ENTREVISTA A S. RODRÍGUEZ GELFENSTEIN: ¿CÓMO SE FABRICA UNA GUERRA?
¿Vientos de guerra nuevamente en Europa?
El experto relaciones internacionales Sergio Rodríguez Gelfenstein, mantiene que la supuesta situación conflictiva que vive actualmente Ucrania, no es más que una pura ficción, un bluff creado por Joe Biden y Boris Johnson con dos propósitos fundamentales. Rodríguez Gelfenstein razona con sólidos datos su arriesgada hipótesis.
Sergio Rodríguez Gelfenstein es un conocido analista internacional venezolano, graduado en Relaciones Internacionales de la Universidad Central de Venezuela, Magíster en Relaciones Internacionales de la misma casa de estudios, asesor de Telesur en Asuntos nternacionales, embajador de Venezuela en Nicaragua.
Ha sido, asimismo, profesor de la Universidad Central de Venezuela y de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas. Es, por otra parte autor de numerosos artículos en revistas internacionales, y de libros con títulos tales como "¿Y cuando Fidel no esté?", "Plan Colombia", "Globalización e intereses hegemónicos de EEUU en América Latina", etc.
Hace unas pocas fechas, Sergio Rodríguez publicó un interesante y extenso artículo en la revista "América Latina en movimiento". Con objeto de facilitar su lectura, la Redacción de Canarias Semanal se ha tomado la libertad de transformar ese extenso trabajo en una abreviada entrevista, manteniendo íntegramente lo esencial tanto del contenido del mismo como de su expresión formal.
ENTREVISTA
- Usted ha mantenido que la situación conflictiva que parece estarse desarrollando actualmente en Ucrania es una ficción, que no es real, que es tan sólo una expresión de las circunstancias catastróficas por las que atraviesan las biografías políticas de dos conocidos mandatarios occidentales: Joe Biden y Boris Johnson. ¿No le parece a usted arriesgada una afirmación de ese calibre?
¿Quién puede poner en duda a estas alturas que el artificial conflicto de Rusia y Ucrania está respondiendo a esa lógica?, sobre todo ante el proverbial y acelerado fracaso de las Administraciones de Joe Biden, en Estados Unidos, y Boris Johnson en Gran Bretaña. La popularidad de Biden es una de las más bajas de cualquier presidente estadounidense al finalizar su primer año de gobierno.
-¿Está usted convencido, entonces, de que se trata de una operación para hacer crecer la popularidad perdida de Biden?
Mire. Según un artículo publicado por el diario Los Angeles Times el pasado 20 de enero que cita un sondeo de Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research, solo un 43% de los consultados aprueba la gestión del presidente. Así mismo, apenas el 28% quieren que Biden se presente a la reelección en 2024, incluidos el 48% de los demócratas. En materia económica, la situación es peor toda vez que escasamente un 37% ve con buenos ojos la gestión del presidente. Debe considerarse que la inflación de 2021 fue la más alta en 40 años.
Tampoco la percepción de los estadounidenses es mejor en lo que al manejo de la pandemia se refiere. La rechaza el 55% de los ciudadanos de ese país. De la misma manera se considera que el gobierno ha sido totalmente ineficiente en la diligencia de la problemática migratoria y ni siquiera ha podido llevar adelante su plan de gastos en materia de infraestructura y mejoramiento de la economía. En general, la gente percibe que ha sido incapaz de construir consensos con los republicanos - lo cual fue una gran bandera de su campaña-, y ni siquiera con algunos de los legisladores más conservadores de su Partido Demócrata. En ese marco, los ciudadanos se preguntan qué sentido tiene reelegir a Biden, lo que se visualiza como una prolongación de la crisis .
-Hay, sin embargo, otros políticos europeos que sintonizan con Biden en su supuesta convicción de que Rusia alberga el proyecto de invadir Ucrania…
Si, por supuesto. Ese es el caso del premier británico Boris Johnson quien, por cierto, también se está debatiendo en medio de una profunda crisis política motivada en la filtración de un correo electrónico, en el que el Secretario principal del primer ministro, Martin Reynolds, invitaba al personal del gobierno a una fiesta en pleno confinamiento.
Ello ha motivado que el líder del Partido Laborista, Keir Starmer haya solicitado la renuncia de Johnson, al mismo tiempo que las encuestas señalan que el 90% de los británicos consideran que debería retirarse.
