EL "MISIL HIPERSÓNICO" DE RUSIA Y LA "LUCHA DE CLASES"
¿Influirá la nueva correlación de fuerzas entre las grandes potencias, en la "lucha de clases" a nivel planetario?
Según nuestro colaborador Máximo Relti, el lanzamiento del misil hipersónico por Rusia este mismo miércoles introducirá, sin duda, importantes variables en la correlación de la capacidad militar entre este país y aquellos que integran la OTAN. Augurar en qué van a consistir esas variables resulta todavía prematuro. Pero ¿afectará este "reequilibrio" a la correlación en la "lucha de clases" que sigue planteada hoy a nivel planetario?
POR MÁXIMO RELTI PARA CANARIAS SEMANAL
Este mismo miércoles, el Ministerio de Defensa ruso hizo público su lanzamiento de un misil intercontinental balístico "Sarmat" desde el cosmódromo de Plesetsk. Esta misma fuente preciso, además, que el misil
"dispone de características singulares que le permiten superar con garantía todos los sistemas de defensa antimisil no sólo existentes en la actualidad sino, también, aquellos otros que en estos momentos se tenga previsto construir".
El Ministerio ruso precisó, igualmente, que
"El nuevo misil es capaz de alcanzar objetivos a grandes distancias usando diferentes trayectorias de vuelo … El Sarmat es el misil más potente con el mayor alcance de objetivos del mundo, que refuerza notoriamente la capacidad de combate de las fuerzas nucleares estratégicas de nuestro país".
Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Putin, felicitó a los militares por la prueba exitosa del proyectil.
"El nuevo complejo tiene características táctico-técnicas más altas y es capaz de superar todos los medios de defensa antimisil modernos" Putin precisó que que el Sarmat no tiene análogos en el mundo y no los va a tener "durante mucho tiempo".
En la construcción del mismo, añadió el mandatario ruso, solo se han usado componentes rusos, lo que va a simplificar su producción en serie y su entrega a las tropas.
El misil estratégico pesado RS-28 Sarmat tiene un alcance de 18.000 kilómetros y una masa al despegue de 208,1 toneladas, con una carga útil de alrededor de 10 toneladas.
El cuerpo del proyectil, de 35,5 metros de largo y 3 metros de diámetro, permite alojar hasta 178 toneladas de combustible líquido. La ojiva del misil, denominado Satan-2 según la clasificación de la OTAN, es de reentrada múltiple y cuenta con un sistema de guiado individual de cada munición.
El misil en cuestión se podrá desplazar hacia su objetivo a velocidades hipersónicas —superiores a Mach 17— cambiando de trayectoria en rumbo y de altura, para que ningún sistema de defensa antimisiles pueda interceptarlo.
Ni que decir tiene que el lanzamiento de este misil en las presentes circunstancias no puede interpretarse de otra forma que como un "aviso a navegantes", ante la posibilidad de que la OTAN se permita cualquier tipo de intervención en la guerra de Ucrania.
EL MISIL HIPERSÓNICO, EL IMPERIALISMO Y "LA LUCHA DE CLASES"
El misil hipersónico, cuya existencia era ya conocida desde hace algún tiempo, es ciertamente un factor que cambia de manera drástica la correlación de fuerzas en litigio a nivel de las grandes potencias, en lo que se refiere a una hipotética confrontación. No obstante, lo que habría que preguntarse es si tales cambios introducen algún tipo de variación en la actual correlación de la lucha de clases a nivel planetario. Dado el carácter del sistema económico actualmente dominante en Rusia, nada hace prever, en principio, que vaya a ser así.
En no pocas personas bienintencionadas, sin embargo, se puede generar la ilusión -de hecho ya ha empezado suceder así- de que tal "reequilibrio" entre las grandes potencias podría introducir, en efecto, variaciones favorables en el contexto de la lucha de clase de los asalariados de todo el mundo. Para dilucidar esa incógnita, resulta preciso tener en cuenta, en primer lugar, cuál es la naturaleza del sistema económico capitalista actualmente dominante en Rusia. Como ha quedado claro a lo largo de los últimos decenios, la política exterior del gobierno de ese país ha estado estrechamente sincronizada con los intereses puntuales de sus clases sociales hegemónicas, pero no con los de su pueblo.
Allí donde Rusia ha intervenido militarmente lo ha hecho atendiendo a los intereses geopolíticos de la clase social que domina sus recursos naturales, su economía y su estructura política. Que en casos concretos dichos intereses coincidieran con los de la soberanía de algún pueblo agredido por el imperialismo estadounidense no modifica en absoluto la naturaleza de estas coincidencias. Así sucedió, por ejemplo, en Siria, cuya agresión por parte de las potencias occidentales constituía también una agresión indirecta a los intereses de la propia Rusia. Pero no sucedió lo mismo en otras significativas circunstancias, como en la agresión de la OTAN contra Libia. En ese caso, Rusia - al igual que China - se abstuvo vergonzosamente en el Consejo de Seguridad de la ONU, cuando tuvo la posibilidad de vetar la resolución que dio el pistoletazo de salida para iniciar la injustificada agresión que terminó destruyendo ese país africano. Y así pasó, también, en otros momentos puntuales en los que Estados Unidos contó previamente con la abstención o la aquiescencia del gobierno de Putin para sus agresiones militares.
