
600 MILLONES DE PTAS. PAGÓ EL GOBIERNO PARA OCULTAR A LOS ESPAÑOLES LOS "TRAJINES PUTEROS" DEL REY
Parte de lo que los "polvos reales" le costaron a los españoles. El coronel Martínez Inglés, ex miembro de la Inteligencia militar, llegó a contabilizar otros 4.786 "contactos"
¿Cuántos millones está dispuesto a gastar un gobierno para proteger la imagen de su monarca? En los años 90, el ejecutivo español lo hizo. Los pagos a Bárbara Rey, destinados a ocultar las francachelas puteras del Monarca, revelan hasta dónde puede llegar el poder para evitar quedar en pelotas ante la sociedad. ¿Por qué nunca se logró destruir el material? ¿Quién estuvo detrás de estos pagos secretos?
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL.ORG
En los años 90, España fue testigo de un escándalo que involucró a la Casa Real y a la actriz Bárbara Rey. El "romance" entre el rey emérito Juan Carlos I y Bárbara Rey no solo no capturó la despistada atención de los medios, sino que también desencadenó toda una serie de pagos secretos con el objetivo de evitar que detalles comprometidos de la relación pudieran salir a la luz en la prensa foránea.
Estos pagos, que ascendieron a la friolera de 600 millones de pesetas (alrededor de 3,5 millones de euros), fueron realizados a través de la Agencia de Inteligencia española, conocida en ese entonces como Cesid, ante la amenaza de la actriz de revelar grabaciones y fotografías que podrían comprometer al monarca.
"Los mal llamados" Servicios de
Inteligencia" organizaron la
entrega de sumas millonarias
para silenciar a Bárbara Rey"
El Cesid organizó la entrega de estas enormes sumas de dinero en efectivo, transportadas en bolsas que contenían hasta 50 millones de pesetas cada una. Estas transacciones se realizaron durante años, entre 1994 y 1997, según se ha revelado en documentos y testimonios clave. La presión para que el contenido de la relación entre Barbara Rey y el monarca no saliera a la luz fue tan grande que incluso se enchufó a la vedette en un programa de televisión estatal como parte del acuerdo.
El contexto en que se desarrolló este chantaje incluye las notas detalladas del teniente general Emilio Alonso Manglano, quien dirigió el Cesid durante la mayor parte de este periodo.
Estas notas, publicadas en el libro El jefe de los espías, respaldan la existencia de los pagos, así como el testimonio de Ángel Cristo, hijo de la actriz, y del primer director del CNI, Alberto Saiz, quien más tarde reconoció la existencia de estos acuerdos y afirmó haberlos detenido al asumir su cargo.
Pese a que el objetivo de estos pagos era evitar que Bárbara Rey se fuera de la lengua e impedir que sus conversaciones de alcoba pudieran ser publicadas en el exterior , las autoridades nunca lograron destruir por completo las pruebas de la relación.
A lo largo de los años, diversas copias de los documentos permanecieron en circulación, y recientemente parte del contenido ha salido a la luz, reviviendo la controversia. Según fuentes cercanas, los agentes del Cesid siempre sospecharon que existían múltiples copias del material, lo que complicó cualquier intento de eliminarlo por completo.
"El monarca putero,
consciente
del peligro que le amenazaba,
confesó el chantaje al director
del Cesid en 1994"
En el corazón de este escándalo estaba la preocupación de que la relación entre el hoy rey emérito y la actriz se hiciera pública .
Por su parte, el monarca putero, consciente del peligro que le amenazaba, confesó el chantaje al director del Cesid en 1994. Desde ese momento, se pusieron en marcha los pagos, incluyendo transferencias realizadas por Manuel Prado y Colón de Carvajal, el cortesano administrador de la fortuna privada del rey emérito.
Estos desembolsos formaron parte de un plan de diez años, en el que Bárbara Rey recibiría 100 millones de pesetas como pago inicial y posteriormente 50 millones más al año, fraccionados en mensualidades.
