
LA CURIOSA FAUNA DE LOS "CRÍTICOS"
"La línea oficial de la actual izquierda abertzale es idéntica a la de cualquier socialdemocracia"
Curiosa fauna -escribe Andoni Baserrigorri - la de los críticos. Muy curiosa. Dicen apoyar esta o aquella causa, aun en contra de la postura oficial del partido en que militan pero lo cierto es que nunca renuncian al sueldo de liberados (...).
Por ANDONI BASERRIGORRI PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Curiosa fauna la de los críticos. Muy curiosa. Dicen apoyar esta o aquella causa, aun en contra de la postura oficial del partido en que militan (y curiosamente muy a menudo en el cual ocupan cargos remunerados en forma de liberación….) pero lo cierto es que nunca renuncian al sueldo de liberados, se ponen a trabajar en otra cosa como hacemos los demás (está la cosa muy malita, te dicen…) y son consecuentes entre lo que dicen y lo que hacen.
Y es que los seres humanos no somos lo que decimos sino lo que hacemos. Dar la cara a menudo sale caro y no son pocos quienes no desean que le partan la cara en forma de expulsión o de retirada de su “carguito”.
Fuera de casa hace mucho frio, te dirán ¿A qué me suena desde hace 11 años esta frase?
En fin, que yo me se mis cosas, como decía el otro…
A los primeros críticos los conocí allá por los años 90. Se nos decía en la Izquierda Abertzale que en el PNV una cosa era sus dirigentes y otra sus militantes de base. Entre la base del partido había mucha gente que era sinceramente independentista, progresista, abertzale…….
Por eso se crearon grupos para intentar atraer a esas personas que, aún militando en el PNV de Ardanza y Atutxa (casi ná…), eran independentistas.
Me viene a la memoria Bai Independentziari. Bajo esa sigla incluso se convocó un Aberri Eguna. Lo cierto es que en la fecha del Aberri estábamos los de siempre, los que también íbamos cuando el aberri lo convocaba en solitario Herri Batasuna. Los mismos sufrimos los controles en la autopista, las identificaciones, los cacheos...hicimos el aberri y nos tomamos después unos tragos en los bares “del rollo”.
Un militante del PNV de aquellos años (no digo ya de ahora) no era más que un estomago agradecido que te podía comer la oreja en algún bar en que topases con él. Te aseguraría que era abertzale de verdad, desde luego con un curro conseguido gracias “al partido” o ser liberado de algún batzoki, pero no iba a ir a un aberri eguna con la gente de HB por mucho que se convocase bajo otra sigla.
No estaba dispuesto a los rigores que suponía una lucha de esas características. No iba a jugarse ser identificado, cacheado o quizás apaleado. No iba a ser que se enterasen en el PNV de su pueblo y empezasen a mirarle mal. Estaba además en juego su trabajo, quizás conseguido gracias a un dedo que salía del batzoki.
Un estomago agradecido es un estomago agradecido. No se la juega por nada ni por nadie.
La estrategia fracasó estrepitosamente y nunca se logró que nadie significativo ni de la base se saliese ni un renglón de la línea oficial del PNV. El partido es mucho partido.
Casi treinta años después estamos viendo la aparición de otra generación de críticos. Estos más cercanos. Incluso conocidos. La guerra es la guerra y una de las cosas que tiene es que te obliga a posicionarte. A dar la cara.
No vamos a explicar cuál es la posición de Podemos, Izquierda Unida etc., sobre la actual guerra de Ucrania. Ni vamos a perder tiempo en explicar cuáles son las autenticas causas, que no son otras que la agresiva expansión de la banda criminal OTAN, que si fuese por ella instalaría misiles nucleares a las puertas de Moscú. Ocurre que Rusia ha dicho que hasta aquí hemos llegado y ha delimitado sus líneas rojas por las que no está dispuesta a ceder.
La guerra es la guerra y entre otras cosas te obliga a dar la cara por una u otra postura. No permite esas cómodas posturas ninis que relajan la conciencia mientras sigues cobrando tu sueldo de liberado.
Ya hemos comentado que el ser humano no es lo que dice sino lo que hace. En política más aán.
Ya sabemos cuál es la línea oficial de la actual izquierda abertzale. Idéntica a la de cualquier socialdemocracia europeísta. Como si la Unión Europea fuese una cosa y la OTAN otra.