-Entonces, todo este enorme bullicio en torno a una hipotética invasión de Ucrania por parte de los rusos está motivado realmente por un intento de rescate de la popularidad perdida por los mandatarios de dos grandes potencias …
Para quien tenga dudas acerca de cuáles son verdaderos objetivos que concurren en el desenvolvimiento de la llamada “crisis ucraniana” le bastaría con prestar atención a las palabras del propio Boris Johnson, quien tras una visita a Ucrania, después de pedir disculpas por haber asistido a la mencionada fiesta, apeló al sentimiento nacional, llamando a “ concentrar todos los esfuerzos en hacer frente a Rusia”. Todo ello, después que el diputado escocés Ian Blackford le instara a aceptar ser “investigado por la policía por violar sus propias leyes”. Por su parte la diputada Angela Rayner, número dos del Partido Laborista, dijo que Johnson “debía irse” de inmediato.
-De acuerdo, pero no me negará que todos estos "juegos de artificios" con los que se pretende simular nada menos que una invasión, suenan un tanto fantasiosos, conspiranoicos…
La cuestión está en que esa fantasía ha sido creada realmente por los propios inventores del bluff. Yo podría comprender, incluso, que algún lector incauto pudiera pensar que estoy elucubrando en torno a la situación en la frontera ruso-ucraniana, pero han sido las propias autoridades ucranianas las que se han encargado de dar a conocer lo que en realidad está ocurriendo allí. Y los datos que han proporcionado confirman que se trata de una auténtica fantasía.
Le daré un dato más que le permitirá corroborar lo que le estoy diciendo. El pasado 28 de enero el presidente ucraniano Vladímir Zelenski, alertó que en Occidente se está creando la impresión de que la guerra con Rusia es un hecho inminente, descartando rotundamente que eso se vaya a producir, al mismo tiempo que se lamentó porque el terror creado en torno a esta supuesta guerra en ciernes se está perjudicando a la economía nacional.
Fue el propio presidente Zelenski quien se autoformuló públicamente la pregunta: “¿Hay tanques en las calles?”. Él mismo se respondió que no era así, pero que "esa era impresión que se había creado en países como Reino Unido, Alemania, Francia y Lituania", países en los que sus medios de comunicación estaban transmitiendo falsas noticias acerca de la movilización de las fuerzas armadas y de la militarización de las ciudades, todo lo cual era falso. No obstante, se está generando una "situación de horror" que está provocando un grave daño económico a Ucrania a partir de lo que él mismo denominó como una "manifestación de histeria", que lo había obligado a conversar con mandatarios de otros países para aclarar que Ucrania está necesitada de estabilizar su economía, mientras que las noticias que se difunden apuntan en dirección contraria.
-La cuestión es que con operaciones simuladas de estas características no sólo son los líderes políticos ponen en peligro su propio prestigio personal, sino que también el deterioro afecta a sus países y a sus ciudadanos.
Fíjese. Cuando hace una fechas un diputado acusó a Boris Johnson de estar "arruinando la reputación del país", el premier británico respondió con este significativo párrafo que le transcribo:
“La reputación de nuestro país en el mundo se basa [...] en que somos capaces de unir a los aliados para oponernos a Vladímir Putin. Esto es en lo que se centra el mundo ahora mismo y en lo que me centro yo ahora mismo", dejando claro así cuál es el auténtico objetivo que contiene su "affair ucraniano".
El propio Johnson se esmeró a la hora de dejar claro quienes serían los que iban a morir en un eventual conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. Aseguró que:
"Lo mejor que podemos hacer es informar a los ciudadanos rusos de que los ucranianos lucharán hasta la última gota de sangre".
En síntesis, Boris Johnson decidió que los ucranianos deben morir para salvarlo a él y a Biden de la debacle.
- En definitiva, que usted está convencido de que el llamado "conflicto ucraniano" no pasa de ser sino una pura ficción.
Así es. El “conflicto” en Ucrania es una invención artificial de Estados Unidos y Gran Bretaña con la complicidad de las élites europeas, que está dirigido en el corto plazo a tratar de salvar a Biden y a Johnson de la debacle. Y en el nivel estrictamente estratégico, está intentando consolidar un dominio y una hegemonía anglosajona en el mundo, aunque ello pueda conducir a una nueva guerra en Europa, con las consabidas pérdidas millonarias de seres humanos y de bienes materiales, que Washington y Londres verán desde lejos para después… bastante después, inventarse un nuevo “desembarco en Normandía” que los consagre (Hollywood mediante) como “defensores de la humanidad”, aunque lo hagan sobre los cadáveres de millones de ciudadanos que hoy son impelidos de obtener gas a bajo precio, y después serán carne de cañón para que los vendedores de armas aprovechen para incrementar su ganancia y su lucro.