El impacto de estos pagos secretos parece haber resonado como un trueno en las esferas institucionales de España. Ya tardíamente, en el 2021, varias formaciones políticas solicitaron explicaciones sobre el uso de fondos públicos en este caso, exigiendo una comparecencia de Bárbara Rey en el Senado. Sin embargo, ni que decir tiene que la petición fue rápidamente bloqueada por los principales partidos políticos tapón, - PP y PSOE-, lo que dejó muchas interrogantes sin respuesta. Desde entonces, esas preguntas y otras mucho más graves, continúan siendo consideradas, de facto, como secretos de Estado.
"Según escribió el coronel de la
Inteligencia militar, Amadeo
Martínez Inglés, el número
exacto que él mismo había
logrado documentar, fue el de
4.786 amantes"
No obstante, la cifra dedicada por el monarca a sus "escarceos" prostibularios ha debido ser considerablemente mayor. Hace algunos años, el coronel Amadeo Martínez Inglés publicó un artículo en este mismo digital de Canarias Semanal y, posteriormente, un libro titulado "Juan Carlos I. El rey de las cinco mil amantes".
En ambas publicaciones, el militar afirmaba que el ex monarca tuvo encuentros sexuales con casi 5.000 mujeres a lo largo de su vida.
Según el coronel Martínez Inglés, que llegó a ser procesado y condenado por la Audiencia Nacional por un artículo publicado en este mismo digital en que describía las "andanzas" del monarca, manifestando que número exacto que él mismo había logrado documentar había sido el de 4.786 amantes, una cifra que él luego redondeó en 5.000 en el título de su libro.
Este dato fue recopilado a lo largo de años en su trabajo dentro de los altos mandos de la Inteligencia Militar española donde estuvo destinado como militar, en el que tuvo acceso a documentos confidenciales y testimonios que revelaban la vida privada del rey.
Fuentes:
- "Juan Carlos I. El rey de las cinco mil amantes". Por el coronel Amadeo Martínez Inglés. Amazon. Version Kindle: 2 euros. Editorial Agapea, 17 euros, edición en papel
- Prensa, Radio y TV en programas dedicado a la documentación dada a conocer hace unos dias por el hijo de Barbara Rey
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL.ORG
En los años 90, España fue testigo de un escándalo que involucró a la Casa Real y a la actriz Bárbara Rey. El "romance" entre el rey emérito Juan Carlos I y Bárbara Rey no solo no capturó la despistada atención de los medios, sino que también desencadenó toda una serie de pagos secretos con el objetivo de evitar que detalles comprometidos de la relación pudieran salir a la luz en la prensa foránea.
Estos pagos, que ascendieron a la friolera de 600 millones de pesetas (alrededor de 3,5 millones de euros), fueron realizados a través de la Agencia de Inteligencia española, conocida en ese entonces como Cesid, ante la amenaza de la actriz de revelar grabaciones y fotografías que podrían comprometer al monarca.
"Los mal llamados" Servicios de
Inteligencia" organizaron la
entrega de sumas millonarias
para silenciar a Bárbara Rey"
El Cesid organizó la entrega de estas enormes sumas de dinero en efectivo, transportadas en bolsas que contenían hasta 50 millones de pesetas cada una. Estas transacciones se realizaron durante años, entre 1994 y 1997, según se ha revelado en documentos y testimonios clave. La presión para que el contenido de la relación entre Barbara Rey y el monarca no saliera a la luz fue tan grande que incluso se enchufó a la vedette en un programa de televisión estatal como parte del acuerdo.
El contexto en que se desarrolló este chantaje incluye las notas detalladas del teniente general Emilio Alonso Manglano, quien dirigió el Cesid durante la mayor parte de este periodo.
Estas notas, publicadas en el libro El jefe de los espías, respaldan la existencia de los pagos, así como el testimonio de Ángel Cristo, hijo de la actriz, y del primer director del CNI, Alberto Saiz, quien más tarde reconoció la existencia de estos acuerdos y afirmó haberlos detenido al asumir su cargo.