Como si la Unión Europea fuese un grupo de países progresistas y democráticos que permitirán, así por las buenas y simplemente pasando por las urnas, que sus políticas neoliberales de derechas y dependientes de la OTAN se pudiesen cambiar y transformar en políticas socialdemócratas y de mas “rostro humano”.
Pues no. La UE es una organización de derechas que solo permite en su seno políticas de derechas (eso sí, permite que las hagan partidos que se declaran de izquierdas) y no se puede trasformar. Se debe denunciar y luchar contra ella.
Existen un buen montón de “críticos” en el seno de esta izquierda abertzale de hoy día que se están empeñando en darnos gato por liebre. Dicen defender a Donbass, llenan sus perfiles de Facebook de hoces y martillos y de vídeos con recordatorios a páginas heroicas del ejército rojo. Heroicas pero de hace muchos años.
Nos vienen a explicar que desde EH Bildu se pueden tener esas posturas y defender las ideas antiimperialistas. Se empeñan en lavar su conciencia con fotos de Stalin o de la URSS...de mil cosas. Ellos sabrán, porque lo que realmente cuenta no es lo que ellos dicen.
Lo que realmente cuenta es un diputado como Iñarritu de EH Bildu paseándose por Bilbao defendiendo al estado neonazi de Ucrania. O sus posturas sobre Israel pidiendo que no se haga boicot al estado nazi-sionista.
Lo que realmente cuenta son las posturas oficiales de EH Bildu que son las mismas de Podemos, IU o el PSOE….Rusia es culpable. ¿Críticas al imperialismo? Ni una.
Lo que realmente cuenta es ver a esta izquierda postmoderna, socialdemócrata….haciendo el paseíllo a la ultra derecha para que algún día pueda gobernar. Ya sabemos que allí donde no hay izquierda combativa tarde o temprano su lugar lo ocupa la derecha.
Y lo que realmente cuenta no es darse golpes de pecho en redes sociales y presentarte como un crítico. Lo que realmente cuenta es dar un portazo y abandonar grupos que ni son revolucionarios ni se les espera en ese campo. Lo que realmente cuenta es dar un portazo a la socialdemocracia y no tratar de engañar en redes.
Lo que realmente cuenta no es lo que decimos sino lo que hacemos.
Curiosa fauna la de los críticos.
Por ANDONI BASERRIGORRI PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Curiosa fauna la de los críticos. Muy curiosa. Dicen apoyar esta o aquella causa, aun en contra de la postura oficial del partido en que militan (y curiosamente muy a menudo en el cual ocupan cargos remunerados en forma de liberación….) pero lo cierto es que nunca renuncian al sueldo de liberados, se ponen a trabajar en otra cosa como hacemos los demás (está la cosa muy malita, te dicen…) y son consecuentes entre lo que dicen y lo que hacen.
Y es que los seres humanos no somos lo que decimos sino lo que hacemos. Dar la cara a menudo sale caro y no son pocos quienes no desean que le partan la cara en forma de expulsión o de retirada de su “carguito”.
Fuera de casa hace mucho frio, te dirán ¿A qué me suena desde hace 11 años esta frase?
En fin, que yo me se mis cosas, como decía el otro…
A los primeros críticos los conocí allá por los años 90. Se nos decía en la Izquierda Abertzale que en el PNV una cosa era sus dirigentes y otra sus militantes de base. Entre la base del partido había mucha gente que era sinceramente independentista, progresista, abertzale…….
Por eso se crearon grupos para intentar atraer a esas personas que, aún militando en el PNV de Ardanza y Atutxa (casi ná…), eran independentistas.
Me viene a la memoria Bai Independentziari. Bajo esa sigla incluso se convocó un Aberri Eguna. Lo cierto es que en la fecha del Aberri estábamos los de siempre, los que también íbamos cuando el aberri lo convocaba en solitario Herri Batasuna. Los mismos sufrimos los controles en la autopista, las identificaciones, los cacheos...hicimos el aberri y nos tomamos después unos tragos en los bares “del rollo”.
