
EL GOBIERNO RESPONDE A LOS HUELGUISTAS GADITANOS: DE LOS CONSEJOS DE ENRIQUE SANTIAGO A LAS TANQUETAS POLICIALES (VÍDEO)
El secretario general del PCE pide a los trabajadores "que tengan confianza en su gobierno"
Tremenda indignación ha provocado entre los trabajadores del metal de Cádiz, que actualmente se encuentran movilizados y en huelga en defensa del mantenimiento de sus salarios reales, las declaraciones realizadas por el Secretario de Estado, Enrique Santiago, en las que el también Secretario General del PCE, les instaba a cejar en sus reivindicaciones, y a "confiar en el gobierno" y unos supuestos planes para "reindustrializar" la región (....).
Por EUGENIO FERNÁNDEZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
El pasado 16 de noviembre, los trabajadores del metal de Cádiz iniciaban una huelga indefinida, en respuesta la negativa de la Patronal de responder a reivindicaciones laborales tan básicas como la de concederles un incremento salarial que les permita mantener su actual poder adquisitivo, ante el histórico incremento de los precios en todo el Estado.
Participan en el paro los asalariados de las cientos de pequeñas y medianas empresas que trabajan para las grandes factorías como Navantia o Airbus. Gigantes que se benefician de contratos multimillonarios y se beneficiarán de los Fondos Europeos y que , sin embargo, aseguran que el incremento salarial que solicitan los asalariados -acorde con la subida del coste de la vida, que sólo en octubre registró un incremento del IPC del 5,4% es "inasumible dada la situación financiera que atraviesa el sector".
El convenio colectivo del sector caducó en diciembre y, desde ese momento, los trabajadores se han quedado sin un paraguas laboral.
"Estamos ganando más o menos 1.200 euros. Por muchas cuentas que hagas, no llegas", explicaba uno de los trabajadores que protestaba en Cádiz.
Ante la imperiosa necesidad de que no continúen disminuyendo sus salarios reales, con los que ya les resulta difícil satisfacer las necesidades básicas de sus familias, los trabajadores se muestran decididos a continuar con su huelga, les cueste lo que les cueste. Y es que, más allá de la reivindicación de un mejor convenio colectivo y de una subida salarial acorde al aumento del coste de la vida, los trabajadores se movilizan también contra la precariedad general y los altos índices de eventualidad que vienen sufriendo históricamente.
EL CONSEJO-RECOMENDACIÓN DEL "COMPAÑERO ENRIQUE SANTIAGO"
No resulta extraño, pues, que hayan recibido con furibunda indignación las declaraciones efectuada por el Secretario General del PCE y tambien Secretario de Estado, Enrique Santiago, quien este mismo lunes les instaba a la desmovilización pidiéndoles, nada más y nada menos, que “confíen en el trabajo que está haciendo su Gobierno”.
![[Img #69565]](https://canarias-semanal.org/upload/images/11_2021/6240_-santiago.jpg)
Santiago aseguró, en este sentido, que aunque:
“la economía no está intervenida por el Estado y depende de las decisiones de empresas privadas...” “el gobierno está haciendo para potenciar la reindustrialización” y, para eludir toda la responsabilidad de su ejecutivo en la situación que viven estos trabajadores aludió a la "herencia recibida" del Partido Popular.
Y es que, según este dirigente supuestamente "comunista", las críticas y las luchas obreras, cuando se realizan con un "gobierno progresista" sólo sirven para que "la derecha siga desgastando el gobierno".
LA DESINDUSTRIALIZACIÓN INICIADA CON EL GOBIERNO "SOCIALISTA" DE FELIPE GONZÁLEZ: EL PROYECTO DE LA UNIÓN EUROPEA
Los trabajadores gaditanos en huelga, sin embargo, mantienen viva la memoria reciente como para confiar en la promesa de "reindustrialización" efectuada por Enrique Santiago, en nombre del autoproclamado "Gobierno más progresista" de la Historia.
