
¿Y SI GOBERNARAN PSOE Y UNIDAS PODEMOS?: UNA RESPUESTA AL ARTÍCULO DE PABLO IGLESIAS (Iª PARTE)
Pablo Iglesias falsifica la realidad cuando habla de la "plurinacionalidad" del Estado español.
Días atrás, quien hasta hace poco fuera líder de la formación "Unidas Podemos" y vicepresidente de la llamada "Coalición progresista" publicó un artículo en CTXT donde reclamaba el voto hacia su formación política, ya que, según él, asoma en los horizontes el triunfo electoral de la derecha con la aviesa intención de robarnos las "conquistas" obtenidas por el gobierno que un día él mismo vicepresidió. Desde una perspectiva autodeterminista, el sociólogo Cristian Sima Guerra se pregunta en este artículo cuáles son esas "conquistas" y en qué consiste la "plurinacionalidad" a la que se refiere en su desesperado llamamiento el ex líder socialdemócrata de Unidas Podemos.
POR CRISTIAN SIMA GUERRA (*) PARA CANARIAS SEMANAL
Pablo Iglesias ha publicado un artículo en CTXT donde nos vende la vieja confiable de vótame (en este caso, vota al
partido en el que él militaba) para que "no venga la derecha", un argumento que, al parecer, es novedoso y hay que tomarse en serio. Debe de ser lo nunca antes visto en España, sí.
Los argumentos de Iglesias son dignos de analizar. Pasemos directamente a ellos:
- Vox, debido a su españolismo, atentaría contra la plurinacionalidad e ilegalizaría a partidos independentistas. Tenemos que tener mucho miedo a Vox porque quiere ilegalizar partidos independentistas.
- Felipe VI es el monarca de la derecha, al contrario que Juan Carlos I que, al parecer era tan progresista el hombre que hasta “sedujo” a fuerzas políticas “progresistas” como el PSOE de González y al PCE de Carrillo.
Tampoco se olvidó el hombre de vender un poquito de mitología sobre la idílica transición “democrática”: “De la transición española que cerraron el 23F y la abrumadora victoria de Felipe González en el 82, surgió un sistema de partidos determinante para asegurar la estabilidad de nuestro sistema político, pacificar los conflictos derivados de la plurinacionalidad y organizar la modernización económica española en el marco de la división europea del trabajo”.
Según Iglesias, este equilibrio político del régimen entró en crisis por dos razones:
“¿Qué ha pasado en los últimos 10 años para que estemos en una situación tan peligrosa si la derecha vuelve junto con la ultraderecha al Consejo de Ministros? Ha pasado el independentismo catalán y Podemos. Esos dos actores hicieron saltar por los aires el sistema de partidos en España; la única estructura de poder que los ciudadanos pueden cambiar votando. Para comprobar que esto es así basta asomarse a una sesión de control: un inédito Gobierno de coalición con ministros de Podemos y del PCE, sostenido por fuerzas independentistas vascas y catalanas que tiene enfrente al PP más Vox como alternativa de gobierno”.
¿La solución de Iglesias?:
“¿Qué hacer?: A mi juicio, las izquierdas diferentes al PSOE en todo el Estado deben aumentar su colaboración y compartir espacios de reflexión estratégica. Creo que deben asumir que la alianza de gobierno con el PSOE es, en esta coyuntura, necesaria para proteger la democracia e implementar la justicia social mediante políticas públicas.”
1. La plurinacionalidad en España
Lo primero que se observa es que Iglesias señala una serie de cuestiones políticas al modo reformista, es decir, quedándose en lo superficial y evitando ir a la raíz. En consecuencia, debido a su modus operandi, por un lado, considera que determinadas conquistas progresistas entrarían en peligro exclusivamente si gobierna PP y Vox; y por otro lado habla de conquistas que, en realidad, no existen, lo cual supone falsificar la realidad.
La primera falsificación la vemos cuando habla sobre la plurinacionalidad en España. Según la narrativa de Pablo Iglesias a lo largo de su artículo, en España se ha conseguido la plurinacionalidad con la descentralización política del Estado durante la “transición democrática”.
Cabe preguntarse, ¿exactamente de qué plurinacionalidad nos habla Iglesias? Si resulta que la norma suprema del ordenamiento jurídico español, la Constitución de 1978, señala de que España es una nación única e indivisible. Y, en consecuencia, la descentralización no ha significado nunca “dotar a las naciones que viven bajo el Estado español de instituciones propias”. En realidad, se trata de instituciones españolas descentralizadas. De hecho, en España el régimen nunca ha reconocido que hay varias naciones sin Estado y, por lo tanto, oprimidas.