Un militante del PNV de aquellos años (no digo ya de ahora) no era más que un estomago agradecido que te podía comer la oreja en algún bar en que topases con él. Te aseguraría que era abertzale de verdad, desde luego con un curro conseguido gracias “al partido” o ser liberado de algún batzoki, pero no iba a ir a un aberri eguna con la gente de HB por mucho que se convocase bajo otra sigla.
No estaba dispuesto a los rigores que suponía una lucha de esas características. No iba a jugarse ser identificado, cacheado o quizás apaleado. No iba a ser que se enterasen en el PNV de su pueblo y empezasen a mirarle mal. Estaba además en juego su trabajo, quizás conseguido gracias a un dedo que salía del batzoki.
Un estomago agradecido es un estomago agradecido. No se la juega por nada ni por nadie.
La estrategia fracasó estrepitosamente y nunca se logró que nadie significativo ni de la base se saliese ni un renglón de la línea oficial del PNV. El partido es mucho partido.
Casi treinta años después estamos viendo la aparición de otra generación de críticos. Estos más cercanos. Incluso conocidos. La guerra es la guerra y una de las cosas que tiene es que te obliga a posicionarte. A dar la cara.
No vamos a explicar cuál es la posición de Podemos, Izquierda Unida etc., sobre la actual guerra de Ucrania. Ni vamos a perder tiempo en explicar cuáles son las autenticas causas, que no son otras que la agresiva expansión de la banda criminal OTAN, que si fuese por ella instalaría misiles nucleares a las puertas de Moscú. Ocurre que Rusia ha dicho que hasta aquí hemos llegado y ha delimitado sus líneas rojas por las que no está dispuesta a ceder.
La guerra es la guerra y entre otras cosas te obliga a dar la cara por una u otra postura. No permite esas cómodas posturas ninis que relajan la conciencia mientras sigues cobrando tu sueldo de liberado.
Ya hemos comentado que el ser humano no es lo que dice sino lo que hace. En política más aán.
Ya sabemos cuál es la línea oficial de la actual izquierda abertzale. Idéntica a la de cualquier socialdemocracia europeísta. Como si la Unión Europea fuese una cosa y la OTAN otra.
Como si la Unión Europea fuese un grupo de países progresistas y democráticos que permitirán, así por las buenas y simplemente pasando por las urnas, que sus políticas neoliberales de derechas y dependientes de la OTAN se pudiesen cambiar y transformar en políticas socialdemócratas y de mas “rostro humano”.
Pues no. La UE es una organización de derechas que solo permite en su seno políticas de derechas (eso sí, permite que las hagan partidos que se declaran de izquierdas) y no se puede trasformar. Se debe denunciar y luchar contra ella.
Existen un buen montón de “críticos” en el seno de esta izquierda abertzale de hoy día que se están empeñando en darnos gato por liebre. Dicen defender a Donbass, llenan sus perfiles de Facebook de hoces y martillos y de vídeos con recordatorios a páginas heroicas del ejército rojo. Heroicas pero de hace muchos años.
Nos vienen a explicar que desde EH Bildu se pueden tener esas posturas y defender las ideas antiimperialistas. Se empeñan en lavar su conciencia con fotos de Stalin o de la URSS...de mil cosas. Ellos sabrán, porque lo que realmente cuenta no es lo que ellos dicen.
Lo que realmente cuenta es un diputado como Iñarritu de EH Bildu paseándose por Bilbao defendiendo al estado neonazi de Ucrania. O sus posturas sobre Israel pidiendo que no se haga boicot al estado nazi-sionista.
Lo que realmente cuenta son las posturas oficiales de EH Bildu que son las mismas de Podemos, IU o el PSOE….Rusia es culpable. ¿Críticas al imperialismo? Ni una.
Lo que realmente cuenta es ver a esta izquierda postmoderna, socialdemócrata….haciendo el paseíllo a la ultra derecha para que algún día pueda gobernar. Ya sabemos que allí donde no hay izquierda combativa tarde o temprano su lugar lo ocupa la derecha.
Y lo que realmente cuenta no es darse golpes de pecho en redes sociales y presentarte como un crítico. Lo que realmente cuenta es dar un portazo y abandonar grupos que ni son revolucionarios ni se les espera en ese campo. Lo que realmente cuenta es dar un portazo a la socialdemocracia y no tratar de engañar en redes.
Lo que realmente cuenta no es lo que decimos sino lo que hacemos.
Curiosa fauna la de los críticos.
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