EL VERDADERO ORIGEN DE LA EXTRAORDINARIA FORTUNA DE AMANCIO ORTEGA

Por CECILIA ZAMUDIO.-

     Las empleadas de Inditex en India trabajan 72 horas por semana y perciben 0,88 € diarios de salario. La práctica totalidad de la riqueza que produce su trabajo se la queda el capitalista Amancio Ortega. Esto es el robo de la Plusvalía, legal en el Capitalismo.

    Así es perpetrada la acumulación capitalista: sobre el saqueo de la naturaleza y sobre la explotación de las y los trabajadores.

   El robo de la plusvalía que perpetran los capitalistas (amparados en una legalidad burguesa que hace de la barbarie ley), constituye el mayor robo del planeta, y es a la vez un mecanismo indispensable en la maquinaria de acumulación capitalista. La clase explotadora incrementa cada día más su tasa de explotación (le roba más plusvalía a las y los trabajadores), e incrementa cada día más los niveles de saqueo de la naturaleza. Para perpetuar esa injusticia social que genera destrucción, empobrecimiento, hambre y éxodo, la clase explotadora usa dos mecanismos fundamentales: la represión contra la reivindicación social y política por un lado; y por otro lado la alienación que impone a través de sus medios y aparato cultural, busca hacer que los oprimidos amen a sus opresores, hacer que la clase explotada no tenga consciencia de los mecanismos que rigen la realidad, que no tenga consciencia de clase.

    Como la clase explotadora incrementa cada día más la tasa de explotación y saqueo, implanta al fascismo para ejercer mayor represión ante el descontento social: es por eso que impulsa hoy gobiernos fascistas por todo el orbe.

    El capitalismo siempre echa mano del fascismo cuando incrementa los niveles de explotación y barbarie.

   Hoy, un puñado de multimillonarios acumula una riqueza igual a la suma con la que malvive la mitad de la población del planeta. El saqueo capitalista de continentes enteros provoca empobrecimiento medular y genera éxodos masivos; el imperialismo perpetra guerras imperialistas, una tras otra, para imponer regímenes favorables a una mayor tasa de saqueo de los recursos; un niño es asesinado de física hambre cada 5 segundos por el empobrecimiento que causa el saqueo capitalista; la devastación del planeta sigue incrementándose por la codicia de multinacionales extractivas (desaparecen montañas, ríos, selvas, ecosistemas, especies y pueblos originarios).

    Millones de campesinas y campesinos son exterminados por el agroindustrial, forzados a abandonar sus tierras mediante masacres perpetradas por la herramienta paramilitar de transnacionales, o hambreados por la prohibición de sembrar semillas tradicionales (250.000 campesinos han sido empujados al suicidio por Monsanto, tan solo en la India).

   Los desiertos y mares de las rutas migratorias que emprenden millones de desposeídos en el mundo son gigantescas tumbas que gritan: “¡Capitalismo es Barbarie!”.

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