En todo caso, lo que amenazaría Vox es a la existencia de partidos independentistas que, a día de hoy, participan con cierta naturalidad en la política española y muchos de ellos, por desgracia, se dedican simplemente a pactar y negociar con el Estado que oprime a sus naciones. Estos partidos a día de hoy están lejos de luchar por liberación nacional alguna.
Lo curioso es que, al tratar esta cuestión, Iglesias nos dice que sólo con un gobierno de Vox y el PP el independentismo podría ser perseguido. El problema, la amenaza, es sólo “la derecha” (Vox, sobre todo). De nuevo, se queda en lo superficial y no va a la raíz. Desde nuestro punto de vista, el problema no son las ramas o las hojas del árbol, sino sus raíces. Vox representa las hojas y las ramas, y el régimen reaccionario “postfranquista” monárquico y burgués -el que oprime naciones y persigue a quienes tratan de erradicar la opresión nacional- es la raíz. Es por eso que, incluso bajo el actual gobierno de coalición PSOE-UP, se sigue persiguiendo a los independentistas, como ha ocurrido con los castellanistas de IzCa, partido al que el gobierno más progresista de la galaxia está intentando ilegalizar. Curiosamente, ¡Iglesias no ve peligro alguno en el PSOE para el independentismo!
Por muchas vueltas que le dé Iglesias al decirnos que sólo PP y Vox reprimirían, la realidad es que la maquinaria estatal represora avanza viento en popa, a pesar de un gobierno que grita que es progresista y que defiende una plurinacionalidad inexistente, puesto que España no reconoce derechos nacionales alguno para ninguna de las naciones que oprime (¡es que ni siquiera las reconoce como naciones!). Y cabría preguntarse si este Estado represor se ha visto engrandecido, no a pesar de este gobierno, sino gracias al mismo. No olvidemos que, el reformismo podemita (junto a IU y PCE) trajo una auténtica esperanza en importantes sectores populares de un cambio y, por ello, la ideología burguesa se vio reforzada en las masas que se convencieron, todavía más si cabía, de que el Estado burgués es un instrumento que está por encima de las clases y representa el interés común de todos los ciudadanos.
Dicho de otra forma, la entrada de Unidas Podemos en el gobierno ha servido para fortalecer al Estado burgués como “instrumento legítimo” que actuaría al modo paternalista para “solucionar las injusticias” y por ello se ha permitido reprimir como siempre sin ver tanta resistencia popular como en décadas pasadas.
La aplicación de la "Ley Mordaza" a niveles nunca antes vistos, en el contexto del Estado de alarma, es un claro testigo de esto que señalamos. Sin embargo, a la derecha se le permitían manifestaciones en pleno confinamiento (incluso llegamos a ver neonazis montando barricadas contra las medidas sanitarias y confrontando a la policía con total impunidad), mientras a la izquierda se la reprimía sin compasión alguna (por ejemplo, las cargas policiales en las manifestaciones antifascistas en septiembre de 2020 en Vallekas).
Finalmente debemos señalar que Podemos está lejos de defender la plurinacionalidad en España de manera realmente democrática. Desde el punto de vista de Iglesias, que es el que nos atañe ahora, la cuestión catalana debe solucionarse incondicionalmente dentro de las fronteras del Estado español, de modo que se presenta el “derecho a decidir” como “el derecho de Cataluña a decidir cómo seguir siendo parte de España”, obviando la legítima opción democrática a decidir secesionarse si tal fuese su voluntad. Es más, en la propuesta de Unidas Podemos para solucionar la cuestión nacional catalana se evidencia que tal coalición de partidos jamás reconocería la independencia de Cataluña. Además, su no respaldo al referendum de autodeterminación por “no cumplir la legislación vigente” (legislación que impide la secesión ya que sólo reconoce a la nación española) supone que Podemos legitima la opresión nacional del pueblo catalán. Por lo tanto, no son PP y Vox los únicos que amenazan la plurinacionalidad, ¡¡Unidas Podemos también es enemiga de la misma!! Pues, ¿de qué vale reconocer múltiples naciones bajo el Estado español si ni siquiera se defiende la igualdad de derechos para todas ellas?, ¿de qué vale gritar plurinacionalidad muchas veces si tener un Estado nacional propio se convierte en un privilegio exclusivo de la nación española y se le niega tal derecho al resto de naciones?
