EL JUEZ ADMITE A TRÁMITE LA QUERELLA POR "FALSIFICACIÓN DE CURRÍCULUM" CONTRA EL PERIODISTA CANARIO FRANCISCO POMARES

   Por EUGENIO FERNÁNDEZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-

   El pasado 27 de abril nos hacíamos eco de la noticia publicada en el Diario de Avisos en torno a la denunciaefectuada contra el periodista Francisco Pomares, señalado por haber presentado presuntamente  dos certificados falsos en el proceso de selección y concurso de méritos para acceder a una plaza de profesor en la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Laguna.

   Esta denuncia, efectuada por  las dos productoras de televisión, Plató del Atlántico y Report Line Producción Audiovisual, se producía coincidiendo con la presentación de Pomares por parte de Coalición Canaria, la organización político-económica que durante décadas ha dominado el Archipiélago, como su candidato  para ocupar un puesto en la nueva Junta de Control de la Radiotelevisión Canaria.

  Ahora, el juez Pamparacuatro, titular del Juzgado de Instrucción número 1 de La Laguna, ha visto suficientes indicios para admitir a trámite la querella presentada en julio por las productoras de televisión, que se presentan como víctimas del presunto plagio. 

  Pamparacuatro ha abierto, por tanto, una investigación para determinar si el periodista incurrió en este delito. Según publica el propio Diario de Avisos, el juez  ha citado el próximo día 22 de septiembre en calidad de investigado a Francisco Pomares.

Aunque, contando con la discreción de la mayor parte de los medios del archipiélago en la cobertura de esta escandalosa noticia, Pomares no ha dejado de mantener su supuesta inocencia, lo cierto es que este caso de presunta falsificación, ya judicializado, podría llegar a sacudir, gravemente, la hasta ahora plácida trayectoria de este "periodista" escalador de cumbres borrascosas.  

LA SINUOSA TRAYECTORIA PERIODÍSTICO-POLÍTICA DE POMARES

 Pomares (izquierda), formando tándem como "todólogo" con Carlos Sosa (derecha), en el programa de Manuel Artiles en Mírame TV

    Francisco Pomares, nacido en Madrid en 1957 pero afincado en Canarias desde hace 40 años, es uno de esos prototipos de periodista  que, serpenteando por aquí y por allá, ha tenido la "habilidad" de saber medrar  en los medios corporativos del Archipiélago, arrimándose al sol que más calienta. 

      Al correr de los años, Pomares -"Paco", para los amigos-  logró convertirse en un magistral amanuense en la reproducción  del discurso oficial dominante en su versión isleña. Para estar en condiciones de ejercer con eficacia esa función, Pomares  ha utilizado prolijamente como tribuna  todo el espectro mediático de las Islas, que va desde  periódicos como "La Opinión" de Tenerife o el Canarias7, hasta espacios estelares en medios radiofónicos como la  Cadena Ser o las más cutres televisoras locales con las que uno pudiera tropezar.

   Aprovechándose de las magníficas remuneraciones con las el poder autonómico suele premiar a quienes desempeñan  la función ideológica encomendada, Pomares llegó a convertirse en uno de los “todólogos” más habituales en todo tipo de tertulias y programas. 

    Durante años hemos tenido Paco Pomares mañana, tarde y noche pontificando sobre todo lo divino y lo humano. Su omnipresencia se materializaba bien en el "El Debate", de Televisión Española en Canarias, bien en aquellos otros espacios organizados por el diario socialdemócrata "Canarias Ahora", en el que "Paco" logró establecer sinergias con un representativo equipo constituido por su propietario Carlos Sosa, cónyuge de la controvertida juez Mª Victoria Rosell, y el inefable ex director de "La Provincia", Ángel Tristán Pimienta.

  Desde estas privilegiadas atalayas, y con la seguridad de que en ellas sólo iba a debatir con interlocutores comprometidos con el  Régimen del 78, Pomares no ha perdido oportunidad para disparar sus arteros ataques contra cualquier izquierdista que osara mover el rabo, estuviera éste ubicado dentro o fuera del Estado español. En sus fobias antiizquierdistas, Pomares se despachaba con holgura, por ejemplo, en contra del hoy desaparecido líder venezolano Hugo Chávez, que ponía en peligro intereses económicos relacionados con los patrocinadores políticos del periodista,  al que calificó como "un pequeño hampón con indigestión de petrodólares".