Y es que los "malos tiempos" para el sector del metal
gaditano se remontan al menos hasta los años 80, cuando la mal llamada "reconversión industrial" dirigida por el ministro Carlos Solchaga, durante el primer mandato de Felipe González, destruyó de una tacada 7.500 puestos de trabajo, 5.500 de ellos de las plantillas de las cinco grandes factorías que dependían del INI (Instituto Nacional de Industria) y que eran Astilleros de Cádiz, Construcciones Aeronáuticas, Bazán y San Carlos.
Esta "reconversión" fue respondida por la movilización obrera y dio lugar a la multitudinaria manifestación del 24 de febrero de 1984, que congregó a más de 40.000 personas en la capital gaditana en contra de un desmantelamiento que demolió gran parte de la economía de esa provincia, multiplicando sus índices de pobreza y exclusión social.
La sentencia atribuida a Carlos Solchaga de que “la mejor política industrial es la que no existe” ocultaba, en realidad, las exigencias que se había comprometido a aceptar el Gobierno de González a cambio de integrarse en la Comunidad Económica Europea: desmantelar buena parte de la industria del país en beneficio de la industria de las potencias impulsoras de este proyecto, como Alemania, convirtiendo a España en una nación de “Servicios” - el "patio de recreo" de los ciudadanos del norte de Europa - plenamente dependiente de una actividad tan frágil, y generadora de empleos precarios, como es el Turismo.
Como no podía ser de otra manera, esta "integración" en la división capitalista internacional del trabajo, con la "deslocalización" de empresas hacia países con salarios más bajos propia de su fase neoliberal, ha seguido empeorando desde entonces las condiciones del sector.
En junio de 1995, la empresa pública Astilleros presentaba otro proyecto de "reconversión" para el sector naval, bautizado con el pomposo nombre de Plan Estratégico de Competitividad. La "competitividad" consistía, concretamente, en despedir a 5.200 trabajadores, cerrar las factorías de Cádiz y Sevilla, y privatizar también las de Gijón, Vigo y Cantabria. Se pretendía igualmente derogar los convenios colectivos en todos los centros.
El último Gobierno de Felipe González, con Pedro Solbes en Economía y Hacienda, y Juan Manuel Eguiagaray en Industria, defendía esta reconversión, como "necesaria" para acceder a las "ayudas de la Unión Europea".
![[Img #69563]](https://canarias-semanal.org/upload/images/11_2021/5906_unnamedt.jpg)
En Cádiz, unas cien mil personas, según los titulares de prensa de la época, volvieron a salir a las calles para defender sus empleos, en una provincia que en aquel año registró una tasa de paro del 42%.
En el 2007, durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, el cierre de la planta de fabricación de componentes para la automoción Delphi dejó en la calle a más de 1.600 personas, y en la estacada a al menos otras 1.300 de la industria auxiliar. Miles de gaditanos volvieron a movilizarse para exigir la continuidad de la producción, regresaron las manifestaciones y los cortes de carretera.
Por esa época también la industria del metal, la auxiliar, sufrió una huelga de 16 días en defensa de un convenio colectivo para el sector, la misma razón que ha motivado ahora el actual paro indefinido. Más recientemente, llegó el aviso de cierre de la planta de Airbus en Puerto Real, con más de 400 empleados, que el pasado mes de mayo provocó una larga acampada de protesta a las puertas de la fábrica de estabilizadores y timones de colas de aviones, cuya carga de trabajo se pretende trasladar ahora a las plantas de Cádiz y El Puerto de Santa María.
Se trata, en definitiva, de una larguísima historia de lucha de clases que ha enseñado a los trabajadores gaditanos que sólo a través de su organización y movilización pueden aspirar a paliar los efectos de un proceso que, a la postre, forma parte de la lógica esencial del actual sistema económico y el proyecto de la Unión Europea defendido por el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos, y su Secretario de Estado para la Agenda 2030, Enrique Santiago.