Desde el punto de vista revolucionario -ese que va a la raíz-, la cuestión nacional catalana sólo puede solucionarse en contra de la legalidad vigente y reconociendo el derecho de Cataluña a obtener su propio Estado nacional si tal fuese su voluntad. Todo lo demás es defensa del nacionalismo de la nación opresora y de la política de opresión nacional del régimen reaccionario para el cual la unidad de España es sagrada e inviolable.
En síntesis, la supuesta defensa de la plurinacionalidad de Iglesias consiste, en esencia, en defender que los partidos independentistas puedan participar políticamente en las instituciones españolas descentralizadas (al menos que el PSOE trate de ilegalizar a alguno de ellos, como es el caso de IzCa) siempre y cuando cumplan la legalidad vigente y su derecho a decidir consista en decidir cómo seguir estando oprimido por España (con más o con menos autonomía) y en defender el Estado de las autonomías (que está bastante lejos de suponer reconocimiento alguno de plurinacionalidad). He aquí la lógica típica del reformismo: igual que pugna por sostener la explotación de una clase sobre otra (luchando únicamente por mejorar las condiciones de vida de la clase explotada, y no por acabar con su condición de clase explotada), pugna por sostener la opresión nacional (luchando por mantener el Estado de las Autonomías frente a una amenaza recentralizadora representada por Vox, es decir, luchando porque la nación oprimida tenga más margen de maniobra y autonomía -o incluso que conserve la que ya posee-, ¡en lugar de luchar por erradicar la opresión nacional!).
LA 2ª PARTE DE ESTE TRABAJO, CON EL TÍTULO "FELIPE VI, EL MONARCA DE LA DERECHA", SERÁ PUBLICADA EL LUNES 12 DE SEPTIEMBRE
(*) Cristian Sima Guerra es sociólogo, miembro de la Asamblea Popular de Fuerteventura y de la Red de Apoyo a las Personas Migrantes de Fuerteventura.
POR CRISTIAN SIMA GUERRA (*) PARA CANARIAS SEMANAL
Pablo Iglesias ha publicado un artículo en CTXT donde nos vende la vieja confiable de vótame (en este caso, vota al partido en el que él militaba) para que "no venga la derecha", un argumento que, al parecer, es novedoso y hay que tomarse en serio. Debe de ser lo nunca antes visto en España, sí.
Los argumentos de Iglesias son dignos de analizar. Pasemos directamente a ellos:
- Vox, debido a su españolismo, atentaría contra la plurinacionalidad e ilegalizaría a partidos independentistas. Tenemos que tener mucho miedo a Vox porque quiere ilegalizar partidos independentistas.
- Felipe VI es el monarca de la derecha, al contrario que Juan Carlos I que, al parecer era tan progresista el hombre que hasta “sedujo” a fuerzas políticas “progresistas” como el PSOE de González y al PCE de Carrillo.
Tampoco se olvidó el hombre de vender un poquito de mitología sobre la idílica transición “democrática”: “De la transición española que cerraron el 23F y la abrumadora victoria de Felipe González en el 82, surgió un sistema de partidos determinante para asegurar la estabilidad de nuestro sistema político, pacificar los conflictos derivados de la plurinacionalidad y organizar la modernización económica española en el marco de la división europea del trabajo”.
Según Iglesias, este equilibrio político del régimen entró en crisis por dos razones:
“¿Qué ha pasado en los últimos 10 años para que estemos en una situación tan peligrosa si la derecha vuelve junto con la ultraderecha al Consejo de Ministros? Ha pasado el independentismo catalán y Podemos. Esos dos actores hicieron saltar por los aires el sistema de partidos en España; la única estructura de poder que los ciudadanos pueden cambiar votando. Para comprobar que esto es así basta asomarse a una sesión de control: un inédito Gobierno de coalición con ministros de Podemos y del PCE, sostenido por fuerzas independentistas vascas y catalanas que tiene enfrente al PP más Vox como alternativa de gobierno”.