Aquellos de nuestros lectores que deseen conocer en su integridad el trabajo de Rodríguez Gelfenstein, pueden pinchar en este link
Sergio Rodríguez Gelfenstein es un conocido analista internacional venezolano, graduado en Relaciones Internacionales de la Universidad Central de Venezuela, Magíster en Relaciones Internacionales de la misma casa de estudios, asesor de Telesur en Asuntos nternacionales, embajador de Venezuela en Nicaragua.
Ha sido, asimismo, profesor de la Universidad Central de Venezuela y de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas. Es, por otra parte autor de numerosos artículos en revistas internacionales, y de libros con títulos tales como "¿Y cuando Fidel no esté?", "Plan Colombia", "Globalización e intereses hegemónicos de EEUU en América Latina", etc.
Hace unas pocas fechas, Sergio Rodríguez publicó un interesante y extenso artículo en la revista "América Latina en movimiento". Con objeto de facilitar su lectura, la Redacción de Canarias Semanal se ha tomado la libertad de transformar ese extenso trabajo en una abreviada entrevista, manteniendo íntegramente lo esencial tanto del contenido del mismo como de su expresión formal.
ENTREVISTA
- Usted ha mantenido que la situación conflictiva que parece estarse desarrollando actualmente en Ucrania es una ficción, que no es real, que es tan sólo una expresión de las circunstancias catastróficas por las que atraviesan las biografías políticas de dos conocidos mandatarios occidentales: Joe Biden y Boris Johnson. ¿No le parece a usted arriesgada una afirmación de ese calibre?
¿Quién puede poner en duda a estas alturas que el artificial conflicto de Rusia y Ucrania está respondiendo a esa lógica?, sobre todo ante el proverbial y acelerado fracaso de las Administraciones de Joe Biden, en Estados Unidos, y Boris Johnson en Gran Bretaña. La popularidad de Biden es una de las más bajas de cualquier presidente estadounidense al finalizar su primer año de gobierno.
-¿Está usted convencido, entonces, de que se trata de una operación para hacer crecer la popularidad perdida de Biden?
Mire. Según un artículo publicado por el diario Los Angeles Times el pasado 20 de enero que cita un sondeo de Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research, solo un 43% de los consultados aprueba la gestión del presidente. Así mismo, apenas el 28% quieren que Biden se presente a la reelección en 2024, incluidos el 48% de los demócratas. En materia económica, la situación es peor toda vez que escasamente un 37% ve con buenos ojos la gestión del presidente. Debe considerarse que la inflación de 2021 fue la más alta en 40 años.
Tampoco la percepción de los estadounidenses es mejor en lo que al manejo de la pandemia se refiere. La rechaza el 55% de los ciudadanos de ese país. De la misma manera se considera que el gobierno ha sido totalmente ineficiente en la diligencia de la problemática migratoria y ni siquiera ha podido llevar adelante su plan de gastos en materia de infraestructura y mejoramiento de la economía. En general, la gente percibe que ha sido incapaz de construir consensos con los republicanos - lo cual fue una gran bandera de su campaña-, y ni siquiera con algunos de los legisladores más conservadores de su Partido Demócrata. En ese marco, los ciudadanos se preguntan qué sentido tiene reelegir a Biden, lo que se visualiza como una prolongación de la crisis .
-Hay, sin embargo, otros políticos europeos que sintonizan con Biden en su supuesta convicción de que Rusia alberga el proyecto de invadir Ucrania…
Si, por supuesto. Ese es el caso del premier británico Boris Johnson quien, por cierto, también se está debatiendo en medio de una profunda crisis política motivada en la filtración de un correo electrónico, en el que el Secretario principal del primer ministro, Martin Reynolds, invitaba al personal del gobierno a una fiesta en pleno confinamiento.
Ello ha motivado que el líder del Partido Laborista, Keir Starmer haya solicitado la renuncia de Johnson, al mismo tiempo que las encuestas señalan que el 90% de los británicos consideran que debería retirarse.
-Entonces, todo este enorme bullicio en torno a una hipotética invasión de Ucrania por parte de los rusos está motivado realmente por un intento de rescate de la popularidad perdida por los mandatarios de dos grandes potencias …
Para quien tenga dudas acerca de cuáles son verdaderos objetivos que concurren en el desenvolvimiento de la llamada “crisis ucraniana” le bastaría con prestar atención a las palabras del propio Boris Johnson, quien tras una visita a Ucrania, después de pedir disculpas por haber asistido a la mencionada fiesta, apeló al sentimiento nacional, llamando a “ concentrar todos los esfuerzos en hacer frente a Rusia”. Todo ello, después que el diputado escocés Ian Blackford le instara a aceptar ser “investigado por la policía por violar sus propias leyes”. Por su parte la diputada Angela Rayner, número dos del Partido Laborista, dijo que Johnson “debía irse” de inmediato.
