportación de la colonia hispana. El investigador Manuel A. Fariña González apunta sobre el tema:
“La obtención de mano de obra jornalera fue la prioridad establecida por la Junta de Fomento, consciente de su escasez en la isla de Cuba y de la competencia feroz, en el mercado del trabajo, planteada por el sector agrícola. Ésta fue una de las razones que más influyó en la decisión de la Junta de acudir a Estados Unidos y a las Canarias para obtener la mano de obra jornalera e inmigrante necesaria. Dada la necesidad de esa mano de obra, no siempre la selección efectuada al menos entre los isleños tuvo en cuenta la cualificación profesional de los mismos; aunque debemos recordar que hubo intercambio de información, para conseguir una correcta selección del contingente de jornaleros canarios, entre el Conde de Villanueva y D. José Marín, Capitán General de Canarias[1].”
Claudio Martínez de Pinillos y Ceballos (1782-1853), Conde de Villanueva, hacendado, político y economista cubano, impulsor del Ferrocarril
En 1837, la firma Habanero-Catala González y Torstall, especializada en la importación de tasajo y hombres había trasladado desde Las Afortunadas a 927 obreros. Esta cifra significó más de dos tercios de la fuerza laboral empleada en la ejecución del proyecto, de acuerdo con información aportada por el historiador cubano Alfredo Martín Fadraga, quien en su obra Los canarios y las luchas emancipadoras y sociales en Cuba aporta otros datos interesantes:
“Las condiciones de trabajo para los procedentes de las Islas Canarias eran: 9 pesos mensuales, la comida y vivienda; por 16 horas de trabajo. De esta mensualidad debían abonar a dicha firma los gastos de pasaje, pasaporte y la mensualidad de la clínica (…) fue necesario rellenar una ciénaga, atravesar varias lomas, construir puentes sobre ríos y cañadas, y construir alcantarillas. (…) vinieron en régimen militar, para evitar que pasaran a desempeñar otros trabajos mejor remunerados, por tanto, los ausentes al pase de lista eran considerados desertores, delito por el cual podían ir a la cárcel y en extremo fusilados”.
Los barcos usados para el traslado de los contratados fueron: El Argos, El Neptuno, El Marinero, La Rosa, Fortuna, San Vicente y Santa Cruz de Tenerife.
A muchos de los contratados les acompañaron mujeres, quienes en calidad de esposas o madres contribuyeron al sostén de la familia. Se ha podido precisar la cifra de 79 féminas, grupo que “compartió, codo a codo, con sus maridos o hijos el duro trabajo de la construcción del ferrocarril”[2].
La protesta
Ante tan paupérrimas condiciones laborales un grupo de canarios que participaba en la construcción del tramo entre Buenaventura y El Rincón, en 1837, se rebeló, armado de palos y cuchillos. Por órdenes del Gobernador de la Isla se abrió una investigación sumaria.
A 13 de ellos: Pablo Camacho, Juan Moreno, Ricardo Tabares, Juan de las Concepción, Pablo Morales, Juan Rodríguez, Rafael Hernández, Dionisio Hernández, Pedro Hernández, José francisco López, Antonio Silvero (Rivero?), Domingo Luis Pacheco y José Verde porque se negaron a continuar trabajando hasta que se les cambiara el tipo de alimentos suministrados, los enviaron a la cárcel. Después regresaron a la obra como «forzados».
Aunque no lograron sus objetivos, la historiografía considera este hecho como la Primera huelga cubana de carácter obrero. Así que el aporte canario fue mucho más que la construcción del ferrocarril.
[1] Manuel A. Fariña González: Aportación isleña en la construcción del ferrocarril La Habana-Güines. http://www.dropby.com/Genealogia/Ferrocarril/content.html
[2] Manuel A. Fariña González: Aportación isleña en la construcción del ferrocarril La Habana-Güines. http://www.dropby.com/Genealogia/Ferrocarril/content.html
(*) José Antonio Quintana García. Ciego de Ávila, Cuba, 1970. Licenciado en Educación Primaria. Se ha desempeñado como maestro, periodista, profesor universitario, escritor radial, editor e historiador. Es autor de 17 libros y coautor de 16. Su obra se ha publicado en Cuba, Ecuador, Venezuela, Estados Unidos y España, entre otros países.


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Maxerko | Martes, 30 de Agosto de 2022 a las 15:34:14 horas
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LOS CANARIOS QUE PARTICIPARON EN LA PRIMERA HUELGA DE CUBA DE CARÁCTER OBRERO
Aquí podemos ver las condiciones brutales y esclavistas que siempre ha utilizado la burguesía, con el apoyo de sus militares utilizando a los hijos de los trabajadores para disparar contra sus padres si alguien levanta la voz, para amedrentar y desangrar a los trabajadores. “Los quiero todos sumisitos…!!!” Decía ironizando Francisco Tarajano.
Trabajadores militarizados forzado a trabajar 16 horas diarias, --para eso si le fueron útiles siempre los canarios a los kondes y a los markeces godos--, para eso sí. Todo un futuro prometedor para las nuevas generaciones, si tenemos en cuenta que la patronal de hoy ha iniciado toda una ofensiva revanchista, arrasando todas las conquista laborales de los trabajadores, No…!!! No es una exageración sería cuestión de que unos pocos trabajadores, tengan un mínimo de dignidad de levante la cabeza y dejen ya de andar por los basureros de este régimen, revolviendo los desperdicios con la jeta.
Ahí les vemos todos los días derramando lágrimas de cocodrilo en las Tvs, para que la patronal suelte unas migajita… ya… ya vemos a los tiburones del IBEX.35 temblando; pero temblando de la risa… por las “denuncias” de Yolanda y los “sindicatos” amarillos, ya… si el pasado año por el mes de Noviembre salía Yolanda a comunicar la escalofriante cifra de 0,50 céntimos de aumento del SMI por día, quien va a decir que este año con las movilizaciones que están impulsando “sindicatos” y organizaciones “anti-sistema” no se van a desbordar los ríos…???
MAXERKO
Pdta: En Ucrania miles de jóvenes se juegan la vida combatiendo a los rusos y con qué les paga el payaso Zelenski…??? Pues ilegalizando a todos los sindicatos, suprimiendo los derechos laborales de los trabajadores y dándole manga ancha a los empresarios para que aumenten la jornada laboral, lo que crean conveniente… Interesante no les parece…!!!
**** s: **** rojoynegro.info/articulo/zelenski-destroza-los-derechos-laborales-de-la-clase-trabajadora-ucraniana/
Esta es la reforma laboral de los “patriotas”, de los que tienen la patria en Panamá.
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