¿La solución de Iglesias?:
“¿Qué hacer?: A mi juicio, las izquierdas diferentes al PSOE en todo el Estado deben aumentar su colaboración y compartir espacios de reflexión estratégica. Creo que deben asumir que la alianza de gobierno con el PSOE es, en esta coyuntura, necesaria para proteger la democracia e implementar la justicia social mediante políticas públicas.”
1. La plurinacionalidad en España
Lo primero que se observa es que Iglesias señala una serie de cuestiones políticas al modo reformista, es decir, quedándose en lo superficial y evitando ir a la raíz. En consecuencia, debido a su modus operandi, por un lado, considera que determinadas conquistas progresistas entrarían en peligro exclusivamente si gobierna PP y Vox; y por otro lado habla de conquistas que, en realidad, no existen, lo cual supone falsificar la realidad.
La primera falsificación la vemos cuando habla sobre la plurinacionalidad en España. Según la narrativa de Pablo Iglesias a lo largo de su artículo, en España se ha conseguido la plurinacionalidad con la descentralización política del Estado durante la “transición democrática”.
Cabe preguntarse, ¿exactamente de qué plurinacionalidad nos habla Iglesias? Si resulta que la norma suprema del ordenamiento jurídico español, la Constitución de 1978, señala de que España es una nación única e indivisible. Y, en consecuencia, la descentralización no ha significado nunca “dotar a las naciones que viven bajo el Estado español de instituciones propias”. En realidad, se trata de instituciones españolas descentralizadas. De hecho, en España el régimen nunca ha reconocido que hay varias naciones sin Estado y, por lo tanto, oprimidas.
En todo caso, lo que amenazaría Vox es a la existencia de partidos independentistas que, a día de hoy, participan con cierta naturalidad en la política española y muchos de ellos, por desgracia, se dedican simplemente a pactar y negociar con el Estado que oprime a sus naciones. Estos partidos a día de hoy están lejos de luchar por liberación nacional alguna.
Lo curioso es que, al tratar esta cuestión, Iglesias nos dice que sólo con un gobierno de Vox y el PP el independentismo podría ser perseguido. El problema, la amenaza, es sólo “la derecha” (Vox, sobre todo). De nuevo, se queda en lo superficial y no va a la raíz. Desde nuestro punto de vista, el problema no son las ramas o las hojas del árbol, sino sus raíces. Vox representa las hojas y las ramas, y el régimen reaccionario “postfranquista” monárquico y burgués -el que oprime naciones y persigue a quienes tratan de erradicar la opresión nacional- es la raíz. Es por eso que, incluso bajo el actual gobierno de coalición PSOE-UP, se sigue persiguiendo a los independentistas, como ha ocurrido con los castellanistas de IzCa, partido al que el gobierno más progresista de la galaxia está intentando ilegalizar. Curiosamente, ¡Iglesias no ve peligro alguno en el PSOE para el independentismo!
Por muchas vueltas que le dé Iglesias al decirnos que sólo PP y Vox reprimirían, la realidad es que la maquinaria estatal represora avanza viento en popa, a pesar de un gobierno que grita que es progresista y que defiende una plurinacionalidad inexistente, puesto que España no reconoce derechos nacionales alguno para ninguna de las naciones que oprime (¡es que ni siquiera las reconoce como naciones!). Y cabría preguntarse si este Estado represor se ha visto engrandecido, no a pesar de este gobierno, sino gracias al mismo. No olvidemos que, el reformismo podemita (junto a IU y PCE) trajo una auténtica esperanza en importantes sectores populares de un cambio y, por ello, la ideología burguesa se vio reforzada en las masas que se convencieron, todavía más si cabía, de que el Estado burgués es un instrumento que está por encima de las clases y representa el interés común de todos los ciudadanos.
Dicho de otra forma, la entrada de Unidas Podemos en el gobierno ha servido para fortalecer al Estado burgués como “instrumento legítimo” que actuaría al modo paternalista para “solucionar las injusticias” y por ello se ha permitido reprimir como siempre sin ver tanta resistencia popular como en décadas pasadas.
La aplicación de la "Ley Mordaza" a niveles nunca antes vistos, en el contexto del Estado de alarma, es un claro testigo de esto que señalamos. Sin embargo, a la derecha se le permitían manifestaciones en pleno confinamiento (incluso llegamos a ver neonazis montando barricadas contra las medidas sanitarias y confrontando a la policía con total impunidad), mientras a la izquierda se la reprimía sin compasión alguna (por ejemplo, las cargas policiales en las manifestaciones antifascistas en septiembre de 2020 en Vallekas).
