JEREMY CORBYN ASEGURA AHORA QUE LA CRISIS CLIMÁTICA ES "UN PROBLEMA DE CLASE"
¿Giro copernicano en el ala de izquierda del Partido Laborista Britanico?
En un artículo publicado la pasada semana en el magazine digital Jacobine, el defenestrado ex líder del laborismo británico ha asegurado que "el sistema político y económico en el que vivimos -escribe Corbyn- no produce el cambio climático por accidente sino por diseño, recompensando a los grandes contaminadores y extractores de recursos con superbeneficios". ¿Se ha radicalizado un sector de los laboristas británicos ?.
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
El que fuera líder de los laboristas británicos, Jeremy Corbyn, ahora desbancado por el sector más derechista de su propio Partido, escribió la pasada semana un artículo en el magazine digital "Jacobin" titulado "La crisis climática es un problema de clase".
Como sucede frecuentemente en los ámbitos de la izquierda socialdemócrata europea, sus partidos políticos mientras se encuentran en la oposición institucional, no sólo prometen a sus votantes el "oro y el moro", con objeto de difundir entre ellos la idea de que la socialdemocracia también se pronuncia por determinados "cambios radicales", sino que, incluso, llegan a formular análisis parcialmente correctos, aunque también deliberadamente incompletos.
Ofrecemos a nuestros lectores algunos párrafos seleccionados del artículo de Corbyn, que pueden ayudar el lector a una mayor comprensión de cuál es la hermenéutica socialdemócrata.
"El sistema político y económico en el que vivimos -escribe Corbyn- no produce el cambio climático por accidente sino por diseño, recompensando a los grandes contaminadores y extractores de recursos con superbeneficios.
Este es nuestro legado histórico. En el Reino Unido, las fortunas de la era imperial se hicieron a partir del petróleo de lugares como el Golfo Pérsico, donde Gran Bretaña patrocinó un golpe antidemocrático en la década de 1950 para preservar las ganancias de la Anglo-Iranian Oil Company. Más tarde, AIOC se convirtió en BP, que continúa bombeando cientos de millones de toneladas de carbono a la atmósfera en sitios desde el Golfo de México hasta el Caspio. Y gran parte del dinero fósil del mundo es manejado por instituciones financieras de la City de Londres que se especializan en administrar las ganancias del petróleo .
Más adelante, el ex líder laborista intenta formular un pronóstico sobre lo que sucederá de no ponérsele "remedio" a las situaciones que denuncia.
"En todo el mundo, -escribe en su artículo Jeremy Corbyn- los gobiernos continúan actuando en nombre de estas redes fósiles, incluso cuando afirman estar tomando medidas climáticas. Boris Johnson incluso ha copiado el lenguaje de la Revolución Industrial Verde que desarrollamos en el Partido Laborista. Pero ha copiado solo las palabras, no las acciones. En junio, el Comité de Cambio Climático del Reino Unido demostró que en su curso actual el gobierno no alcanzará ni siquiera sus propios objetivos lamentablemente insuficientes .
El Primero de Mayo de 2019, como líder de la Oposición, presenté con éxito una declaración parlamentaria para que Gran Bretaña declarara una emergencia climática , convirtiendo al nuestro en el primer parlamento del mundo en hacerlo. Estaba, y sigo estando, decidido a que el Partido Laborista y nuestro movimiento deben tomarse muy en serio la crisis climática y ambiental.
Si este sistema -[Corbyn no se refiere aquí al sistema económico capitalista, sino el sistema productivo.- la nota es nuestra] no se desafía, podemos esperar un rápido aumento de las inundaciones, sequías e incendios forestales que han arrasado Australia, Siberia, Columbia Británica, África Oriental, California y gran parte de Europa durante el último año. Las intensas tormentas de lluvia han aumentado en dos quintos este siglo. Las más intensas han sido tres cuartas partes más fuertes de lo que eran en la década de 1950, y los huracanes que ocurren una vez en una época son ahora comunes.
Pero no solo debemos preocuparnos por las consecuencias físicas de estos eventos; también son los políticos. En Grecia, la austeridad , la desregulación y el descuido de los servicios de bomberos han magnificado el impacto de los horrendos incendios en Evia. En Texas, a principios de este año, el estado permitió que las empresas de energía subieran los precios de la energía de emergencia, dejando a las personas con deudas impagables".
Llegados a este punto, quien en su día fuera una de las grandes "esperanzas blancas europeas" de las formaciones políticas españolas Podemos e Izquierda Unida, como ya lo había sido con anterioridad el griego Alexis Tsipras, se pregunta ahora si ante la situación que vivimos en este planeta podremos o no detener "esto".
El artículo de Jeremy Corbyn concluye indicando algunas "herramientas" y recetas con las que, según él, se podría operar para que se produzcan "los cambios", unos "cambios" que un malévola ambigüedad no nos descubren cuáles deberían ser el alcance y la profundidad. En cualquier caso, siempre habrá tiempo para que cuando los votos los hayan colocado en el Gobierno, se atrevan a descubrir a sus ilusionados votantes la epidérmica superficialidad que los caracterizan.
"Pero todavía - asegura con firmeza Corbyn- tenemos el poder de cambiarlo.
¿Cómo? El mismo líder laborista se encarga de indicarnos algunas vías para ello en su artículo:
En 2019, los escolares en huelga por la acción climática capturaron la imaginación y la atención de personas de todo el mundo de la noche a la mañana. Si ellos pueden hacerlo, nosotros tambien. Nuestra respuesta al “código rojo” climático debe ser trabajar en nuestras comunidades, en la política, en las escuelas y universidades, en nuestros lugares de trabajo y con nuestros sindicatos para exigir y ganar un planeta habitable, y un sistema que ponga la vida y el bienestar humanos en primer lugar".