Pese a que el objetivo de estos pagos era evitar que Bárbara Rey se fuera de la lengua e impedir que sus conversaciones de alcoba pudieran ser publicadas en el exterior , las autoridades nunca lograron destruir por completo las pruebas de la relación.
A lo largo de los años, diversas copias de los documentos permanecieron en circulación, y recientemente parte del contenido ha salido a la luz, reviviendo la controversia. Según fuentes cercanas, los agentes del Cesid siempre sospecharon que existían múltiples copias del material, lo que complicó cualquier intento de eliminarlo por completo.
"El monarca putero,
consciente
del peligro que le amenazaba,
confesó el chantaje al director
del Cesid en 1994"
En el corazón de este escándalo estaba la preocupación de que la relación entre el hoy rey emérito y la actriz se hiciera pública .
Por su parte, el monarca putero, consciente del peligro que le amenazaba, confesó el chantaje al director del Cesid en 1994. Desde ese momento, se pusieron en marcha los pagos, incluyendo transferencias realizadas por Manuel Prado y Colón de Carvajal, el cortesano administrador de la fortuna privada del rey emérito.
Estos desembolsos formaron parte de un plan de diez años, en el que Bárbara Rey recibiría 100 millones de pesetas como pago inicial y posteriormente 50 millones más al año, fraccionados en mensualidades.
El impacto de estos pagos secretos parece haber resonado como un trueno en las esferas institucionales de España. Ya tardíamente, en el 2021, varias formaciones políticas solicitaron explicaciones sobre el uso de fondos públicos en este caso, exigiendo una comparecencia de Bárbara Rey en el Senado. Sin embargo, ni que decir tiene que la petición fue rápidamente bloqueada por los principales partidos políticos tapón, - PP y PSOE-, lo que dejó muchas interrogantes sin respuesta. Desde entonces, esas preguntas y otras mucho más graves, continúan siendo consideradas, de facto, como secretos de Estado.
"Según escribió el coronel de la
Inteligencia militar, Amadeo
Martínez Inglés, el número
exacto que él mismo había
logrado documentar, fue el de
4.786 amantes"
No obstante, la cifra dedicada por el monarca a sus "escarceos" prostibularios ha debido ser considerablemente mayor. Hace algunos años, el coronel Amadeo Martínez Inglés publicó un artículo en este mismo digital de Canarias Semanal y, posteriormente, un libro titulado "Juan Carlos I. El rey de las cinco mil amantes".
En ambas publicaciones, el militar afirmaba que el ex monarca tuvo encuentros sexuales con casi 5.000 mujeres a lo largo de su vida.
Según el coronel Martínez Inglés, que llegó a ser procesado y condenado por la Audiencia Nacional por un artículo publicado en este mismo digital en que describía las "andanzas" del monarca, manifestando que número exacto que él mismo había logrado documentar había sido el de 4.786 amantes, una cifra que él luego redondeó en 5.000 en el título de su libro.
Este dato fue recopilado a lo largo de años en su trabajo dentro de los altos mandos de la Inteligencia Militar española donde estuvo destinado como militar, en el que tuvo acceso a documentos confidenciales y testimonios que revelaban la vida privada del rey.
Fuentes:
- "Juan Carlos I. El rey de las cinco mil amantes". Por el coronel Amadeo Martínez Inglés. Amazon. Version Kindle: 2 euros. Editorial Agapea, 17 euros, edición en papel
- Prensa, Radio y TV en programas dedicado a la documentación dada a conocer hace unos dias por el hijo de Barbara Rey
Chorche | Miércoles, 09 de Octubre de 2024 a las 21:35:41 horas
Y PABLO HASEL, mientras tanto, en la prisión de Ponent de Lleida, enfermo y privado de libertad por denunciar la corrupción de los Borbones.
Ni toda la mierda que se va sabiendo de esa familia es suficiente motivo para que lo pongan en libertad.
NO NOS OLVIDAMOS DE TI, PABLO.
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