Finalmente debemos señalar que Podemos está lejos de defender la plurinacionalidad en España de manera realmente democrática. Desde el punto de vista de Iglesias, que es el que nos atañe ahora, la cuestión catalana debe solucionarse incondicionalmente dentro de las fronteras del Estado español, de modo que se presenta el “derecho a decidir” como “el derecho de Cataluña a decidir cómo seguir siendo parte de España”, obviando la legítima opción democrática a decidir secesionarse si tal fuese su voluntad. Es más, en la propuesta de Unidas Podemos para solucionar la cuestión nacional catalana se evidencia que tal coalición de partidos jamás reconocería la independencia de Cataluña. Además, su no respaldo al referendum de autodeterminación por “no cumplir la legislación vigente” (legislación que impide la secesión ya que sólo reconoce a la nación española) supone que Podemos legitima la opresión nacional del pueblo catalán. Por lo tanto, no son PP y Vox los únicos que amenazan la plurinacionalidad, ¡¡Unidas Podemos también es enemiga de la misma!! Pues, ¿de qué vale reconocer múltiples naciones bajo el Estado español si ni siquiera se defiende la igualdad de derechos para todas ellas?, ¿de qué vale gritar plurinacionalidad muchas veces si tener un Estado nacional propio se convierte en un privilegio exclusivo de la nación española y se le niega tal derecho al resto de naciones?
Desde el punto de vista revolucionario -ese que va a la raíz-, la cuestión nacional catalana sólo puede solucionarse en contra de la legalidad vigente y reconociendo el derecho de Cataluña a obtener su propio Estado nacional si tal fuese su voluntad. Todo lo demás es defensa del nacionalismo de la nación opresora y de la política de opresión nacional del régimen reaccionario para el cual la unidad de España es sagrada e inviolable.
En síntesis, la supuesta defensa de la plurinacionalidad de Iglesias consiste, en esencia, en defender que los partidos independentistas puedan participar políticamente en las instituciones españolas descentralizadas (al menos que el PSOE trate de ilegalizar a alguno de ellos, como es el caso de IzCa) siempre y cuando cumplan la legalidad vigente y su derecho a decidir consista en decidir cómo seguir estando oprimido por España (con más o con menos autonomía) y en defender el Estado de las autonomías (que está bastante lejos de suponer reconocimiento alguno de plurinacionalidad). He aquí la lógica típica del reformismo: igual que pugna por sostener la explotación de una clase sobre otra (luchando únicamente por mejorar las condiciones de vida de la clase explotada, y no por acabar con su condición de clase explotada), pugna por sostener la opresión nacional (luchando por mantener el Estado de las Autonomías frente a una amenaza recentralizadora representada por Vox, es decir, luchando porque la nación oprimida tenga más margen de maniobra y autonomía -o incluso que conserve la que ya posee-, ¡en lugar de luchar por erradicar la opresión nacional!).
LA 2ª PARTE DE ESTE TRABAJO, CON EL TÍTULO "FELIPE VI, EL MONARCA DE LA DERECHA", SERÁ PUBLICADA EL LUNES 12 DE SEPTIEMBRE
(*) Cristian Sima Guerra es sociólogo, miembro de la Asamblea Popular de Fuerteventura y de la Red de Apoyo a las Personas Migrantes de Fuerteventura.
Maribel Santana | Domingo, 12 de Septiembre de 2021 a las 23:20:09 horas
La lucha de clases, es la que ha olvidado todo Dios, izquierdas, derechas ... **** e concepto, es que lo han barrido de todo y por todos los costados.
Vox son neoliberales como todos ellos así ¿Qué miedo tinen?, Vox no va a hacer nada que no le dicte el IBEX35,¿ tienen miedo de que no apoyen los movimientos progres- exóticos- individualistas-inclusivos-exclusivos-perroflautas?? Y a mi que? El problema es la opresión de las clases trabajadoras y populares, los salarios, los desahucios, los fracasos escolares, los pagos de la luz, la sanidad. Ese es el verdadero problema, los otros son para mas adelante. Los perroflautas no ven la opresión nacional, ni los colonialismos. Diciendo que el mundo y las naciones son de todos, sin fronteras y que todos somos iguales y otras majaderías mezclando y farfullando todo, como si fuera un problema de buen rollito, no político. Justo lo que necesita la reacción, el perroflautero.
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