TANQUETAS PARA REPRIMIR A LOS TRABAJADORES
![[Img #69564]](https://canarias-semanal.org/upload/images/11_2021/9796_cadisdost.jpg)
Pero la indignación por la "recomendación" de "confiar en el gobierno" efectuada por Santiago a los huelguistas ha sido aún mayor en Cádiz, porque ésta ha coincidido con la decisión del Gobierno con el que su organización política está coaligado, de hacer uso de tanquetas en el dispositivo policial destinado a la represión de los trabajadores movilizados.
Cádiz amaneció este lunes, un día más, con piquetes de huelga, barricadas y cargas policiales contra los trabajadores, como viene sucediendo hace ya una semana.
Según contaba Radio Cádiz este mismo lunes,
“un vehículo blindado de la UIP de la Policía Nacional accedió a la calle donde se atrincheraban los piquetes, que habían varios contenedores bloqueándole el paso mientras le tiran piedras. Los agentes responden con lanzamiento de pelotas de goma.”
La represión continuó poco después en una zona residencial, cuando los trabajadores intentaron resguardarse de las cargas policiales.
Desde primeras horas de la mañana, también hicieron aparición tanquetas policiales que vanamente intentaron desmovilizar a los huelguistas rompiendo sus piquetes. Ni más ni menos que lo que el dirigente supuestamente "comunista", pretendió hacer a través de sus consejos.
VÍDEOS:
Por EUGENIO FERNÁNDEZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
El pasado 16 de noviembre, los trabajadores del metal de Cádiz iniciaban una huelga indefinida, en respuesta la negativa de la Patronal de responder a reivindicaciones laborales tan básicas como la de concederles un incremento salarial que les permita mantener su actual poder adquisitivo, ante el histórico incremento de los precios en todo el Estado.
Participan en el paro los asalariados de las cientos de pequeñas y medianas empresas que trabajan para las grandes factorías como Navantia o Airbus. Gigantes que se benefician de contratos multimillonarios y se beneficiarán de los Fondos Europeos y que , sin embargo, aseguran que el incremento salarial que solicitan los asalariados -acorde con la subida del coste de la vida, que sólo en octubre registró un incremento del IPC del 5,4% es "inasumible dada la situación financiera que atraviesa el sector".
El convenio colectivo del sector caducó en diciembre y, desde ese momento, los trabajadores se han quedado sin un paraguas laboral.
"Estamos ganando más o menos 1.200 euros. Por muchas cuentas que hagas, no llegas", explicaba uno de los trabajadores que protestaba en Cádiz.
Ante la imperiosa necesidad de que no continúen disminuyendo sus salarios reales, con los que ya les resulta difícil satisfacer las necesidades básicas de sus familias, los trabajadores se muestran decididos a continuar con su huelga, les cueste lo que les cueste. Y es que, más allá de la reivindicación de un mejor convenio colectivo y de una subida salarial acorde al aumento del coste de la vida, los trabajadores se movilizan también contra la precariedad general y los altos índices de eventualidad que vienen sufriendo históricamente.
EL CONSEJO-RECOMENDACIÓN DEL "COMPAÑERO ENRIQUE SANTIAGO"
No resulta extraño, pues, que hayan recibido con furibunda indignación las declaraciones efectuada por el Secretario General del PCE y tambien Secretario de Estado, Enrique Santiago, quien este mismo lunes les instaba a la desmovilización pidiéndoles, nada más y nada menos, que “confíen en el trabajo que está haciendo su Gobierno”.
Santiago aseguró, en este sentido, que aunque:
“la economía no está intervenida por el Estado y depende de las decisiones de empresas privadas...” “el gobierno está haciendo para potenciar la reindustrialización” y, para eludir toda la responsabilidad de su ejecutivo en la situación que viven estos trabajadores aludió a la "herencia recibida" del Partido Popular.
Y es que, según este dirigente supuestamente "comunista", las críticas y las luchas obreras, cuando se realizan con un "gobierno progresista" sólo sirven para que "la derecha siga desgastando el gobierno".