-De acuerdo, pero no me negará que todos estos "juegos de artificios" con los que se pretende simular nada menos que una invasión, suenan un tanto fantasiosos, conspiranoicos…
La cuestión está en que esa fantasía ha sido creada realmente por los propios inventores del bluff. Yo podría comprender, incluso, que algún lector incauto pudiera pensar que estoy elucubrando en torno a la situación en la frontera ruso-ucraniana, pero han sido las propias autoridades ucranianas las que se han encargado de dar a conocer lo que en realidad está ocurriendo allí. Y los datos que han proporcionado confirman que se trata de una auténtica fantasía.
Le daré un dato más que le permitirá corroborar lo que le estoy diciendo. El pasado 28 de enero el presidente ucraniano Vladímir Zelenski, alertó que en Occidente se está creando la impresión de que la guerra con Rusia es un hecho inminente, descartando rotundamente que eso se vaya a producir, al mismo tiempo que se lamentó porque el terror creado en torno a esta supuesta guerra en ciernes se está perjudicando a la economía nacional.
Fue el propio presidente Zelenski quien se autoformuló públicamente la pregunta: “¿Hay tanques en las calles?”. Él mismo se respondió que no era así, pero que "esa era impresión que se había creado en países como Reino Unido, Alemania, Francia y Lituania", países en los que sus medios de comunicación estaban transmitiendo falsas noticias acerca de la movilización de las fuerzas armadas y de la militarización de las ciudades, todo lo cual era falso. No obstante, se está generando una "situación de horror" que está provocando un grave daño económico a Ucrania a partir de lo que él mismo denominó como una "manifestación de histeria", que lo había obligado a conversar con mandatarios de otros países para aclarar que Ucrania está necesitada de estabilizar su economía, mientras que las noticias que se difunden apuntan en dirección contraria.
-La cuestión es que con operaciones simuladas de estas características no sólo son los líderes políticos ponen en peligro su propio prestigio personal, sino que también el deterioro afecta a sus países y a sus ciudadanos.
Fíjese. Cuando hace una fechas un diputado acusó a Boris Johnson de estar "arruinando la reputación del país", el premier británico respondió con este significativo párrafo que le transcribo:
“La reputación de nuestro país en el mundo se basa [...] en que somos capaces de unir a los aliados para oponernos a Vladímir Putin. Esto es en lo que se centra el mundo ahora mismo y en lo que me centro yo ahora mismo", dejando claro así cuál es el auténtico objetivo que contiene su "affair ucraniano".
El propio Johnson se esmeró a la hora de dejar claro quienes serían los que iban a morir en un eventual conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. Aseguró que:
"Lo mejor que podemos hacer es informar a los ciudadanos rusos de que los ucranianos lucharán hasta la última gota de sangre".
En síntesis, Boris Johnson decidió que los ucranianos deben morir para salvarlo a él y a Biden de la debacle.
- En definitiva, que usted está convencido de que el llamado "conflicto ucraniano" no pasa de ser sino una pura ficción.
Así es. El “conflicto” en Ucrania es una invención artificial de Estados Unidos y Gran Bretaña con la complicidad de las élites europeas, que está dirigido en el corto plazo a tratar de salvar a Biden y a Johnson de la debacle. Y en el nivel estrictamente estratégico, está intentando consolidar un dominio y una hegemonía anglosajona en el mundo, aunque ello pueda conducir a una nueva guerra en Europa, con las consabidas pérdidas millonarias de seres humanos y de bienes materiales, que Washington y Londres verán desde lejos para después… bastante después, inventarse un nuevo “desembarco en Normandía” que los consagre (Hollywood mediante) como “defensores de la humanidad”, aunque lo hagan sobre los cadáveres de millones de ciudadanos que hoy son impelidos de obtener gas a bajo precio, y después serán carne de cañón para que los vendedores de armas aprovechen para incrementar su ganancia y su lucro.
Aquellos de nuestros lectores que deseen conocer en su integridad el trabajo de Rodríguez Gelfenstein, pueden pinchar en este link































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