El gobierno ruso ha tratado infrutuosamente en convertirse en "socio" -ese era exactamente el término utilizado por el propio Vladimir Putin- tanto de los EEUU como de la UE. Lo que luego ocurrió es que la inmensa codicia y torpeza de aquellos con los que deseaba "asociarse", no solo impidió que tal alianza tuviera lugar, sino que estos trataron de aprovechar el caos social, politico y económico que se produjo con la implosión de la antigua URSS, tratando de desvalijar en pais, repartiéndose el sustancioso pastel ofrecido por su desintegración.
![[Img #71343]](https://canarias-semanal.org/upload/images/04_2022/6497_putinbushpescando.jpg)
Las intervenciones militares rusas en el exterior han estado, pues, siempre estrechamente circunscritas a la defensa del blindaje del marco geopolítico en el que ese país se encuentra ubicado, no destinadas a salvaguardar la soberanía de los pueblos agredidos por el imperialismo norteamericano.
Ningún revolucionario consecuente, que tenga una concepción avanzada de nuestra sociedad contemporánea, debería olvidar que fue el propio Vladimir Putin quien un día no muy lejano, solicitara el ingreso de su país en la OTAN. Y ello no debería sorprendernos. Rusia es un país capitalista, que compite con el resto del mundo capitalista. ¿Por qué iba a ser diferente la naturaleza de los capitalistas rusos de la del resto de los oligarcas del planeta?
Lo que determina el comportamiento de quienes detentan el Poder no es la etnia, ni la cultura, ni la nacionalidad, ni la idiosincracia. Lo que condiciona su comportamiento es su ideología y el Sistema económico por el que se rigen, cuya necesidad compulsiva de competir y de sobrevivir en la selva que constituye hoy el salvaje mercado internacional, determina cuál será su relación con el resto de los pueblos. Lo sorprendente sería que sucediera lo contrario.
VÍDEO EN EL QUE SE DESCRIBE LA ALTA POTENCIALIDAD, SIN COMPETENCIA, DEL "MISIL HIPERSÓNICO"
POR MÁXIMO RELTI PARA CANARIAS SEMANAL
Este mismo miércoles, el Ministerio de Defensa ruso hizo público su lanzamiento de un misil intercontinental balístico "Sarmat" desde el cosmódromo de Plesetsk. Esta misma fuente preciso, además, que el misil
"dispone de características singulares que le permiten superar con garantía todos los sistemas de defensa antimisil no sólo existentes en la actualidad sino, también, aquellos otros que en estos momentos se tenga previsto construir".
El Ministerio ruso precisó, igualmente, que
"El nuevo misil es capaz de alcanzar objetivos a grandes distancias usando diferentes trayectorias de vuelo … El Sarmat es el misil más potente con el mayor alcance de objetivos del mundo, que refuerza notoriamente la capacidad de combate de las fuerzas nucleares estratégicas de nuestro país".
Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Putin, felicitó a los militares por la prueba exitosa del proyectil.
"El nuevo complejo tiene características táctico-técnicas más altas y es capaz de superar todos los medios de defensa antimisil modernos" Putin precisó que que el Sarmat no tiene análogos en el mundo y no los va a tener "durante mucho tiempo".
En la construcción del mismo, añadió el mandatario ruso, solo se han usado componentes rusos, lo que va a simplificar su producción en serie y su entrega a las tropas.
El misil estratégico pesado RS-28 Sarmat tiene un alcance de 18.000 kilómetros y una masa al despegue de 208,1 toneladas, con una carga útil de alrededor de 10 toneladas.
El cuerpo del proyectil, de 35,5 metros de largo y 3 metros de diámetro, permite alojar hasta 178 toneladas de combustible líquido. La ojiva del misil, denominado Satan-2 según la clasificación de la OTAN, es de reentrada múltiple y cuenta con un sistema de guiado individual de cada munición.
El misil en cuestión se podrá desplazar hacia su objetivo a velocidades hipersónicas —superiores a Mach 17— cambiando de trayectoria en rumbo y de altura, para que ningún sistema de defensa antimisiles pueda interceptarlo.
Ni que decir tiene que el lanzamiento de este misil en las presentes circunstancias no puede interpretarse de otra forma que como un "aviso a navegantes", ante la posibilidad de que la OTAN se permita cualquier tipo de intervención en la guerra de Ucrania.