LA DESINDUSTRIALIZACIÓN INICIADA CON EL GOBIERNO "SOCIALISTA" DE FELIPE GONZÁLEZ: EL PROYECTO DE LA UNIÓN EUROPEA
Los trabajadores gaditanos en huelga, sin embargo, mantienen viva la memoria reciente como para confiar en la promesa de "reindustrialización" efectuada por Enrique Santiago, en nombre del autoproclamado "Gobierno más progresista" de la Historia.
Y es que los "malos tiempos" para el sector del metal gaditano se remontan al menos hasta los años 80, cuando la mal llamada "reconversión industrial" dirigida por el ministro Carlos Solchaga, durante el primer mandato de Felipe González, destruyó de una tacada 7.500 puestos de trabajo, 5.500 de ellos de las plantillas de las cinco grandes factorías que dependían del INI (Instituto Nacional de Industria) y que eran Astilleros de Cádiz, Construcciones Aeronáuticas, Bazán y San Carlos.
Esta "reconversión" fue respondida por la movilización obrera y dio lugar a la multitudinaria manifestación del 24 de febrero de 1984, que congregó a más de 40.000 personas en la capital gaditana en contra de un desmantelamiento que demolió gran parte de la economía de esa provincia, multiplicando sus índices de pobreza y exclusión social.
La sentencia atribuida a Carlos Solchaga de que “la mejor política industrial es la que no existe” ocultaba, en realidad, las exigencias que se había comprometido a aceptar el Gobierno de González a cambio de integrarse en la Comunidad Económica Europea: desmantelar buena parte de la industria del país en beneficio de la industria de las potencias impulsoras de este proyecto, como Alemania, convirtiendo a España en una nación de “Servicios” - el "patio de recreo" de los ciudadanos del norte de Europa - plenamente dependiente de una actividad tan frágil, y generadora de empleos precarios, como es el Turismo.
Como no podía ser de otra manera, esta "integración" en la división capitalista internacional del trabajo, con la "deslocalización" de empresas hacia países con salarios más bajos propia de su fase neoliberal, ha seguido empeorando desde entonces las condiciones del sector.
En junio de 1995, la empresa pública Astilleros presentaba otro proyecto de "reconversión" para el sector naval, bautizado con el pomposo nombre de Plan Estratégico de Competitividad. La "competitividad" consistía, concretamente, en despedir a 5.200 trabajadores, cerrar las factorías de Cádiz y Sevilla, y privatizar también las de Gijón, Vigo y Cantabria. Se pretendía igualmente derogar los convenios colectivos en todos los centros.
El último Gobierno de Felipe González, con Pedro Solbes en Economía y Hacienda, y Juan Manuel Eguiagaray en Industria, defendía esta reconversión, como "necesaria" para acceder a las "ayudas de la Unión Europea".
En Cádiz, unas cien mil personas, según los titulares de prensa de la época, volvieron a salir a las calles para defender sus empleos, en una provincia que en aquel año registró una tasa de paro del 42%.
En el 2007, durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, el cierre de la planta de fabricación de componentes para la automoción Delphi dejó en la calle a más de 1.600 personas, y en la estacada a al menos otras 1.300 de la industria auxiliar. Miles de gaditanos volvieron a movilizarse para exigir la continuidad de la producción, regresaron las manifestaciones y los cortes de carretera.
Por esa época también la industria del metal, la auxiliar, sufrió una huelga de 16 días en defensa de un convenio colectivo para el sector, la misma razón que ha motivado ahora el actual paro indefinido. Más recientemente, llegó el aviso de cierre de la planta de Airbus en Puerto Real, con más de 400 empleados, que el pasado mes de mayo provocó una larga acampada de protesta a las puertas de la fábrica de estabilizadores y timones de colas de aviones, cuya carga de trabajo se pretende trasladar ahora a las plantas de Cádiz y El Puerto de Santa María.