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
El que fuera líder de los laboristas británicos, Jeremy Corbyn, ahora desbancado por el sector más derechista de su propio Partido, escribió la pasada semana un artículo en el magazine digital "Jacobin" titulado "La crisis climática es un problema de clase".
Como sucede frecuentemente en los ámbitos de la izquierda socialdemócrata europea, sus partidos políticos mientras se encuentran en la oposición institucional, no sólo prometen a sus votantes el "oro y el moro", con objeto de difundir entre ellos la idea de que la socialdemocracia también se pronuncia por determinados "cambios radicales", sino que, incluso, llegan a formular análisis parcialmente correctos, aunque también deliberadamente incompletos.
Ofrecemos a nuestros lectores algunos párrafos seleccionados del artículo de Corbyn, que pueden ayudar el lector a una mayor comprensión de cuál es la hermenéutica socialdemócrata.
"El sistema político y económico en el que vivimos -escribe Corbyn- no produce el cambio climático por accidente sino por diseño, recompensando a los grandes contaminadores y extractores de recursos con superbeneficios.
Este es nuestro legado histórico. En el Reino Unido, las fortunas de la era imperial se hicieron a partir del petróleo de lugares como el Golfo Pérsico, donde Gran Bretaña patrocinó un golpe antidemocrático en la década de 1950 para preservar las ganancias de la Anglo-Iranian Oil Company. Más tarde, AIOC se convirtió en BP, que continúa bombeando cientos de millones de toneladas de carbono a la atmósfera en sitios desde el Golfo de México hasta el Caspio. Y gran parte del dinero fósil del mundo es manejado por instituciones financieras de la City de Londres que se especializan en administrar las ganancias del petróleo .
Más adelante, el ex líder laborista intenta formular un pronóstico sobre lo que sucederá de no ponérsele "remedio" a las situaciones que denuncia.
"En todo el mundo, -escribe en su artículo Jeremy Corbyn- los gobiernos continúan actuando en nombre de estas redes fósiles, incluso cuando afirman estar tomando medidas climáticas. Boris Johnson incluso ha copiado el lenguaje de la Revolución Industrial Verde que desarrollamos en el Partido Laborista. Pero ha copiado solo las palabras, no las acciones. En junio, el Comité de Cambio Climático del Reino Unido demostró que en su curso actual el gobierno no alcanzará ni siquiera sus propios objetivos lamentablemente insuficientes .
El Primero de Mayo de 2019, como líder de la Oposición, presenté con éxito una declaración parlamentaria para que Gran Bretaña declarara una emergencia climática , convirtiendo al nuestro en el primer parlamento del mundo en hacerlo. Estaba, y sigo estando, decidido a que el Partido Laborista y nuestro movimiento deben tomarse muy en serio la crisis climática y ambiental.
Si este sistema -[Corbyn no se refiere aquí al sistema económico capitalista, sino el sistema productivo.- la nota es nuestra] no se desafía, podemos esperar un rápido aumento de las inundaciones, sequías e incendios forestales que han arrasado Australia, Siberia, Columbia Británica, África Oriental, California y gran parte de Europa durante el último año. Las intensas tormentas de lluvia han aumentado en dos quintos este siglo. Las más intensas han sido tres cuartas partes más fuertes de lo que eran en la década de 1950, y los huracanes que ocurren una vez en una época son ahora comunes.
Pero no solo debemos preocuparnos por las consecuencias físicas de estos eventos; también son los políticos. En Grecia, la austeridad , la desregulación y el descuido de los servicios de bomberos han magnificado el impacto de los horrendos incendios en Evia. En Texas, a principios de este año, el estado permitió que las empresas de energía subieran los precios de la energía de emergencia, dejando a las personas con deudas impagables".
Llegados a este punto, quien en su día fuera una de las grandes "esperanzas blancas europeas" de las formaciones políticas españolas Podemos e Izquierda Unida, como ya lo había sido con anterioridad el griego Alexis Tsipras, se pregunta ahora si ante la situación que vivimos en este planeta podremos o no detener "esto".
El artículo de Jeremy Corbyn concluye indicando algunas "herramientas" y recetas con las que, según él, se podría operar para que se produzcan "los cambios", unos "cambios" que un malévola ambigüedad no nos descubren cuáles deberían ser el alcance y la profundidad. En cualquier caso, siempre habrá tiempo para que cuando los votos los hayan colocado en el Gobierno, se atrevan a descubrir a sus ilusionados votantes la epidérmica superficialidad que los caracterizan.
"Pero todavía - asegura con firmeza Corbyn- tenemos el poder de cambiarlo.
¿Cómo? El mismo líder laborista se encarga de indicarnos algunas vías para ello en su artículo:
En 2019, los escolares en huelga por la acción climática capturaron la imaginación y la atención de personas de todo el mundo de la noche a la mañana. Si ellos pueden hacerlo, nosotros tambien. Nuestra respuesta al “código rojo” climático debe ser trabajar en nuestras comunidades, en la política, en las escuelas y universidades, en nuestros lugares de trabajo y con nuestros sindicatos para exigir y ganar un planeta habitable, y un sistema que ponga la vida y el bienestar humanos en primer lugar".






























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