EL MISIL HIPERSÓNICO, EL IMPERIALISMO Y "LA LUCHA DE CLASES"
El misil hipersónico, cuya existencia era ya conocida desde hace algún tiempo, es ciertamente un factor que cambia de manera drástica la correlación de fuerzas en litigio a nivel de las grandes potencias, en lo que se refiere a una hipotética confrontación. No obstante, lo que habría que preguntarse es si tales cambios introducen algún tipo de variación en la actual correlación de la lucha de clases a nivel planetario. Dado el carácter del sistema económico actualmente dominante en Rusia, nada hace prever, en principio, que vaya a ser así.
En no pocas personas bienintencionadas, sin embargo, se puede generar la ilusión -de hecho ya ha empezado suceder así- de que tal "reequilibrio" entre las grandes potencias podría introducir, en efecto, variaciones favorables en el contexto de la lucha de clase de los asalariados de todo el mundo. Para dilucidar esa incógnita, resulta preciso tener en cuenta, en primer lugar, cuál es la naturaleza del sistema económico capitalista actualmente dominante en Rusia. Como ha quedado claro a lo largo de los últimos decenios, la política exterior del gobierno de ese país ha estado estrechamente sincronizada con los intereses puntuales de sus clases sociales hegemónicas, pero no con los de su pueblo.
Allí donde Rusia ha intervenido militarmente lo ha hecho atendiendo a los intereses geopolíticos de la clase social que domina sus recursos naturales, su economía y su estructura política. Que en casos concretos dichos intereses coincidieran con los de la soberanía de algún pueblo agredido por el imperialismo estadounidense no modifica en absoluto la naturaleza de estas coincidencias. Así sucedió, por ejemplo, en Siria, cuya agresión por parte de las potencias occidentales constituía también una agresión indirecta a los intereses de la propia Rusia. Pero no sucedió lo mismo en otras significativas circunstancias, como en la agresión de la OTAN contra Libia. En ese caso, Rusia - al igual que China - se abstuvo vergonzosamente en el Consejo de Seguridad de la ONU, cuando tuvo la posibilidad de vetar la resolución que dio el pistoletazo de salida para iniciar la injustificada agresión que terminó destruyendo ese país africano. Y así pasó, también, en otros momentos puntuales en los que Estados Unidos contó previamente con la abstención o la aquiescencia del gobierno de Putin para sus agresiones militares.
El gobierno ruso ha tratado infrutuosamente en convertirse en "socio" -ese era exactamente el término utilizado por el propio Vladimir Putin- tanto de los EEUU como de la UE. Lo que luego ocurrió es que la inmensa codicia y torpeza de aquellos con los que deseaba "asociarse", no solo impidió que tal alianza tuviera lugar, sino que estos trataron de aprovechar el caos social, politico y económico que se produjo con la implosión de la antigua URSS, tratando de desvalijar en pais, repartiéndose el sustancioso pastel ofrecido por su desintegración.
![[Img #71343]](https://canarias-semanal.org/upload/images/04_2022/6497_putinbushpescando.jpg)
Las intervenciones militares rusas en el exterior han estado, pues, siempre estrechamente circunscritas a la defensa del blindaje del marco geopolítico en el que ese país se encuentra ubicado, no destinadas a salvaguardar la soberanía de los pueblos agredidos por el imperialismo norteamericano.
Ningún revolucionario consecuente, que tenga una concepción avanzada de nuestra sociedad contemporánea, debería olvidar que fue el propio Vladimir Putin quien un día no muy lejano, solicitara el ingreso de su país en la OTAN. Y ello no debería sorprendernos. Rusia es un país capitalista, que compite con el resto del mundo capitalista. ¿Por qué iba a ser diferente la naturaleza de los capitalistas rusos de la del resto de los oligarcas del planeta?
Lo que determina el comportamiento de quienes detentan el Poder no es la etnia, ni la cultura, ni la nacionalidad, ni la idiosincracia. Lo que condiciona su comportamiento es su ideología y el Sistema económico por el que se rigen, cuya necesidad compulsiva de competir y de sobrevivir en la selva que constituye hoy el salvaje mercado internacional, determina cuál será su relación con el resto de los pueblos. Lo sorprendente sería que sucediera lo contrario.
VÍDEO EN EL QUE SE DESCRIBE LA ALTA POTENCIALIDAD, SIN COMPETENCIA, DEL "MISIL HIPERSÓNICO"































AMEAUXET | Viernes, 22 de Abril de 2022 a las 10:08:16 horas
Compañero Juan. Vienes a sustentar conmigo y a reafirmar que el problema de los PCs está en la dirección del partido y por supuesto que dicha dirección no es ni está ni procede de la clase obrera, trabajadora ahora.
Además tienes razón en que más del 55
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