Se trata, en definitiva, de una larguísima historia de lucha de clases que ha enseñado a los trabajadores gaditanos que sólo a través de su organización y movilización pueden aspirar a paliar los efectos de un proceso que, a la postre, forma parte de la lógica esencial del actual sistema económico y el proyecto de la Unión Europea defendido por el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos, y su Secretario de Estado para la Agenda 2030, Enrique Santiago.
TANQUETAS PARA REPRIMIR A LOS TRABAJADORES
Pero la indignación por la "recomendación" de "confiar en el gobierno" efectuada por Santiago a los huelguistas ha sido aún mayor en Cádiz, porque ésta ha coincidido con la decisión del Gobierno con el que su organización política está coaligado, de hacer uso de tanquetas en el dispositivo policial destinado a la represión de los trabajadores movilizados.
Cádiz amaneció este lunes, un día más, con piquetes de huelga, barricadas y cargas policiales contra los trabajadores, como viene sucediendo hace ya una semana.
Según contaba Radio Cádiz este mismo lunes,
“un vehículo blindado de la UIP de la Policía Nacional accedió a la calle donde se atrincheraban los piquetes, que habían varios contenedores bloqueándole el paso mientras le tiran piedras. Los agentes responden con lanzamiento de pelotas de goma.”
La represión continuó poco después en una zona residencial, cuando los trabajadores intentaron resguardarse de las cargas policiales.
Desde primeras horas de la mañana, también hicieron aparición tanquetas policiales que vanamente intentaron desmovilizar a los huelguistas rompiendo sus piquetes. Ni más ni menos que lo que el dirigente supuestamente "comunista", pretendió hacer a través de sus consejos.
VÍDEOS:
Redstar | Domingo, 28 de Noviembre de 2021 a las 10:11:22 horas
Ay... Doreste... Doreste...
Contra IU-PCE se vive mejor... ¿verdad?
1) No "voy precisando" mis posicionamientos. Son los mismos desde que tengo uso de razón. Apuesto por respetar nuestros principios estatutarios y. desafortunadamente, eso me coloca en una posición minoritaria en la organización.
2) La expresión "a veces" la utilicé con ironía y refiriéndome más a la palabra ilusión que a la palabra revolución (ésta última es sencillamente inevitable) pero tú prefieres retorcer su interpretación con la sola intención de atacarme; sigo sin saber por qué. En este proceso (dialéctico) la batalla TAMBIÉN hay que darla en las instituciones. No es una frase mía, es del discurso acerca del parlamentarismo de Lenin "El parlamento es un producto del desarrollo histórico que no podremos suprimir de la vida mientras no seamos tan fuertes que estemos en condiciones de disolver el parlamento burgués".
3) Yo no he dicho que Santiago esté avalado por una "heroica andadura sólo empañada por unas desafortunadas declaraciones de última hora". Eso lo has dicho tú. O no sabes leer, o simplemente mientes o malinterpretas de forma torticera mi frase, lo que, de ser así, te calificaría como mentiroso o manipulador.
4) Algunos vivimos en la Tierra y somos conscientes de que, para conseguir ESTRATÉGICAMENTE esa República Socialista que todos deseamos, TÁCTICAMENTE habrá que hacer lo que sea NECESARIO, y dentro de ello, lo que sea POSIBLE, es decir, aprovechar la representación institucional para cumplir nuestras promesas electorales y nuestros estatutos. Vuelvo a recomendar que leas a Lenin. Mientras las contradicciones del sistema llegan a su cenit, todo eso, HOY, podría requerir apoyar a Sánchez, siempre desde la oposición, para evitar (tácticamente, repito) que, por ejemplo, gobernara una ultraderecha vomitiva o para lograr, HOY, mejoras en las condiciones laborales... etc, eso sí, votando aquellas propuestas que coincidan con nuestros principios.
5) Podré estar equivocado, por supuesto, pero en cualquier caso me significo y de momento sigo apostando por lo que hoy es una postura minoritaria en IU-PCE pero... ¿y tú?... ¿desde qué organización te atreves a decir que estoy tan despistado?
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